You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>El</strong> <strong>viaje</strong> <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong> <strong>el</strong> <strong>Arriesgado</strong><br />
Comenzaron <strong>el</strong> <strong>de</strong>scenso. Pronto advirtieron que <strong>el</strong> único camino practicable era muy<br />
estrecho y serpenteaba entre las hendiduras y precipicios haciendo p<strong>el</strong>igrosa la marcha y<br />
provocando <strong>el</strong> nerviosismo <strong>de</strong> las monturas y sus jinetes. Sólo Toral parecía tranquilo.<br />
Pero lo peor estaba aún por llegar.<br />
A pesar <strong>de</strong> las vu<strong>el</strong>tas y revu<strong>el</strong>tas <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro, <strong>Tivo</strong> y <strong>El</strong>av<strong>el</strong> no tardaron en darse cuenta<br />
<strong>de</strong> que se estaban aproximando a la gran <strong>de</strong>sigualdad que les había señalado su<br />
compañero. Pronto pudieron comprobar que se trataba <strong>de</strong> una hondonada o pozo <strong>de</strong><br />
dimensiones gigantescas. Al fin, vieron que <strong>el</strong> camino avanzaba directamente hacia <strong>el</strong><br />
abismo y lo contorneaba, convirtiéndose en una cornisa <strong>de</strong> no más <strong>de</strong> tres o cuatro pasos<br />
<strong>de</strong> ancho que por un lado estaba limitada por una pared rocosa casi vertical, más alta<br />
que cinco hombres, y por <strong>el</strong> otro se perdía bruscamente, sin protección alguna, en <strong>el</strong><br />
bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la fosa.<br />
Al llegar a este punto, <strong>Tivo</strong> experimentó una intolerable sensación <strong>de</strong> angustia al<br />
percibir que <strong>el</strong> precipicio hacia <strong>el</strong> que se dirigían era mucho más ancho y profundo <strong>de</strong> lo<br />
que en un principio había supuesto. De pronto, los caballos, que parecían compartir sus<br />
sentimientos, se negaron a seguir a<strong>de</strong>lante. Toral <strong>de</strong>smontó, tapó los ojos <strong>de</strong> su montura<br />
con un pañu<strong>el</strong>o e indicó a sus amigos que lo imitaran. Antes <strong>de</strong> reanudar la marcha,<br />
<strong>Tivo</strong> y <strong>El</strong>av<strong>el</strong> se acercaron al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l abismo y contemplaron una escena increíble.<br />
La tierra, cortada a pico, <strong>de</strong>saparecía ante sus pies sin <strong>de</strong>jar rastro. La anchura <strong>de</strong>l pozo<br />
era <strong>de</strong> unos doscientos pasos. Era casi circular, aunque su curva distaba <strong>de</strong> ser perfecta:<br />
entrantes y salientes irregulares interrumpían a cada paso su perímetro. Pero lo más<br />
impresionante <strong>de</strong>l precipicio era la altura: a pesar <strong>de</strong> todos sus esfuerzos les fue<br />
imposible distinguir su fin. Las pare<strong>de</strong>s, perfectamente verticales, <strong>de</strong>scendían hasta<br />
per<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> vista en una oscuridad impenetrable sin que <strong>el</strong> ojo pudiera distinguir señal<br />
alguna <strong>de</strong>l fondo.<br />
-¡Escuchad! -exclamó Toral, y cogiendo una piedra la arrojó al vacío. Durante largo rato<br />
la vieron <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r, por fin la perdieron <strong>de</strong> vista. Pero aunque aguardaron mucho<br />
tiempo en silencio absoluto, no llegó hasta sus oídos sonido alguno.<br />
-¿Cuál es la profundidad <strong>de</strong> este abismo? -preguntó <strong>Tivo</strong>.<br />
-En Klír se afirma que no tiene fondo -respondió Toral.<br />
-¡Sólo Kial podría ayudar al <strong>de</strong>sgraciado que cayera ahí! -exclamó <strong>El</strong>av<strong>el</strong>.<br />
Toral dirigió a la muchacha una mirada <strong>de</strong> extrañeza y dijo:<br />
-¿Qué sabes <strong>de</strong> Kial?<br />
-Es amigo nuestro -respondió la joven-. Nos ha ayudado una vez durante este <strong>viaje</strong> y<br />
prometió volver a hacerlo antes <strong>de</strong> su fin.<br />
-Su nombre no os abrirá puertas en Klír -repuso Toral-. Ha estado aquí alguna vez y<br />
<strong>de</strong>jó muchos enemigos. Algunos le consi<strong>de</strong>ran una personificación <strong>de</strong> las fuerzas <strong>de</strong>l<br />
mal, una especie <strong>de</strong> <strong>de</strong>monio.<br />
65