08.05.2013 Views

anuario 2011 en pdf - Asociación de Ex Alumnos - Colegio Marianista

anuario 2011 en pdf - Asociación de Ex Alumnos - Colegio Marianista

anuario 2011 en pdf - Asociación de Ex Alumnos - Colegio Marianista

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Gracias,<br />

<strong>Colegio</strong> <strong>Marianista</strong><br />

Cuando me pidieron escribir estas líneas<br />

para la revista <strong>de</strong> ex alumnos, p<strong>en</strong>sé que<br />

no era el indicado para ello. Pero <strong>de</strong>je<br />

fluir mi lapicera y fui recordando toda<br />

esa vida marianista que me <strong>de</strong>jó muy<br />

marcado para siempre.<br />

Cuando <strong>en</strong> 1950 llegué al colegio acompañado<br />

<strong>de</strong> mis padres y <strong>de</strong> mi hermano –ya que<br />

él hacía dos años que había empezado–, subí<br />

las escalinatas <strong>de</strong> la vieja casona vestido con mi<br />

guardapolvo gris y saco azul y s<strong>en</strong>tí el miedo a<br />

lo <strong>de</strong>sconocido. ¿Quién sería mi maestro?<br />

¿Quiénes mis compañeros? ¿Cómo sería mi<br />

aula? En aquellos tiempos no existía el jardín<br />

<strong>de</strong> infantes, sino que se <strong>en</strong>traba a primero<br />

inferior, luego a superior, segundo y así hasta<br />

sexto grado, para pasar luego a los cinco años<br />

<strong>de</strong>l secundario.<br />

Cuando vi a mi maestro, el señor Juez,<br />

vestido con un traje negro pero una mirada<br />

ll<strong>en</strong>a <strong>de</strong> ternura parado fr<strong>en</strong>te a nosotros,<br />

sonri<strong>en</strong>te, para recibir a sus nuevos alum-nos,<br />

me dio valor para seguir a<strong>de</strong>lante y ver quiénes<br />

serían mis compañeros <strong>en</strong> esta nueva odisea ya<br />

que todos nos estábamos mirándonos los unos<br />

a los otros. No sabíamos que ese día sería el<br />

inicio <strong>de</strong> algo que nos <strong>de</strong>jaría la marca<br />

in<strong>de</strong>leble <strong>de</strong>l sello marianista, ya que con<br />

varios <strong>de</strong> aquellos compañeros continua-mos<br />

toda la primaria y la secundaria y aún luego, a<br />

lo largo <strong>de</strong> nuestras vidas.<br />

Recuerdo al hermano Saralegui, que estaba<br />

<strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to como director, y al señor<br />

Fernán<strong>de</strong>z, a cargo <strong>de</strong> la primaria, los cuales<br />

nos saludaron y nos <strong>en</strong>tregaron a nuestro<br />

primer maestro, el señor Juez, que nos llevó <strong>en</strong><br />

una fila colocándole la mano <strong>en</strong> el hombro al<br />

compañero <strong>de</strong> a<strong>de</strong>-lante. Pasamos por un patio<br />

al que daban varias habitaciones; una <strong>de</strong> ellas<br />

sería aquella <strong>en</strong> la que transcurriría todo ese<br />

año.<br />

Luego pasaron los maestros Zalazar,<br />

Atucha, Sá<strong>en</strong>z, Ochoa, González y Péllez para<br />

completar el ciclo primario. En la secundaria<br />

nos unimos con el otro curso para fundirnos <strong>en</strong><br />

una misma unidad y compañerismo. De ahí <strong>en</strong><br />

a<strong>de</strong>lante, pe-queñas gran<strong>de</strong>s <strong>en</strong>señanzas que<br />

me marcaron y acompañaron para toda la vida:<br />

50 años/Bachillerato<br />

la <strong>de</strong>l señor Crespo, que nos habla-ba <strong>de</strong> la<br />

cibernética, gran<strong>de</strong>s máquinas que iban a regir<br />

el cambio <strong>de</strong> la humanidad (las actuales<br />

computadoras); el señor Barbudo, hoy <strong>en</strong> día<br />

sacerdote, nos hizo ver qué es lo importante<br />

con su ejemplo <strong>de</strong> vida; el señor B<strong>en</strong>ito, con su<br />

botánica y anatomía; el señor Marcos, con las<br />

mate-máticas; el señor M<strong>en</strong>oyo, con el amor a<br />

la lectura, a la <strong>de</strong>mocracia y a la redacción; los<br />

sacerdotes Marañón, Gor<strong>de</strong>juela y Urquía,<br />

inculcándonos el espíritu cris-tiano y el amor a<br />

María; el señor Aspe y González, con física y<br />

química y sus ex-perim<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> el laboratorio,<br />

hoy inexist<strong>en</strong>te, puesto que eran unas piezas<br />

pegadas al patio arriba <strong>de</strong> las cuales vivía el<br />

leg<strong>en</strong>dario “Toscanito” que, con una sonrisa,<br />

siempre limpiaba los patios.<br />

El día <strong>en</strong> que nos recibimos no fue el final<br />

<strong>de</strong> mi apego al colegio ya que ahí conocí a la<br />

madre <strong>de</strong> mis hijos, hermana <strong>de</strong> dos ex<br />

alumnos, con la que formamos una familia que<br />

unió el padre Atucha y <strong>en</strong> la que tuvimos tres<br />

hermosos hijos, un varón y dos mujeres.<br />

Cuando llegó la hora <strong>de</strong> elegir colegio, no<br />

dudamos <strong>en</strong> mandar-los al <strong>Marianista</strong>;<br />

com<strong>en</strong>zaba primer grado justo cuando mi<br />

cuñado m<strong>en</strong>or com<strong>en</strong>zaba quinto año. Para<br />

seguir con esta tradición, si Dios quiere, está<br />

anotada <strong>en</strong> el jardín la tercera g<strong>en</strong>eración <strong>de</strong> la<br />

familia Reissig. Por aquí también pasaron mi<br />

hermano y mis primos.<br />

Carlos A. Reissig<br />

Mauro, 1962<br />

Promoción 1961<br />

Anuario <strong>2011</strong> |9

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!