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No digas que fue un sueño - Terenci Moix

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<strong>No</strong> <strong>digas</strong> <strong>que</strong> <strong>fue</strong> <strong>un</strong> <strong>sueño</strong><br />

208<br />

<strong>Terenci</strong> <strong>Moix</strong><br />

Cleopatra reparó en su error. Ni la soberbia ni la altivez servían para tratar con a<strong>que</strong>l<br />

joven engreído de su poder. Y, además, carecía de sentido del humor.<br />

De manera <strong>que</strong> la reina de Egipto fingió sumisión e, inclinándose a la altura de sus<br />

rodillas, dijo:<br />

-Conozco cuál ha de ser mi condición a partir de ahora. Pero debes concederme algún<br />

tiempo para asumirla. En la primavera de mi vida tú te hubieras visto obligado a<br />

inclinarte ante mi trono. Hoy tienes derecho a <strong>que</strong> me arrodille y puedes exigirme <strong>que</strong><br />

limpie tus pies con mis cabellos.<br />

A cada cosa <strong>que</strong> yo ordene tú sólo debes responder afirmativamente. <strong>No</strong> puedo perder<br />

el tiempo en veleidades.<br />

-Todavía no me has encadenado y ya siento el peso de las cadenas.<br />

-Me entregarás todos tus tesoros.<br />

-Pondré el Nilo en <strong>un</strong>a tinaja para <strong>que</strong> te lo lleves a Roma.<br />

-Vendrás conmigo en calidad de prisionera.<br />

-Si no me atas demasiado <strong>fue</strong>rte a tu carro distraeré a la chusma bailando la danza<br />

del vientre.<br />

-Me cederás todos tus territorios en Asia. Incluirás Chipre y Creta...<br />

-Tú mismo los has tomado al tomar Egipto. Por otra parte, son territorios <strong>que</strong> van y<br />

vienen.<br />

-Desde hoy, Egipto pasa a ser provincia romana.<br />

-Lo son ya tantas naciones <strong>que</strong> mi pobre Egipto estaba celoso de no verse en la lista.<br />

-<strong>No</strong> intentarás atentar contra tu vida.<br />

-<strong>No</strong> podría intentarlo por<strong>que</strong> nadie en su sano juicio llamaría vida a este momento.<br />

-Y, por último, me entregarás el cadáver de Antonio.<br />

Todo el edificio de la majestad se desmoronó en <strong>un</strong> instante. Fue como si los huesos,<br />

roídos por <strong>un</strong>a caterva de ratas diminutas, se <strong>fue</strong>sen <strong>que</strong>brando hasta <strong>que</strong>dar reducidos<br />

a <strong>un</strong> montón informe <strong>que</strong> se agitaba a los pies de Octavio.<br />

-¡Mi único ruego es por este cadáver! <strong>No</strong> le arran<strong>que</strong>s de mi lado. Permite <strong>que</strong> lo<br />

embalsamen mis sacerdotes. Si su cuerpo era romano, su corazón pertenecía a Egipto.<br />

Mil veces he de suplicarte <strong>que</strong> lo dejes en esta tierra para <strong>que</strong>, j<strong>un</strong>tos, podamos<br />

compartir la larga noche de contar los años.<br />

-¿Qué puede importarte esto si morirás en Roma? En cualquiera de los casos, no<br />

estaréis j<strong>un</strong>tos.<br />

Cleopatra recobró el sentido exacto de la situación, la necesidad de burlar al bárbaro<br />

con su fingido acatamiento.<br />

-¡Morir en Roma! Es cierto <strong>que</strong> moriré allí. Es cierto <strong>que</strong> ya no volveré a ver el mar de<br />

Alejandría ni a sentir las golondrinas en los templos del Nilo... -De repente, la asaltó <strong>un</strong>a<br />

imagen más espantosa <strong>que</strong> todas las demás, <strong>un</strong>a súplica más urgente <strong>que</strong> todas las<br />

mercedes-. ¿Y mis hijos, Octavio? ¿Qué vas a hacer con mis hijos?<br />

-Los tres <strong>que</strong> tuviste con Antonio irán a vivir con mi hermana Octavia.<br />

-¡La noble Octavia!<br />

-¿Te mortifica <strong>que</strong> los edu<strong>que</strong> tu enemiga?<br />

-Por el contrario, me tranquiliza. Siento <strong>un</strong>a gran admiración por ella. Bendícela en mi<br />

nombre.<br />

Octavio asintió con la cabeza, a<strong>un</strong><strong>que</strong> sin excesivo convencimiento. Y la reina, en <strong>un</strong><br />

último titubeo, ya casi sin <strong>fue</strong>rzas, preg<strong>un</strong>tó:

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