La situación espiritual según Jaspers - cristobal holzapfel
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“<strong>La</strong> fiesta del pensamiento”<br />
Realización: Cristóbal Holzapfel<br />
Programa No. 348 para la Radio de la Universidad de Chile<br />
Ciclo: Filosofía de la historia 31<br />
Cap.: De cómo piensa <strong>Jaspers</strong> la <strong>situación</strong> <strong>espiritual</strong> de nuestro tiempo<br />
Audición: sábado 14 de diciembre a las 13,30 hrs.<br />
y domingo 15 de diciembre de 2002 a las 17 hrs.<br />
Relativamente a la concepción del estado que encontramos en <strong>Jaspers</strong>,<br />
decíamos que en los años 30 él representa el medio para que el hombre pueda<br />
alcanzar sus más altas realizaciones. En este sentido, el estado es para él una<br />
realidad <strong>espiritual</strong>, de la cual nos hemos apartado. Por eso leemos en <strong>La</strong><br />
<strong>situación</strong> <strong>espiritual</strong> de nuestro tiempo:<br />
“<strong>La</strong> realidad <strong>espiritual</strong> del estado parece hoy como decaída, pero no del<br />
todo desaparecida” (p. 80). HAJ<br />
El estado le da a su vez un orden y un camino a la sociedad, y con su<br />
constitución él ha asumido tareas que antes estaban en manos de la sociedad,<br />
como lo que recuerda de su amigo y, junto con él, profesor de la Universidad<br />
de Heidelberg, Max Weber: que el estado habría asumido el “monopolio del uso<br />
legítimo de la violencia”. En contraste con ello, leemos:<br />
“Antes el hombre tenía que estar en todo momento en la disposición del<br />
uso de las armas con el fin de proteger su vida y ampliarla, y ello pasa a ser un<br />
medio de la ejecución técnica del uso de la violencia estatalmente canalizado”<br />
(ib.). HAJ<br />
Interesante es este modo de ver el contraste entre sociedad y estado,<br />
como que por haber un “poder de facto”, el estado viene a ser el que<br />
máximamente lo ostenta. El estado le da, al fin y al cabo, un orden a la<br />
sociedad, precisamente porque ese orden en su instauración requiere poder, e<br />
incluso porque inevitablemente tendrá que enfrentarse con otros órdenes.<br />
Escuchemos:<br />
“El hombre no puede ocultarse más el poder de facto /.../. A la mirada<br />
honesta se le torna manifiesto que todo orden sólo se conserva por el poder,<br />
porque se topa con los límites de un voluntad extraña para él” (p. 81).<br />
P 1<br />
Y el estado en tanto poder, en tanto un orden que se impone hacia<br />
dentro y que hacia fuera entra en la dificultad ya sea de conservarse como tal o<br />
de imponerse sobre otros, <strong>Jaspers</strong>, en particular respecto de este último punto,<br />
plantea como esa relación con los otros estados suele definirse en la guerra.<br />
De este modo, nuestro pensador tiene a la vista al estado y su modo de<br />
hacerse presente en la historia y que ha sido normalmente de manera bélica.<br />
Escuchemos:<br />
“El estado, en sí mismo ni legítimo ni ilegítimo, sin derivarse de algo<br />
externo, es el ser-ahí mismo de la voluntad que se fundamenta, que ha recibido<br />
y se ha dado el poder. De ello se sigue que hay siempre una pugna por el<br />
estado y de los estados con otros. Porque nunca hay un poder exclusivo de<br />
una humanidad que llena el mundo, sino que siempre hay un poder al lado de<br />
otros, con ellos y contra ellos. Siempre se busca un orden legal, pero cada una<br />
se funda en actos de violencia, que han decidido en la lucha y en la guerra en<br />
qué relación de dependencia y a través de qué principios aquel orden debe