Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua

almacenamiento o de distribución. Al respecto más vale moverse con cautela y analizar
específicamente caso a caso, no es posible generalizar.
La extensa obra histórica de Polibio “Historias” considera la Anibália (218-201 a.C.,
libros III, VII-XI, XIII-XVIII), la conquista de España (sólo entre 152-150 a.C., fragmentos libro
XIX y XXXV), la Siríaca (191-188 a.C., libros XX-XXI), la guerra contra Perseo (171-168 a.C.,
libros XXVIII-XXIX) y la III Guerra Púnica (149-146 a.C., fragmentos libros XXXVI-
XXXVIII).
A pesar de la extensión de su obra, rica en conceptos de orden institucional y de
organización militar, Polibio no dio a la logística del abastecimiento un tratamiento especial. A él
interesaron aquellos argumentos que formaban parte de la situación política, administrativa y
estratégica de Roma. Polibio es una fuente escasa, en términos de aprovisionamiento, su
contribución en este plano necesariamente debe ser integrada con otras fuentes.
En este caso la fuente más rica en precisiones y datos táctico-administrativos es Tito
Livio, que indudablemente constituye la base de este tipo de investigaciones.
Ab urbe condita permite indagar la Anibálica (218-201 a.C., libros XXI-XXXI), la
Segunda Macedónica (200-197 a.C., libros XXXI-XXXIII), la Siriaca (191-188 a.C., libros
XXXV-XXXVIII y XL), una parte de la conquista de España (197-169, libros XXXII-XLIII),
parte de la conquista de la Galia (200-168, libros XXXI-XLIV) y parte de la conquista y
pacificación de los pueblos griegos (197-187 a.C., libros XXXIII-XXXIX), hasta la guerra contra
Perseo (171-168 a.C., libros XLII-XLIV).
La obra de Livio alude directamente una gran cantidad de veces al aprovisionamiento del
ejército y, por lo tanto, conforma la principal fuente informativa de nuestro trabajo. Su nivel de
precisión amplía el campo investigativo y favorece un conocimiento más acabado respecto a la
proveniencia de las provisiones militares.
Las lagunas que, sin embargo, presenta Livio en materia de aprovisinamiento no son
pocas. Estos vacíos informativos se verifican, por ejemplo, en el caso del grano que los socii
itálicos entregaron a Roma; en este caso los datos disponibles son esporádicos durante la
Anibálica e inexistentes durante las guerras posteriores (a excepción de un caso durante la III
Macedónica). La falta de información no significa que los itálicos no hayan colaborado
contínuamente con grano después de estos conflictos, es sólo que Livio no lo registró.
Una situación semejante ocurre con la colaboración de los pueblos itálicos en el
aprovisionamiento de materias primas para naves y aparejos navales. Los datos encontrados
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