LA MODERNIZACIÓN ADMINISTRATIVA EN MÉXICO Propuesta ...

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09.05.2013 Views

18 LA MODERNIZACIÓN ADMINISTRATIVA EN MÉXICO funcionales; países con poco desarrollo político-económico carecieron de la fuerza necesaria para impulsar un proceso modernizador. 5 Sólo los movimientos revolucionarios, como el de México en 1910, han dado lugar a cambios fundamentales. Cabe preguntarse entonces si la modernización puede ser sólo resultado de ese cambio violento, o si existen otros medios para que el poder político logre modernizar las sociedades tradicionales. Partiendo del supuesto de que —sin que medien procesos violentos o revolucionarios— es viable la modernización de las sociedades, sería indispensable, como primera condición —dice Huntington—, innovar la política, es decir, promover la reforma'económica y social por medio del Estado. La segunda exigencia es la necesidad que tiene el sistema de asimilar las fuerzas sociales producidas por la modernización. 6 Las contradicciones aparecen cuando se confirma que la centralización acentúa la capacidad del Estado para producir reformas modernizador as. 7 >£ero la centralización del poder —obstáculo para que surjan y participen nuevos grupos— se ha convertido en atributo de la burocracia, que obtiene de ello sus privilegios y, por consiguiente, recela de cualquier tipo de cambio. Las élites burocráticas pueden aceptar que es necesario racionalizar las estructuras sociales ^económicas, pero desconfían de las consecuencias que pueda traer esa modernización, en cuanto a ampliar la participación social en polítiqa^Por esa razón se favorece la eficiencia y se procura eliminar el conflicto. Bajo este sistema, la estructura burocrática parece erigirse en el puente que vincula pueblo y gobierno. Sin embargo, a medida que se avanza en la modernización, se hace cada vez más necesario organizar la participación política que también aumenta. Los partidos (o un partido fuerte) influirán de manera de- 5 En América Latina —dice Huntington en el mismo lugar— se da un^onflicto entre las metas políticas de un sistema como el estadunidense (elecciones, democracia, gobierno representativo, pluralismo) y las metas sociales (modernización, reforma, bienestar social, distribución equitativa de la riqueza, desarrollo de grupos y actores políticos). * Como dice Samuel Eisenstadt en su libro Tradition, Change, and Modernity, Nueva York, John Wiley, 1973, p. 25. 7 Guillermo O'Donnell trata ampliamente el tema en "Reflections on the Patterns of Change in the Bureaucratic-authoritarian State", Latín American Research Review, núm. 13, 1978, pp. 3-38.

LA ADMINISTRACIÓN COMO COMPONENTE DEL SISTEMA POLÍTICO 19 terminante en la estabilidad del sistema, en la medida en que sean capaces de conseguir el apoyo de la sociedad. En este campo domina por ahora el juego partidario; de ninguna manera la burocracia puede sustituirlo. Pero Huntington advierte que los dirigentes de muchos países en modernización trasladaron sus lealtades del partido nacionalista a la burocracia gubernamental. Los hombres de talento que antes se preparaban para tareas decisivas del partido, se preocupan ahora por dirigir alguna dependencia gubernamental. 8 Esta dispersión de recursos equivale a una institucionalización general; el peligro estriba en que, si no se pueden encontrar nuevos medios para organizar la participación social, la burocracia tenderá a convertirse en el lado dominante de la política. Para comprender la modernización administrativa revisé corrientes o tendencias que son producto de razones históricas concretas, y por ello no tienen explicaciones totales para la evolución de nuestra disciplina ni tampoco respecto a su mecanismo interno. 9 La modernización administrativa se define como la adecuación y ajuste de la gestión estatal para lograr que el flujo de acciones sociales predominantes en una sociedad logren la coherencia y organización necesarias. Por ello, el Estado negocia y renegocia constantemente, según los cambios sociales que se presentan. Su redefinición interna se identifica con las transformaciones y cambios en la actuación gubernamental. La tarea estatal implica, primero, reconocer el elemento racionalidad que puede explicarse mediante la normatividad que aparece al extenderse el campo de intervención del Estado. Por esa razón, el Estado contemporáneo se vio obligado a apoyarse en razones jurídico-técnicas, que requerían cuerpos administrativos capaces de hacer valer la racionalidad que de aquellas se deriva, por encima de otras cuestiones. Segundo, la "nueva" racionalidad entró en conflicto con formas tradicionales de comportamiento de las estructuras administrativas. Este conflicto dio lugar al juego dialéctico de autonomía/subordinación del aparato administrativo respecto al sistema político. Tercero, las demandas de la burocracia —y después, de la tecnoburocracia— 8 S.P. Huntington, op. cit., p. 365. 9 Véase Federico Reyes Heroles, Política y administración a través de la idea de vida, México, INAP, 1983, p. 9.

18 <strong>LA</strong> <strong>MODERNIZACIÓN</strong> <strong>ADMINISTRATIVA</strong> <strong>EN</strong> <strong>MÉXICO</strong><br />

funcionales; países con poco desarrollo político-económico carecieron<br />

de la fuerza necesaria para impulsar un proceso<br />

modernizador. 5 Sólo los movimientos revolucionarios, como el<br />

de México en 1910, han dado lugar a cambios fundamentales.<br />

Cabe preguntarse entonces si la modernización puede ser sólo resultado<br />

de ese cambio violento, o si existen otros medios para<br />

que el poder político logre modernizar las sociedades tradicionales.<br />

Partiendo del supuesto de que —sin que medien procesos violentos<br />

o revolucionarios— es viable la modernización de las sociedades,<br />

sería indispensable, como primera condición —dice<br />

Huntington—, innovar la política, es decir, promover la reforma'económica<br />

y social por medio del Estado. La segunda exigencia<br />

es la necesidad que tiene el sistema de asimilar las fuerzas<br />

sociales producidas por la modernización. 6 Las contradicciones<br />

aparecen cuando se confirma que la centralización acentúa la capacidad<br />

del Estado para producir reformas modernizador as. 7<br />

>£ero la centralización del poder —obstáculo para que surjan y<br />

participen nuevos grupos— se ha convertido en atributo de la<br />

burocracia, que obtiene de ello sus privilegios y, por consiguiente,<br />

recela de cualquier tipo de cambio. Las élites burocráticas pueden<br />

aceptar que es necesario racionalizar las estructuras sociales<br />

^económicas, pero desconfían de las consecuencias que pueda<br />

traer esa modernización, en cuanto a ampliar la participación social<br />

en polítiqa^Por esa razón se favorece la eficiencia y se procura<br />

eliminar el conflicto.<br />

Bajo este sistema, la estructura burocrática parece erigirse<br />

en el puente que vincula pueblo y gobierno. Sin embargo, a medida<br />

que se avanza en la modernización, se hace cada vez más<br />

necesario organizar la participación política que también aumenta.<br />

Los partidos (o un partido fuerte) influirán de manera de-<br />

5 En América Latina —dice Huntington en el mismo lugar— se da un^onflicto<br />

entre las metas políticas de un sistema como el estadunidense (elecciones,<br />

democracia, gobierno representativo, pluralismo) y las metas sociales (modernización,<br />

reforma, bienestar social, distribución equitativa de la riqueza, desarrollo<br />

de grupos y actores políticos).<br />

* Como dice Samuel Eisenstadt en su libro Tradition, Change, and Modernity,<br />

Nueva York, John Wiley, 1973, p. 25.<br />

7 Guillermo O'Donnell trata ampliamente el tema en "Reflections on the<br />

Patterns of Change in the Bureaucratic-authoritarian State", Latín American<br />

Research Review, núm. 13, 1978, pp. 3-38.

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