You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
-Vamos a ver qué es -propuso <strong>Tivo</strong>.<br />
Manu<strong>el</strong> Alfonseca<br />
Cuando se acercaron un poco más pudieron distinguir que no se trataba <strong>de</strong> un objeto<br />
único, sino <strong>de</strong> gran cantidad <strong>de</strong> huesos esparcidos y medio enterrados en la arena, que<br />
aparentemente habían pertenecido a un animal bastante gran<strong>de</strong>. Algunos <strong>de</strong> los huesos<br />
conservaban jirones <strong>de</strong> carne ensangrentada, lo que indicó a los <strong>viaje</strong>ros que la muerte<br />
<strong>de</strong>l animal no podía haber tenido lugar mucho tiempo atrás, y que sus restos habrían<br />
sido <strong>de</strong>vorados por algún gran carnívoro o carroñero. En corroboración <strong>de</strong> esto,<br />
distinguieron un rastro fresco que se alejaba hacia <strong>el</strong> sur. Las hu<strong>el</strong>las, <strong>de</strong> gran tamaño,<br />
parecían correspon<strong>de</strong>r a un ser que se <strong>de</strong>splazara únicamente sobre las patas traseras.<br />
Continuaron la marcha. Algunas horas más tar<strong>de</strong>, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ponerse <strong>el</strong> sol, mientras<br />
los aventureros buscaban un lugar algo resguardado don<strong>de</strong> pasar la noche con menos<br />
incomodidad, <strong>El</strong>av<strong>el</strong> miró casualmente hacia atrás y distinguió una forma oscura que se<br />
movía en <strong>el</strong> horizonte <strong>de</strong>l este, en la dirección <strong>de</strong> don<strong>de</strong> precisamente acababan <strong>de</strong><br />
llegar. Las sombras <strong>de</strong>l crepúsculo no le permitían distinguir su forma, pero pronto fue<br />
evi<strong>de</strong>nte que se estaba aproximando muy aprisa, siguiendo su rastro.<br />
<strong>Tivo</strong> <strong>de</strong>senvainó la espada y avanzó algunos pasos. A medida que la sombra se<br />
acercaba, pudo distinguir con más claridad sus <strong>de</strong>talles. Percibió primero que no se<br />
trataba <strong>de</strong> un ser único, sino <strong>de</strong> dos enormes caricaturas humanas. Después vio que sus<br />
cuerpos globulares, casi esféricos, se sostenían sobre dos piernas extremadamente largas<br />
y <strong>de</strong>lgadas, que terminaban en unos anchísimos pies planos. Sus brazos, cortos y<br />
musculosos, les prestaban la apariencia <strong>de</strong> una fuerza colosal. Carecían <strong>de</strong> cu<strong>el</strong>lo. Pero<br />
era su rostro lo que hacía más horrible su aspecto: dos ojos diminutos y hundidos<br />
brillaban como carbones encendidos sobre un hocico bestial, que terminaba en una boca<br />
<strong>de</strong> la que sobresalían dos agudos colmillos. Una mata <strong>de</strong> p<strong>el</strong>o hirsuto en la cabeza y dos<br />
orejas enormes completaban <strong>el</strong> cuadro. La estatura total <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los monstruos se<br />
aproximaba al doble <strong>de</strong> la <strong>de</strong> un hombre.<br />
-Son los seres monstruosos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto -se oyó murmurar a Larsín-. ¡Cuidado! ¡Son<br />
terribles!<br />
-¿Quiénes sois y qué queréis <strong>de</strong> nosotros? -exclamó <strong>Tivo</strong>, dirigiéndose a los recién<br />
llegados. Éstos se <strong>de</strong>tuvieron en seco a diez pasos y observaron a los tres <strong>viaje</strong>ros. Su<br />
hocico se movía espasmódicamente, como si estuvieran tratando <strong>de</strong> captar su olor.<br />
Vagamente, <strong>Tivo</strong> percibió que no se enfrentaba solo a los monstruos. <strong>El</strong>av<strong>el</strong> se había<br />
a<strong>de</strong>lantado hasta colocarse junto a él, un poco a su <strong>de</strong>recha, con <strong>el</strong> arco montado y una<br />
flecha dispuesta. Pero no tuvo tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle nada, pues en ese momento los dos<br />
seres se lanzaron al ataque en medio <strong>de</strong> un ominoso silencio.<br />
<strong>Tivo</strong> vio cómo la muchacha tensaba al máximo su arma y disparaba la flecha cuando <strong>el</strong><br />
primero <strong>de</strong> los monstruos se encontraba casi encima <strong>de</strong> <strong>el</strong>la. <strong>El</strong> proyectil se hundió<br />
totalmente en <strong>el</strong> cuerpo globular <strong>de</strong>l gigantesco ser, <strong>de</strong>sapareciendo en su interior. Pero<br />
esto no logró <strong>de</strong>tenerle. Llevado por <strong>el</strong> impulso adquirido llegó junto a <strong>El</strong>av<strong>el</strong> y le<br />
arrancó <strong>el</strong> arco <strong>de</strong> la mano, rompiéndolo en dos pedazos sin <strong>el</strong> menor esfuerzo. Después<br />
su enorme masa se precipitó sobre la joven.<br />
32