Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua

La entrega de naves y aparejos navales ha sido un argumento que Livio ha sabido
reconocer entre sus observaciones. De estos casos registrados vemos que los acuerdos
establecidos entre Roma y sus aliados corresponden al fundamento que explica tales
adquisiciones.
Un primer ejemplo concreto se tiene en el año 211, durante este año la situación en
Tarento se hacía cada vez más compleja, la falta de aprovisionamiento hacía imposible continuar
resistiendo 113 . El comandante Marco Livio y sus soldados depositaban todas sus esperanzas en
Sicilia, como fuente de su abastecimiento. Para tales efectos se dispuso que las embarcaciones
deberían evitar riesgos navegando siempre muy próximos a las costas itálicas.
La sumatoria de riesgos de ataques, la falta de naves suficientes y la imperiosa necesidad
de llegar a Tarento influyeron mucho en que el comandante Decio Quinto (que había zarpado
desde Sicilia) se detuviera en Regium.
En territorio aliado D. Quinto apeló a los acuerdo establecidos y obtuvo, finalmente, 20
naves 114 para completar la flota cuyo destino era Tarento; los pueblos aludidos fueron Regium,
Velia (confederados) y Paestum (colonia Latina).
El movimiento de naves durante este período fue muy intenso, Livio recuerda con
precisión los desplazamientos de naves y de tropas para cada año consular 208. La fortificación
de las costas era una prioridad y en esto la flota debía potenciarse contando con la colaboración
de los socii itálicos. Una de las referencias de este período nos llega a través de Livio 115 cuando
comenta que el pretor urbano Publio Licinio Varo completó la flota con 20 naves nuevas
concedidas por los aliados, pero sin especificar cuáles.
Estas 20 naves nuevas se unirían a un número no especificado de naves viejas que yacían
en Ostia, lo que nos hace suponer que en ciertos aspectos la flota romana no siempre contaba con
una mantención adecuada. Esta situación puede encontrar una explicación en la ayuda
permanente de sus aliados que, además de la presencia activa, alivianaban los costos económicos
del fisco.
Esta fue la misma política económica que movió a Escipión para alistar las naves que
portaría a España. Hacia el año 205 el consul decidió no solicitar dineros públicos para la
construcción de esta flota 116 porque no quería hacer pesar los costos sobre el balance del Estado,
a cambio aceptaría la ayuda ofrecida por los aliados de la Etruria para fabricar naves nuevas.
113 Livio 26,39,1.
114 Livio 26,39,5.
115 Livio 27,22,12.
116 Livio 28,45,15.
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