Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua

La necesidad de naves parece ser una constante durante todo el período en estudio; de
hecho fue uno de los productos más buscados; evidentemente Roma no pudo cubrir las
necesidades navales con su propia producción. Todo indica que la contribución naval de las
fuerzas aliadas tampoco bastó porque contemporáneamente se capturaban naves y se
incorporaban otras a través de las indemnizaciones.
Del mismo modo vemos que las provincias (Sicilia y Cerdeña) probablemente introdujeron
en la red de aprovisionamiento más veces el grano (como un modo de redistribución de las tasas
pagadas en especies) que las naves o las armas. Esto significa que el mecanismo de tributación en
grano fue un agente muy efectivo, pero no fue el único. El grano también fue el producto más
transado en el mercado aliado y más obtenido a través de las acciones de autoabastecimiento
(frumentatio y saqueo).
En efecto, mientras las tropas estaban en movimiento el aprovisionamiento del grano les
llegó desde las provincias; de hecho muchas de las tasas en grano (décima y doble décima)
fueron destinadas a las tropas que combatían en oriente. Ahora bien, si las circunstancias del
transporte no eran óptimas necesariamente se debía recurrir a la compra, pero por sobre todo al
autoabastecimiento. El grano tuvo un lugar prioritario en el flujo aprovisionador y sus
movimientos han sido muy estudiados, como ya dijimos.
Junto a las naves también las armas fueron una de las provisiones más requeridas por el
ejército. De acuerdo a la información obtenida es probable que la falta de arsenales haya sido
sustituida principalmente con la producción y ensamblaje de armas en el campamento, como
primer canal de abastecimiento. Luego se habrían incorporado las armas obtenidas como botín de
guerra y/o indemnización.
La activa presencia de armas en el circuito del aprovisionamiento no fue una
responsabilidad exclusiva de la producción en los campamentos o del resarcimiento de guerra.
Los antecedentes indican que la Confederación Romano-Itálica y las provincias (Sicilia y
España) también produjeron una cantidad de armas que indudablemente no bastó; en efecto,
durante la Anibálica se recibieron hombres ya armados desde Siracusa y Numidia, mientras que
durante la Siríaca se integraron tropas armadas con balistas, catapultas, hondas y arcos; todos
eviados desde Pérgamo.
La colaboración hecha con animales también fue otro elemento de ayuda muy importante.
La situación de las bestias de carga y de guerra no es muy clara en las fuentes; sin embargo a
partir de los indicios recabados podemos identificar al caballo y al elefante con más claridad
respecto de los demás animales empleados por las tropas.
210