Pedro Halffter - Publidisa
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HAENDEL<br />
Conciertos para órgano, opus 4<br />
Accademia Bizantina<br />
Stefano Montanari, violín<br />
Marco Frezzato, violonchelo<br />
Ottavio Dantone, órgano y dirección<br />
DECCA L’Oiseau Lyre 478 1465<br />
Los Conciertos para órgano, opus 4 nacieron como<br />
aditamento extraordinario en los intermedios de los<br />
conciertos dedicados a los exitosos oratorios de su<br />
autor. Ottavio Dantone lo presenta en su integridad en<br />
su segunda grabación junto a la Accademia Bizantina<br />
para el sello Decca en su renovada colección de L’Oiseau<br />
Lyre. Se trata de una de las más espléndidas y originalidades<br />
contribuciones a las celebraciones del 250º<br />
aniversario de la muerte de Georg Friedrich Haendel.<br />
Entre las particularidades que cabe destacar están el<br />
hecho de que es la primera vez que el conjunto graba<br />
estas obras, la inclusión por parte de Dantone preludios<br />
a modo de improvisaciones personales antes de<br />
varios de los conciertos siguiendo la costumbre del<br />
propio autor, y, por último, la curiosidad de ubicación<br />
de la realización de la grabación, efectuada en Halle, la<br />
ciudad natal del compositor, concretamente en la Iglesia<br />
de San Bartolomé, donde muchos de los familiares<br />
de Haendel celebraron sus matrimonios. Anécdotas<br />
aparte, la interpretación de Dantone aúpa al maestro<br />
italiano del teclado a la órbita internacional de teclistas<br />
de primer orden que tanto echa de menos a un<br />
Simon Preston y que sigue aún disfrutando de Ton Koopman,<br />
por ejemplo. Las mencionadas improvisaciones<br />
de Dantone merecerían un estudio aparte de páginas<br />
y páginas, pues representa su mayor aportación<br />
original a estos conciertos, junto con sus aciertos en<br />
el color y el contraste concertante, y consigue dar fe<br />
de su maestría y rango profesionales en el teclado.<br />
Dantone alcanza esta liga de estrellas del órgano secundado<br />
por una orquesta hecha a su medida y que<br />
aporta una luz muy ligera y mediterránea a la interpretación<br />
de estas obras tardías y londinenses de Haendel.<br />
■<br />
FAURÉ: Réquiem<br />
RICHARD STRAUSS: Cuatro últimos Lieder<br />
Teresa Stich-Randall, soprano;<br />
Gérard Souzay, barítono<br />
Unión Coral de la Tour-de-Peilz<br />
Orquesta de la Suisse Romande<br />
Director: Ernest Ansermet<br />
CASCAVELLE RSR VEL 3135<br />
Ya existe un registro oficial del Réquiem de Fauré<br />
realizado por Decca en 1955 con Suzanne Danco y<br />
Gérard Spuzay, pero aquí se recoge una versión de<br />
concierto, grabada en Ginebra el 20 de febrero de<br />
1957. De cultura protestante, Ernest Ansermet poseía<br />
una visión muy filosófica de la religión, mientras que<br />
la intención de Fauré al crear su particular misa de difuntos<br />
no era sino la de la muerte como “una aspiración<br />
a la bondad del más allá, un paso doloroso, una liberación<br />
dichosa”.Así, fuera de ostentaciones, este Réquiem<br />
incita a escuchar se como una bella iniciación a<br />
la serenidad. Ansermet proporciona una lectura muy<br />
fiel del texto, llena de recogimiento y fervor. Gérard<br />
Souzay se deja escuchar en su soberbia interpretación<br />
que supera, como le ocurre al registro en general, a la<br />
mencionada grabación en estudio con el mismo Ansermet.<br />
Por su parte, la página de Richard Strauss que<br />
aquí también se inserta en este trabajo, los Cuatro últimos<br />
Lieder para soprano y orquesta, ese una despedida<br />
en vida que el autor bávaro efectuó a su trayectoria<br />
vital y a su propia esposa, a quien siempre tuvo<br />
en mente en esta su última obra lírica. Ansermet concibe<br />
el conjunto de estas cuatro canciones como una<br />
página sinfónica con palabras, dotando de unidad y cohesión<br />
al conjunto en mayor medida que muchas otras<br />
versiones aplaudidas. Para la ocasión, el veterano director,<br />
acercándose en esta versión a una profundidad<br />
emotiva de gran magnitud, se hace acompañar de una<br />
artista de la auténtica escuela vienesa como es Teresa<br />
Stich-Randall, quien también interviene en el “Pie Jesu”<br />
del Réquiem de Fauré. La soprano no pasa por alto ni<br />
una sola nota, ni los técnicos arabescos ni los expresivos<br />
intervalos de gran elegancia así como su exaltación<br />
de cada verso. ■<br />
M 11