Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> <strong>viaje</strong> <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong> <strong>el</strong> <strong>Arriesgado</strong><br />
máximo los escasos momentos <strong>de</strong> luz que quedaban. Debía <strong>de</strong>scubrir la posición exacta<br />
<strong>de</strong> todos los vigilantes.<br />
<strong>El</strong>av<strong>el</strong> sentía un gran respeto por la vida humana. Si hubiera podido i<strong>de</strong>ar un plan<br />
alternativo o hubiese dispuesto <strong>de</strong> tiempo suficiente para madurarlo, habría prescindido<br />
<strong>de</strong> un curso <strong>de</strong> acción cuyo <strong>de</strong>sarrollo exigiría la muerte <strong>de</strong> varios hombres que no la<br />
habían atacado directamente. Por otra parte, se trataba <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> sus amigos contra la<br />
<strong>de</strong> sus captores. No actuar, no hacer todo lo que estuviera en su mano para salvarlos,<br />
sería equivalente a <strong>de</strong>jarlos morir a manos <strong>de</strong> sus enemigos. Y lo que proyectaba hacer<br />
podía tener bastantes probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> éxito. Era necesario escoger <strong>el</strong> mal menor.<br />
Una hora <strong>de</strong>spués, <strong>el</strong> silencio reinaba en la explanada y en las tiendas <strong>de</strong> los nómadas.<br />
La noche había cerrado por completo. <strong>El</strong>av<strong>el</strong> comenzó a arrastrarse con caut<strong>el</strong>a por la<br />
la<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> la colina, hacia <strong>el</strong> campamento. Éste era un lugar p<strong>el</strong>igroso pero constituía la<br />
mejor base <strong>de</strong> operaciones posible, pues los guardianes no sospecharían nunca que<br />
pudieran verse atacados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa dirección.<br />
Actuó rápidamente y en silencio. Los cinco hombres que protegían a sus compañeros<br />
contra un posible ataque <strong>de</strong> una tribu rival quedaron pronto tendidos en <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o,<br />
atravesados por otras tantas flechas. Para reponer su provisión <strong>de</strong> estas últimas y<br />
previendo que los prisioneros también las necesitarían si lograban escapar o para ven<strong>de</strong>r<br />
cara su vida si <strong>el</strong> intento <strong>de</strong> fuga terminaba en <strong>el</strong> fracaso, hizo acopio <strong>de</strong> todas las armas<br />
<strong>de</strong> sus enemigos muertos y las apiló en <strong>el</strong> extremo <strong>de</strong>l campamento más próximo a los<br />
cercados. <strong>El</strong> último en caer fue precisamente <strong>el</strong> guardián que custodiaba los caballos y a<br />
los cautivos.<br />
Todos los vigilantes se encontraban fuera <strong>de</strong> combate. Era preciso ahora escapar<br />
rápidamente para cobrar una ventaja suficiente antes <strong>de</strong> que tuviera lugar <strong>el</strong> cambio <strong>de</strong><br />
guardia. <strong>El</strong>av<strong>el</strong> se arrastró hacia <strong>el</strong> recinto <strong>de</strong> los prisioneros y sólo se atrevió a ponerse<br />
en pie al llegar junto al cercado. En ese momento vio que uno <strong>de</strong> sus ocupantes, al que<br />
algo había llamado la atención, se acercaba a <strong>el</strong>la. Por su forma <strong>de</strong> andar reconoció al<br />
rey <strong>de</strong> Tiva. Su actitud era abiertamente hostil y supuso que la confundía con uno <strong>de</strong> los<br />
nómadas y tal vez tratara <strong>de</strong> atacarla para escapar. Era preciso <strong>de</strong>tenerle, para evitar que<br />
un estrépito imprevisto <strong>de</strong>spertara a alguno <strong>de</strong> sus enemigos. Susurró:<br />
-¡Quieto, <strong>Tivo</strong>! No hagas ruido. Soy yo.<br />
55