1. - Castellnou Edicions

TEXTOS ORALES
La historia del cerdito que quería llamarse Rosa
Unidad 1
Érase un cerdito que estaba siempre muy enfadado porque la gente le llamaba
«cerdo». Le hubiera gustado más llamarse Rosa. Por eso nunca se ensuciaba. Los otros
cerdos tomaban la comida en la artesa y gruñían y daban chasquidos con la lengua, relamiéndose,
porque les gustaba mucho. Pero el cerdito que quería llamarse Rosa únicamente
comía hierba seca. Los otros cerdos sorbían agua de los charcos del patio. Pero el
cerdito que quería llamarse Rosa sólo bebía el agua clara de una jarra. Los otros cerdos
se revolcaban en el cieno, y daban gruñidos de placer, pero el cerdito que quería llamarse
Rosa permanecía de pie y se limpiaba las patas en la hierba. Siempre estaba limpísimo,
daba gusto verle, pero cada vez se iba poniendo más delgadito.Ya no tenía ni siquiera la
barriga redonda, ni arrugas en el cuello; y su rabito colgaba tristemente. Un día el campesino
le dijo:
—Pobre cerdito, ¡estás enfermo!
Y le metió en la boca una medicina muy amarga. Entonces el cerdito pensó:
«Si estar limpio me sabe tan amargo, entonces prefiero no llamarme Rosa».
Y escupiendo la medicina, echó a correr a la artesa y se hinchó de comer. Luego se
sorbió un charco entero, y se revolcó en el cieno hasta que se emporcó por completo.Y
entonces, como los otros cerdos, sintió tal placer, que empezó a gruñir.
V. WÖLFEL, Veintiocho historias de risa
PROPUESTAS
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