You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
2. ELAVEL<br />
<strong>El</strong> <strong>viaje</strong> <strong>de</strong> <strong>Tivo</strong> <strong>el</strong> <strong>Arriesgado</strong><br />
Durante todo <strong>el</strong> día siguiente, <strong>Tivo</strong> encontró gran<strong>de</strong>s dificulta<strong>de</strong>s para ocultar su<br />
nerviosismo y comportarse con normalidad. Afortunadamente, si alguien percibió su<br />
agitación, sin duda la atribuyó a su preocupación por <strong>el</strong> estado <strong>de</strong> la princesa que, como<br />
había predicho Larsín, permanecía estacionario. Aguamarina respiraba regularmente,<br />
podía incluso <strong>de</strong>glutir los líquidos con que los médicos la alimentaban, pero no<br />
recobraba <strong>el</strong> conocimiento. La gente comenzaba a darse cuenta <strong>de</strong> que su muerte no era<br />
inminente, y muchas activida<strong>de</strong>s interrumpidas se reanudaron.<br />
<strong>Tivo</strong> <strong>de</strong>dicó la mañana a la composición <strong>de</strong> una larga misiva, repleta <strong>de</strong> instrucciones<br />
para <strong>el</strong> regente, explicándole las razones <strong>de</strong> su repentina <strong>de</strong>cisión.<br />
"Siendo conscientes -<strong>de</strong>cía, entre otras cosas, la carta- <strong>de</strong> que <strong>el</strong> gobierno <strong>de</strong>l reino no<br />
pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l éxito o <strong>el</strong> fracaso <strong>de</strong> una misión como la que nos disponemos a<br />
empren<strong>de</strong>r, hemos tomado la siguiente <strong>de</strong>terminación: Durante un año a contar <strong>de</strong> la<br />
fecha <strong>de</strong> hoy, continuaréis en <strong>el</strong> cargo <strong>de</strong> regente <strong>de</strong>l reino, como lo habéis sido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
muerte <strong>de</strong> nuestro augusto padre. Transcurrido este tiempo sin más noticias nuestras, se<br />
consi<strong>de</strong>rará y aceptará nuestra renuncia permanente e irreversible al oficio real,<br />
nombrándose y coronándose solemnemente, en nuestro lugar, al here<strong>de</strong>ro a quien<br />
legítimamente le corresponda".<br />
Tan pronto hubo dado por terminada la carta, <strong>Tivo</strong> se la entregó a dos <strong>de</strong> los miembros<br />
<strong>de</strong> más confianza <strong>de</strong> su séquito, a quienes envió inmediatamente a la capital con or<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> entregárs<strong>el</strong>a a Taria, en propia mano, lo antes posible. <strong>El</strong> regente la recibiría<br />
<strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong> para po<strong>de</strong>r oponerse a los planes <strong>de</strong>l rey, puesto que los mensajeros<br />
tardarían casi dos semanas en llegar a su <strong>de</strong>stino.<br />
Por la tar<strong>de</strong>, <strong>el</strong> rey sostuvo una larga entrevista con <strong>el</strong> príncipe <strong>de</strong> Itin, padre <strong>de</strong><br />
Aguamarina, en la que <strong>de</strong>batieron diversos asuntos <strong>de</strong> estado. Esto le ayudó a pasar <strong>el</strong><br />
tiempo, pues <strong>de</strong>seaba que llegara la noche para dar, por fin, comienzo a su aventura.<br />
Durante la entrevista tuvo buen cuidado <strong>de</strong> no <strong>de</strong>jar traslucir su intranquilidad. Se vio<br />
obligado a hacer gran<strong>de</strong>s esfuerzos para comportarse con naturalidad, pues su próxima<br />
partida hacía que le resultara difícil mostrar interés por los asuntos que se estaban<br />
discutiendo, que pronto ya no le afectarían.<br />
Por fin se puso <strong>el</strong> sol. Al filo <strong>de</strong> media noche, mientras la ciudad dormía, <strong>Tivo</strong> y Larsín<br />
salieron <strong>de</strong>l palacio. <strong>El</strong> capitán <strong>de</strong> la guardia no opuso ninguna dificultad al reconocer al<br />
rey. Instantes <strong>de</strong>spués, éste y su maestro avanzaban por las oscuras calleju<strong>el</strong>as en<br />
dirección a las afueras <strong>de</strong> Itin.<br />
-He dispuesto que uno <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> tu séquito, llamado Lamia, un lacayo <strong>de</strong> toda<br />
confianza, nos aguar<strong>de</strong> con los caballos y <strong>el</strong> equipaje fuera <strong>de</strong> la ciudad -susurró Larsín.<br />
-Le conozco y tienes razón -dijo <strong>Tivo</strong>-. Pero, a pesar <strong>de</strong> todo, espero que no le habrás<br />
dado <strong>de</strong>masiada información sobre lo que nos proponemos hacer.<br />
-No te preocupes. Sólo sabe que partimos <strong>de</strong> incógnito, pero no hacia dón<strong>de</strong>. Para<br />
<strong>de</strong>sviar sus sospechas le he citado en <strong>el</strong> camino que conduce a la capital. Así, cuando<br />
11