09.05.2013 Views

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

El viaje de El viaje de Tivo el Arriesgado

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>El</strong> <strong>viaje</strong> <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong> <strong>el</strong> <strong>Arriesgado</strong><br />

La boca <strong>de</strong>l tún<strong>el</strong> se abría sobre un estrecho pretil en <strong>el</strong> flanco <strong>de</strong> la montaña, por lo que<br />

la primera dificultad que les aguardaba era cómo bajar hasta la llanura.<br />

Desafortunadamente, la la<strong>de</strong>ra era bastante empinada y estaba cubierta <strong>de</strong> grava su<strong>el</strong>ta,<br />

por lo que <strong>el</strong> <strong>de</strong>scenso resultaría difícil y p<strong>el</strong>igroso, especialmente para los caballos. Los<br />

<strong>viaje</strong>ros no disponían <strong>de</strong> cuerdas, pues Larsín no había previsto la posibilidad <strong>de</strong> que se<br />

vieran obligados a practicar alpinismo.<br />

Sus temores se vieron confirmados muy pronto. La montura que conducía <strong>El</strong>av<strong>el</strong> perdió<br />

<strong>el</strong> equilibrio en uno <strong>de</strong> los puntos menos practicables y se precipitó en medio <strong>de</strong> una<br />

pequeña avalancha. En cuanto a la muchacha, se salvó por poco <strong>de</strong> acompañar al<br />

caballo.<br />

Cuando al fin llegaron al pie <strong>de</strong> la la<strong>de</strong>ra, sin más inconveniente, encontraron<br />

moribunda a la pobre bestia. Un somero examen convenció a Larsín <strong>de</strong> que <strong>el</strong> animal,<br />

que se había roto dos patas, no tenía salvación. Tuvieron que darle muerte para ahorrarle<br />

sufrimientos.<br />

-Al menos, ahora no tendremos que per<strong>de</strong>r tiempo buscando piezas <strong>de</strong> caza -comentó<br />

<strong>Tivo</strong>-. Aquí tenemos alimento suficiente para varios días.<br />

-¡Cómo! -exclamó <strong>El</strong>av<strong>el</strong>, indignada-. ¿Piensas que vamos a comer la carne <strong>de</strong> ese<br />

caballo?<br />

-¿Por qué no? Necesitamos provisiones para atravesar <strong>el</strong> <strong>de</strong>sierto y aquí las tenemos.<br />

Sería estúpido <strong>de</strong>saprovecharlas.<br />

Larsín compartió <strong>el</strong> parecer <strong>de</strong>l rey, por lo que <strong>El</strong>av<strong>el</strong> hubo <strong>de</strong> callar, aunque no muy<br />

convencida. Después <strong>de</strong> preparar la carne <strong>de</strong>l caballo muerto y repartir la carga, los<br />

<strong>viaje</strong>ros emprendieron la búsqueda <strong>de</strong> algún arroyo o corriente <strong>de</strong> agua don<strong>de</strong> llenar sus<br />

cantimploras.<br />

La suerte les fue propicia, pues pocas horas <strong>de</strong>spués dieron con lo que buscaban y se<br />

hallaron por fin en condiciones <strong>de</strong> dar comienzo a la travesía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto. Sólo les<br />

faltaba <strong>de</strong>cidir la dirección <strong>de</strong> su marcha. Ninguno <strong>de</strong> <strong>el</strong>los tenía una i<strong>de</strong>a clara <strong>de</strong> la<br />

geografía <strong>de</strong> la región, pero suponían que no <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> hallarse lejos <strong>de</strong> la frontera<br />

noroeste <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Tiva. Por <strong>el</strong>lo no fue difícil que se impusiera la opinión <strong>de</strong>l rey <strong>de</strong><br />

marchar directamente hacia <strong>el</strong> oeste y alejarse lo antes posible <strong>de</strong> los montes Latios.<br />

Cuatro días más tar<strong>de</strong> nuestros <strong>viaje</strong>ros se encontraban en <strong>el</strong> corazón <strong>de</strong> un mundo<br />

hostil. <strong>El</strong> su<strong>el</strong>o estaba cubierto por una fina capa <strong>de</strong> polvo que se levantaba con<br />

cualquier soplo <strong>de</strong> aire y se adhería a la pi<strong>el</strong>, los vestidos y la garganta, haciéndoles<br />

difícil respirar e incómoda la marcha y provocándoles una sed excesiva, en <strong>de</strong>trimento<br />

<strong>de</strong> su provisión <strong>de</strong> agua. A<strong>de</strong>más, la muerte <strong>de</strong>l caballo les había forzado a empren<strong>de</strong>r la<br />

travesía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto a pie, pues las provisiones y <strong>el</strong> equipo eran carga suficiente para las<br />

dos monturas que quedaban.<br />

No habían recorrido más que un breve trecho <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> mediodía, cuando<br />

Larsín señaló a los muchachos un objeto extraño que acababa <strong>de</strong> atraer su atención, a<br />

cierta distancia a la izquierda <strong>de</strong> la dirección que venían siguiendo.<br />

31

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!