Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua

Livio recuerda que durante el primer año de la guerra contra Antíoco (191), los romanos
se aprovisionaban de naves (romanas) y de grano (doble décima aplicada a Sicilia y Cerdeña) en
suficiente cantidad para afrontar este conflicto 461 .
La situación indica que el grano de las provincias no bastaba y la prueba es que fueron
enviados seis embajadores (legati) en África. Tres de éstos a Cartago y otros tres a Numidia,
todos debían solicitar grano y cebada para ser enviados a Grecia 462 . Agrega Livio que del precio
de este grano se haría cargo el “pueblo romano”.
Esta última expresión de Livio clarifica que la figura comercial era una compra-venta
entre el fisco romano y los aliados africanos. Al respecto no se informa si el pago del grano
comprendía también su traslado a Grecia.
La situación internacional de Roma a inicios de la guerra contra Antíoco inevitablemente
concertó la atención de sus aliados que se sentían comprometidos a colaborar. Roma recibió, ese
mismo año 191, dos ofertas de grano por parte de Masinisa y Cartago, pero que no fueron
aceptadas porque se prefirió acceder a éste a través de la compra-venta
Livio recuerda que los embajadores púnicos prometieron 500.000 moyos de grano y
300.000 de cebada para el ejército, además de una flota y dinero en constante. Así también los
enviados de Masinisa ofrecieron las mismas cantidades prometidas por los púnicos, además de
hombres armados y elefantes 463 .
En ambos casos se trataba de una donación voluntaria. Livio da a entender que se
aceptaron las fuerzas ofrecidas por Masinisa, pero no las púnicas; en efecto la flota y el dinero
ofrecidos por Cartago fueron rechazados en virtud de atenerse a lo estipulado en el tratado. Al
respecto Briscoe 464 sostuvo que el Senado hizo prevalecer los términos del tratado entre los que
no se contemplaba entregar naves. Por otro lado, agrega Briscoe, que es probable que el
ofrecimiento púnico de construir una flota nueva para Roma hubiese alarmado al Senado.
Respecto al grano la situación es diferente porque Roma consideró valioso acceder a estas
importantes cantidades de cereal, pero con la condición de que no fuera una donación, sino una
compra-venta 465 . Las motivaciones no son especificadas por Livio; sin embargo es evidente que
461 Livio 36,2,12 y 14.
462 Livio 36,3,1.
463 Livio 36,4,8.
464 Briscoe, J., A Commentary on Livy, Manchester, 1981, XXXVI, 225.
465 Livio 36,4,9.
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