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ZONA DE PRODUCCIÓN
El Bierzo es un conjunto de pequeños
valles situados en la zona montañosa y
en una amplia y llana depresión, el bajo
Bierzo, que van a configurar los tipos de
cultivo. La comarca está situada al noroeste
de la provincia de León y cubre el
18% de su superficie total.
La zona de producción de los vinos
amparados por esta DO está constituida
por los terrenos ubicados en los términos
municipales que el consejo regulador
considera aptos para la producción
de uvas.
EL CLIMA
El Bierzo tiene un microclima especial,
muy adecuado a los cultivos de la zona.
Se trata de un clima suave, benigno, más
bien templado y regulado por cierta
humedad.
Es un clima similar al gallego en lo que
a humedad se refiere y por otra parte es
seco como en Castilla. Una dualidad que
lo hace muy característico y con equilibrio
hídrico a lo que se añade otra ventaja:
su baja altitud impide, generalmente,
las heladas tardías, lo que resulta
bastante benigno para una vendimia
que se adelanta, normalmente, hasta un
mes sobre las del resto de la región.
La pluviosidad alcanza su mínimo en
verano y sus máximas cotas en los meses
de invierno. La fluctuación de humedad
en largos períodos es muy baja, pasando
de subhúmedo a húmedo, o bien seco
subhúmedo, pero jamás se aprecian variaciones
acusadas.
Las temperaturas extremas se dan en
invierno y verano, siendo la media de
12,3ºC, registrándose unas mínimas
medias de 3,6ºC en los meses fríos y
máximas de 23,6ºC en los meses más
calurosos. Las precipitaciones son del
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[BIERZO]
orden de 721 litros en un año medio. La
insolación media anual se cifra en 2.100
a 2.200 horas de sol.
LOS SUELOS
Los suelos de la montaña están constituidos
por una mezcla de elementos
finos, cuarcitas, pizarras, recibiendo las
vegas formadas en los valles las continuas
aportaciones de las laderas. En el Bierzo
el viñedo se orienta fundamentalmente
sobre los suelos de tierra pardo húmeda,
ligeramente ácidos, con ausencia de carbonatos,
propios de climas húmedos.
Los factores de calidad determinantes
están en las terrazas de poca inclinación
donde se sitúan las cepas muy próximas
a los ríos o en laderas semiabancaladas o
bien en viñas de pronunciada inclinación
y desde una altitud de 450 a 1.000
metros.
LAS VARIEDADES
El protagonismo de la Mencía
La elaboración de vinos protegidos se
realiza exclusivamente con variedades
autorizadas, entre las que destacan de
forma inconfundible la tinta mencía y
las blancas doña blanca y godello.
Además, se incluyen tres variedades
experimentales, aprobadas por el consejo
regulador: tempranillo, merlot y cabernet
sauvignon. Sólo se permite su uso
para la elaboración de vinos tintos de
crianza y reserva, en una proporción no
superior al 15%.
Mencía
Variedad principal en la DO, se le conoce
como ‘negra’. Está adaptada a terrenos
cálidos y algo secos, de fertilidad elevada
y producción media-alta. Productora
de excelentes tintos y rosados, por
su potencia y diversidad de aromas primarios,
da vinos suaves y aterciopelados
de gran calidad.
Garnacha Tintorera
Tintorera, alicante bouchet. Variedad de
cultivo ancestral en esta zona. Sus vinos
son de color intenso, con extracto y graduación
alcohólica alta.
Se suele emplear en mezcla para la elaboración
de vinos tintos y rosados, representando
siempre un porcentaje pequeño.
Godello
Variedad blanca. Adaptada a suelos secos
y medios, temiendo los suelos húmedos,
la mejor calidad reposa en suelos de ladera
de fertilidad media. Es precoz y de
maduración muy determinada. Sus vinos
son amarillo-pajizos, perfumados, duraderos
en el tiempo y con cuerpo. Sus aromas
recuerdan a la manzana.
Doña Blanca
Variedad blanca. Proporciona vinos de
aromaticidad media, buen paladar y
retrogusto prolongado. Al igual que la
godello son variedades de maduración
determinada, mermando sus características
de paladar y equilibrio con la sobremaduración.
Palomino
Variedad blanca, también denominada
Jerez y listán. Producción elevada. Alta
resistencia a enfermedades. Se utiliza
como variedad complementaria proporcionando
vinos pajizos, de acidez
media-baja y alta graduación alcohólica.
Malvasía
Variedad blanca de maduración temprana,
tiene carácter dulce y aromático.
Se utiliza como casta complementaria
aportando características de paladar y
equilibrio.
Tempranillo
Variedad tinta de maduración tardía. Se
utiliza como principal en muchas zonas
Guía de Vinos de Castilla y León 2013
de España debido a su gran calidad.
Puede aparecer con diferentes nombres,
tales como: cencibel, ull de llebre, tinto
fino, etc.
LOS VINOS
Blancos
Vinos del año. Elaborados con las variedades
doña blanca, godello y palomino.
Selección de mostos en prensado y elaboraciones
de espumosos con la variedad
doña blanca.
Tintos jóvenes
Del año. Los vinos tintos son elaborados
con un mínimo del 70% de la variedad
mencía, con graduaciones adquiridas
entre 11 y 14 grados.
Vinos viejos sin crianza
Con baremos analíticos determinados y
en los que debe figurar la añada.
Vinos rosados
Procedentes de uvas tintas (con un 50%
de mencía), o de mezclas de uvas tintas
y blancas. Graduación alcohólica entre
11 y 14 grados. Predomina la gama
amplia de colores en los rosados, desde
el rosa al ‘piel de cebolla’ pasando por
los colores naranja.
Vinos de crianza
Vinos en los que han de pasar dos años
hasta que salen al mercado. De estos dos
años, seis meses estarán en barrica de
roble de capacidad inferior a 1.000 litros.
La mencía tiene potencial para proporcionar
vinos de crianza adquiriendo un
máximo esplendor entre tres y cinco
años.
Vinos de reserva
Vinos que han de permanecer un mínimo
de 12 meses en barrica de roble y 24
más en botella (total tres años). Los vinos
blancos y rosados, como mínimo han de
estar 6 meses en barrica de roble y 18
meses en botella (total dos años).
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