anuario 2011 en pdf - Asociación de Ex Alumnos - Colegio Marianista

“El espíritu de familia se hizo carne”
Una carta desde Benin (1)
para los Exalumnos Marianistas
Hno. Joseph
Makliwè Adaki, SM
15 de agosto de 2011
Pèporiyakou,
Queridos exalumnos marianistas argentinos:
“El espíritu de familia se hizo
carne”. Así me gustaría titular esta
carta que escribo para todos ustedes,
los que encontré y los que no encontré
todavía. Durante mi estadía en Argentina, entre
ustedes me sentí muy bien recibido, muy
amado, no como turista o estudiante sino como
religioso marianista, como ex alumno marianista
de otro continente, África.
Existía un vínculo entre ustedes, entre
ustedes y yo, un vínculo que la lógica humana
no podría explicar. Para mí es lo que queda de
nuestro pasaje por los colegios marianistas: el
espíritu de familia. En esta carta, en primer
lugar, voy a presentarme; en segundo lugar,
hablaré de lo que me fascinó en Argentina; y en
tercer y último lugar, compartiré mis preocupaciones
actuales.
Para empezar, me presento. Me llamo
Adaki Makliwè Joseph. El apellido “Adaki”,
en mi lengua materna Kabiè, es una pregunta:
“¿Quién llegará?”. Mi primer nombre,
Makliwè –también en mi lengua–, es una
respuesta que contesta a la pregunta de mi
apellido. Significa: “Voy a superar y doblarlos”.
Así es en mi pueblo o generalmente en
África. Los nombres tienen un sentido, una
manera de comprender el mundo. Casi siempre
son nombres de esperanza que dan ánimo o
que dan “polenta”. Mi segundo nombre
“Joseph” o “José”, de verdad no aparece en mi
documento. Es mi nombre del bautismo. Me
bautizaron a los seis años de edad y resultó
difícil agregar este nombre en mi documento.
El 18 de septiembre cumpliré 29 años. Soy
el mayor de mi familia compuesta de mis dos
padres, cuatro hermanos y una hermana. Fue
complicado en principio dejarla para seguir mi
vocación. Mis padres contaban mucho
conmigo. Me animaban a estudiar medicina
porque es lo yo que quería ser antes de
descubrir a los marianistas en el Colegio
Chaminade de Kara, en mi ciudad.
Mi primer contacto con ellos fue en un
contexto de fe. En la casa que alquilaban mis
padres vivían algunos alumnos marianistas,
un religioso marianista y un postulante. Para
recibir la primera comunión tenía que hacer la
catequesis. Ellos me anotaron entonces en el
Colegio Chaminade. A pesar de que no era yo
alumno de allá, me aceptaron. Quedé muy
asombrado por la belleza del Colegio, por el
nivel de conocimiento de sus alumnos y de la
sencillez, de la apertura de los maestros de
catequesis que se llamaban “Hermanos”. No
sabía el por qué de este nombre destinado
especialmente para ellos.
Cuando entré efectivamente en el Colegio
en el año 1998 como alumno, entendí lo que es
ser “Hermano Marianista”. Así nació mi
vocación: me enamoré de los marianistas, de
la Virgen María. En enero de 2002 empecé el
postulado y en septiembre de ese año entré en
el noviciado a pesar de las lágrimas de mi
madre. Hice dos años en el noviciado y tres en
el escolasticado en Costa de Marfil dónde
estudié Ciencias de la Educación.
En 2007 me enviaron a Benín acompañado
por otros dos hermanos para abrir un Colegio
Marianista. Nada fue fácil en esta primera
experiencia misionera. Teníamos que hacer
cosas por nuestros propios esfuerzos, aceptar
la vida humilde, las privaciones. Pero la
felicidad no faltaba en nuestros corazones.
Después de dos años hice los votos perpetuos y
volví a Costa de Marfil para terminar mis
estudios.
Como si fuera un regalo del cielo, tuve la
suerte de viajar a la Argentina a fin de ese año
2009. Allá viví más o menos un año. Pasé lo
mejor posible ¿Qué experiencia llevo de ese
país tan generoso?
Queridos amigos, mi estadía entre ustedes
fue un éxito total. Muchas cosas me gustaron:
el mate, la comida, las calles, la gente. En
principio, me costó un poquito por el tema de la
lengua, del frío y de la soledad. Pero la disponibilidad
de la gente a escucharme, a ayudarme
por cualquier cosa, me sacó de estas dificultades.
Me acuerdo de los alumnos o ex alumnos
marianistas que trataban de manejar el inglés
para traducirme lo que se decía en castellano.
Son chicos y chicas muy inteligentes que tienen
el sentido de la amistad y del respeto al otro
a pesar de las diferencias de género o de raza.
Reconozco que visité muchos sitios
turísticas como “la caminata” en Boca, la
basílica de Lujan, la cancha de River, La Plata y
otros, gracias a ustedes. Me fascinaba verlos
cuando se encontraban en el campo de deportes
para jugar o para la misa o una cena. Se nota la
cercanía que cada uno de ustedes tiene por los
demás, las amistades que alimentaron desde las
aulas y que siguen desde hace más de 50 años.
No puedo callarme sobre su sentido de
servicio. Muchos de ustedes forman parte de la
Fundación Misión Marianista como voluntarios.
Por este medio ponen generosamente
sus fuerzas y amor para ayudar a los más
necesitados. El ejemplo de ese año fue la
kermés, organizada para el Chaco y el Instituto
de Fátima. Especialmente fueron ustedes y los
padres los que coordinaron las actividades.
Para mí, esta dinámica de vida del Colegio
Marianista es única. Hay algo que mantiene
esta llama en ustedes, en mí también: es el
espíritu de familia. Y agrego que el espíritu de
familia se hizo carne en su colegio porque se
vive concretamente. Espero que sea así en el
mío dentro de diez años.
Queridos amigos: hacer crecer el espíritu
de familia en mi colegio es una de mis preocupaciones.
En efecto, desde que me nombraron
Director del Colegio Chaminade de
Pèporiyakou (Benín), mi sueño más alto es
trabajar para construir en este colegio una
familia educativa marianista como la de su
colegio. Apenas llegué, con la primera promoción
de ex alumnos de este año formamos una
comisión para que se junten todos y sigan
participando de la vida del colegio.
La próxima cosa que haré es iniciar la
Fundación Solidaridad Marianista (FSM) de
Benín que podrá coordinar la misión caritativa
de nuestra comunidad educativa. Por ahora son
vacaciones acá, pero estoy gastando mis
fuerzas para preparar el comienzo del año
lectivo, programado para octubre, haciendo
callejones en el patio, plantando árboles, flores
y césped, organizando la biblioteca, dirigiendo
la construcción de la dirección y del internado.
¡Miren como el campo de la misión marianista
es grande!
Me gustaría que ustedes “escriban sus
nombres” en la tierra africana. Por eso, los
invito a participar en esta misión: ayudando a la
construcción del laboratorio, de la capilla, de la
sala de computadoras, a la introducción de la
enseñanza del español en lugar del alemán,
ayudando a los pobres, que son inteligentes
pero por falta de recursos no puedan estudiar en
el colegio. Cuento mucho con ustedes para
superar estas preocupaciones.
Queridos amigos: el bien que me hizo mi
estadía entre ustedes es impagable. Conocí
gente valiosa como Pancho y el padre Alfonso,
aprendí muchas cosas de ellos. ¡Que Dios los
reciba en sus manos! Ese paso fue como para
completar mi experiencia marianista.
Gracias a todos y a todas por lo que hicieron
por mí. Compartimos momentos de felicidad y
momentos de pena. Es lo que comparten amigos,
hermanos. Quedemos en esta dinámica
por medio del Internet o de las visitas.
Mando un abrazo especialmente para cada
uno desde mi tierra africana.
(1) La República de Benín es un país de África
occidental que limita al oeste con Togo y Burkina
Faso, al este con Nigeria y al norte con Níger.
Antigua colonia francesa, conocida con el nombre
de Dahomey, el país alcanzó la independencia el 1º
de agosto de 1960 como República de Dahomey.
En 1975 adoptó el nombre actual de República de
Benín.
Hno. Joseph Makliwè ADAKI, SM
Religioso Marianista de Togo
Director del Colegio Chaminade de
Pèporiyakou (BENIN)
B.P.770 Natitingou-BENIN
E-mail: adakimack@yahoo.fr;
adakimack@facebook.com;
adakimack@skype.com
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