You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>El</strong> <strong>viaje</strong> <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong> <strong>el</strong> <strong>Arriesgado</strong><br />
1. LA ENFERMEDAD DE LA PRINCESA<br />
<strong>Tivo</strong>, rey <strong>de</strong> Tiva, estaba triste. Acababan <strong>de</strong> comunicarle la noticia <strong>de</strong> que su<br />
prometida, la princesa Aguamarina <strong>de</strong> Itin, se encontraba gravemente enferma. Es<br />
verdad que no la había visto más <strong>de</strong> media docena <strong>de</strong> veces en toda su vida, pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
que ambos nacieron se había dado por supuesto que algún día se casarían. Los dos<br />
jóvenes aceptaron este enlace sin discusión, pues <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niños se habían llevado muy<br />
bien en las raras ocasiones en que estuvieron juntos. La distancia entre Tiva e Itin era<br />
tan larga, los caminos tan malos y p<strong>el</strong>igrosos, que muy importante había <strong>de</strong> ser, en<br />
verdad, <strong>el</strong> motivo que obligara a una <strong>de</strong> las partes a empren<strong>de</strong>r <strong>el</strong> <strong>viaje</strong>. La boda <strong>de</strong>l rey<br />
con la princesa <strong>de</strong>bía c<strong>el</strong>ebrarse cuando <strong>Tivo</strong> alcanzara la mayoría <strong>de</strong> edad.<br />
Y ahora, inesperadamente, Aguamarina caía enferma. Los médicos <strong>de</strong> Itin se <strong>de</strong>clararon<br />
impotentes para vencer <strong>el</strong> mal que la aquejaba y pidieron consejo a sus colegas más<br />
famosos <strong>de</strong>l reino, algunos <strong>de</strong> los cuales estaban ya en camino para estudiar su caso.<br />
<strong>Tivo</strong> no podía resistir la inactividad y <strong>de</strong>cidió marchar. Inútil fue que Taria se opusiera y<br />
razonara que su <strong>viaje</strong> sería en vano, pues nada podría hacer por Aguamarina. Taria era<br />
<strong>el</strong> regente que se ocupó <strong>de</strong> la administración <strong>de</strong>l reino cuando murió <strong>el</strong> padre <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong>, y<br />
que le haría entrega <strong>de</strong> sus po<strong>de</strong>res cuando fuera mayor <strong>de</strong> edad. Siempre se había<br />
llevado bien con él, pues era un hombre muy agradable, amigo <strong>de</strong> bromas y amante <strong>de</strong><br />
los niños. Pero <strong>Tivo</strong> era un muchacho muy testarudo, incapaz <strong>de</strong> seguir los consejos <strong>de</strong><br />
nadie, una vez que había tomado una <strong>de</strong>cisión. Por <strong>el</strong>lo siguió a<strong>de</strong>lante con los<br />
preparativos <strong>de</strong> su <strong>viaje</strong>.<br />
Pero no iría solo. Larsín, su viejo maestro, iba a acompañarle. <strong>Tivo</strong> tenía gran confianza<br />
en Larsín, que le había educado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que era muy niño y le había enseñado casi todo lo<br />
que sabía. Siempre acudía a él cuando se encontraba en dificulta<strong>de</strong>s o necesitaba<br />
consejo. En este caso, a pesar <strong>de</strong> la oposición <strong>de</strong> Taria, Larsín le aconsejó marchar. <strong>El</strong><br />
anciano tenía <strong>el</strong> presentimiento <strong>de</strong> que la presencia <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong> en Itin sería, no ya<br />
conveniente, sino esencial para la curación <strong>de</strong> la princesa.<br />
Por fin llegó <strong>el</strong> momento <strong>de</strong> la partida. Apenas <strong>de</strong>spuntó la mañana <strong>de</strong>l día fijado, <strong>el</strong> rey<br />
y su reducido séquito salieron <strong>de</strong> la capital a lomos <strong>de</strong> sus caballos. Tan pronto cruzaron<br />
<strong>el</strong> puente sobre <strong>el</strong> río Duca, en cuya margen izquierda se levanta la ciudad, perdieron <strong>de</strong><br />
vista a ésta. <strong>Tivo</strong> no sintió ninguna emoción especial. Ignoraba que habría <strong>de</strong> correr<br />
muchas aventuras y p<strong>el</strong>igros antes <strong>de</strong> volver allí.<br />
La ciudad <strong>de</strong> Itin se encuentra muy cerca <strong>de</strong> la frontera suroeste <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Tiva, en la<br />
costa <strong>de</strong>l mar <strong>de</strong> la Cinta. La distancia que la separa <strong>de</strong> la capital por <strong>el</strong> camino más<br />
corto es <strong>de</strong> unos seiscientos kilómetros. Al principio siguieron la margen <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l río<br />
Duca casi hasta su nacimiento, en las estribaciones <strong>de</strong> los montes Latios, que<br />
constituyen la frontera occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l reino. Ya avanzado <strong>el</strong> quinto día <strong>de</strong> <strong>viaje</strong> <strong>el</strong><br />
camino que seguían se separó <strong>de</strong>l río, bor<strong>de</strong>ando las montañas en dirección sur. Des<strong>de</strong><br />
hacía más <strong>de</strong> un siglo la paz reinaba en <strong>el</strong> país <strong>de</strong> Tiva, no siendo frecuente encontrar<br />
bandoleros y otros malhechores, por lo que no les ocurrió a los <strong>viaje</strong>ros nada digno <strong>de</strong><br />
especial mención hasta que llegaron a los últimos bastiones <strong>de</strong> la cordillera. A partir <strong>de</strong><br />
este punto <strong>el</strong> camino se dirigía casi en línea recta hacia Itin, que sólo distaba ya unos<br />
doscientos kilómetros.<br />
5