09.05.2013 Views

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

12. EL SACRIFICIO<br />

<strong>El</strong> <strong>viaje</strong> <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong> <strong>el</strong> <strong>Arriesgado</strong><br />

<strong>Tivo</strong> observó atentamente aqu<strong>el</strong>la esfera oscura que había pertenecido a sus<br />

antepasados, uno <strong>de</strong> los siete pedazos en que se rompió <strong>el</strong> objeto misterioso puesto bajo<br />

<strong>el</strong> cuidado <strong>de</strong>l primer rey <strong>de</strong> Tiva, en cuya busca había atravesado <strong>el</strong> mundo conocido y<br />

que, a primera vista, no parecía justificar <strong>el</strong> esfuerzo realizado y la sangre que ya se<br />

había vertido por él. Era pequeño, <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong> un puño, y parecía estar construido con<br />

un material negro y liso que no supo i<strong>de</strong>ntificar.<br />

De pronto se dio cuenta <strong>de</strong> algo extraño en la actitud <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los soldados que<br />

vigilaban la Bola <strong>de</strong> Duva. A pesar <strong>de</strong> que había al menos doscientas personas en <strong>el</strong><br />

interior <strong>de</strong>l recinto, este hombre parecía mostrar mucho interés por él y su compañera.<br />

Sus ojos no se <strong>de</strong>spegaban <strong>de</strong> <strong>el</strong>los, les seguía mientras recorrían lentamente la sala al<br />

ritmo <strong>de</strong> la hilera <strong>de</strong> visitantes. ¿Por qué se fijaba en <strong>el</strong>los así? ¿Los reconocería como<br />

extranjeros? Era extraño, pues Toral les había proporcionado vestidos a la usanza <strong>de</strong><br />

Klír, para que no <strong>de</strong>stacaran <strong>de</strong>masiado. Aqu<strong>el</strong> soldado no podía conocer <strong>de</strong> vista a toda<br />

la población <strong>de</strong> la ciudad, que su amigo calculaba en cien mil habitantes. A<strong>de</strong>más, éste<br />

era un lugar <strong>de</strong> culto, que visitarían numerosos peregrinos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> todo <strong>el</strong> país.<br />

¿A qué, entonces, se <strong>de</strong>bía su interés?<br />

Salieron nuevamente al exterior y emprendieron <strong>el</strong> regreso a la casa <strong>de</strong> Toral. <strong>Tivo</strong><br />

comunicó a éste su preocupación por la conducta <strong>de</strong>l centin<strong>el</strong>a, pero su compañero no<br />

había advertido nada anormal. <strong>El</strong>av<strong>el</strong>, por su parte, estaba indignada por <strong>el</strong><br />

comportamiento <strong>de</strong> los klíraítas con respecto a la Bola <strong>de</strong> Duva: la adoración <strong>de</strong> que la<br />

hacían objeto sólo <strong>de</strong>bía ser <strong>de</strong>stinada al Señor <strong>de</strong> la Luz. ¡Aqu<strong>el</strong>lo era idolatría! A<br />

Toral también le <strong>de</strong>sagradaba que su pueblo se <strong>de</strong>jara influir por un culto fetichista que,<br />

a<strong>de</strong>más, era aprovechado por la clase gobernante para doblegarlo bajo una carga<br />

abusiva <strong>de</strong> impuestos y contribuciones. Por otra parte, se mostraba escéptico respecto a<br />

las supuestas propieda<strong>de</strong>s mágicas y curativas <strong>de</strong>l objeto. Reconocía, sin embargo, que<br />

no tenía razonamientos válidos a favor o en contra <strong>de</strong> esto último. En Klír no se<br />

utilizaba nunca para estos fines, pues no se le permitía a nadie tocarlo y estaba siempre<br />

encerrado en la urna <strong>de</strong> cristal don<strong>de</strong> lo habían visto.<br />

Ya tranquilos en casa <strong>de</strong> su amigo, los tres discutieron hasta muy avanzada la noche<br />

sobre lo que podían hacer para obtener la posesión <strong>de</strong> la pieza <strong>de</strong>l rompecabezas. <strong>Tivo</strong><br />

sugirió presentarse al rey y pedírs<strong>el</strong>a abiertamente, ya que al fin y al cabo le pertenecía,<br />

pues se trataba <strong>de</strong> la herencia <strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> Tiva. Toral, que había adivinado hacía<br />

tiempo la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> su compañero, le disuadió <strong>de</strong> este propósito. <strong>El</strong> monarca <strong>de</strong> Klír<br />

era orgulloso y terco y jamás se avendría voluntariamente a <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> un objeto<br />

que le resultaba tan útil. Reconoció, sin embargo, que no se le ocurría ningún plan<br />

mejor para apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> la Bola <strong>de</strong> Duva sin correr p<strong>el</strong>igro.<br />

A preguntas <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong>, <strong>el</strong> klíraíta explicó que <strong>el</strong> templo don<strong>de</strong> se exponía la pieza <strong>de</strong>l<br />

rompecabezas a la admiración <strong>de</strong>l público estaba siempre vigilado y sólo se abrían sus<br />

puertas a la caída <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. En otros momentos las llaves se guardaban c<strong>el</strong>osamente en<br />

<strong>el</strong> palacio real. No había otra forma <strong>de</strong> penetrar en <strong>el</strong> recinto, pues no tenía ventanas y<br />

los portones eran muy resistentes. Escalar la torre para acce<strong>de</strong>r al templo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

terraza era imposible, dada su altura y lo pulido <strong>de</strong> sus pare<strong>de</strong>s. <strong>El</strong> problema parecía no<br />

tener solución.<br />

69

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!