Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> <strong>viaje</strong> <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong> <strong>el</strong> <strong>Arriesgado</strong><br />
7. LA CAVERNA DE LA MONTAÑA<br />
-¿Qué hacemos? -consultó <strong>Tivo</strong> a sus compañeros-. ¿Entramos?<br />
-Es un sitio tan bueno como cualquier otro para pasar la noche -exclamó <strong>El</strong>av<strong>el</strong>.<br />
-Pero también pue<strong>de</strong> ser <strong>el</strong> cubil <strong>de</strong> algún animal salvaje -dijo Larsín.<br />
<strong>Tivo</strong> estudió <strong>el</strong> terreno en las proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la boca <strong>de</strong> la caverna. Al cabo <strong>de</strong> un rato,<br />
dijo:<br />
-No parece haber por aquí hu<strong>el</strong>las ni restos <strong>de</strong> comida. Creo que esta cueva está<br />
<strong>de</strong>shabitada.<br />
-Lo dudo -repuso Larsín-. Es un lugar <strong>de</strong>masiado conveniente. En cualquier caso, es<br />
casi <strong>de</strong> noche. No es <strong>el</strong> momento más a<strong>de</strong>cuado para explorar una caverna <strong>de</strong>sconocida.<br />
-<strong>El</strong> día y la noche no tienen importancia ahí <strong>de</strong>ntro -dijo <strong>Tivo</strong>, asomándose a la boca <strong>de</strong><br />
la cueva-. Parece muy profunda. ¿Qué opinas, <strong>El</strong>av<strong>el</strong>?<br />
-No lo sé. Es posible que Larsín tenga razón y esta caverna sea la guarida <strong>de</strong> alguna<br />
bestia feroz, pero en ese caso estamos igualmente en p<strong>el</strong>igro aquí fuera. Suponed que<br />
saliera.<br />
-Al menos podríamos verla y tal vez huir <strong>de</strong> <strong>el</strong>la -exclamó Larsín-. Ahí <strong>de</strong>ntro<br />
estaremos perdidos si somos atacados en plena oscuridad.<br />
-Creo que no terminaremos con éxito esta aventura si nos comportamos siempre con<br />
pru<strong>de</strong>ncia -adujo <strong>Tivo</strong>-. He <strong>de</strong>cidido entrar. Si queréis seguirme, podéis hacerlo. Si no,<br />
iré solo.<br />
-Por supuesto que vamos contigo -exclamaron sus dos compañeros.<br />
Algunos árboles resinosos que crecían cerca <strong>de</strong> la entrada les proporcionaron la materia<br />
prima necesaria para fabricar unas cuantas antorchas. Así preparados, nuestros <strong>viaje</strong>ros<br />
trabaron sus cabalgaduras, regresaron a la boca <strong>de</strong> la caverna y se dispusieron a entrar.<br />
Lo primero que vieron sus ojos fue un espacio inmenso, ro<strong>de</strong>ado por todas partes por la<br />
negrura más absoluta. La luz <strong>de</strong> las antorchas se perdía a treinta pasos <strong>de</strong> distancia, sin<br />
<strong>de</strong>scubrir las pare<strong>de</strong>s ni <strong>el</strong> techo <strong>de</strong>l recinto. Sólo en las proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la entrada eran<br />
visibles las dos gran<strong>de</strong>s murallas <strong>de</strong> roca que la enmarcaban y que se alejaban<br />
rápidamente en ángulo muy abierto.<br />
-Esto es enorme -susurró <strong>Tivo</strong>-. Parece como si la montaña estuviera hueca.<br />
-¡A<strong>de</strong>lante! -exclamó <strong>El</strong>av<strong>el</strong>.<br />
35