Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua

esperaba encontrarlo en Umbría 151 . Q. Claudio evaluó lo ocurido y decidió cambiar la estrategia
individualista de ataque, con que cada pretor llevaba adelante la guerra en su territorio, y optar
por una táctica ofensiva más amplia: el ataque sorpresa.
Q. Claudio se fiaba de los aliados itálicos para asegurarse refuerzos, alimentos y armas.
En este contexto los Marrucini, Frentani y Pretuzi 152 colaboraron directamente con caballos,
bestias de carga, alimento ya preprado y carros de transporte para hacer descansar a los soldados
cuando fuera el caso. La táctica de ataque además incorporó 6.000 infantes y 1.000 caballeros.
Este aprovisionamiento tiene como principio de acción la funcionalidad a una estrategia
ofensiva establecida precedentemente. Esto significa que Marrucini y Frentani colaboraron
porque las circunstancias así lo requerían en aquel preciso momento.
Este mismo principio se repite dos años más tarde cuando Escipión, en 205, preparaba la
flota con que zarparía a España. Ya hemos visto cuánta ayuda recibió de los aliados de la Etruria
en naves y aparejos, esta vez hacemos mención a la enorme colaboración en armas que le dieron
los habitantes de Arretium 153 . El proyecto ofensivo de Escipión comprometió mucho a los
arretinos quienes respondieron con toda precisión a la solicitud hecha por el consul.
Las técnicas de armamentismo que conocían les permitieron construir al rededor de
200.000 armas en general: escudos, yelmos, jabalinas y lanzas, 50.000 en cada uno de los casos,
según indica Livio.
Como vemos los implementos protegían a los soldados y al mismo tiempo favorecían el
ataque. Es importante destacar que Livio no informa respecto a las condiciones de la producción,
pero a juzgar por las cantidades desarrolladas es probable que esta tarea haya sido confiada a
manos privadas.
La respuesta de los aliados fue tradicionalmente inmediata. Ya hemos visto que en los
casos anteriores los socii itálicos y latinos (de los que sólo tenemos el caso de Paestum)
acogieron con total seriedad y prontitud las exigencias del ejército romano; este modo de
responder fue una tendencia general durante todo el período en estudio.
Una nueva evidencia de esta actitud de la Confederación se verifica en los días de la
guerra contra Giugurta. La versión de Salustio especifica que Metelo, en 110, demostraba ya
cierta desconfianza en las fuerzas romanas en Africa y deseaba renovarlas. Para esto no sólo
151 Livio 27,43,1-3.
152 Este pueblo aparece mencionado juntoa a los otros, pero es imprtante distinguilo porque sus habitantes eran
ciudadanos romanos, no aliados como los demás.
153 Livio 28,45,16.
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