Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua

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09.05.2013 Views

Para ampliar la idea que se tiene de aprovisionamiento, hecho en el campo, se debe precisar que cada una de las operaciones practicadas implicaban un avance en búsqueda de un botín. La diferencia entre las múltiples acciones era, a nuestro juicio, el grado de presión o coerción usado contra el enemigo. De acuerdo a este criterio de clasificación hubo tácticas muy violentas (saqueo) y otras que no implicaron tanta ferocidad, pero sí una cierta presión (captura y requisición). Desde ya debemos destacar que en la práctica las tácticas se complementaban entre sí. El siguiente gráfico ilustra cuáles fueron las maniobras más utilizadas: Aprovisionamiento en el campo: operaciones de autoabastecimiento 12% 19% La información de este gráfico debe ser interpretada siempre en un modo muy aproximado. Recordemos que ésta es solamente una muestra cuantitativa de la frecuencia con que las fuentes registraron este tipo de acciones. Las cifras obtenidas ayudan a reflexionar respecto a la práctica del abastecimiento en el campo y marcan una tendencia útil a la historia militar de la Roma Republicana (siglos III-II a.C.). La siguiente revisión da cuentas de las acciones de autoabastecimiento de acuerdo a la información entregada por las fuentes. 32% 152 29% Saqueo Pabulatio Captura Requisición Frumentatio 8%

SAQUEO En esta dinámica del “hacer por sí mismos” saquear (praedare, depopulare, dipilare) se presenta como una de las estrategias más verificada (29%) por las fuentes, en el conjunto de acciones de abastecimiento. El saqueo lo entendemos como una operación violenta en sí misma y al mismo tiempo agil, veloz y asertiva que implicaba el control de las circunstancias bajo las cuales se pensaba atacar. Jonathan Roth 491 es uno de los investigadores que más ha profundizado este argumento, él reconoce el saqueo como una práctica bastante amplia. En primer lugar lo comprende como sinónimo de pillaje agresivo 492 , en la búsqueda del botín después de la derrota del enemigo 493 ; y al mismo tiempo lo reconoce en la búsqueda de provisiones de todo tipo (frumentationes) donde seguramente no era necesario aplicar la fuerza, como por ejemplo para reunir agua, alimento y leña. Nosotros creemos que el saqueo se aplicó en todas las fases de la guerra, pero con niveles de violencia variables. Como práctica militar formó parte de la rutina del soldado, era organizado por los generales cuando las circunstancias así lo exigían y no sólo después de haber derrotado parcialmente al enemigo, sino también en momentos de carestía o cuando se presentaba la oportunidad, día a día. Las fuentes avalan estas propuestas, de hecho los datos recogidos muestran que el saqueo fue una práctica contínua en todos los conflictos donde se obtuvieron cantidades considerables de provisiones, sobre todo cuando el ejército estaba en movimiento. Durante el período en estudio (218 – 105 a.C.) los testimonios de saqueos llevados a cabo son muy abundantes; sin embargo nosotros seleccionamos solamente aquellos casos donde se demuestra que el resultado final fue la obtención de provisiones para el ejército. Es interesante hacer notar que entre los casos seleccionados se verifica que el saqueo generalmente fue utilizado con otro tipo de intenciones y no solamente con la finalidad de autoabastecer las tropas. En estos casos reconocemos la utilidad del saqueo como estrategia de severa punición y/o de presión con fines geopolíticos. Si examinamos cada uno de estos casos, haciendo una revisión cronológica, vemos que las primeras muestras de un saqueo beneficioso, en términos de aprovisionamiento, las encontramos durante el desembarco que Tito Otacilio hizo en los territorios próximos a Utica en 215. 491 Roth, J., 1999, 148. 492 Cfr. Livio 31,23,7; 31,27,1; 37,28,1-3; Apiano Hisp., 12, 68; 14,87. 493 Tanto fue así que el Estado debió reglamentar esta práctica, cfr. Roth, J., 1999, 149, la nota 242. 153

SAQUEO<br />

En esta dinámica <strong>de</strong>l “hacer por sí mismos” saquear (praedare, <strong>de</strong>populare, dipilare) se<br />

presenta como una <strong>de</strong> las estrategias más verificada (29%) por las fuentes, en el conjunto <strong>de</strong><br />

acciones <strong>de</strong> abastecimiento. El saqueo lo enten<strong>de</strong>mos como una operación violenta en sí misma y<br />

al mismo tiempo agil, veloz y asertiva que implicaba el control <strong>de</strong> las circunstancias bajo las<br />

cuales se pensaba atacar.<br />

Jonathan Roth 491 es uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> investigadores que más ha profundizado este argumento, él<br />

reconoce el saqueo como una práctica bastante amplia. En primer lugar lo compren<strong>de</strong> como<br />

sinónimo <strong>de</strong> pillaje agresivo 492 , en la búsqueda <strong>de</strong>l botín <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l enemigo 493 ; y<br />

al mismo tiempo lo reconoce en la búsqueda <strong>de</strong> provisiones <strong>de</strong> todo tipo (frumentationes) don<strong>de</strong><br />

seguramente no era necesario aplicar la fuerza, como por ejemplo para reunir agua, alimento y<br />

leña.<br />

Nosotros creemos que el saqueo se aplicó en todas las fases <strong>de</strong> la guerra, pero con niveles<br />

<strong>de</strong> violencia variables. Como práctica militar formó parte <strong>de</strong> la rutina <strong>de</strong>l soldado, era organizado<br />

por <strong>los</strong> generales cuando las circunstancias así lo exigían y no sólo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber <strong>de</strong>rrotado<br />

parcialmente al enemigo, sino también en momentos <strong>de</strong> carestía o cuando se presentaba la<br />

oportunidad, día a día.<br />

Las fuentes avalan estas propuestas, <strong>de</strong> hecho <strong>los</strong> datos recogidos muestran que el saqueo<br />

fue una práctica contínua en todos <strong>los</strong> conflictos don<strong>de</strong> se obtuvieron cantida<strong>de</strong>s consi<strong>de</strong>rables <strong>de</strong><br />

provisiones, sobre todo cuando el ejército estaba en movimiento.<br />

Durante el período en estudio (218 – 105 a.C.) <strong>los</strong> testimonios <strong>de</strong> saqueos llevados a cabo<br />

son muy abundantes; sin embargo nosotros seleccionamos solamente aquel<strong>los</strong> casos don<strong>de</strong> se<br />

<strong>de</strong>muestra que el resultado final fue la obtención <strong>de</strong> provisiones para el ejército.<br />

Es interesante hacer notar que entre <strong>los</strong> casos seleccionados se verifica que el saqueo<br />

generalmente fue utilizado con otro tipo <strong>de</strong> intenciones y no solamente con la finalidad <strong>de</strong><br />

autoabastecer las tropas. En estos casos reconocemos la utilidad <strong>de</strong>l saqueo como estrategia <strong>de</strong><br />

severa punición y/o <strong>de</strong> presión con fines geopolíticos.<br />

Si examinamos cada uno <strong>de</strong> estos casos, haciendo una revisión cronológica, vemos que<br />

las primeras muestras <strong>de</strong> un saqueo beneficioso, en términos <strong>de</strong> aprovisionamiento, las<br />

encontramos durante el <strong>de</strong>sembarco que Tito Otacilio hizo en <strong>los</strong> territorios próximos a Utica en<br />

215.<br />

491 Roth, J., 1999, 148.<br />

492 Cfr. Livio 31,23,7; 31,27,1; 37,28,1-3; Apiano Hisp., 12, 68; 14,87.<br />

493 Tanto fue así que el Estado <strong>de</strong>bió reglamentar esta práctica, cfr. Roth, J., 1999, 149, la nota 242.<br />

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