09.05.2013 Views

Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

133.Sócrates: el “torpedo” de Atenas.<br />

Así llamaban los atenienses a Sócrates. Desde luego este calificativo no tiene<br />

nada que ver con el torpedo que lanzan los submarinos y mucho menos con el<br />

“torpedo” del colegio, que consiste en la información que se mantiene oculta<br />

para un examen y donde están las respuestas a lo que se pregunta. No, nada<br />

de eso tiene que ver, y la clave del calificativo dado a Sócrates la encontramos<br />

en el Diálogo Menón, donde este mismo dice:<br />

“Si me permites una broma, te diré que, tanto por tu aspecto cuanto por<br />

otros respectos, me pareces muy semejante a ese chato pez marino llamado<br />

torpedo. Pues entorpece súbitamente a quien se le acerca y lo toca; y tú me<br />

parece que ahora has producido en mí algo semejante. Verdaderamente, se<br />

me han entorpecido el alma y la boca, y no sé ya qué responderte”.<br />

Aquí se alude a un pez eléctrico, especie de raya, que paraliza a sus<br />

víctimas, antes de devorarlas. ‘Torpedo’ viene del latín torpere, que significa<br />

‘anestesiar’, ‘paralizar’. Y, en cuanto a la forma física, este pez es chato, como<br />

lo era el rostro de Sócrates, de nariz chata.<br />

El sobrenombre, la verdad, está muy bien puesto, ya que lo que hacía el<br />

maestro era precisamente a través de la refutación, dejar paralizado al<br />

interlocutor interrogado. Así reconoce el propio Menón en el pasaje citado que<br />

le ha ocurrido esto a él mismo. Y efectos similares han padecido Laques,<br />

Gorgias, Teetetos, Eutifrón y otros. Cada uno al ser confrontado con lo que sea<br />

la justicia, la valentía, la piedad, la virtud, u otros, ha arriesgado una definición,<br />

siendo incitado para ello por el eironía de Sócrates, que adula a su interlocutor<br />

sobre todo por su inteligencia y sabiduría, y luego ha sufrido indefectiblemente<br />

el efecto paralizante de Sócrates, el pez torpedo, que lo ha tocado.<br />

Cuando leemos los diálogos socráticos en que se pone todo esto en<br />

juego, aquello conocido como “mayéutica”, el arte de dar a luz, de hacer parir la<br />

verdad, nunca podemos olvidar que tras él está su discípulo Platón escribiendo<br />

aquello. Y Platón fue muy influido por la religión órfica que se introdujo en<br />

Grecia, y uno de los puntos clave de la doctrina órfica es la catarsis, la<br />

depuración, la purificación.<br />

Pues bien, la catarsis se hace claramente presente en la mayéutica<br />

socrática, y sólo sobre esta base se puede comprender el efecto de parálisis<br />

del pez torpedo. El alma humana se haya por lo general atiborrada no sólo de<br />

imágenes, sino de prejuicios, inclinaciones, y por cierto además, errores y<br />

confusiones. Tengamos en cuenta nada más que el apego a las costumbres de<br />

cada comunidad, o en secciones más reducidas aun, a nuestro círculo de<br />

amigos, a la familia, al hecho de ser del sur o del norte, de tal clase socioeconómica<br />

u otra, en todo ello se muestra que lo que entendemos por<br />

matrimonio, Estado, justicia, sexualidad, amor, y otros, está expuesto a<br />

variaciones enormes. Pero, más que nada lo que cuenta para Sócrates es que<br />

el alma está apresada en imágenes y opiniones, creyendo que en ellas está la<br />

verdad. A ello se aplica ante todo pues la catarsis, la depuración, como una<br />

purga con efecto laxante. Aquí tiene lugar el efecto paralizante del torpedo<br />

Sócrates. Este efecto se manifiesta al modo del propio lema que lo guía en su<br />

camino filosófico: “Sólo sé que nada sé”, la docta ignorantia, el reconocimiento<br />

de la propia ignorancia, que nos deja precisamente paralizados, dado que se<br />

nos ha vaciado, depurado de las antiguas, inveteradas e incuestionadas<br />

opiniones a las que nos aferrábamos hasta ahora. Y al mismo tiempo que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!