Análisis cuantitativo de los suministros militares - Historia Antigua

En el terreno práctico la economía se impulsó a través de la adopción de un sistema
monetario que evolucionó desde el “as” de bronce a la plata 426 , cuyo elemento central fue el
“denario” de argento que pudo ser equivalente a 16 ases 427 o tal vez a 10 ases 428 . Esta iniciativa,
surgida en pleno siglo III, pudo haber entrado en vigencia entre los años 213 – 211. Según
Crawford y Aubert ya en el 211 el nuevo régimen estaba completamente inaugurado 429 , mientras
Burnett y Nicolet 430 aseguran que fue en el año 212 a.C.
Las variaciones propias del sistema, según Crawford, pudieron haber sido bastante
caóticas 431 , pero lograron equilibrarse con regularidad por lo menos durante la primera mitad del
siglo II a.C. gracias a la introducción del argento.
La obtención de este recurso pudo ser efecto directo de los botines de guerra o más
probablemente de la explotación de las minas españolas 432 . Es un hecho comprobado que su
contribución fue el gran soporte económico del siglo II, sin dejar de reconocer la gran
importancia de las minas de Cartago.
Tal como hemos dicho una de las enormes dificultades que debió enfrentar este nuevo
sistema fue la devaluación monetaria. Los especialistas coinciden en afirmar que durante y
después de la Segunda Guerra Púnica el valor material de la moneda decayó notablemente; su
fragmentación sucesiva golpeó con dureza al Estado que debía alistar flotas y ejércitos en medio
426
Burnett, A., 1987, 33-34 sostiene que la introducción de esta nueva unidad de plata no excluyó la moneda de
bronce, por el contrario ambas circularon con normalidad. Las nuevas monedas de plata fueron: el denarius que tuvo
un valor de 10 ases; el quinarius, 5 ases y el sestertius, 2 ½ ases. Luego hacia fines del siglo III a.C., el quinarius y el
sestertius se discontinuaron a favor del“victoriatus”, tal como ha estudiado Kenneth, W.H., “Roman economy, 300
B.C. to A.D. 700”, Baltimore-Londres, 1996, 40.
427
Crawford, M., Money and exchange in the Roman World, en “JRS”, Londres, 1970, 40-48.
428
Aubert, J., 1994, 386.
429
Crawford, M., War and finance en “JRS”, vol. LIV, London, 1964, 29-32, 30. El autor hace notar, además, que
durante el desarrollo de la Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.) el sistema monetario fue diferente: basado en el
bronce. Aubert, J., 1994, 386.
430
Burnett, A., 1987, 20; Nicolet, C., Rendre à César, économie et société dans la Rome antique, 1988, 85.
431
Crawford, M., 1964, 31 sostiene: “In the monetary chaos of the years the various features of the new system will
have been gradually introduced, in improvised response to successive emergencies”. Este período de ajuste del
nuevo sistema vio también emitir, en el año 216 a.C., monedas de oro en pequeñas cantidades. Agrega Burnett, A.,
1987, 49 que la emisión de aureus fue una medida que se concedió sólo cuando se vivía una situación de emergencia
verdadera porque la cantidad de argento no bastaba, tal como ocurrió durante la Anibálica.
432
Howgego, C., The supply and the use of Money in the Roman World, en “JRS”, vol. LXXXII, Londres, 1992, 1-
31; Kenneth, W. H., Roman economy, 300 B.C. to A.D. 700, Baltimore-Londres 1996, 41-46, ha tabulado con
precisión la disponibilidad de argento ingresado a Roma entre los años 210 y 151 a.C. especificando el monto
conseguido por indemnizaciones, botines, minas españolas y tributos macedónicos, cuyo total general asciende a la
cifra de 91.923,2 talentos. El autor destaca sobre todo la contribución de las minas españolas que habrían sostenido el
equilibrio económico alcanzado a mediados del siglo II a.C., así como también el soporte dado por las minas de
Nueva Cartago cuya producción sostuvo Roma durante dos siglos. Cfr. Frank, T., 1933, 7-11, Richardson, J., 1992.
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