09.05.2013 Views

No digas que fue un sueño - Terenci Moix

No digas que fue un sueño - Terenci Moix

No digas que fue un sueño - Terenci Moix

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>No</strong> <strong>digas</strong> <strong>que</strong> <strong>fue</strong> <strong>un</strong> <strong>sueño</strong><br />

167<br />

<strong>Terenci</strong> <strong>Moix</strong><br />

es bien cierto <strong>que</strong> todo lo <strong>que</strong> aquí se ha dicho respecto al romano Marco Antonio es <strong>un</strong>a<br />

pérdida de tiempo...<br />

Todos los oídos estaban atentos al nuevo giro <strong>que</strong> tomaban las declaraciones del<br />

príncipe. Y alg<strong>un</strong>os incluso estaban a p<strong>un</strong>to de perderse en ellas.<br />

-Por<strong>que</strong> es cierto <strong>que</strong> Antonio es valeroso -prosiguió Cesarión-,pero no lo es menos<br />

<strong>que</strong> llega vencido. Y puede ayudar al rey de reyes, pero éste puede ayudarle a él mucho<br />

más, pues convirtiéndole en autocrátor pone en sus manos todo Oriente... Y después de<br />

tantas vueltas y revueltas, es posible <strong>que</strong> hubiésemos terminado hace rato si mi madre y<br />

señora me confesase <strong>que</strong> le ama más allá de toda intriga y <strong>que</strong> al no tener yo padre<br />

efectivo me proporciona <strong>un</strong>o <strong>que</strong> podrá enseñarme toda su experiencia en la lucha de<br />

espadas, el salto de obstáculos y otras prácticas necesarias a <strong>un</strong> gran conquistador...<br />

Un suspiro de alivio brotó del pecho de Sosígenes. Y la propia reina llevó sus ojos<br />

hacia los dioses, no por convencimiento sino como consuelo. Pero todavía añadió<br />

Cesarión:<br />

-Al fin y al cabo yo n<strong>un</strong>ca pedí cuentas a mi madre cuando se acostaba con el gallardo<br />

capitán, aquí presente. Y esto no son sombras de mi infancia.<br />

Totmés se apresuró a intervenir:<br />

-Os juro, majestad, <strong>que</strong> esta historia no ha salido n<strong>un</strong>ca de mis labios.<br />

-Lo sé -dijo Cleopatra-. Es típico de mis doncellas. En cualquier caso, <strong>un</strong>a reina <strong>que</strong> no<br />

tiene secretos para su hijo siempre <strong>fue</strong> digna de elogios. Y también en esto se muestra<br />

alejandrina.<br />

-Y <strong>un</strong> hijo <strong>que</strong> pide a su madre <strong>que</strong> no le ofenda suplicando, merece <strong>que</strong> se le otorgue<br />

la merced de conceder sin <strong>que</strong> medien más súplicas.<br />

Cleopatra descendió del trono y abrazó a su hijo, lo cual hizo pensar a Sosígenes <strong>que</strong><br />

tanta ceremonia había sido innecesaria y <strong>que</strong> los nuevos alejandrinos tenían muy<br />

arraigada la tentación del teatro. En cuanto a Apolodoro, sintióse ridículo y no se atrevió<br />

a levantar los ojos del suelo. Máxime cuando sabía <strong>que</strong> el romano, tema enojoso de<br />

tantas conversaciones, había usurpado su lugar para siempre.<br />

Tendida en su lecho de plumas, Cleopatra acariciaba los rizos del amante, quien a su<br />

vez leía con atención <strong>un</strong> pliego de cartas llegadas recientemente.<br />

Bebían la voluptuosidad de <strong>un</strong> nuevo verano alejandrino. Sangre en las nubes, vida<br />

palpitante en las palmeras; embriagadores aromas en la brisa, licores letárgicos <strong>que</strong> se<br />

deslizan por los cuerpos, asesinos de todas las urgencias...<br />

Antonio rompió el idilio con <strong>un</strong>a estruendosa carcajada.<br />

Se disipó la placidez del ocio. Fue como <strong>un</strong> trueno <strong>que</strong> hizo correr a los pavos reales.<br />

Rompió el vuelo <strong>un</strong>a bandada de gaviotas. Chocaron en tropel las golondrinas.<br />

-Las noticias de Roma han puesto de buen humor a Antonio.<br />

-Forzosamente. Son reproches de Octavio.<br />

-Tan agrios suelen ser <strong>que</strong> sólo consiguen divertir si no se leen. ¿De qué te acusa en<br />

esta ocasión?<br />

-De perder el tiempo.<br />

-Veo <strong>que</strong> se ha hecho relojero. ¿Se especializa en relojes de sol, de arena o en<br />

clepsidras?<br />

-Repite <strong>un</strong>a vez más las palabras del filósofo: el mayor tesoro de <strong>que</strong> dispone el<br />

hombre, y hasta los dioses, es el tiempo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!