Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua
Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua
De acuerdo con la síntesis hecha en la tabla anterior constatamos que Roma comenzó a emplear los elefantes durante la Segunda Macedónica, en 198, para enfrentar a Filipo V en Cinoscéfalos; Livio recuerda que la cifra fue de apenas 10 ejemplares donados por Masinisa. Más tarde, en 191 durante la batalla de Magnesia, Lucio Escipión empleó, entre todas sus fuerzas, 30 elefantes siempre de la misma procedencia. Luego, en 190 se recibirán otros 13 de procedencia Tracia utilizados para enfrentar a Antíoco. Esto indica que ya a estas alturas el conocimiento y el control que se tenía sobre estos animales era mayor, sobre todo si se trataba de enfrentar a un seléucida 243 . En adelante el uso del elefante continuó creciendo; de hecho sabemos que los paquidermos donados por Masinisa en 171 fueron empleados en la guerra contra Perseo, tal como indica Livio 244 . A fines del siglo II a.C. Roma reconoció definitivamente la importancia de los elefantes; de hecho Apiano 245 recuerda que fueron llevados al frente Hispano, cuando en 142 una decena de elefantes venidos desde el norte de Africa (donados por Masinisa) enriquecieron las fuerzas de Fabio Máximo Serviliano. Del mismo modo Salustio 246 hace notar que en 134 Escipión recibió 12 elefantes de parte de Giugurta, el nieto de Masinisa, quien continuaba con la tradición de fiel aliado romano. Estos elefantes serán empleados en la lucha contra las tribus hispánicas. A pesar de que Roma aún no tenía incorporado masivamente el elefante en la práctica militar, fueron reconocidas y muy bien evaluadas las propiedades del paquidermo en este plano. Los estudiosos del tema tienden a destacar las virtudes inherentes al elefante que lo hicieron funcional a las exigencias militares del ejército romano. En este último caso valoran, por sobre todo su inteligencia, memoria, paciencia y obediencia al hombre 247 , en una palabra: la disciplina. Todas estas bondades eran fundamentales para merecer integrar un ejército tácticamente potente como el romano. Los beneficios de fuerza y resistencia que el elefante concedió a las tropas limitó con las exigencias propias de una bestia de este tipo. Nos referimos sobre todo a sus necesidades de tipo alimenticias, los especialistas calculan que consumían entre 300 y 350 libras de vegetales al día 243 Toynbee, J.M.C., Animals in Roman life and art, Londres, 1973, 32-33, indica que la tradición paquidérmica de los Seléucidas tiene que ver con la imagen externa de esta dinastía que concebió al elefante como su arma especial y además como el emblema de la casa reinante. Débese notar que el elefante que ellos empleaban fue originario de la India, no de África. Cfr. Aperghis, G.G., The Seleukid royal economy, The finances and financial administration of the Seleukid Empire, Cambridge, 2004, 191-194. 244 Livio, 42,29,8; 42,35,4-6. 245 Apiano, Hisp.,VI,12,67; VI,14,89. 246 Salustio, Giug., 43,3-4. Cfr. Paul, G.M., 1984, 133-134. 247 Toynbee, J.M.C., 1973, 32. 80
(entre 150 y 200 kilos) y por lo menos 50 galones de agua en cada jornada 248 ; por lo tanto se requería estar siempre próximos a un río. Pese a las dificultades naturales de traslado y mantención de los elefantes se ha demostrado que su uso tenía una doble función y que esto les convertía en una arma de doble filo. Los investigadores han precisado 249 que mientras por un lado se destruía al enemigo aplastándolo, por otro, se le infundía una sensación tetrificante de pánico convirtiéndolo en presa fácil, tanto de los hombres como de sus caballos. Recordemos que este tipo de ofensiva golpeó duramente a los romanos mientras enfrentan a Pirro y más tarde, durante la Primera Púnica 250 cuando tantos fueron masacrados por las tropas de Xantipo. La presencia de potentes enemigos armados de elefantes le exigió a Roma aprender, poco a poco, no sólo a neutralizarlos, sino también a derrotarlos. Una de estas experiencias la tuvo durante la Anibálica, en 207, cuando se emplearon auténticas estrategias “anti tanques”, como narra Livio 251 ; así también en Zama 252 (202 a.C.) cuando las tropas no sólo esquivaron a los elefantes en plena batalla, sino que además capturaron muchos de ellos, más tarde usados como elementos de ofensiva. En la estrategia militar se considera que la ayuda de los elefantes pudo haber sido más bien discreta en el transporte de cargas pesadas y en la defensa de muros urbanos, ciertamente que los pueblos con una tradición paquidérmica ancestral supieron dar tantos otros usos al elefante, más allá del uso militar que les dio Roma durante la época en estudio. La consagración bélica del elefante en Roma se constata en que continuó siendo utilizado en la medida que las exigencias lo requerían y las posibilidades de transporte lo permitían. De hecho adquirió relevancia como símbolo numismático 253 y también como emblema en algunos 248 Scullard, H.H., The elephant in the Greek and Roman World, Cambridge, 1974, 20. En esto también coincide Born, L., Tanks and Roman warfare en “The Classical Journal”, vol. 23, 8, Northfield, 1928, 564-572, 564. 249 Glover, R., The tactical handling of the elephant en “The Classical Journal”, vol. 17, 49, Northfield, 1948, 1-11, 3-5; Scullard, H.H., 1974, 238, 249. 250 Polibio I,34,5-6. Cfr. Gowers, W., The African elephant in warfare en “The Classical Journal”, vol. 46, 182, Northfield, 1947, 42-49, 44. 251 Livio 27,14,1-15, cfr: Born, L., 1928, 571. 252 Cfr. Gowers, W., 1947, 46; Glover, R., 1948, 8-9; Scullard, H.H., 1974, 247, refieren la experiencia de Escipión Africano, quien para neutralizar a los elefantes púnicos alineó a sus hombres en modo segmentado, así en el ataque frontal los paquidermos no embistieron a los soldados y terminaron ubicados detrás de éstos porque avanzaron a través de los espacios dejados entre cada fila. Cfr. Brizzi, G., Le guerrier dell’Antiquité classique, Paris, 2004, 108- 122; Sabin, P., 2007, 420-421. 253 Callu, J.P., Éléphants et cochons: sur une représentation monétaire d’époque Républicaine, en “Mélanges offerts á Jacques Heurgon”, École Française de Rome, Roma, 1976, 89-99. 81
- Page 29 and 30: En este marco de eventos la necesid
- Page 31 and 32: En materia de procedencia del aprov
- Page 33 and 34: Uno de los aspectos más urgentes d
- Page 35 and 36: aluden solamente al período de la
- Page 37 and 38: tipo de aprovisionamiento se verifi
- Page 39 and 40: CAPITULO II PROCEDENCIA, TIPIFICACI
- Page 41 and 42: ha especificado que esta alianza de
- Page 43 and 44: el correspondiente, más menos, a u
- Page 45 and 46: fueron dos: los aliados de la Etrur
- Page 47 and 48: Los aliados ofrecían a Escipión a
- Page 49 and 50: El despliegue de los aliados de la
- Page 51 and 52: ROMA: APROVISIONAMIENTO DE NAVES Y
- Page 53 and 54: La primera constatación que apreci
- Page 55 and 56: alistar 30 quinquerremes y 20 trirr
- Page 57 and 58: ARMAS Naves de guerra de procedenci
- Page 59 and 60: esperaba encontrarlo en Umbría 151
- Page 61 and 62: Con todo, estos indicios no bastan
- Page 63 and 64: Al respecto Nicolet 169 sostiene qu
- Page 65 and 66: Comunidades provinciales: aprovisio
- Page 67 and 68: Esta información ofrecida por Livi
- Page 69 and 70: del ejército. El silencio de las f
- Page 71 and 72: societas, dos conceptos que han sid
- Page 73 and 74: Aliados extra itálicos: aprovision
- Page 75 and 76: Relativo a las donaciones de la Num
- Page 77 and 78: prontos a dar todo cuanto fuera nec
- Page 79: condición física y de 6.5 a 7.5 k
- Page 83 and 84: Aliados extra itálicos: aprovision
- Page 85 and 86: Este mismo año de inicio de la gue
- Page 87 and 88: Acilio recibe una enorme cantidad d
- Page 89 and 90: garantizar la exactitud en datos de
- Page 91 and 92: Aliados extra itálicos: naves auxi
- Page 93 and 94: ARMAS E INSTRUMENTOS DE ASEDIO TERR
- Page 95 and 96: situación financiera no ofrecía u
- Page 97 and 98: El control que ejercía el Estado s
- Page 99 and 100: como si el erario dispusiese de din
- Page 101 and 102: provisiones eran muchas y diversas
- Page 103 and 104: Por otro lado suponemos que la falt
- Page 105 and 106: con la condición de que serían re
- Page 107 and 108: Esta situación demuestra que las e
- Page 109 and 110: acaecieron los hechos y que encuent
- Page 111 and 112: El escándalo del año 214 evidenci
- Page 113 and 114: atractivo pago en oro. De acuerdo a
- Page 115 and 116: Más allá de las observaciones de
- Page 117 and 118: “Algunos fueron de la opinión de
- Page 119 and 120: En este caso los publicanos demuest
- Page 121 and 122: porque la profesionalización de la
- Page 123 and 124: armas) serían pagadas por los mism
- Page 125 and 126: oportunidad de obtener estipendio y
- Page 127 and 128: E. LA DINÁMICA DEL “MERCADO DE L
- Page 129 and 130: demostrar que la inversión estatal
De acuerdo con la síntesis hecha en la tabla anterior constatamos que Roma comenzó a<br />
emplear <strong>los</strong> elefantes durante la Segunda Macedónica, en 198, para enfrentar a Filipo V en<br />
Cinoscéfa<strong>los</strong>; Livio recuerda que la cifra fue <strong>de</strong> apenas 10 ejemplares donados por Masinisa.<br />
Más tar<strong>de</strong>, en 191 durante la batalla <strong>de</strong> Magnesia, Lucio Escipión empleó, entre todas sus<br />
fuerzas, 30 elefantes siempre <strong>de</strong> la misma proce<strong>de</strong>ncia. Luego, en 190 se recibirán otros 13 <strong>de</strong><br />
proce<strong>de</strong>ncia Tracia utilizados para enfrentar a Antíoco. Esto indica que ya a estas alturas el<br />
conocimiento y el control que se tenía sobre estos animales era mayor, sobre todo si se trataba <strong>de</strong><br />
enfrentar a un seléucida 243 .<br />
En a<strong>de</strong>lante el uso <strong>de</strong>l elefante continuó creciendo; <strong>de</strong> hecho sabemos que <strong>los</strong><br />
paqui<strong>de</strong>rmos donados por Masinisa en 171 fueron empleados en la guerra contra Perseo, tal como<br />
indica Livio 244 . A fines <strong>de</strong>l siglo II a.C. Roma reconoció <strong>de</strong>finitivamente la importancia <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
elefantes; <strong>de</strong> hecho Apiano 245 recuerda que fueron llevados al frente Hispano, cuando en 142 una<br />
<strong>de</strong>cena <strong>de</strong> elefantes venidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el norte <strong>de</strong> Africa (donados por Masinisa) enriquecieron las<br />
fuerzas <strong>de</strong> Fabio Máximo Serviliano.<br />
Del mismo modo Salustio 246 hace notar que en 134 Escipión recibió 12 elefantes <strong>de</strong> parte<br />
<strong>de</strong> Giugurta, el nieto <strong>de</strong> Masinisa, quien continuaba con la tradición <strong>de</strong> fiel aliado romano. Estos<br />
elefantes serán empleados en la lucha contra las tribus hispánicas.<br />
A pesar <strong>de</strong> que Roma aún no tenía incorporado masivamente el elefante en la práctica<br />
militar, fueron reconocidas y muy bien evaluadas las propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l paqui<strong>de</strong>rmo en este plano.<br />
Los estudiosos <strong>de</strong>l tema tien<strong>de</strong>n a <strong>de</strong>stacar las virtu<strong>de</strong>s inherentes al elefante que lo hicieron<br />
funcional a las exigencias <strong>militares</strong> <strong>de</strong>l ejército romano.<br />
En este último caso valoran, por sobre todo su inteligencia, memoria, paciencia y<br />
obediencia al hombre 247 , en una palabra: la disciplina. Todas estas bonda<strong>de</strong>s eran fundamentales<br />
para merecer integrar un ejército tácticamente potente como el romano.<br />
Los beneficios <strong>de</strong> fuerza y resistencia que el elefante concedió a las tropas limitó con las<br />
exigencias propias <strong>de</strong> una bestia <strong>de</strong> este tipo. Nos referimos sobre todo a sus necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tipo<br />
alimenticias, <strong>los</strong> especialistas calculan que consumían entre 300 y 350 libras <strong>de</strong> vegetales al día<br />
243<br />
Toynbee, J.M.C., Animals in Roman life and art, Londres, 1973, 32-33, indica que la tradición paquidérmica <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> Seléucidas tiene que ver con la imagen externa <strong>de</strong> esta dinastía que concebió al elefante como su arma especial y<br />
a<strong>de</strong>más como el emblema <strong>de</strong> la casa reinante. Débese notar que el elefante que el<strong>los</strong> empleaban fue originario <strong>de</strong> la<br />
India, no <strong>de</strong> África. Cfr. Aperghis, G.G., The Seleukid royal economy, The finances and financial administration of<br />
the Seleukid Empire, Cambridge, 2004, 191-194.<br />
244<br />
Livio, 42,29,8; 42,35,4-6.<br />
245<br />
Apiano, Hisp.,VI,12,67; VI,14,89.<br />
246<br />
Salustio, Giug., 43,3-4. Cfr. Paul, G.M., 1984, 133-134.<br />
247<br />
Toynbee, J.M.C., 1973, 32.<br />
80