09.05.2013 Views

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Manu<strong>el</strong> Alfonseca<br />

<strong>Tivo</strong> se acordó entonces <strong>de</strong> la pieza <strong>de</strong>l rompecabezas. Frenético, la buscó por todas<br />

partes, mas no pudo hallarla. Indudablemente había sufrido la misma suerte que Valaz.<br />

<strong>El</strong>av<strong>el</strong>, <strong>de</strong>strozada, le recriminó duramente.<br />

-¿Por qué la <strong>de</strong>jaste caer? Yo habría dado la vida con gusto por la salud <strong>de</strong> mi hermana.<br />

Ahora se ha perdido para siempre. ¡Quisiera estar muerta!<br />

-No puedo creer que hables en serio -dijo una voz a su espalda. Los jóvenes dieron un<br />

respingo <strong>de</strong> sorpresa. <strong>El</strong>av<strong>el</strong> se levantó <strong>de</strong> un salto y <strong>Tivo</strong> se volvió con <strong>el</strong> acero en<br />

guardia.<br />

-¡Kial! -exclamó <strong>El</strong>av<strong>el</strong>, corriendo hacia <strong>el</strong> que había hablado. Pero antes <strong>de</strong> alcanzarle<br />

se <strong>de</strong>tuvo y, vacilando, dijo:<br />

-Pero ¡esto no pue<strong>de</strong> ser! Tú estás muerto. Nosotros mismos te sepultamos.<br />

-No soy un fantasma, <strong>El</strong>av<strong>el</strong>. Pue<strong>de</strong>s tocarme y te convencerás.<br />

Dudosa, la muchacha avanzó, extendió una mano y le tocó <strong>el</strong> brazo. Entonces se <strong>de</strong>jó<br />

caer al su<strong>el</strong>o y se abrazó a sus pies, exclamando:<br />

-¡Kial! ¡Eres tú! ¡Estás vivo! Ahora creo que todo va a salir bien, pues estás otra vez con<br />

nosotros.<br />

Kial se volvió hacia <strong>el</strong> rey, que permanecía a cierta distancia, expresando en su mirada<br />

una extraña mezcla <strong>de</strong> incredulidad, temor y alegría.<br />

-¡<strong>Tivo</strong>, rey <strong>de</strong> Tiva! Acércate. Háblame <strong>de</strong> tu misión.<br />

Muy <strong>de</strong>spacio, como si sufriera una gran lucha interior, <strong>Tivo</strong> se aproximó.<br />

Avergonzado, no se atrevía a levantar los ojos <strong>de</strong>l su<strong>el</strong>o, pero cuando llegó junto a Kial<br />

un impulso irresistible pareció atraerlos, obligándolo a mirarle cara a cara. La expresión<br />

<strong>de</strong> su rostro no indicaba ira, sólo amor y un poco <strong>de</strong> tristeza. Aun así precisó <strong>de</strong> todas<br />

sus fuerzas para hablar:<br />

-He fracasado por completo, señor. En Klír te traicioné, abandonándote a tu suerte. Y<br />

hace un instante he permitido que la pieza <strong>de</strong>l rompecabezas cayera al abismo.<br />

-Muy distintas son las dos culpas <strong>de</strong> que te acusas. Respecto a la primera, ¿por qué me<br />

abandonaste? ¿Temías poner en p<strong>el</strong>igro <strong>el</strong> éxito <strong>de</strong> tu misión, la curación <strong>de</strong><br />

Aguamarina?<br />

Por un momento, <strong>Tivo</strong> se sintió tentado a respon<strong>de</strong>r que sí. Pero, sobreponiéndose,<br />

murmuró con gran esfuerzo:<br />

-No, señor. Temía sólo por mi vida.<br />

-Has respondido bien. Me alegro <strong>de</strong> que no trates <strong>de</strong> engañarte a ti mismo. En cuanto a<br />

la segunda acusación, ¿cómo se ha perdido la pieza <strong>de</strong>l rompecabezas?<br />

76

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!