anuario 2011 en pdf - Asociación de Ex Alumnos - Colegio Marianista

Sumario
2.
3.
4.
5.
6.
8.
9.
Asociación de Exalumnos
Un comienzo diferente... siguiendo el mismo derrotero
Jorge Toscano
Presentación
Vidal Ochoa, nuevo asesor de la Asociación de Exalumnos
Chaminade y los exalumnos marianistas
P. Andrés Tocalini, SM
Estupor y pesar por su fallecimiento
Nos dejó el padre Alfonso Gil
Una reflexión para los exalumnos marianistas
Guillermo José Chaminade, Hombre de Fe, nos
convoca hoy, a los 250 años de su nacimiento
P. Alfonso Gil SM
Esto pasaba en 1961
50 años / Bachillerato
Gracias, Colegio Marianista
Carlos A. Reissig
50 años / Magisterio
12. Escuela Normal del Colegio Marianista
Maestro Normal Nacional del Instituto “Nuestra Señora
del Pilar” (A–59)
Juan Ramiro Fernández Ugarte - Agustín Pereda
14. Sentidos adioses (a Pancho y al padre Alfonso)
Un alumno marianista, futuro santo
16. ¿Conocemos a Faustino?
Aportó Mauro A. Fernández
18. 40 años más tarde
Norberto Rodríguez Melgarejo
Lorenzo Aspe
19. Feliz Cumpleaños, “Vasco”
Héctor Arrigo
20. La kermesse marianista
Eduardo Carmena
22. Esto pasaba en 1986
1986 - 5º A
23. Un maravilloso balance de trigo y cizaña
Hernán H. Pagés
1986 - 5º B
27. Lo que el colegio me dejó
Matías Puente Solari
1986 - 5º C
30.
De los ideales a la responsabilidad
Juan Pablo Guereño
Don Pedro Valentina
32. Marianista tiempo completo
Vidal Ochoa
Una carta desde Benin para los exalumnos marianistas
34. “El espíritu de familia se hizo carne”
Hno. Joseph Makliwè Adaki, SM
36. La magia del Colegio Marianista
Adolfo Andrés Valvaroza (Dream Makers)
2006 - 5º A
40. Recuerdos de cinco años de egresada
Natalia Álvarez Zabaleta
2006 - 5º B
42. Nuestra herencia
Pablo Nicolás Estévez
2006 - 5º C
44. Volver a pasar por el corazón...
Luciano D´Odorico
46. La Escuela de Fátima de Villa Soldati
Gustavo Magdalena
Ochenta años, tres generaciones, cinco exalumnos...
48. Un mismo “faro que siempre dirige con su vivo resplandor”
Tomás Merlos, Juan Alberto, Tomás Ricardo, María Victoria y Fernando Merlos
52. Ser Marianista en el mundo
José Luis “Perico” Pérez
55. Docentes jubilados 2010-2011
55. Oración de San Francisco de Asís
56. Recuerdos del Día del Exalumno 2010
58. Fundación Misión Marianista
59. Oración por el fútbol
Antonio Díaz Tortajada
60. Campeones Torneo 2010
63. Nuestro Campo de Deportes "Francisco Ruiz de Angulo SM"
Pura - Jorge Toscano
65. Torneo 2011
Editor responsable:
Asociación de Exalumnos Colegio Marianista de Buenos Aires
Responsable de publicación:
Mauro Fernández
Colaboración general:
Gabriel Mendiguren
Corrección:
Matilde Devoto
Diseño de tapa:
Matías Delfino
Diseño interior:
Talleres Gráficos Inca
Impresión:
Kollor Press S.A.

Asociación de Exalumnos
Un comienzo diferente...
siguiendo el mismo derrotero
Jorge Toscano
ASOCIACIÓN DE
EX ALUMNOS
COLEGIO MARIANISTA
Asesor:
OCHOA, Vidal
Presidente:
TOSCANO, Jorge
Vicepresidente:
MERLOS, Tomás
Secretario:
DANERI, Carlos
Tesorero:
SOCORRO, Juan
Intendente:
TAPIA, Carlos
Encargado Deportes:
MENÉNDEZ, Gerardo
Publicaciones:
FERNÁNDEZ, Mauro
Bolsa de trabajo:
DEVOTO, Pablo
Página Web:
CARMENA, Sebastián
Vocales:
ARRIGO, Héctor
CASTELLI, Enrique
GARCÍA Ricardo
GUEREÑO, Jorge
LEOZ, Daniel
MENDIGUREN, Gabriel
QUERALTO, Jorge
SIFFREDI, Luis
Palabras de Jorge Toscano, Presidente de
Exalumnos, al iniciar en marzo las actividades
ordinarias de la Asociación.
Q
uerido Pancho, Hoy, en estos primeros
días de marzo de 2011, nos
encontramos reunidos los integrantes
de esta Comisión de Ex alumnos,
dispuestos a comenzar un nuevo año.
Siempre, llegada esta época, vos me llamabas
para organizar la primera reunión, la que
me decías era de fundamental importancia para
impulsar el año y fijar el rumbo del mismo.
Pero en esta oportunidad no fue así.
Enseguida nos dimos cuenta de que teníamos
que “autoconvocarnos” sin esperar ese cálido
llamado.
Es así como hace unos días, la palabra
“Retorno” en el Asunto de los correos electrónicos
sirvió como llamado para que hoy
estemos aquí nuevamente; pero esta vez sin tu
presencia física.
Esto me recuerda la escena del Evangelio
referida a la partida de Jesús también al Cielo:
los discípulos reunidos, temerosos, con
interrogantes y sin saber cómo seguir ante la
partida de su Maestro. Pero enseguida el
Espíritu de Dios los invadió y los lleno de luz,
dándoles la fuerza que necesitaban para salir al
mundo a proclamar la verdad.
Hoy también a nosotros nos puede pasar lo
mismo; y, al igual que a Pedro, Juan, Santiago
y demás discípulos, recibamos el mismo
Espíritu de Dios y el tuyo, querido Pancho,
para continuar este camino que a lo largo de
estos años te propusiste mostrarnos e
inculcarnos, con-siguiendo contagiarnos tu
entusiasmo por animar desde la Comisión a
todos los ex alumnos.
Por eso, querido Pancho, con tu intercesión
ante Dios nuestro Señor, estamos
dispuesto a seguir tu camino que es el de Jesús
y María, reunidos bajo su amparo, guía y
protección, con la responsabilidad y entrega
generosa que vos nos supiste mostrar y
transmitir. Pedimos ser fieles a tu legado de
servicio y entrega a todos los ex alumnos de
nuestro querido Colegio Marianista.
Jorge Toscano
toscano1@fibertel.com.ar
Presentación
Vidal Ochoa,
nuevo asesor de la
Asociación de Exalumnos
Muy queridos exalumnos: No sé si
quedará alguno de vosotros sin
haberse enterado del fallecimiento,
un tanto inesperado, de don Francisco
Ruiz de Angulo, animador
incansable de la Asociación a través de la
Comisión Directiva. No ahorraba tiempo ni
esfuerzo para que las actividades salieran
adelante, cuidando instalaciones y servicios.
Hace unos años me invitó a acompañarle en
esa tarea, a la que accedí con mucho gusto.
Su ausencia es difícil de llenar. En una de
las primeras reuniones de Comisión, ya sin
Pancho, nos visitó el padre Andrés Tocalini,
superior Marianista, para dar ánimo a sus
integrantes. Ahí me pidió que siguiera como
asesor oficial de la Comi-sión, propuesta que
acepté con mucho gusto y agradecí. Aprovecho
esta oportu-nidad para hacerlo públicamente.
Quiero decirles que yo también soy ex
alumno marianista, y me siento identificado
con vosotros.
Conocí a los marianistas en España en
1946, con 15 años, estando bajo su educación
hasta los 18. A esa edad decidí entrar a formar
parte de la Compañía.
Terminado ese período, me invitaron a ir a
la Argentina y seguir allí mi formación y
preparación para la docencia, que era la vocación
misionera primordial de la Institución.
En noviembre 1949, con mis 18 años recién
cumplidos, me embarqué para Buenos Aires
con seis jóvenes más. Entre ellos, nuestro
querido Otilio Ortega ¡Cuántos ex alumnos
pasaron por su mano! Como responsable del
grupo, ¿quién viajaba?: don Francisco, con
muy poca diferencia de edad.
De entrada, los planes de estudios eran bien
apretados. En primer lugar, había que sacar el
Bachillerato en tres años. Simultáneamente,
rendíamos un examen de aptitud pedagógica.
Este título nos daba la posibilidad de dictar
clase en escuelas primarias privadas de la
Capital Federal y Territorios Nacionales.
Después de esos tres años intensivos, uno
era destinado a su futuro lugar de trabajo: Chile
o Argentina. Así es como, en 1953, me
estrenaba como maestro en el Colegio
Marianista de Buenos Aires. Ejercí durante
ocho años. En 1961 fui nombrado director del
Primario. Fueron cuatro años. En 1965, tuve
que tomar la Rectoría en el recién fundado
Colegio San Agustín de 9 de Julio.
En 1968 volví a Buenos Aires para hacerme
cargo de la Rectoría, que duraría hasta 1978.
Fueron diez años de gran crecimiento en todos
los campos y estamentos. Muchas actividades
y servicios. Gran espíritu de familia: marianistas,
docentes laicos, padres. Gran colaboración,
lealtad. También hubo algunos tiempos
políticos difíciles y tristes.
En cuanto a mi actividad de aula disminuyó
por los cargos, aunque nunca dejó de tener
alguna presencia, necesaria para conocer al
alumnado. Dicté Lengua, Historia, Educación
Cívica, Filosofía y Lógica, Historia de la Educación
Argentina en la Normal y Relaciones
humanas y laborales en la Escuela Técnica de
Catriel.
Mis veinticuatro años de presencia activa
en el Colegio Marianista de Buenos Aires han
creado en mí una relación entrañable con
docentes, familias, alumnos y ex alumnos.
Todo esto me ha creado una enorme motivación
para acompañarlos desde la Comisión
Directiva en cualquier tarea, iniciativa o
servicio que vaya en beneficio de los ex
alumnos, sea jóvenes o veteranos; e invitarlos a
su vez, a todos, que se ofrezcan con la poca o
mucha participación que puedan a favor de la
Familia Marianista.
Aprecio y quiero mucho todo lo marianista
y admiro a todos los que ponen el hombro.
Espero poner el mío desde la Comisión Directiva
hasta donde den las fuerzas.
Os deseo lo mejor a cada uno. Ofrezco mi
servicio personal también.
Os saluda, Vidal Ochoa
Vidal Ochoa,
primero a la derecha,
durante la
escrituración del
predio de la esquina.
2 | Anuario 2011 Anuario 2011 |3

Chaminade
y los exalumnos
marianistas
P. Andrés D. Tocalini sm
Los que llevamos algunos años de ex
alumnos marianistas tenemos que
reconocer que en “nuestra época” de
alumnos en el Colegio oímos hablar
poco y nada de Chaminade, el Fundador
de la Familia Marianista. Y algunos un poco
distraídos, hasta creyeron que ese señor que
había en algún cuadro perdido por ahí era
Cristóbal Colón; y ciertamente no podía causar
sorpresa, sabiendo que estábamos en una
institución fundada por “gallegos”.
Pero también tenemos que reconocer que
cuando tenemos la oportunidad de conocer
más profundamente al Beato Guillermo José
Chaminade, nos damos cuenta de que su
carisma estaba presente en la vida cotidiana de
nuestro Colegio. Todos podemos reconocer los
rasgos característicos de lo marianista: el
espíritu de familia, el modo de vivir la fe con
sencillez y encarnada en la vida, el ambiente
comunitario, la formación integral en la
libertad y la responsabilidad, un sano
humanismo que potencia nuestras posibilidades
personales, un cariño especial a la
Virgen María.
Cuando el padre Chaminade comenzó a
optar por la educación como medio para llevar
adelante la misión que había recibido, tenía
muy claro que “las letras y las ciencias” eran
muy importantes, pero no como un fin en sí
mismas, sino como camino para formar
“apóstoles”: hombres y mujeres de fe que,
comprometiéndose con la realidad y con el
Evangelio, lograran “la regeneración” de su
Patria. Su trabajo con los niños y jóvenes
alumnos de los centros educativos marianistas
no se agotaba en las clases y actividades
escolares, sino que eran una especie de
inversión a largo plazo: formar a quienes,
siendo adultos, podrían llevar adelante “la
transformación”, diríamos hoy, de la sociedad.
Por eso es que, en este Año de Chaminade,
los exalumnos marianistas tenemos que
hacernos una pregunta. Sí, una pregunta que
vaya más allá del recuerdo nostálgico y
agradecido de nuestro tiempo en el Colegio
Marianista.
Como ex alumnos marianistas, ¿estamos
respondiendo a ese sueño “chaminadiano”?
¿Somos personas que con nuestro
compromiso personal estamos colaborando en
la “transformación” de nuestra sociedad para
que sea cada vez más humana? ¿Asumimos
nuestra misión de ser “apóstoles” en nuestra
propia realidad, encarnando los valores del
Evangelio, con sencillez y un profundo
sentido de fe? ¿Se nota que somos marianistas
en nuestras opciones y decisiones familiares,
laborales, sociales, políticas?
La Familia Marianista de Argentina está
viviendo en este año una profunda renovación
espiritual reencontrándonos con el padre
Chaminade y, a través de él, con lo esencial del
carisma marianista. Desde nuestra pobreza y
con sencillez, estamos llevando adelante una
misión educativa y evangelizadora que se
expande –más allá de nuestras presencias ya
“tradicionales” en Buenos Aires, Junín, 9 de
julio o General Roca– especialmente a través
de la obra educativa de Fátima en Villa Soldati,
en la Ciudad de Buenos Aires, y los proyectos
de promoción humana y social que la
Fundación Misión Marianista está llevando
adelante en diversos lugares del país.
Queremos invitarte a que no te quedes
como ex alumno sólo con los recuerdos y el
orgullo de “llevar la camiseta” marianista. Te
necesitamos para que, en este tiempo nuevo
que experimenta el mundo en el que vivimos,
puedas unirte a la misión marianista de
Argentina que intenta responder a esa
situación con estrategias renovadas y
proyectos nuevos. Todos tenemos algo para
aportar: dones personales, recursos, tiempo,
ideas, creatividad, presencia, contactos,
apoyo. El padre Guillermo José Chaminade
repetía incansablemente: “Todos somos
misioneros”. Sí, cada uno desde la realidad
que hoy le toca transitar, estamos llamados a
ser misioneros al estilo marianista.
Esperamos contar con vos.
P. Andrés D. Tocalini sm
Animador de la Región Marianista
de Argentina
tocalini.andres@marianista.edu.ar
Estupor y pesar por su fallecimiento
Nos dejó el Padre
Alfonso Gil
Las noticias se sucedieron demasiado vertiginosamente.
Esto decían los partes que el
colegio daba a conocer sobre la inesperada y
absurda muerte del padre Alfonso Gil.
3 de agosto de 2011
El día lunes 1 de agosto en horas de la tarde,
el Padre Alfonso Gil, viajando a la ciudad de 9
de Julio, sufrió un accidente dentro del micro
antes de llegar a la terminal. Los mismos choferes
lo llevaron al hospital donde se le practicaron
las primeras curaciones y se le hizo una
tomografía computada por el fuerte golpe en la
cabeza.
Al no contar la ciudad de 9 de Julio con el
instrumental y el especialista médico para esa
circunstancia, se comenzó a buscar un lugar
para trasladarlo. No se consiguió en ninguna
terapia intensiva de Buenos Aires. Finalmente
se habilitó un lugar en el Sanatorio Junín donde
llegó a las 4 de la mañana.
Evaluada la situación (dos vértebras cervicales
fracturadas) se decidió una intervención
quirúrgica con fines ortopédicos para fijar la
columna. Se ha realizado una interconsulta con
otro especialista y se ha confirmado el diagnóstico
y los procedimientos a realizar. Dada la
situación no es conveniente su traslado a Buenos
Aires en estas condiciones. Se está a la espera
de las prótesis necesarias para dicha intervención
que se realizará en el Sanatorio Junín.
Su estado es delicado. El daño real ocasionado
sólo se podrá evaluar después de la
operación, aunque lo que se puede preveer ya
por los estudios realizados es complicado y de
dificultosa rehabilitación.
Recemos por él para que el Señor lo fortalezca
y pueda mejorarse su situación actual. El
P. Manuel Prieto está acompañándolo en Junín.
Agradecemos a la comunidad educativa de
Junín su presencia y apoyo en estas circunstancias.
5 de agosto de 2011
En el día de ayer, 4 de agosto de 2011,
falleció el P. Alfonso Gil SM, sacerdote
marianista. Su deceso se produjo en la ciudad
de Junín, donde estaba internado desde el lunes
pasado.
Sus restos son velados en el día de hoy en el
Colegio Marianista de Buenos Aires. A las
13:00 hs. se celebrará una Eucaristía en la parroquia
Santa Julia (Av. Juan Bautista Alberdi
esquina Víctor Martínez) para pedir por su
eterno descanso y para dar gracias por su vida,
antes de llevar sus restos al cementerio de
Flores.
Toda la Familia Marianista eleva una
oración con la certeza de saber que Alfonso
descansa en paz y que Nuestra Madre, la
Virgen María, lo ha llevado a la presencia del
Dios de la Vida.
Reseña de la vida del P. Alfonso Gil SM.
Alfonso Gil nace en Bustillo del Monte (Santander, España) el 7 de diciembre
de 1927. Realiza sus primeros votos como religioso marianista el 21 de
septiembre de 1944 y su profesión definitiva el 12 de abril de 1950, en
Zaragoza.
Luego de haber estado destinado en Madrid y en el norte de África, se
prepara para el sacerdocio en Friburgo (Suiza) y es ordenado el 17 de julio
de 1955.
Desde 1957 y durante diez años, Alfonso permanece en Chile –primero en
Linares y luego en Santiago– hasta que es designado Superior Provincial de
la provincia marianista de Los Andes, unidad que animaba la vida religiosa
marianista en Argentina y Chile. Se traslada a Buenos Aires y cumple su
servicio como Provincial hasta 1975.
En 1976, el Capítulo General de la Compañía de María lo elige Asistente
General de Acción Apostólica y se traslada a Roma, donde permanece,
sirviendo con generosa entrega, hasta 1981.
De regreso a Buenos Aires, es designado Superior de la recientemente
creada Provincia marianista de Argentina, responsabilidad que ejerce entre
1982 y 1990.
La comunión fraterna con la vida religiosa no le es ajena.
Contemporáneamente a su provincialato, Alfonso también es Presidente de
la Conferencia Argentina de Religiosos (CAR). Su presidencia fue delicada,
prudente y también enérgica, pues estuvo marcada por el proceso militar,
por lo que tuvo que vincularse con las autoridades eclesiales y civiles de la
época para saber del paradero de algunos religiosos detenidos y, al mismo
tiempo, dar cuenta sobre el proceder de la vida religiosa argentina del
momento, que atravesaba un compromiso fuera de lo común.
En la década de los años 90 integra el Departamento de Teólogos de
CONFAR (Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos) aportando su
sapiencia, experiencia y fraterna colaboración propia de los que aman sin
reservas.
Entre 1991 y 1992 sirve en la ciudad de Catriel (Río Negro). Posteriormente,
es destinado a Nueve de Julio (1993-1998 y 2004-2010) y a Buenos Aires,
donde vivió entre 1999 y 2003 y adonde había retornado en febrero de este
año 2011.
Fuente: http://sitio.marianista.edu.ar
4 | Anuario 2011 Anuario 2011 |5

Una reflexión para los ex alumnos marianistas
Guillermo José Chaminade,
Hombre de Fe, nos convoca hoy, a los 250 años de su nacimiento
P. Alfonso Gil, SM
En el primer grupo de once ciudadanos
jóvenes franceses de Burdeos, que el 2
de febrero de 1800 iniciaban las
comunidades laicas marianistas bajo la
convocatoria del Beato Guillermo José
Chaminade, había tres estudiantes, dos
empleados de comercio, tres artesanos
(zapatero, fabricante de cartas y sombre-rero),
un director de colegio, un maestro de escuela y
un sacerdote. Paralelo a este grupo de varones
se inició también otro de mujeres: eran seis, de
procedencia socialmente plural como el de los
hombres. En común tenían la fe cristiana que
los igualaba en la dignidad de personas sin
borrar, sin embargo, sus funciones diversas, lo
que Chaminade expresaba diciendo: “Unión
sin confusión”.
¿Qué pretendía Chaminade? Vivificar la fe
cristiana en Francia, en Europa y en el mundo
entero.
Todos conocemos lo que supuso la Revolución
Francesa para Francia, el continente
europeo y el mundo. Su influencia nos llegó a
nosotros, americanos del Sur y del Norte, e
imprimió un sello en el proceso de la independencia
y organización sociopolítica. Estas
influencias fueron positivas y también negativas.
La mayor de las segundas fue el racionalismo
filosófico que socavó la fe de muchos e
intro-dujo en la cultura
una tendencia hacia la
secularización radical, la
descristianización e incluso
el ateísmo.
Hay que ubicar a
Chaminade en aquel
tiempo. Se propuso
evangelizar a personas,
agrupándolas en comunidades
de fe para
apoyarse recíprocamente,
y crear instituciones religiosas
–“el hombre que
no muere”, decía él–,
porque las órdenes religiosas,
regeneran su vida
y la prolongan bajo la
acción del Espíritu Santo.
Son las religiosas y religiosos marianistas,
cuya misión, en una parte importante, es dar
continuidad y carisma a las comunidades
laicas. Estas dos familias religiosas nacieron
dieciséis años más tarde que los grupos
–congregaciones marianas– de hombres y
mujeres laicos surgidos en 1800, en Burdeos.
En nuestra Argentina, vivíamos el Congreso
de Tucumán de 1816, “cauto para tomar
precauciones para emanciparse de su Rey y no
emanciparse de Dios y de su culto”, como
dijera Nicolás Avellaneda.
La Virgen María ocupaba un espacio
inspirador muy importante, muy vital, en la
espiritualidad y proyecto evangelizador de
Chaminade: María es la mujer de fe que tiene
la misión divina-humana de ofrecer a Cristo,
su Hijo, al mundo; Cristo, el único salvador del
hombre. Los marianistas, nos explica
Chaminade, “ayudamos a María a dar a Cristo
al mundo”.
Hay muchas semejanzas –por supuesto
que también diferencias profundas– entre
nuestro siglo XXI y el siglo XVIII-XIX del
beato Guillermo. El nuestro es continuación y
consecuencia de aquel tiempo: tendencia
secularizante hasta el ateísmo, descenso, por
lo tanto, en la fe de muchos, descristianización
de la familia y de la sociedad, ideologización
científico-filosófica,
desencuentro social,
desigualdad injusta,
exclusión o persecución
de la Iglesia, etc. Pero
simultáneamente surgieron
y surgen comunidades
cristianas vivas y
conscientes con una
dinámica evangelizadora
pujante. Muchos cristianos
saben que “hoy o se
es convencidamente místico
o se es nada”.
Chaminade nos
convoca a todos a creer y
a amar. Se cree para amar.
¿ Q u é d i c e h o y
Chaminade, a los 250 años de su nacimiento, a
un ex alumno marianista? Diría: vive tu fe
bautismal; no la vivas solo, “en diáspora”,
intégrate a una comunidad, sé apóstol de
Cristo, “ayuda a María” a anunciarlo al mundo,
reza, participa en la Eucaristía dominical
donde se engendra y regenera continuamente
la Iglesia, sé Iglesia… Y todo esto en tu familia,
tu trabajo, tu vida cultural, artística, política,
económica, relacional, deportiva, de necesario
ocio…
Oración a nuestros Fundadores
Señor Dios nuestro, Tú has
inspirado al Padre Chaminade y a
la Madre Adela de Trenquelléon la
fundación de una Familia
especialmente consagrada a María.
Te pedimos nosotros, los integrantes
de la Familia Marianista, nos
concedas por su intercesión la
gracia de una gran fidelidad al
carisma que nos han legado; un
vivo sentido de nuestra Alianza con
María a fin de dejarnos formar por
Ella a imagen de su Hijo y que por
medio de nosotros pueda continuar
su misión de Madre en la Iglesia.
Concédenos una visión clara de las
necesidades de nuestro mundo, para
que a ejemplo de nuestros
Fundadores, sepamos discernir la
misión apostólica que nos confías y
respondamos a ella con valor.
Aumenta nuestra Familia con
nuevas vocaciones a fin de que
pueda perpetuarse en la Iglesia
trabajando como misioneros de
María al servicio del Reino.
Te lo pedimos por Cristo nuestro
Señor. Amen.
Chaminade te diría también: veo con muy
buenos ojos la Asociación de Ex alumnos
Marianistas. Fortifíquenla. La bendigo. Vivan
lo que aprendieron en medio de un mundo al
que aman pero con el que no se mimetizan
trivialmente: “Unión sin confusión”, es decir,
“estén en el mundo y no sean del mundo” (Jn
17, 15). Lleven el buen anuncio a sus familias.
1761
1775
1785
1789
1791
1793/
1794
1797/
1799
1800
1816
1817
1817
1848
1850
P. Alfonso Gil, sm
FECHAS CLAVES EN LA VIDA DE
GUILLERMO JOSÉ CHAMINADE
Nace en Périgueux, Francia, benjamín de una familia
numerosa. María, desde muy niño, es algo decisivo
en su vida.
Hace su entrega a Dios, haciendo en privado los
votos de pobreza, castidad y obediencia.
Tres de sus hermanos son ya sacerdotes. El recibe la
ordenación sacerdotal en París.
Estalla la Revolución Francesa.
Es perseguido por no jurar la Constitución Civil del
Clero.
Época del terror. 300 personas son guillotinadas en
Burdeos, muchos de ellos amigos suyos
sacerdotes. Él sigue ejerciendo su ministerio, a
pesar de los peligros.
Es desterrado. Escoge Zaragoza, la ciudad de la
Virgen. Allí recibe del cielo la inspiración para lo
que hará más tarde.
Regresa a Francia. Funda la "Congregación",
movimiento de laicos, que se desarrolla
extraordinariamente.
Funda las Hijas de María Inmaculada (Marianistas).
Funda la Compañía de María (Marianistas). Entre
los siete primeros marianistas hay seminaristas,
profesores, comerciantes, obreros. Todos tendrán los
mismos derechos.
Se desarrolla la obra de Chaminade, superando
persecuciones, revoluciones; llegará a ser
encarcelado incluso.
Hace testamento en favor de los pobres de Burdeos.
Después de una larga vida entregada al Reino de
Dios el 22 de enero, llega a la casa del Padre.
6 | Anuario 2011 Anuario 2011 |7

61
Esto pasaba en 1961
Yuri Gagarin
llega al espacio
Juan XXIII da a
conocer la Encíclica
“Mater et Magistra”,
Alfredo Palacios
elegido senador
Sale al aire el Canal 11
Fallece Enrique Larreta
8 | Anuario 2011
En el mundo...
J
S
ohn F. Kennedy asume la Presidencia de los
Estados Unidos.
Es asesinado el líder nacionalista Patrice
Lumumba, Primer Ministro del Congo luego
de su independencia de Bélgica.
El soviético Yuri Gagarin se convierte en el
primer hombre en llegar al espacio exterior; el
norteamericano Alan Shepard lo emula poco
después; comienza la carrera espacial.
Fracasa la invasión norteamericana a la
Bahía de los Cochinos. El régimen de Fidel
Castro anuncia su alineamiento con Moscú.
Es asesinado el general Rafael L. Trujillo,
presidente y dictador por treinta años de la
República Dominicana.
Fallece el escritor estadounidense Ernest
Hemingway, Premio Nobel de Literatura.
El Papa Juan XXIII da a conocer la
Encíclica “Mater et Magistra”, donde se
redefine la Doctrina Social de la Iglesia.
En una noche es levantado el Muro de
Berlín, uno de los símbolos más conocidos de
la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
En nuestro país...
e realiza la primera edición del Festival de
Cosquín que se transformará en el
acontecimiento folclórico anual más importante
y desencadenará en los años '60 y '70
un boom por esta música.
El veterano dirigente socialista, Alfredo
Palacios, es elegido senador por la
Capital Federal.
El presidente Arturo Frondizi inicia
una larga gira por Oriente.
Ernesto “Che” Guevara, Ministro de
Industrias de Cuba, visita nuestro
país.
Ernesto Sábato da a conocer su obra
Sobre héroes y tumbas.
Fallece Enrique Larreta, autor de La
gloria de don Ramiro.
En nuestro país...
En el colegio...
En el mundo...
Comienza a salir al aire el Canal 11 de
televisión, “el canal de la familia”, como se lo
conoció entonces.
Tres accidentes aéreos sacuden al país y un
edificio de siete pisos se derrumba en el barrio
de Floresta.
En el colegio...
C
omienzan este año las Misiones Rurales;
la primera experiencia se desarrolla en
San Luis.
La Familia Marianista vive un gran dolor:
fallece el padre Marcos Gordejuela; su funeral
se realiza en la iglesia de Santa Julia.
El padre Juan Ramón Urquía es el nuevo
Rector del colegio y Superior de la
comunidad; el Sr. Vidal Ochoa, el nuevo
Director del primario.
El 24 de marzo se celebran los cincuenta
años de vida marianista del padre Gregorio
Marañón.
Para hacer frente a la construcción del
pabellón del frente, se emiten bonos
contribución.
En noviembre, se realiza con gran éxito
una nueva versión de la Kermesse Marianista.
Ese mismo mes, regresa a España el Sr.
Martínez Crespo después de muchos años de
entrega a la formación de alum-nos
marianistas.
Se compran tres lotes para la Colonia de
Córdoba.
Fallece el padre Marcos Gordejuela

Gracias,
Colegio Marianista
Cuando me pidieron escribir estas líneas
para la revista de ex alumnos, pensé que
no era el indicado para ello. Pero deje
fluir mi lapicera y fui recordando toda
esa vida marianista que me dejó muy
marcado para siempre.
Cuando en 1950 llegué al colegio acompañado
de mis padres y de mi hermano –ya que
él hacía dos años que había empezado–, subí
las escalinatas de la vieja casona vestido con mi
guardapolvo gris y saco azul y sentí el miedo a
lo desconocido. ¿Quién sería mi maestro?
¿Quiénes mis compañeros? ¿Cómo sería mi
aula? En aquellos tiempos no existía el jardín
de infantes, sino que se entraba a primero
inferior, luego a superior, segundo y así hasta
sexto grado, para pasar luego a los cinco años
del secundario.
Cuando vi a mi maestro, el señor Juez,
vestido con un traje negro pero una mirada
llena de ternura parado frente a nosotros,
sonriente, para recibir a sus nuevos alum-nos,
me dio valor para seguir adelante y ver quiénes
serían mis compañeros en esta nueva odisea ya
que todos nos estábamos mirándonos los unos
a los otros. No sabíamos que ese día sería el
inicio de algo que nos dejaría la marca
indeleble del sello marianista, ya que con
varios de aquellos compañeros continua-mos
toda la primaria y la secundaria y aún luego, a
lo largo de nuestras vidas.
Recuerdo al hermano Saralegui, que estaba
en ese momento como director, y al señor
Fernández, a cargo de la primaria, los cuales
nos saludaron y nos entregaron a nuestro
primer maestro, el señor Juez, que nos llevó en
una fila colocándole la mano en el hombro al
compañero de ade-lante. Pasamos por un patio
al que daban varias habitaciones; una de ellas
sería aquella en la que transcurriría todo ese
año.
Luego pasaron los maestros Zalazar,
Atucha, Sáenz, Ochoa, González y Péllez para
completar el ciclo primario. En la secundaria
nos unimos con el otro curso para fundirnos en
una misma unidad y compañerismo. De ahí en
adelante, pe-queñas grandes enseñanzas que
me marcaron y acompañaron para toda la vida:
50 años/Bachillerato
la del señor Crespo, que nos habla-ba de la
cibernética, grandes máquinas que iban a regir
el cambio de la humanidad (las actuales
computadoras); el señor Barbudo, hoy en día
sacerdote, nos hizo ver qué es lo importante
con su ejemplo de vida; el señor Benito, con su
botánica y anatomía; el señor Marcos, con las
mate-máticas; el señor Menoyo, con el amor a
la lectura, a la democracia y a la redacción; los
sacerdotes Marañón, Gordejuela y Urquía,
inculcándonos el espíritu cris-tiano y el amor a
María; el señor Aspe y González, con física y
química y sus ex-perimentos en el laboratorio,
hoy inexistente, puesto que eran unas piezas
pegadas al patio arriba de las cuales vivía el
legendario “Toscanito” que, con una sonrisa,
siempre limpiaba los patios.
El día en que nos recibimos no fue el final
de mi apego al colegio ya que ahí conocí a la
madre de mis hijos, hermana de dos ex
alumnos, con la que formamos una familia que
unió el padre Atucha y en la que tuvimos tres
hermosos hijos, un varón y dos mujeres.
Cuando llegó la hora de elegir colegio, no
dudamos en mandar-los al Marianista;
comenzaba primer grado justo cuando mi
cuñado menor comenzaba quinto año. Para
seguir con esta tradición, si Dios quiere, está
anotada en el jardín la tercera generación de la
familia Reissig. Por aquí también pasaron mi
hermano y mis primos.
Carlos A. Reissig
Mauro, 1962
Promoción 1961
Anuario 2011 |9

Un compañero Con de referencia los egresados al estudio, me recibí de hace 50 años
ingeniero industrial y uno de mis trabajos fue
con un nexo colaborar muy durante especial doce años con otros el Colegio
ex
alumnos, los Moresco, en su empresa.
Siempre seguí conectado al colegio, ya que
en las famosas quermeses estuve constantemente
prestando mi colaboración en el espacio
Brandsen, 4º año, retiro espiritual con el P. Urquía. Carlos, el tercero arrodillado a la izquierda
Carlos, el primero
arrodillado a la
izquierda, con algunos
er
compañeros de 1 año
que se nos asignaba a los ex alumnos. En la
actualidad, sigo compartiendo mi vida con
padres de los compañeros de mi hijo, ayudándonos
los unos a los otros.
Con respecto a mis compañeros de promoción,
debo decir que con algunos me siento
como hermanos del alma y con la gran
mayoría nos reunimos por lo menos una vez al
año, recordando viejos tiempos y las travesuras
realizadas.
No quiero dejar de mencionar a aquellos
compañeros que hoy no se encuentran entre
nosotros, pero que formaron parte de nuestras
vidas y ya están en la casa del Señor
El año pasado tuve la gracia de viajar a
España y visitar Zaragoza entrando en la
catedral donde se encuentra la Virgen del Pilar
que me acompañó durante todos estos años.
BACHILLERES - 1961
ABBONDATI, Mario Franco
ÁLVAREZ, Alberto José
BARBOT, Germán María
BARDI, Horacio Enrique
BERGAGLIO, Carlos Emilio
BLANCO GÓMEZ, Victorino
BONANNO, Luis Alejandro
BONINO, Aquiles Pablo
BUFFONI, Rubén Ángel
CANABAL, Joaquín Ricardo
CANABAL, Vicente Jesús
CHEVEZ, Ramón Alejandro
DE BARTOLOMEO, Miguel Francisco
Ella es parte de mi vida a través de este
tiempo. Por todo esto, lo que más puedo decir
a lo largo de estos cincuenta años es: “Gracias
Colegio Marianista por haber forjado mi vida”.
Carlos A. Reissig
Promoción 1961
reissig.carlos9@gmail.com
50 años/
DELACHAUX, Ricardo Alfredo
DRAGONETTI, Jorge Oscar
ESTEBAN, Mariano
GARCÍA VAAMONDE, Roberto
GAUDIO, Ricardo José Luis
GUILLÉN, Félix Ramón
GUILLÉN, Pascual Ángel
MACÍAS, Julio Agustín
MAGGIO, Rodolfo Antonio
MANAU, Feliciano Héctor
MORENO, Javier
MOSCA, Norberto Raúl
MUGNOLO, Francisco Miguel
Bachillerato
NOFAL, Luis Benjamín
OLIVA, Oscar Alberto
OLIVIERI, Alfredo Bernardo
ONETTO, Marcelo Andrés
O'REILLY, Patricio Celso
PICO, Alfredo Francisco
PIRONI, Pablo Norberto
REISSIG, Carlos Alberto
RUIZ, Roberto Raúl
SACERDOTE, Ricardo Ramón
SAUMELL, Carlos Alberto
SAVASTANO, César José Antonio
TROISI, Luis Alberto
10| Anuario 2011 Anuario 2011 |11

Escuela Normal del
Colegio Marianista
Maestro Normal Nacional del Instituto “Nuestra Señora del Pilar” (A–59)
Juan Ramiro
Fernández Ugarte
Agustín Pereda
50
Así reza el título académico de aquellos
veinticuatro egresados de la Primera
promoción (1960–1961) del Ciclo del
Magisterio que funcionó en el Colegio
Marianista desde 1960 hasta 1969. La
primera promoción, 1961, cumple sus Bodas
de Oro. Cincuenta años de egresados.
La necesidad de crear la Sección del
Magisterio era una prioridad que los Marianistas
tenían para revalidar los títulos de tantos
“jóvenes escolásticos”, que habían llegado de
España en sucesivos grupos –trece– con destino
a Brandsen. Al cabo de dos o tres años eran
destinados a los colegios, con el “Habilitado
Pedagógico” que les acreditaba, previo
examen, para desempeñarse como docentes
del primario, en la ciudad de Buenos Aires.
Recordemos que el ambiente social y
político en el que surgió la iniciativa debía ser
aprovechada por los colegios católicos. En el
país avanzaban extrañas novedades sobre la
libertad de enseñanza y había que prepararse
ante cualquier contingencia que dificultara la
verdadera obra solidaria: “La educación
integral de la niñez y juventud”. Todos los
docentes religiosos debían tener su título y así
poder educar en todo el territorio de la Patria.
El título habilitante podía no satisfacer a las
autoridades provinciales y había que
adelantarse a los acontecimientos.
Otras congregaciones religiosas se sumaron
a esta iniciativa enviando a sus religiosos y
alumnos con tercer año de bachiller o comercial
completo, para cursar esta carrera en el
Marianista.
Muchos alumnos, en años sucesivos, se
inscribieron en el Magisterio por ser una
carrera corta (4º y 5º año) y tener un horario
cómodo (de 17 a 22 hs.), lo que les permitía
disponer de la mañana y parte de la tarde para
trabajar, hacer deporte o estudiar.
Cada uno en la vida se propone objetivos
diversos como pueden ser los vocacionales y/o
económicos; estos últimos les permitirían en
dos años trabajar en colegios y de esa forma
ayudarse en las necesidades más primordiales.
Convocadas las congregaciones religiosas
de varones, el 13 de marzo de 1960 a las 17
horas se inaugura el Primer Año de la Normal
Nacional de Maestros del Instituto “Nuestra
años/Magisterio
Señora del Pilar” (A–59).
Treinta eran los alumnos matriculados
para el primer curso, de los que se recibieron
veinticuatro. Estaba compuesto por dieciséis
religiosos Marianistas –algunos de ellos, con
su título habilitante, eran maestros de grado en
el horario de mañana–, dos religiosos de San
José de Calasanz y otros cuatro religiosos más
de otras congregaciones. También se sumó un
grupo de laicos hasta completar los
veinticuatro futuros Maestros Normales
Nacionales.
He aquí el por qué el Colegio Marianista
también tuvo su semillero de maestros. En
años sucesivos, varios de sus alumnos que
terminaban el tercer año de del Ciclo Común,
inclinados por una vocación docente, seguían
sus estudios en la Normal del Colegio.
Obtenido su diploma de Maestro Normal
Nacional, ya podían insertarse en el mundo
laboral con su título docente. Algunos
tuvieron la suerte de ser admitidos en su
colegio como docentes de primaria; empezaron
a ser colegas de sus mismos profesores.
Hoy, vemos con agrado y mucho orgullo que la
mayoría de los directivos y docentes son ex
alumnos de su colegio. Bebieron desde sus
primeros pasos el estilo y carisma de la pedagogía
marianista que hoy, a través de su vivencia
de vocación docente, continúan los pasos
de sus recordados profesores marianistas.
Han transcurrido cincuenta años desde
aquel lunes 13 de marzo de 1960. Allí se dio el
puntapié inicial para que los alumnos con
vocación docente pudieran enseñar en el
colegio donde habían estudiado. Éste es el
momento oportuno para dejar testimonio de
cuánto se ha realizado.
Tengamos un reconocimiento especial a
tantos hombres y mujeres que, a través de su
vocación docente y acompañados por muchos
marianistas imbuidos en un ciego enamoramiento
por su Colegio y por su estilo pedagógico,
vivieron el sueño del beato Guillermo
José Chaminade. A aquellos que, bajo esta
inspiración, inculcaron en sus alumnos una
enseñanza basada en el acompañamiento
respetuoso de su persona, el espíritu de familia
y la capacidad de adaptación a las exigencias
de los tiempos, y así desarrollar su inteligencia
y fortalecer su voluntad, en un
particular marco familiar y espiritual.
Así como en toda hora fundacional se
necesitan metas, ilusiones, sueños, ardor y
entusiasmo y se fraguaban proyectos para
poner en práctica en la primera oportunidad, en
aquel comienzo ya empezaban a estar
presentes en nuestra imaginación nuestros
futuros alumnos. Aquellos que eran el motivo
de nuestro estudio serían los primeros
beneficiados con nuestra vocación docente y
nuestra entrega generosa, receptores de una
enseñanza con la puesta en práctica de técnicas
y estrategias pedagógicas de las más modernas
de aquella época.
Nuestro cuerpo de profesores eran, en su
mayoría, marianistas. El Padre Marcos
Gordejuela fue el primer Rector (1960); fue
sucedido en 1961 por el P. Juan Ramón Urquía.
La profesora Isabel Calderón, riojana de pura
cepa, fue la persona señalada para plasmar la
impronta estatal de “Maestro Normal Nacional”
que necesitaba esta carrera docente. Ella
dictaba las materias específicas del Magisterio:
Pedagogía, Didáctica, Ciencias de la Educación
y Prácticas de la Enseñanza. También
formaban parte del cuerpo de profesores: P.
Juan Ramón Urquía, P. Clemente Sáenz, Pedro
Valentina, Vidal Ochoa, Remo Jordán Troisi,
Eufrasio Benito Pérez, Calixto Menoyo,
Benito Martínez Crespo, Lorenzo Aspe,
Enrique Barbudo, P. Martín Ridruejo, P. Jenaro
Marañón, José Galiano, Francisco Molinas,
Rafael Morales y Julián Puelles (Secretario).
Para todos ellos, nuestro más sincero recono-
cimiento.
He aquí la lista de
egresados:
Calonge, Moisés /
Calzada, Agustín /
Caminos, Cirilo /
Ceballos, Artemio /
Colalillo, Juan Carlos /
Contreras, Alfredo /
Corral, Ignacio Cortegoso, Héctor / Fernández
Ugarte, Juan Ramiro / Franco, José Luis /
González, Antonio / Jacob, Enrique /
Laconcha, Domingo / Llamas, José Antonio /
Macho Pérez, Lauro / Manrique, Secundino /
Mansilla, Serafín / Mondragón, Alberto
/Ortega, Juan / Pereda, Agustín / Ramiro,
Manuel / Rey, Sabas / Vázquez , Enrique
/Velasco, Feliciano.
Todo fue generosidad y desprendimiento.
Debemos hacer notar el buen ambiente de
trabajo, dedicación a la tarea de aprender y el
verdadero espíritu de familia y buen trato entre
todos. La edad juvenil de todo el alumnado
favorecía el buen humor y la sana alegría. Nada
se despreciaba si daba pie para algún motivo de
risa y contento.
Levantemos nuestro corazón al Señor y por
medio de Nuestra Señora del Pilar pidámosle
su especial bendición y ayuda para todo aquel
grupo de docentes y alumnos así como para
toda la presente Comunidad Educativa del
Colegio Marianista.
B. M. Crespo
Juan Ramiro Fernández Ugarte
Agustín Pereda
ramibea2@hotmail.com
agpereda@yahoo.com,
12| Anuario 2011 Anuario 2011 |13
J. Galiano
L. Aspe
C. Menoyo
P. J. Marañón
Han transcurrido cincuenta años desde
aquel lunes 13 de marzo de 1960.
Allí se dio el puntapié inicial para que los
alumnos con vocación docente
pudieran enseñar en el colegio
donde habían estudiado.
F. Molinas
J. Puelles
P. R. Urquía
M. Gordejuela P. Valentina V. Ochoa
Alumnos
Docentes
A. Calzada A. Contreras
A. González A. Pereda Manso J. L. Franco J. R. Fernández Ugarte
M. Ramiro S. Manrique S. Mansilla S. Rey

Sentidos adioses
Frases entresacadas, un poco caprichosamente, del aluvión de mensajes
llegados a la página del Colegio a partir de conocerse la noticia del
fallecimiento de Pancho primero y del padre Alfonso después
A Pancho
Querido Pancho: Reconozco en la
oración scout, lo que fue toda tu vida al
servicio del prójimo. Para los que
formamos parte del grupo scout 201
“Santa María del Pilar”, reconocemos a
un maestro scout que nos ha enseña-do a
entender las palabras de nuestro funda-dor: “La
verdadera manera de obtener la felicidad es
haciendo felices a los demás. Tratad de dejar
este mundo en mejores condi-ciones de como lo
encontrasteis”. Mi recuerdo afectuoso. Siempre
Listo.
(Guillermo Fariña Filgueira)
Pancho, gracias por tu vida, por tu ejemplo,
por tus detalles cotidianos. Gracias por ser el
baluarte de los ex alumnos, por las charlas
compartidas en la Colonia de Córdoba, en el
Campo de Deportes, en el Colegio. Gracias por
tu entrega a la misión y a las tareas que se te
encomendaron y que aceptaste (...) Dios,
gracias por la vida de Pancho. ¡Hasta la
próxima!
(Ezequiel H. Reggiani)
(...) ¡Qué reconfortante fue que, después de
tantos años de no verlo, me identificara por mi
nombre y apellido y preguntara por mis padres
y mi hermano, que estuvo también en la
escuela! Pancho era tiempo completo para toda
la comunidad Marianista. Y su andar erguido no
era otra cosa que un orgullo tremendo por la
obra terminada, su Colegio, que compartía con
alegría con todo aquél que se acercase a
saludarlo (...) Gracias Pancho.
(Eduardo Otsubo)
Se nos ha ido un consejero, un amigo, un
oído siempre presente para escuchar, y para
algunos, casi un padre. Me consuela el hecho de
que la última imagen que guardo de él es de
felicidad, cantando canciones tradicionales de
su tierra natal, Navarra, aquella noche
[diciembre 2010] que nos juntamos en casa de
Jorge [Toscano]. Su partida, en nuestro caso,
deja un inmenso vacío; para él, la tremenda
felicidad de estar junto a nuestro Dios. Esta
partida de nuestro consejero en la Comisión de
Ex alumnos nos obliga a renovar esfuerzos y
seguir adelante porque él, junto al Señor, nos
guiará.
(Daniel Leoz)
Estoy realmente conmovido con tu partida
y profundamente agradecido de haberte
conocido y haber compartido tantos momentos
marianistas contigo (...) De ti siempre admiré
tu trabajo, la entrega, el servicio y que siempre
lo hacías con tu sonrisa tan particular (...) Algo
que noté ayer [27-12-10] en nuestra casa,
cuando fuimos a saludarte, es que había ex
alumnos mucho mayores que yo, que llevo 35
años como tal, y muchos recién salidos del
colegio, de uno o dos años de recibidos: es que
siempre estuviste al lado nuestro.
(Enrique Castelli)
Ayer, como tantos de nosotros, no pude
contener las lágrimas al ver que otro de
nuestros “queridos gallegos” se nos fue (...)
Dos sentimientos: la desazón por quienes
físicamente no nos acompañan más (¡y cómo
se los extraña!), pero también la alegría de
saber que tuvimos la dicha y la enorme
oportunidad que nos dio la vida de compartir
nuestro crecimiento y nuestra vida con
personas únicas.
(Pablo Devoto)
Chau, Pancho. Tus “chicos” no te vamos a
olvidar jamás. Y espero que aquellos que
hemos abrazado vocacional o profesionalmente
el camino de la docencia podamos
honrarte siguiendo tu ejemplo, formando
“hombres de provecho” de las generaciones
venideras. Ese es el mejor homenaje que sé,
con certeza, que podemos rendirte (...) Te voy a
decir algo, Pancho, con un poco de envidia: me
encantaría que en el día de mi muerte, mis
alumnos me recordaran y me despidieran con
sólo una fracción del cariño, devoción,
admiración y respeto con que todos tus
alumnos te recordamos a vos. Con eso me
bastaría.
(Fernando Cortiñas)
Al Padre Alfonso
Se nos fue el padre Alfonso Gil. Murió
en su ley. Se accidentó viajando a
Nueve de Julio, para servir y
conectarse con amigos y religiosas, en
esa ciudad a la que dedicó los últimos
años de su larga vida. Su corazón no resistió y
partió. Nos deja un gran vacío.
Era un hombre lleno de entusiasmo y de
proyectos a pesar de su edad. Un enamorado de
la Vida Religiosa. Un hombre memorioso, que
supo cultivar los detalles y las amistades y
recordaba el nombre de muchas personas que
pasaron por su vida y por su corazón.
Un caballero de los de antes. Lo despedimos
con tristeza, cariño y agradecimiento. Paz.
(P. Luis Casalá, sm)
(...) El padre Alfonso amó entrañablemente
a la Compañía de María y su vocación
marianista. Sirvió con dedicación y entrega
admirable durante muchos años en misiones de
responsabilidad en Argentina y Chile, y en el
Consejo General de la SM. Su preocupación
constante por la vida marianista en el mundo
entero era un signo del amor con el que vivía su
vocación. Y sufría también con los dolores y los
problemas de la vida marianista (...) Siempre
presente allí donde se requería de su ministerio
sacerdotal, muchos enfermos han recibido su
acompañamiento y su bendición y muchos
familiares han encontrado con su presencia, paz
y consuelo frente a la muerte de un ser querido.
Siempre dispuesto a escuchar y a intervenir en
asuntos delicados para los que se lo consultaba.
Siguiendo su clásica orienta-ción: “suaviter et
fortiter” (...) Tu ausencia se hará notar, sobre
todo en los cumpleaños o en las fechas que
siempre recibíamos tus felicitaciones, en tus
consejos sabios, y en tu testimonio de fe y
fidelidad. Pero sabemos que estás con el Señor
y, desde Él, nos ayudarás a seguir adelante.
(P. Andrés Tocalini sm, de la homilía de
despedida al Padre Alfonso)
Padre Alfonso, siempre vas a estar en los
corazones de todos los marianistas. Siempre
fuiste un buen señor, y aunque algunos te
conocimos este año, viniendo a rezar a la
mañana, nos enseñaste a tener fe y confianza en
cada uno de nosotros. Nos enseñaste también a
amar a Jesús, como vos lo hacías. Te
despedimos con mucho amor y tristeza, agradeciendo
todo lo que hiciste. Te vamos a
extrañar. Muchísima paz.
(Ornella Mastantuono,
alumna de 7º grado “B”)
Le conocía desde 1965 en Santiago de
Chile. Siempre me llamó la atención la
coherencia entre lo que pensaba y lo que hacía.
Detrás de su acento pausado y tranquilo se
encerraba una gran firmeza en sus decisiones.
Conmigo siempre fue cariñoso y amable. Es
una pérdida muy importante pero Dios sabe lo
que hace y seguro que Alfonso, ahora que
consumó su bautismo, seguirá influyendo en la
obra marianista de Argentina y Chile. Descanse
en Paz.
(Fernando Bringas Trueba)
El jueves 4 de agosto del 2011 fue un día
muy triste… perdimos un amigo, Audelino
Alfonso Gil Santiago, para nosotros el padre
Alfonso. Sabemos que no lo veremos más;
pero, quién nos quita lo vivido durante tantos
años, en mi caso, más de treinta. Por eso en
estas líneas trataré de recordarlo, con cariño y
alegría, en esos momentos compartidos. Te
acordás, Alfonso, cuando ya bien entrado el año
1991, y luego de mi curación, me dijiste: “–Yo
también pienso que es un milagro. Deberíamos
iniciar la causa de la Beatificación del padre
Guillermo. ¿Te animás?” Hoy sabemos la
respuesta. Me acompañaste durante todo el
proceso de la enfermedad y en la curación y
fuiste testigo de la Causa. Volviste a
acompañarme hace poco cuando el corazón me
jugó una mala pasada. Bueno, eso era común en
vos: persona que en un momento de su vida
enfermaba o flaqueaba, encontraba consuelo y
apoyo porque ahí estabas, siempre presente
cuando alguien lo necesitaba.
(Elena Otero)
Una desgracia. Buscaba su nombre cuando
encontré la desgracia. Buscaba su nombre para
invitarlo a celebrar nuestros 50 años de
egresados. Fue nuestro director y profesor por
tres años en el Instituto Linares y éste fue el
primer curso con estudios secundarios
completos. Lo recordamos correcto, amable y
espiritual. Aprendimos la filosofía y el francés
de sus labios, pero también la ética de su
ejemplo. Todo maestro deja algo de sí mismo en
sus discípulos y, como un milagro, se multiplicó
en miles de nosotros. Gracias, padre, por sus
enseñanzas, su ejemplo y alumbrarnos el
camino.
(Miguel A. Méndez Pereira)
Te conocí en Linares, Chile, el año 1960,
como rector de nuestro colegio. Fuiste esa mano
amiga que acompañaste nuestros primeros
pasos de la niñez y fuiste grabando con tus
actos, con tu entrega, con tu amor a tu vocación
sacerdotal, esa impronta marianista que
permanecerá por siempre en nuestros
corazones.
(Patricio Salgado)
Pancho y el padre Alfonso, en comunidad.
Parados:
Arturo Pérez, Javier de Aguirre, Eliseo González, Manuel Madueño, Luis
Casalá, Enrique Barbudo, Carlos Ruiz, Andrés Tocalini, Alfonso Gil.
Sentados:
Manuel González, Roque Llamas, Francisco Ruiz de Angulo, Lorenzo Aspe,
Ventura Arnaez, Otilio Ortega, Manuel Prieto, Federico Nantes.
14| Anuario 2011 Anuario 2011
|15

Un alumno marianista, futuro santo
¿Conocemos a
Faustino?
Aportó
Mauro A. Fernández
Personalmente, conocí a Faustino a
través de la hojita Nº 7 de
“Trabajadores para la mies”,
material que nos daba el señor José
Luis Fernández a los que
participábamos del Círculo Vocacional.
Hacía dos años que Faustino había fallecido
y me llevaba sólo cuatro años de edad. En la
hojita se alternaban fragmentos del diario
personal de chico con comentarios de Jorge
Sanz Vila.
Esas líneas me entusiasmaron. Decía que
había comenzado a escribir su diario en
1960, a los 14 años. Tenía mi misma edad de
entonces. De ahí en más, comencé yo
también a escribir mi diario, costumbre que
me acompañó por muchísimo tiempo.
Este año, Faustino fue reconocido como
“venerable”, primer paso hacia la santidad
oficial. Por eso, creí que era oportuno darles
a conocer también a ustedes a este joven
alumno de un colegio marianista de España.
El Papa Benedicto XVI firmó el 14 de
enero de este año el decreto en el que se
reconocen las "virtudes heroicas" de Faustino
Pérez-Manglano, el joven alumno marianista
valenciano fallecido en 1963 a los 16 años, por
lo que fue declarado venerable.
Con esta decisión, su proceso de beatificación
–iniciado en 1986– avanza con paso
firme hacia su momento cumbre: conseguir
probar un milagro atribuido a su intercesión y
así poder elevarlo a los altares como beato.
Este reconocimiento aumenta el simbolismo
de Faustino, aquel joven que, a pesar de
haber desarrollado a los 15 años la enfermedad
(1)
mortal de Hodgkin , no caía en lamentos ni
quejas, sino en agradecimientos a Dios. “Estoy
dispuesto a recibir de Dios –escribió en su
diario personal– todos los pequeños sufrimientos
que quiera mandarme. Son tan insignificantes
y los recibo con tanto gusto que son felicidades”.
Faustino había nacido en Valencia, España,
el 4 de agosto de 1946. Fue alumno del Colegio
Marianista Nuestra Señora del Pilar desde los
seis años hasta su muerte, el 3 de marzo de
1963, víctima de la enfermedad de Hodgkin,
cuando cursaba Preuniversitario.
Alegre, simpático, entusiasta del deporte,
del camping y de todo lo bueno, pocos podían
sospechar la grandeza de alma que se escondía
en el cuerpo menudo de este chico sencillo y
amigo de todos: su fidelidad a toda prueba, su
voluntad de hierro, su amor intenso a Cristo,
su cariño filial a la Virgen.
Sintiendo dentro de sí, desde 1960, la
llamada del Señor, su gran ideal fue consagrar
su vida a la salvación de los hombres como
religioso marianista; prometiendo, antes de
morir, ocuparse desde el cielo de las vocaciones.
A través de su diario puede rastrearse un
poco la obra del Espíritu Santo en su alma
totalmente entregada al Señor. Su biografía:
Tal vez me hable Dios –basada en gran parte
en su diario–, obra del padre José María
Salaverri S.M., se encuentra traducida a
numerosos idiomas.
Su profunda fe frente a las adversidades y
su intención de convertirse de mayor en
“pescador de almas” por Sudamérica, sin más
vivencias extraordinarias o milagros en vida,
fue lo que convirtieron a Faustino, a los ojos de
la Iglesia, en un excepcional modelo para los
escolares y los jóvenes con vocación
sacerdotal o religiosa. Por lo demás, era un
niño como todos: alegre, vitalista y aficionado
al deporte. Como escribe un compañero suyo:
“Faustino era un chico que sólo se distinguía
de los demás porque era bajito. Pero por lo
demás, era normal”.
Desde el inicio de su causa de beatificación,
se han registrado más de 400
testimonios sobre la intercesión milagrosa del
ya “venerable” Faustino, según su biógrafo, el
sacerdote marianista José María Salaverri, que
fue profesor suyo en el Colegio Nuestra
Señora del Pilar, en Valencia.
SE HA ESCRITO SOBRE FAUSTINO...
Título: Tal vez me hable Dios
Autor: José María Salaverri, S.M.
Contenido: Es la biografía de Faustino.
Título: Diario y otros escritos
Autor: Enrique Pérez, con prólogo de Monseñor Carlos Osoro
Contenido: El libro recoge todos los escritos de Faustino.
Título: El chico de la foto
Autores: Trini León y José María Salaverri, S.M.
Contenido: Una novela con Faustino al fondo.
Título. El Rosario con Faustino
Autor: José María Salaverri, S.M.
Contenido: Para comprender y rezar el rosario con pensamientos de Faustino.
Título: Los panes y los peces de Faustino
Autor: José María Salaverri, S.M.
Contenido: Testimonios de personas de todos los continentes que han recibido gracias o favores de Faustino
Título: ¡Cincuenta veces te quiero!
Autor: José María Salaverri, S.M.
Contenido: Una invitación a rezar el Rosario a través del ejemplo de los pensamientos y reflexiones de
Faustino.
Título: Se llamaba Faustino
Autoras: Mar Sánchez y Amparo Catret
Contenido: Álbum par niños con la vida de Faustino en dibujos, para colorear.
Título: "Y Faustino dijo Sí"
Autor: José María Salaverri, S.M.
Contenido: Folleto a todo color sobre los momentos clave de la vida de Faustino.
En los últimos meses de su vida, tenía siempre Faustino a mano una estampa con un texto
del trapense Fray María Rafael Arnáiz con el que se sentía identificado. Después de su
muerte, debajo del texto y del nombre de su autor, apareció una nueva firma, la de Faustino.
“Suponte que estás en tu casa, enfermo, lleno de cuidados y atenciones, pero un día
vieras pasar debajo de tu ventana a Jesús, seguido de una turba de pecadores, de pobres, de
enfermos, de leprosos… Si vieras que Jesús te llamaba y te daba un puesto en su séquito, y
te mirase con esos ojos divinos que desprendían amor, ternura y perdón, y te dijera: “¿Por
qué no me sigues?”
¿Qué harías? ¿Acaso le ibas a responder: “Señor, te seguiría si me dieses un enfermero, te
seguiría si estuviera sano y fuerte para poderme valer?”
No. Si hubieras visto la dulzura de los ojos de Jesús te hubieras levantado de tu lecho sin
pensar en ti para nada, te hubieras unido a la comitiva de Jesús y le hubieras dicho: “Voy,
Señor, no me importan tus dolencias, ni la muerte, ni comer, ni dormir; si Tú me admites, voy;
si Tú quieres puedes sanarme; no me importa que el camino por donde me lleves sea abrupto,
difícil y esté lleno de espinas; no me importa si quieres que muera contigo en la cruz… voy,
Señor, porque eres Tú el que me prometes una recompensa eterna, eres Tú el que perdona, el
que salva… eres Tú el único que llena mi alma. Ni aun sufrir hasta el fin del mundo, merece
la pena de dejar de seguir a Jesús.”
(1) Cáncer que se origina en el tejido linfático.
Faustino, el segundo a la izquierda,
camino al colegio.
FRASES DE FAUSTINO
"Voy a intentar la ascética del sí: decir sí a todo lo
bueno.”
"Jesús, haz que ame a María, no sólo porque es
pura, bella, buena, compasiva, Madre mía, sino
porque es Madre tuya y Tú la amas infinitamente.
Oh Jesús, hazme participar de tu amor a María.
Haz que la ame como Tú.”
"Soy muy feliz. No sé lo que me pasa. Se siente
algo por dentro de uno. Un amor tan enorme
hacia Él, que me ha llevado siempre tan de la
mano, que no me ha dejado caer, ni una sola vez,
en pecado mortal. No sé lo que son los
problemas. Gracias, Cristo, por darme este
bienestar interior tan maravilloso. Te estoy muy
agradecido. “
“Es maravilloso pensar que voy a estar toda la
vida al servicio de Jesús y de María. Voy a ser un
pescador de almas. Lo he pensado mucho y me
gustaría ir, como religioso marianista, a
Sudamérica, donde tanta falta hacen manos para
salvar a las almas. "
FUENTES:
* http://www.marianistas.org/index.php?option=com_content&view=article&id=102:faustino-perez-manglano-venerable&catid=4:encuentros-agora&Itemid=54
* http://webcatolicodejavier.org/FotosFaustino.html
* “Trabajadores para la mies” Nº 7.
16| Anuario 2011 Anuario 2011 |17

... gracias “queridos gallegos”, por tanta entrega generosa,
por tanto amor a la educación y por habernos forjado valores
que nos sirvieron en la vida.
40 años más tarde
Norberto
1960, en Primero
Inferior...
¡contentos y felices!
El 27 de noviembre de 1971, el Colegio
Marianista nos brindaba la cena de
egresados de la promoción. En los días
siguientes, vinieron las despedidas, las
dedicatorias, las emociones que
dejaban deslizar alguna que otra lágrima y la
culminación de una hermosa etapa que fue la
de compartir nuestra niñez y juventud en los
patios y las aulas del Colegio Marianista.
¡Cuántas cosas compartidas a través de
esos años!
Los campamentos en Brandsen, las
excursiones a Pinitos y a Ezeiza, la colonia de
vacaciones en Córdoba, los partidos de fútbol
en San Justo, los campeonatos de fútbol de los
sábados por la mañana, los intercolegiales, las
olimpíadas Marianistas con Junín y 9 de Julio,
los viajes de estudio en la secundaria, los
retiros espirituales de 3º, 4º y 5º año…
Un sinnúmero de días vividos que íbamos a
guardar en el recuerdo, sobre todo porque
dejábamos de compartirlos diariamente.
En aquella época tuvimos muy pocos
maestros y profesores laicos, la mayoría eran
cariñosamente “los gallegos”, que siempre nos
trataron con mucho cariño; y más allá de las
picardías de la juventud –que nos las corregían,
y ¡cómo…!–, nos iban formando en valores y
preparando, como dice el himno del Colegio,
para ser “hombres de pro”.
¡Cómo nos fueron moldeando y marcando
un camino para la vida! Cada uno nos dio lo
mejor de sí y todos, con mucho cariño,
dedicación y firmeza, nos marcaron el sello y
el sentido de pertenencia de verdaderos ex
Alumnos Marianistas.
El mejor de los recuerdos para todos y cada
uno de ellos, que dejaron su vida por la
Comunidad Marianista de la que aún hoy, nos
sentimos parte.
Rodríguez-Melgarejo N
Durante la dictadura tuvimos un revés
fuerte al desaparecer nuestro amigo Francisco
“Pichi” Piazza, un gordo bueno que nos lo
arrebataron.
En estos últimos años, volvieron a la “Casa
del Padre” nuestros amigos Ricardo Sosa,
Gustavo Montechiari y Rodo Lezaeta; para
ellos nuestro recuerdo junto con nuestra
oración.
Con el correr de los años, nos fuimos
reencontrando y organizamos esporádicamente
reuniones anuales. Luego, con la
llegada de la tecnología cibernética, logramos
ubicar a algunos perdidos y hoy, todos
reencontrados, nos comunicamos mediante
una casilla de mail. Gracias a ella fuimos
sintiendo la necesidad de reencuentros
mensuales junto a una “muzza - birra” en el
Cuartito y en octubre de cada año realizamos
nuestra Cena Anual, con la concurrencia de la
mayoría del grupo, caracterizada por la alegría
del reencuentro. En síntesis, compartimos una
amistad de pantalones cortos, que se fue
acrecentando a través de los años y llegamos
hoy a cumplir 40 años de egresados.
De los 34 que egresamos ese día dos somos
odontólogos, nueve abogados, uno de ellos
Juez; uno músico, cuatro contadores, uno
economista, uno psicólogo, cuatro médicos,
dos agrónomos, uno profesor de Educación
Física, uno broker, dos arquitectos, uno APM
y cinco empresarios.
Simplemente, gracias “queridos gallegos”,
por tanta entrega generosa, por tanto amor a la
educación y por habernos forjado valores que
nos sirvieron en la vida.
Gracias a todos los amigos de la Promoción
1971 “B” por disfrutar de nuestra amistad.
Lorenzo Aspe
Norberto Rodríguez-Melgarejo
nrodmel@hotmail.com
Feliz cumpleaños, “Vasco”
uevamente nos dimos cita los
exalumnos de las promociones de
1944 en adelante, de nuestro querido
Colegio Marianista.
Estábamos felices de haber sido
"convocados" nuevamente por el señor don
Lorenzo Aspe a un almuerzo, ¡nada menos
que festejando su cumpleaños número 98!
Casi toda su vida al servicio de la Virgen del
Pilar, nuestra guía, del Padre Chaminade y de
la Comunidad Marianista.
El sábado 20 de agosto fue un día
especial en el que compartimos –cerca de
sesenta exalumnos– la santa Misa y la alegría
de volver a encontrarnos y sorprendernos con
los relatos y vivencias de cada uno de los
presentes de su paso por el colegio.
Este "vasco", don Lorenzo Aspe,
profesor por entonces de todos nosotros, nos
sigue atrapando hoy con todas sus anécdotas
junto a sus alumnos de ayer y exalumnos de
hoy.
¡Que abanico de recuerdos felices
encierra para todos nosotros el Colegio
Marianista de entonces! Esa casa señorial de
pisos altos con escalera de mármol en su
frente. Antes de entrar a clase, la infaltable
misa de ocho, crujiendo la escalera de
madera lustrada para llegar a la Capilla, en el
primer piso. Ahí nos esperaba el Director,
Padre Cordejuela, quien oficiaba la misa
amenizada con la música y cantos litúrgicos,
con el organito de cedro del señor Benito
Crespo, músico, aparte de profesor de física
de muchos de nosotros.
Cómo no tener presente a don Lorenzo
Aspe con nosotros, en las materias en clase,
en los recreos en el patio y luego, por la
tarde, en los
partidos de
futbol,
gambeteando
la palmera del
patio
principal.
Cuarenta y ocho años después... ¡con la misma alegría!
Don
Lorenzo Aspe:
feliz cumple
número 98;
que toda la
felicidad del
mundo lo acompañe junto a Dios nuestro
Señor y a la Santísima Virgen del Pilar,
nuestra guía en todo momento.
¡Ah...! Y a no olvidarse de volver a
convocarnos. Hasta la próxima, "vasco".
Héctor Arrigo
Promoción 1950
hmarioarrigo@yahoo.com.ar
18| Anuario 2011 Anuario 2011 |19

La KERMESSE La KERMESSE
Marianista
Eduardo Carmena
"El puesto de bebidas
de la Asociación de
Exalumnos".
20| Anuario 2011
En el mes de septiembre de
2010, un gran amigo al
que tuve la suerte de
conocer en el Colegio
Marianista, me convocó
para colaborar en un equipo de
trabajo que estaría relacionado con la
organización y asignación de los premios a los
stands de la kermesse, que se volvía a realizar
después de estar suspendida por algunos años .
Sin dudarlo me puse a su disposición; al
grupo también se sumaron para ayudar nuestras
esposas y algunos de nuestros hijos.
Formamos un gran equipo que día a día
redoblaba los esfuerzos para lograr los
objetivos propuestos hasta entregar el último
premio.
Lo que quiero expresar en esta nota es lo
que sentí por la experiencia vivida en esos días.
Los recuerdos fueron llegando asociados
primero a mi paso por la escuela primaria entre
los inolvidables años 1959 y 1964 cuando,
como alumno, disfrutaba de la kermesse de esa
época junto a mis padres y compañeros, lo que
nos permitía compartir en familia nuestro cariño
por el colegio.
También pasó rápidamente por mi mente,
al ver familias enteras acercarse a jugar en los
stands –siempre preparados con tanta dedicación
por las mamás–, la imagen de mi propia
familia hace no tantos años
compartiendo esos mismos
juegos con gran felicidad.
Y me veía en ese momento,
muy emocionado, devolviendo
con mi pequeño aporte, un poco de todo lo
que había recibido. Era como un gran círculo
que se cerraba y me sentí reconfortado de
poder colaborar con mi pequeño grano de
arena.
Me gustaría destacar que, como otras
tantas obras realizadas por el Colegio a través
de los años, lo recaudado en esa kermesse se
destinó para ayudar a terminar las obras del
Colegio de Fátima a fin de facilitar que otras
comunidades puedan avanzar en la satisfacción
de sus necesidades.
Por último, quiero aprovechar esta
oportunidad para felicitar y agradecer a todos
los que de alguna manera participaron en este
evento tan significativo y tradicional para toda
la Comunidad Marianista a la que pertenezco
orgulloso, primero como alumno, luego como
padre y ahora como incondicional colaborador.
Eduardo Carmena
ecarmena@gmail.com
Auditoría. Impuestos. Consultoría. Corporate Finance.
Deloitte & Touche Corporate Finance S.A.
25 de Mayo 596 Piso 20 C1002ABL
Buenos Aires, Argentina
Tel: +54 (11) 4311-6014
corporatefinancearg@deloitte.com

86 L
Esto pasaba en 1986En el colegio...
En el mundo...
22| Anuario 2011
En el mundo...
a explosión de uno de los reactores de la
planta nuclear de Chernobyl liberó a la
atmósfera una tremenda radiación que a
mucha distancia en el espacio y en el
tiempo provocó miles de muertos,
decenas de miles de casos de cáncer y
contaminación en todo tipo de ambiente.
A pocos segundos de su despegue de Cabo
Cañaveral, el trasbordador espacial Challenger
explotó a menos de 16 kilómetros de altura.
Murieron todos sus tripulantes, entre ellos una
profesora, primera civil que volaba en una
misión espacial.
El dictador filipino Ferdinand Marcos gana
las elecciones fraudulentamente, lo que
provoca un alzamiento civil y militar que lo
aleja del poder. Corazón Aquino, la líder
opositora, ocupa la presidencia.
Un alzamiento militar expulsa de Haití al
dictador Jean-Claude Duvalier, hijo de
François “Papa Doc”. Tras 29 años, la dinastía
Duvalier había finalizado.
En nuestro país...
Argentina gana por segunda vez el
Campeonato Mundial de Fútbol en
México, escenario de la consagración
de Diego Armando Maradona. En la
memoria quedan las victorias 2-1
frente a Inglaterra y el 3-2 en la final frente a
Alemania.
Es promulgada la Ley de Punto Final que
extinguía “la acción penal contra toda persona
que hubiere cometido delitos vinculados a la
instauración de formas violentas de acción
política hasta el 10 de diciembre de 1983”.
Jorge Luis Borges, gloria de las letras
argentinas, muere en Suiza, donde es
sepultado. Fallecen también Edmundo Rivero,
tanguero de inolvidable voz, y Alicia Moreau
de Justo, legendaria dirigente socialista.
En nuestro país...
“La historia oficial”, película del director
argentino Luis Puenzo interpretada por Norma
Aleandro y Héctor Alterio, obtiene el premio
Oscar a la mejor película extranjera.
Este también es el año del intento de
trasladar a Viedma la capital de la República,
del no muy exitoso Congreso Pedagógico, de
la normalización de la Universidad de Buenos
Aires, de la aprobación en la Cámara de
Diputados de la controvertida Ley de
Divorcio, del secuestro del empresario
Osvaldo Sivak, del paso del mítico cometa
Halley y del descubrimiento de la crotoxina
como posible medicina contra el cáncer, entre
otras cosas.
En el colegio...
Deja la conducción del Departamento
de Educación Física el profesor
Carlos Coccellato. Asume esta tarea
el profesor y ex alumno del colegio
Carlos Sifreddi. Bajo su conducción,
se inicia la ya hoy clásica Maratón Marianista.
Aquella se desarrolló sobre un recorrido de
5.000 metros desde el Campo de Deportes
hasta el Colegio por las calles Varela y Ana
María Janer, Castañares y Emilio Mitre.
Aparte de los alumnos de 5º y 6º grado, que
participaron con una distancia y una
reglamentación especial, estuvieron las
categorías menores, juveniles y libre, esta
última abierta a los padres, docentes y ex
alumnos.
Primer Maratón Marianista

25 años/5°a
Un maravilloso balance
de trigo y cizaña
Pasaron veinticinco años ya desde
que nos despedimos de una rutina
cotidiana que nos llenó la vida. El
tránsito por el Colegio fue algo así
como un tiempo que, mientras era
vivido, parecía inagotable; y, una
vez pasado, dejó una orientación, un rumbo,
que nos ayudó a diseñar este presente desde el
cual no podemos dejar de evocarlo.
¿Cómo olvidar aquel primer grado, allá en
el año 1975, con un Otilio monumental que
recuerdo casi igual –es como si no hubieran
pasado los años para él– al que actualmente
sigo viendo cuando acompaño a su aula de
nivel inicial a mi hijo Nacho? Si bien Ortega ya
se ha retirado, no puede abandonar su pasión
por la enseñanza y continúa yendo cada
mañana a colaborar con las maestras tomando
lecciones de su emblemático silabario, al
tiempo que nos brinda a todos su ejemplo de
entrega silenciosa y total, humilde y fiel.
¿Y aquel inolvidable tercer grado con
Orlando, novel maestro que ponía toda su
creatividad en juego para que nuestro proceso
de aprendizaje fuera lo más ameno posible,
mientras el país atravesaba una de las peores
épocas de su historia? ¿Cómo explicar hoy el
gusto y la confianza que me da saber que ese
mismo Orlando conoce por su nombre a cada
uno de nuestros hijos y cuida de ellos desde su
ingreso al Colegio hasta la salida, en su
multifacética función de Secretario de la
Primaria? ¿O que el mismo Gabriel Vanrell,
que orientaba nuestras rebeldías adolescentes
como Coordinador en la secundaria, sea ahora
quien entusiasma a mi hijo Juancho con los
encantos de aquella Historia Antigua, que a
nosotros nos hizo saborear –y padecer– Luzzi?
¿O que aquel Coccellato que jugaba a la pelota
con nosotros en el campo como un pibe más,
sea visto como un ídolo por mi hijo y sus
amigos por sus formas directas y “arrabaleras”,
que descolocan, causan gracia y fomentan un
necesario deseo de superación?
El anecdotario, la colección de pequeñas
cosas que llevamos los ex alumnos en el
corazón resulta inabarcable: los campamentos,
los retiros, las convivencias, los distintos profesores,
sus grandezas, sus bizarras cualidades,
las bromas y ocurrencias de nuestros compañeros...
Tantas vivencias que se fueron dando
en un marco de contención en el que el común
denominador ha intentado ser siempre el respeto,
la escucha del otro, la tolerancia del que
piensa distinto, la lealtad a ciertos valores fundamentales
como la verdad, la coherencia, la
justicia, la humildad, el servicio.
Y así, esas vivencias pasadas se actualizan
Hernán H. Pagés
Hernán, el cuarto
de la fila de arriba,
en primer grado
con el maestro
Otilio Ortega.
¿Quién descubre
al actor Damián
De Santo en
esta foto?
Anuario 2011 |23

Este año, en El Bolsón,
Hernán con toda
su familia
y entrelazan con las de nuestros hijos en un
sinnúmero de relaciones personales y eventos
cotidianos que conectan experiencias inolvidables
del ayer con el día a día que se teje en el
Marianista de hoy. Ese hoy en el que alumnos,
ex alumnos, padres, hermanos, personal,
docentes, directivos y animadores laicos y religiosos
conformamos una gran comunidad que
quiere seguir brindando a nuestra sociedad un
ámbito de formación integral no sólo de
nuestros niños, sino de todos los que atravesamos
el mundo colegial.
Este ejercicio de bucear en el pasado, al
igual que cualquier otra reflexión sobre la
historia y la vida, puede llevarnos a caer en
distintos engaños. Por un lado, suele estar el
engaño de creernos que “todo lo pasado fue
mejor” y, desde ahí, recrear con melancolía las
experiencias vividas con la amargura de saber
que aquello no va a volver nunca a sucedernos,
magnificando lo bueno en contraposición con
lo no tan bueno que pudo venir después.
También podemos evaluar lo pasado desde el
engaño del pesimismo que nos lleva a criticar
implacablemente todo, destacando exclusivamente
lo negativo sin poder admirar todo lo
lindo y bueno de la experiencia. En uno u otro
caso, no es el acontecimiento en sí lo que cambia
sino el ojo del observador. Será nuestra
propia trama vital, la subjetividad que hemos
construido, la que nos hará ver desde una u otra
perspectiva un mismo hecho. De ahí que
podemos intentar sortear aquellos extremos y
admirar en toda su dimensión lo vivido, sabiendo
que en su esencia posee una mezcla imprecisa
y abundante de trigo y cizaña; trigo sano y
fuerte que necesitamos como nutriente fundamental
para la vida y yuyo inútil que se coló
entre las buenas espigas.
Esta perspectiva “agrícola” de las cosas me
pareció didáctica y elocuente a partir de la
reflexión de un amigo, Xavier de Aguirre, ex
alumno y cura Marianista, que en una reciente
homilía, en su parroquia Cristo Resucitado de
General Roca, nos invitaba a observar cómo es
la mirada de Dios sobre la realidad en la
parábola del trigo y la cizaña (Mt. 13, 24-30).
Allí Jesús cuenta que en el campo que el Señor
preparó y sembró con trigo, por la noche vino
el enemigo y sembró cizaña. Al comprobar
esto, los peones van a ver al Señor y se ofrecen
para ir a arrancar la cizaña; pero Él se lo
prohíbe por cuanto “al arrancar la cizaña,
corren el peligro de arrancar también el trigo”
(dicen los que saben que ambas plantas son
bastante parecidas). Y agrega “Dejen que
crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces
diré a los cosechadores: arranquen primero lo
cizaña y átenla en manojos para quemarla, y
luego recojan el trigo en mi granero”.
Vemos así que la sabiduría de Dios, al
mirar la realidad –de las cosas, de la historia,
de nuestra propia interioridad–, observa con
paciencia que en su campo ha crecido lo bueno
y lo malo; y, como modo de cuidar y proteger
lo bueno, no se ensaña contra lo otro sino que
espera al tiempo de la cosecha, momento en el
que separará la paja del trigo, quemando la
primera y aprovechando el segundo.
Estos pensamientos me llevaron a
comprobar que, como todo en la vida, en
nuestro paso por el Colegio hemos constatado
cómo en esa porción de la realidad hubo
mucho, muchísimo trigo, pero no por eso dejó
de haber también cizaña. ¡Cuántas cosas tan
buenas y esenciales para hacernos crecer, para
permitirnos experimentar vivencias positivas,
de valores, compartir vidas ejemplares y
ejemplos de vida fundamentales! Allí tuvimos
ocasión de aprender, en gran medida, la
centralidad del amor, de la amistad, de la
entrega a los demás, el sentido del sacrificio
por el otro, a través de experiencias radicales
como los grupos juveniles, las misiones de
verano, los servicios; espacios de vida que han
marcado un antes y un después en nuestro ser,
para muchos de nosotros.
Pero también fuimos testigos de otras
mezquindades propias de nuestra condición,
participando muchas veces de situaciones
atravesadas por la intolerancia. A veces
callamos ante situaciones de desprecio que
entre nosotros generábamos respecto de
ciertos compañeros o, incluso, participamos
de ellas activamente estigmatizándolos;
festejamos bromas crueles sin medir el
sufrimiento que podíamos estar infligiendo;
algunas veces, tal vez, nos deslumbramos
frente a incoherencias y banalidades que, con
los años, vemos que no nos dejaron nada.
Pero, en definitiva, es bueno que tomemos
conciencia de que en el Colegio vivimos ese
proceso natural maravilloso, en el que
crecieron juntos el abundante y generoso trigo
y la cizaña que, como en todo, está entre y
dentro de nosotros. El mundo colegial nos
permitió compartir con muchos otros esta
experiencia, creando así lazos de amistad que,
por profundidad y por historia, llegan hasta lo
más íntimo de nuestro ser y nos acompañan en
el camino de la vida. También hallamos en ese
mundo adolescente muchas de las orientaciones
fundamentales que marcaron nuestro
rumbo principal y que hacen que seamos
quienes somos.
En ese sentido, el Marianista contri-buyó
mucho a que descubriera lo fantástico que es
acompañarse y disfrutar la vida en comunión
con mi tierna “compañera de yugo”, Paula, que
hace más de veinte años conocí gracias a los
grupos juveniles. Con ella gozamos de ver
crecer a nuestros cuatro retoños, Juan
Francisco, María Milagros, Ignacio y Lourdes
(alumnos actualmente los tres primeros, y
próximamente la más pequeña), enamorados
de su Colegio. Un Colegio muy distinto del de
antaño, arriesgo a afirmar que –incluso– en
muchas cosas mejor, que ha sabido mantener
renovados los mismos valores, la misma
esencia. Y que ha tenido la capacidad de
rediseñar esquemas como para continuar
captando el palpitar de sus jóvenes y niños
desde los nuevos desafíos que el mundo actual
plantea, siguiendo la impronta que nos legó
Chaminade: “A vino nuevo, odres nuevos”.
Lo vivido aquellos años también fue fuente
de lo que soy como profesional. No fue casual
que luego de experimentar los encantos del
ejercicio de la abogacía de forma independiente
y en una empresa multinacional, haya
optado por dedicarme de lleno a una actividad
que, aunque bastante menos rentable, resulta
para mí mucho más apasionante, más
vinculada con el hombre, con el servicio a los
demás, como es la carrera judicial.
Estoy convencido de que las elecciones
importantes tomadas en mi vida, las que han
marcado el rumbo fundamental, que me han
posicionado en el presente y que trazaron
también lo principal de mi futuro, fueron
tejidas –en gran medida– en esa urdiembre de
vivencias únicas que el Señor puso en mi
camino dentro del Colegio Marianista.
A veinticinco años de haber egresado, alzo
mis ojos al cielo y agradezco por tanto trigo
regalado y también por la cizaña, que nos
permite asumir desafíos superadores; y pido a
Dios que nos ayude a continuar reconociendo
lo que haya de cizaña en el campo de nuestro
corazón, de nuestro entorno, de nuestra historia
y de la historia de nuestra amada Argentina que
tanto necesita de miradas maduras y asentadas,
conscientes de que la paja y el trigo vienen
enlazadas y evitan “comprar” el discurso
simplista y engañoso de quienes pintan las
cosas sólo en blanco o negro.
Hernán H. Pagés
hhpages@yahoo.es
24| Anuario 2011 Anuario 2011 |25

25 años/5°a
5º “A” – 1986 –
BELLINI, Marcelo Pablo
CAMBIASSO, Gabriel Martín
CASALÁ, Pablo Andrés
CASTILLO, Gustavo Máximo
CHIESA, Francisco Daniel
DENTONE, Nelson Gustavo
DURAN, Ramiro Sebastian
FAZZITO, Gustavo Fabián
FOGLIA, Horacio Edmundo
GARO, Raúl Enrique Martín
GAYNECOTCHE, Pablo Martín
GIONCHETTI, Gabriel Hernán
26| Anuario 2011
C O L E G I O M A R I A N I S T A
IGARZABAL, Carlos Rafael
KOENIG, Luis Alfredo Martin
LANDABOURE, Edgardo Agustín
LEMME, Pablo Ariel
MASSANO, Pablo Daniel
MENNA, Santiago
MIRARCHI, Gustavo Ernesto
NICASTRO, Federico
PAGES, Hernán Horacio
PALADINO, Martín Javier
PERALBA GARCÍA, Juan Ignacio
PÉREZ, José Luis
Parques y Jardines
Parques - Jardines - Interiores - Sistemas de Riego
CARLOS A. TAPIA
Ingeniero Agrónomo
Mat. Prof.11.853
B A C H I L L E R E S 5 º A
1986
PÉREZ MOLET, Luis Alberto
PEUSNER, Pablo Hernán
PIERETTI, Máximo Emilio Mariano
REMACHA, Fernando Martín
SACCHI, Federico Carlos
SAREDI, Alejandro Roberto
SAVINO, Alejandro
SEQUENZA, Sergio Jorge
VALDIVIA, Ricardo Oscar
VIGNA, Eber Gerardo
ZABALA, David Fernando
ZEBALLOS, Hernán Marcelo
Bernal 670 - C1405ACB - Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel./Fax: 4431--2122 / Cel.: 15-5463-1396
ikeruparquesyjardines@yahoo.com.ar

Lo que el colegio
me dejó
Suena el celular y veo un número que no
reconozco. Generalmente no atiendo,
pero esta vez, por suerte, lo hice. Era
Gabriel, ex alumno del Colegio, para
decirme que cumplíamos 25 años de
egresados y que se estaba organizando
un evento para celebrarlo. Enseguida pensé
que se había equivocado... ¡25 años es mucho,
no me parecía que hubiera pasado tanto tiempo
desde que dejé el Colegio! Pero sí, ya pasaron
25 años. Por lo general, uno recuerda como
“reciente” aquello que lo marcó profundamente.
Y eso es lo que me sucede cuando
pienso en el Marianista.
Entré al Colegio en Primer Año. Venía de
uno mucho más chico en donde nos
conocíamos absolutamente todos. Mi primera
impresión del Marianista fue de “Wooowww”,
qué inmenso que es todo esto, cuánta gente, no
me voy a acordar del nombre de nadie ni nadie
va a recordar el mío. ¡Pero cómo me
equivoqué!
Por supuesto, era un colegio mucho más
grande, con tres divisiones de más de treinta
chicos; pero desde el primer día fui Matías. Los
profesores enseguida sabían quién era cada
uno. La mayoría de mis compañeros venían de
la primaria; pero los nuevos teníamos
hermanos, primos y/o amigos en otros años o
grados, así que era imposible ser un anónimo
entre tantos conocidos. Eso hizo que mi
integración fuera inmediata. Habían pasado
pocas semanas y ya me sentía “local” y mi
inseguridad había desaparecido.
Todavía me acuerdo del lema
del Colegio del primer año
“Cada Uno en lo Suyo y en Todo,
To d o s ” , u n a i d e a q u e
verdaderamente se vivía. A la
distancia, me doy cuenta de que
el sentimiento de Familia no sólo
se debía a que éramos todos
conocidos, sino que todo estaba
preparado para favorecer la
integración de los recién
llegados.
Cuando pienso en mis años
25 años/5°B
de colegio, es imposible no pensar en tres
cosas que sin duda me marcaron.
Primero, las llamadas clases de Catequesis,
que más que clases para hablar de religión
–cosa que también se hacía– fueron momentos
de convivencia para que nos conociéramos en
profundidad y derribáramos inhibiciones.
Hablábamos de nuestros ídolos, de las personas
a quienes nos queríamos parecer, de educación
sexual –que en ese momento todavía
era un tema bastante tabú, de política –era
1983, así que imagínense...
Segundo, los campamentos. ¡Qué bien lo
pasábamos! Tres días de diversión absoluta, en
donde jugábamos y competíamos contra los
otros cursos, lo que unía mucho más a los de
cada división y nos daba un mayor sentido de
pertenencia.
El tercer evento que resalto es uno que no
sólo marcó mi adolescencia sino que marcó mi
vida: los Grupos Juveniles. Para ser franco, lo
que hizo que de entrada me uniera a los Grupos
era la posibilidad de conocer chicas, que en mi
época venían principalmente del Santa Rosa o
del Sagrado Corazón. Misión cumplida: todavía
mantengo como amigas del alma a algunas
de esas chicas que conocí hace casi treinta
años. Pero los Grupos me dieron mucho más
que buenos amigos y amigas. Por sobre todo,
de los Grupos rescaté algo muy bueno de cada
uno de los tres pilares que los sostenían:
Formación, Oración y Servicio. Gracias al
Matías Puente Solari
De campamento:
Rincón, Manzano,
Volpellier y
Ríos Pita (arriba);
Puente Solari, Nadal y
Bruni (abajo)
Anuario 2011 |27

pilar de la Formación, pude discutir con mis
amigos y coordinadores todos esos temas
“difíciles” que se presentan cuando uno es
adolescente y busca respuestas. No sé si tuve
respuesta a todo, pero sin duda pude expresar
mis dudas existenciales –que eran compartidas
por la mayoría– y adquirí la confianza de
poder expresarme como quisiera. El pilar de la
Oración me ayudó a conectarme con Dios de
una manera mucho menos acartonada y en
donde, aún hoy, prima la alegría y no la culpa o
el deber ser. Disfrutábamos del momento de
oración, de los retiros en el colegio, de las
vigilias de Semana Santa y Pentecostés.
Por último, el pilar del Servicio. Durante
casi diez años tuve la suerte de servir en
hospitales, geriátricos y villas. Se suponía que
nosotros íbamos a servir a los más necesitados,
pero les aseguro que yo era el beneficiado. Esta
experiencia me abrió los ojos: uno se da cuenta
de cuán privilegiado es y de las pavadas de las
que a veces se queja cuando no conoce la
verdadera necesidad y miseria.
En fin, ya pasaron 25 años de todo esto,
pero aún sigo recordando los “buenos viejos
tiempos” de este gran Colegio, “Mi Colegio
Marianista”, al que a la distancia le digo:
¡Muchas Gracias!
Matías Puente Solari
mpuentesolari@yahoo.com
25 años/5°
B
En la fiesta de fin de curso con los profesores
Drago (de matemáticas) y Pagano (de francés).
Parados, de izquierda a derecha:
Fidalgo, Puente Solari, Manzano, Tamini y Muszak.
De viaje de egresados, en Bariloche:
Muszak, Galeano, Fidalgo, Thompson, Figueras y
Loisa (parados);
Curi, Azcarate, Manzano, Puente Solari y
Nadal (sentados)
AZCARATE, Hernán Patricio
BLANCO, Pablo Javier
BRUNI, Pablo Augusto
CAPORALE, Gustavo Santiago
CASTELLI, Marcelo Carlos
CASTELUCCI, Sebastián
CONLAZO, Roberto Enrique
CORBELLA, Alberto Pedro
CURI, Gabriel Adrián
D´ELIA, Juan Carlos
FATUR, Gastón Pablo
C O L E G I O M A R I A N I S T A
FERRO, Gustavo
FIDALGO, Leandro Fabio
FIGUERAS, José María
GALEANO, Pablo Sergio
GATTI, Luis Pedro
GRANDA ARNAEZ, Pablo
HERRERO VARONA, José Luis
LENCKE, Gustavo Dardo
LOISA, Leonardo Héctor
LORUSSO, Alejandro Paulo
MANZANO, Guillermo Ángel
MEZZADRI, Marcelo
MILANO, José María
MUSZAK, Alejandro
NADAL, Luis Ignacio
PALACIOS POGGIO, Gustavo Fabián
PEDRIDO, Gustavo Javier
PUENTE SOLARI, Matías
RINCÓN, Pablo Eduardo Manuel
RÍOS PITA, Rodolfo Ignacio
TAMINI, Juan Luis
THOMPSON, Gustavo Ariel
Humberto I 2887/9 - C1231ACE - Buenos Aires
Tel.: 54 - 11 - 4308-4884 / Fax: 54 - 11 - 4308-5493
info@viditec.com.ar - www.viditec.com.ar
B A C H I L L E R E S 5 B º
28| Anuario 2011 Anuario 2011 |29
1986
TRINCHERO, Sebastián
VARELA, Diego Javier
VENCE, Javier Alejandro
VOLPELLIER, Hernán Rodrigo

De los ideales
a la responsabilidad
Juan Pablo Guereño
Nuestras vidas están marcadas por
una infinidad de fechas y acontecimientos
que nos han impactado en
mayor o menor medida; una de
ellas, seguramente, se remonta a
marzo de 1975. En aquellos tiempos tan
convulsionados en el país, comenzábamos a
escribir nuestra historia común, con Otilio y
Graciela como primeros embajadores de un
proyecto educativo que nos alimentaría de por
vida.
Podría llenar estas líneas de simpáticas
anécdotas que, seguramente, aún permanecen
vivas en cada encuentro donde viajemos con la
memoria a esa niñez vivida a pleno. Tiempos
donde el valor de la amistad comenzaba a
grabarse en nuestros corazones, donde una
simple caminata nocturna hacia la cruz del
padre Marañón te hacía sentir valiente, tiempos
donde cada paso siempre era hacia adelante.
Las historias tienen aún más sentido si uno
descubre los valores que hay detrás de ellas: la
perseverancia de Otilio con cada alumno, la
vocación de servicio de Juan (el cocinero), la
alegría de Orlando Gassman en cada clase, la
familia integrada en cada kermes o evento, la
trasgresión y la invitación a pensar en cada
clase de Caco Pisano, la dedicación de Drago,
Fenelli, Julio Picchi o del padre Marañón, la
capacidad de escuchar y enriquecer el alma de
Luis Casalá....
Cada uno de nosotros puede hacer su propia
lista, y seguramente cada anécdota, cada
historia, cada momento guarda un valor
profundo. Docentes, hermanos o colaboradores
han contribuido como piezas clave de un
25 años/5°c
engranaje que construye un proyecto educativo
plasmado en un modelo de persona, de
ciudadano y de sociedad.
Han pasado muchos años, cada uno de
nosotros carga en sus espaldas grandes
satisfacciones y seguramente algunos fracasos;
en nuestro país han cambiado muchas
cosas, pero todavía está muy lejos de aquél que
imaginamos en nuestra utopía adolescente.
Aquellos que tuvimos el privilegio de vivir
aquella época hemos recibido el legado más
valioso: nos han enseñado a pensar libremente.
Estoy seguro de que hemos tomado
caminos de vida muy diversos, que nuestras
inclinaciones políticas son muy amplias, que
la manera en la que interpretamos el pasado y
vemos el futuro dibuja una gran constelación
de ideas y pensamientos. La riqueza del modelo
se centra en alimentar al individuo,
respetando su esencia y la diversidad, dándole
las herramientas para ser protagonista en una
sociedad que requiere gente comprometida.
Tengo la certeza de que cada uno de nosotros
no ha pasado desapercibido en el ámbito
donde eligió participar.
Vamos promediando nuestra vida adulta y
algunos tendrán la suerte de seguir activos
otros 25 años. En este contexto de educación
desigual y acceso restringido a un mundo cada
vez sofisticado y complejo, ser parte de ese
grupo afortunado que recibió educación de
calidad, nos genera una gran responsabilidad
social.
Queridos compañeros y amigos, el
propósito de estas líneas es invitarlos a
reflexionar sobre nuestra responsabilidad de
contribuir al desarrollo de nuestra sociedad. El
legado marianista cobra sentido puesto en
acción, encarnado en los distintos ámbitos del
quehacer y protagonizado por cada uno de
nosotros.
Que estos días de “re-encuentro” no terminen
sólo en un buen momento, que no se agoten
en lindos recuerdos. Me ilusiona que este
espacio sea el camino para “re-conectarse” con
la esencia, de “re-vitalizar” todo lo que nos han
transmitido y de “re-novar” fuerzas tomando
impulso hacia el futuro.
Finalmente, quiero agradecerles a todos
aquellos con los que compartí esos doce
maravillosos años, compañeros y educadores,
que le dieron sentido a la palabra “amistad” y
que, más allá de los tiempos y las circunstancias,
permanecerán imborrables en mi
corazón.
Juan Pablo Guereño
jgereno@speedy.com.ar
ABOUD, Marcelo Oscar
BALBO, Germán Ariel
BARDI, Federico Pablo Gustavo
BARRA, Pablo Adrián
BERTA, Daniel Orlando
BUSTINDUY, Christian Abel
CALEGARI, Fernando
CALVO, Federico Gonzalo
CANDIA, Juan Bernardo
CHAZELLE, Ronald Germán
D'ANGELO, Eduardo Cayetano
C O L E G I O M A R I A N I S T A
DE NATALE, Gustavo Carlos
FEDRIANI, Gustavo
GUEREÑO, Juan Pablo
LEMA, Pablo Martín
MARTÍNEZ, Martín Alejandro
MASSOLINI, Patricio Carlos
MENZANI, Alejandro Cesar José
MERINO, Diego Guillermo
MOURELLE, Hernán José
MOURIÑO, Diego
RAZZOTTI, Alejandro Pablo
P E R I T O S
M E R C A N T I L E S
30| Anuario 2011 Anuario 2011 |31
1986
RETA, Edgardo Fabián
REYNA, Martín Gonzalo
RODRÍGUEZ, Flavio Gustavo
RODRÍGUEZ, Gastón Roberto
ROSENDE, Ernesto Horacio
SALAS, Christian Guillermo
SALGADO, Diego Julián
SÁNCHEZ, Ricardo Adrián
SIMONE, Mariano José
TORRES, Damián Gabriel
ZOLEZZI, Claudio Cesar

Don Pedro Valentina
Marianista tiempo completo
La vida de Pedro estuvo íntimamente ligada a la gran familia marianista, familia que tenía como núcleo
central a la comunidad religiosa que jamás lo abandonó y menos en los momentos difíciles que pasó, y
que no fueron pocos.
Vidal Ochoa
Hace muy poco tiempo que nos ha
dejado, pero merece la pena recordarlo.
Muchas veces sucede que a
personas muy valiosas, pero humildes
y discretas, fácilmente se las olvida.
Quiero traer a nuestra memoria, aunque sea
someramente, la figura de nuestro querido
Pedro.
No va a faltar oportunidad en que, alguno
de los muchos que lo han querido y admirado, y
que además vivieron mucho tiempo con él,
escriban recopilando detalles de su andar por la
vida colegial: su trabajo, anécdotas, dichos,
reflexiones, etc. Sería hermoso porque hay
tema.
La vida de Pedro estuvo íntimamente
ligada a la gran familia marianista, familia que
tenía como núcleo central a la comunidad
religiosa que jamás lo abandonó y menos en los
momentos difíciles que pasó, y que no fueron
pocos.
Pedro acompañó siempre todos los
proyectos educativos con una presencia amplia
y generosa, modélica, servicial, que siempre
sobrepasaba lo estrictamente reglamentario.
En el campo específico de la Educación
Física y actividades anexas, fue un gran motor
de animación y renovación. Es posible que
para muchos este tema haya pasado desapercibido.
Éste fue el campo al que él se entregó
con alma y vida.
Haciendo un poco de historia, recordemos
que el área de la Educación Física, que
teóricamente tenía una buena ubicación en el
Plan Nacional de Educación, por distintos
inconvenientes y dificultades se convirtió en la
“Cenicienta” educativa. ¡Que los profeso-res,
que los locales adecuados, que el viaje de los
alumnos, que el tiempo malo…!
En los inicios del Colegio Marianista, los
profesores de Educación Física eran los
hermanos maestros, luego también los laicos.
Esto sirvió durante un tiempo para el primario.
Llegando el Secundario, las exigencias
legales hicieron obligatorio profesores
titulados.
Las autoridades marianistas, bien asesoradas,
encontraron en el profesor Hermes Pérez
Madrid un docente de prestigio, bien visto en
la Dirección Nacional de Educación Física. A
pesar de sus múltiples ocupaciones, aceptó
echar una mano e iniciar oficialmente la
materia en el incipiente secundario del
Colegio. La Educación Física salvaba su
legalidad, pero nada más.
Los colegios privados cuidaban un poco
más este tema educativo; pero su gestión,
siendo superior a la estatal, no tenía gran nivel.
Poco a poco fueron mejorando las cosas y se
fue tomando conciencia de la importancia de
esta disciplina.
De la mano de…no sé quién, en 1963 llegó
Pedro al Colegio Marianista. Yo era Director
del Primario y Juan Ramón Urquía, el Rector.
Nacido en Dolores, provincia de Buenos
Aires, de una familia correcta que le dio
excelente educación, se recibió de profesor de
Educación Física. Luego la familia se instaló
en San Isidro. Fallecido el padre, la madre
quedó con Pedro y dos hijas, una de ellas
melliza de Pedro. Tuve la oportunidad de
conocer a su madre en San Isidro.
Posteriormente, Pedro se casa con una
colega, Marta, y viene a vivir al lado del
Colegio; desde entonces, ya no saldrá más del
Marianista.
Poco a poco fue dejando otros colegios
para dedicarse a tiempo completo.
Se lo vio siempre correctísimo y puntual.
Nunca dejaba de saludar, jamás fumaba en
presencia de la autoridad cualquiera fuera. Él
decía que jamás fumó en presencia de su
padre.
Nunca una mala palabra o insulto. Se
enojaba más en broma que en serio.
Sensible, tímido, no hablaba más de la
cuenta. Por más intimidad que uno tuviera con
él, difícilmente se confidenciaba.
Al poco tiempo, Marta dio a luz una niña
hermosa que le llenó de alegría. Con el tiempo,
aparecieron dificultades y conflictos, y hubo
que remar duro. El goce de hogar se complicó.
La muerte de la madre fue muy sentida por él.
Se le iban cayendo los mejores apoyos
afectivos. Y comenzó a llevar sobre sus
espaldas una mochila demasiado pesada y en
su alma un dolor muy grande.
El que lo conocía a fondo se daba cuenta de
que algo pasaba en su interior. Pero, a pesar de
todo, era alegre y juguetón, con sus tiempos de
silencio y soledad.
En sus buenas épocas, le gustaba salir con
los amigos. Una noche nos vieron gente del
colegio a un grupo de profesores divirtiéndonos
en el “Ital Park”.
Tuve también la oportunidad de compartir
con él y otro marianista un campamento
ambulante por las sierras de Córdoba, camino a
la Colonia: la comida, la pesca, el fogoncito en
la noche serena, lleno de confidencias…
Necesitaba de estos pequeños acompañamientos
con sus amigos.
Pedro fue, sin duda, una institución discreta
y desapercibida. En su paso por el Colegio,
dejó mucho esfuerzo, mucho cariño y mucha
buena voluntad. Educador de alma, comprensivo,
dejó buenas enseñanzas y recuerdos en
sus ex alumnos y colegas. No creo que tenga
detractores.
Pero todo termina, y llegó su jubilación. No
sé cómo se habrá sentido. No tuve la oportunidad
de compartir con él ese momento. Dejar
el Colegio y su trabajo, dejar la comunidad que
era su apoyo y refugio debió ser durísimo.
En los últimos tiempos se fue a Córdoba,
único refugio familiar que le quedaba. Volvió a
esa Córdoba que tanto quiso, donde tanto
trabajó en su querida Colonia, llena de
recuerdos, aventuras, buenos ratos y algunos
disgustos.
En una de esas temporadas en la Colonia,
me acompañó a traer los restos del Sr. Eufrasio
Benito, marianista despeñado en el Cerro
Champaquí. Para los que no conocen la historia,
encontrarán una referencia a la misma en el
Anuario del año 2008.
Como dije, en la triste misión de ir a buscar
esos restos, estaba con Pedro, en plena
temporada de verano. Aceptó acompañarme,
manejando el rastrojero que Don Arturo, el
dueño de la quinta frente a la Colonia, nos
había prestado de muy buena gana.
Salimos a la tardecita. Viaje largo y escabroso
por Carlos Paz – Pampa de Achala. Se
hizo muy de noche y dormimos un rato en una
comisaría del pueblito donde nos dieron dos
catres. Al día siguiente, madrugamos. Cuando
quisimos despedirnos, no encontramos a
nadie; nos fuimos sin más, sin agradecerles.
Seguimos viaje, llegamos a San Javier. El
párroco no estaba. La secretaria tenía dudas; al
final, sabiendo que era por el “padrecito” que
había hecho fama por todo el valle, nos dio la
llave del cementerio. Entramos y ubicamos el
pequeño ataúd. Pedro, tan sensible y flojo para
estos temas, temblaba. Cargamos, devolvimos
la llave y nos fuimos.
Pedro no acertaba los cambios; y yo no
sabía manejar. El camino fue difícil. Con
mucho silencio, llegamos de vuelta a la
Colonia. Los chicos, intrigados y curiosos. Los
restos se depositaron en la Capilla.
Pedro seguía temblando. Tuvo que darse un
baño de agua fría y meterse bien abrigado en
cama. Se le tomó la fiebre: cuarenta grados. Se
llamó al médico. No sé qué remedio le dio, pero
a mitad de la tarde –habíamos llegamos al
mediodía–, estaba normal.
Instalado en Córdoba, regresaba Pedro
cada mes a Buenos Aires para cobrar su
jubilación y saludar a su única y querida hija.
¿Dónde se refugiaba esos días que pasaba
en Buenos Aires? En la Comunidad Marianista,
donde sus hermanos lo esperaban con los
brazos abiertos. Eliseo y Otilio, siempre presentes
con un apoyo total. Esa Comunidad, que
en años anteriores había sido avisada de un
grave accidente de auto en el que Pedro sufrió
serios daños, lo fue a buscar, lo llevó al hospital
y lo estuvo cuidando hasta su recuperación
total. ¡Verdaderos hermanos fueron siempre
para Pedro!
En los últimos tiempos lo vi y charlé con él
en uno de sus viajes a Buenos Aires. Estaba ya
muy vencido. Me dio pena y bronca.
Al final, no volvió más. Dios se lo llevó.
¡No haber podido estar a su lado…! Hizo lo
mejor que pudo en su vida. Tendrá premio… ¿y
nosotros?
Quiero terminar estas líneas con un tema
que también atañe a la Educación Física. Me
refiero al Congreso Pedagógico Marianista que
se celebró con motivo de los 75 años del
Colegio. Me gustó la idea y su desarrollo.
Felicito de alma a todos los que pusieron la
suya para llevarlo adelante.
Asistí a varios foros. Entre ellos, elegí el
denominado “Educación Física y valores”. Me
fue muy grato estar presente durante todo su
desarrollo. Me pareció excelente. Muy buena
la exposición de Fernando Onetto, lo mismo
que la participación de los animadores Carlos
Castillo, Juan José Drago, María Victoria Díaz
de la Torre y Emanuel Vellaria. Me pareció un
planteo audaz y valiente para seguir encarando
la difícil y complicada área de la Educación
Física.
En esos momentos se me ocurrió pensar
que el profesor Valentina hubiera estado muy
feliz de participar en estos proyectos,
esperando un gran futuro para su querido
Colegio Marianista, como lo esperamos todos
y factible sólo con el esfuerzo mancomunado.
Vidal Ochoa
32| Anuario 2011 Anuario 2011 |33

“El espíritu de familia se hizo carne”
Una carta desde Benin (1)
para los Exalumnos Marianistas
Hno. Joseph
Makliwè Adaki, SM
15 de agosto de 2011
Pèporiyakou,
Queridos exalumnos marianistas argentinos:
“El espíritu de familia se hizo
carne”. Así me gustaría titular esta
carta que escribo para todos ustedes,
los que encontré y los que no encontré
todavía. Durante mi estadía en Argentina, entre
ustedes me sentí muy bien recibido, muy
amado, no como turista o estudiante sino como
religioso marianista, como ex alumno marianista
de otro continente, África.
Existía un vínculo entre ustedes, entre
ustedes y yo, un vínculo que la lógica humana
no podría explicar. Para mí es lo que queda de
nuestro pasaje por los colegios marianistas: el
espíritu de familia. En esta carta, en primer
lugar, voy a presentarme; en segundo lugar,
hablaré de lo que me fascinó en Argentina; y en
tercer y último lugar, compartiré mis preocupaciones
actuales.
Para empezar, me presento. Me llamo
Adaki Makliwè Joseph. El apellido “Adaki”,
en mi lengua materna Kabiè, es una pregunta:
“¿Quién llegará?”. Mi primer nombre,
Makliwè –también en mi lengua–, es una
respuesta que contesta a la pregunta de mi
apellido. Significa: “Voy a superar y doblarlos”.
Así es en mi pueblo o generalmente en
África. Los nombres tienen un sentido, una
manera de comprender el mundo. Casi siempre
son nombres de esperanza que dan ánimo o
que dan “polenta”. Mi segundo nombre
“Joseph” o “José”, de verdad no aparece en mi
documento. Es mi nombre del bautismo. Me
bautizaron a los seis años de edad y resultó
difícil agregar este nombre en mi documento.
El 18 de septiembre cumpliré 29 años. Soy
el mayor de mi familia compuesta de mis dos
padres, cuatro hermanos y una hermana. Fue
complicado en principio dejarla para seguir mi
vocación. Mis padres contaban mucho
conmigo. Me animaban a estudiar medicina
porque es lo yo que quería ser antes de
descubrir a los marianistas en el Colegio
Chaminade de Kara, en mi ciudad.
Mi primer contacto con ellos fue en un
contexto de fe. En la casa que alquilaban mis
padres vivían algunos alumnos marianistas,
un religioso marianista y un postulante. Para
recibir la primera comunión tenía que hacer la
catequesis. Ellos me anotaron entonces en el
Colegio Chaminade. A pesar de que no era yo
alumno de allá, me aceptaron. Quedé muy
asombrado por la belleza del Colegio, por el
nivel de conocimiento de sus alumnos y de la
sencillez, de la apertura de los maestros de
catequesis que se llamaban “Hermanos”. No
sabía el por qué de este nombre destinado
especialmente para ellos.
Cuando entré efectivamente en el Colegio
en el año 1998 como alumno, entendí lo que es
ser “Hermano Marianista”. Así nació mi
vocación: me enamoré de los marianistas, de
la Virgen María. En enero de 2002 empecé el
postulado y en septiembre de ese año entré en
el noviciado a pesar de las lágrimas de mi
madre. Hice dos años en el noviciado y tres en
el escolasticado en Costa de Marfil dónde
estudié Ciencias de la Educación.
En 2007 me enviaron a Benín acompañado
por otros dos hermanos para abrir un Colegio
Marianista. Nada fue fácil en esta primera
experiencia misionera. Teníamos que hacer
cosas por nuestros propios esfuerzos, aceptar
la vida humilde, las privaciones. Pero la
felicidad no faltaba en nuestros corazones.
Después de dos años hice los votos perpetuos y
volví a Costa de Marfil para terminar mis
estudios.
Como si fuera un regalo del cielo, tuve la
suerte de viajar a la Argentina a fin de ese año
2009. Allá viví más o menos un año. Pasé lo
mejor posible ¿Qué experiencia llevo de ese
país tan generoso?
Queridos amigos, mi estadía entre ustedes
fue un éxito total. Muchas cosas me gustaron:
el mate, la comida, las calles, la gente. En
principio, me costó un poquito por el tema de la
lengua, del frío y de la soledad. Pero la disponibilidad
de la gente a escucharme, a ayudarme
por cualquier cosa, me sacó de estas dificultades.
Me acuerdo de los alumnos o ex alumnos
marianistas que trataban de manejar el inglés
para traducirme lo que se decía en castellano.
Son chicos y chicas muy inteligentes que tienen
el sentido de la amistad y del respeto al otro
a pesar de las diferencias de género o de raza.
Reconozco que visité muchos sitios
turísticas como “la caminata” en Boca, la
basílica de Lujan, la cancha de River, La Plata y
otros, gracias a ustedes. Me fascinaba verlos
cuando se encontraban en el campo de deportes
para jugar o para la misa o una cena. Se nota la
cercanía que cada uno de ustedes tiene por los
demás, las amistades que alimentaron desde las
aulas y que siguen desde hace más de 50 años.
No puedo callarme sobre su sentido de
servicio. Muchos de ustedes forman parte de la
Fundación Misión Marianista como voluntarios.
Por este medio ponen generosamente
sus fuerzas y amor para ayudar a los más
necesitados. El ejemplo de ese año fue la
kermés, organizada para el Chaco y el Instituto
de Fátima. Especialmente fueron ustedes y los
padres los que coordinaron las actividades.
Para mí, esta dinámica de vida del Colegio
Marianista es única. Hay algo que mantiene
esta llama en ustedes, en mí también: es el
espíritu de familia. Y agrego que el espíritu de
familia se hizo carne en su colegio porque se
vive concretamente. Espero que sea así en el
mío dentro de diez años.
Queridos amigos: hacer crecer el espíritu
de familia en mi colegio es una de mis preocupaciones.
En efecto, desde que me nombraron
Director del Colegio Chaminade de
Pèporiyakou (Benín), mi sueño más alto es
trabajar para construir en este colegio una
familia educativa marianista como la de su
colegio. Apenas llegué, con la primera promoción
de ex alumnos de este año formamos una
comisión para que se junten todos y sigan
participando de la vida del colegio.
La próxima cosa que haré es iniciar la
Fundación Solidaridad Marianista (FSM) de
Benín que podrá coordinar la misión caritativa
de nuestra comunidad educativa. Por ahora son
vacaciones acá, pero estoy gastando mis
fuerzas para preparar el comienzo del año
lectivo, programado para octubre, haciendo
callejones en el patio, plantando árboles, flores
y césped, organizando la biblioteca, dirigiendo
la construcción de la dirección y del internado.
¡Miren como el campo de la misión marianista
es grande!
Me gustaría que ustedes “escriban sus
nombres” en la tierra africana. Por eso, los
invito a participar en esta misión: ayudando a la
construcción del laboratorio, de la capilla, de la
sala de computadoras, a la introducción de la
enseñanza del español en lugar del alemán,
ayudando a los pobres, que son inteligentes
pero por falta de recursos no puedan estudiar en
el colegio. Cuento mucho con ustedes para
superar estas preocupaciones.
Queridos amigos: el bien que me hizo mi
estadía entre ustedes es impagable. Conocí
gente valiosa como Pancho y el padre Alfonso,
aprendí muchas cosas de ellos. ¡Que Dios los
reciba en sus manos! Ese paso fue como para
completar mi experiencia marianista.
Gracias a todos y a todas por lo que hicieron
por mí. Compartimos momentos de felicidad y
momentos de pena. Es lo que comparten amigos,
hermanos. Quedemos en esta dinámica
por medio del Internet o de las visitas.
Mando un abrazo especialmente para cada
uno desde mi tierra africana.
(1) La República de Benín es un país de África
occidental que limita al oeste con Togo y Burkina
Faso, al este con Nigeria y al norte con Níger.
Antigua colonia francesa, conocida con el nombre
de Dahomey, el país alcanzó la independencia el 1º
de agosto de 1960 como República de Dahomey.
En 1975 adoptó el nombre actual de República de
Benín.
Hno. Joseph Makliwè ADAKI, SM
Religioso Marianista de Togo
Director del Colegio Chaminade de
Pèporiyakou (BENIN)
B.P.770 Natitingou-BENIN
E-mail: adakimack@yahoo.fr;
adakimack@facebook.com;
adakimack@skype.com
34| Anuario 2011 Anuario 2011 |35

La Magia del
Colegio Marianista
Adolfo A. Valvaroza
Mis primeros shows,
a los diez años.
En la TV, con
Marta González
(1989)
Después de mucho pensar un título para
ponerle a mi historia; creo que he
acertado ya que el Colegio Marianista
fue uno de los hechos más mágicos e
influyentes en mi vida para haber
llegado a ser lo que soy.
Mi nombre es Adolfo Andrés Valvaroza, de
profesión… mago. Sí, leyeron bien, mago, y
vivo desde hace 22 años en Madrid, España.
Corría el año 1973. Tenía seis años y mi
primer grado “B” me esperaba. Nunca imaginé
que ese primer día de clases en el patio central
iba a ser tan importante en mi vida. Mis primeras
sensaciones, el uniforme con esa corbatita
que mi mamá y mi abuela me compraron con
mucho sacrificio, la primera cartuchera, mi
primer amor de niño que fue mi maestra
Graciela y, lo más importante, esos otros
chicos que, con el tiempo y hasta el día de hoy,
iban a ser mis amigos.
Fue pasando el tiempo y empezaron las
actividades en grupo, las primeras salidas al
campo de Pinitos y las excursiones.
Ahora me doy cuenta de que esos eran
momentos claves para nosotros porque nos
alejaban del entorno familiar y escolar, y nos
obligaban a arreglarnos solos, lo que nos
ayudaba a nuestra superación personal. Estas
actividades fueron momentos, circunstancias
que le agradezco al colegio.
Ya en esos tiempos y durante primero,
segundo y tercer grado, yo notaba que mis
aficiones y hobbies no coincidían con los de la
mayoría de mis compañeros . Estando en un
colegio de varones era muy extraño que, a
pesar de las motivaciones que recibía de mis
maestros, a mí no me gustara jugar al fútbol ni
hacer mucho deporte. Era un “bicho raro” y lo
pasaba muy mal ya que me sentía desplazado
por la inocente crueldad de los otros chicos.
Sin embargo, mientras ellos quedaban los
fines de semana para ir a jugar al fútbol o al
rugby, yo me pasaba horas y horas jugando
con las típicas cajas de magia que me
regalaban para mis cumpleaños y, encerrado
en mi habitación, haciendo obras de teatro con
mis títeres. De vez en cuando me metía en el
baño y me pintaba la cara de payaso con las
pinturas de maquillaje de mi mamá. Un
“artista” estaba naciendo en mí.
A los ocho años – jamás se me olvidará–,
recuerdo que se celebró el cumpleaños de uno
de los chicos del colegio, para lo cual habían
contratado a un mago. Yo estaba viendo el
espectáculo y estaba en otro mundo. Cómo
sería mi cara de asombro que aquel hombre
paró el espectáculo y me empezó a zarandear
porque creía que me había pasado algo ya que
me hablaba y yo no reaccionaba. Estaba
absorto.
Fueron pasando los años y el colegio, con
sus actividades, su sentido de familia y su
sistema educativo, me iba aportando un
crecimiento cultural y espiritual muy importante,
dándome la seguridad necesaria a la
hora de decantar en mi el interés por el mundo
del espectáculo.
El año 1977 lo recuerdo como uno de los
más importantes de mi vida. Estaba en quinto
grado y teníamos de maestro a Julio Pichi. Ya
solo por eso, tanto yo como mis compañeros,
éramos unos afortunados. Julio era “el
maestro”, un maestro de la vida, creo yo; la
persona que nos empezó a enseñar a manejar
los valores humanos para ser hombres.
A principios del año 1977 mi papá, que ya
llevaba años percatándose de mi interés (por no
decir obsesión) por el ilusionismo encontró,
después de mucho buscar, una Escuela de
Magia. Le estoy tan agradecido a mi “viejo”
por haber tenido tan brillante idea.
Sí, en el mundo sólo había entonces tres
escuelas de magia, una de ellas en Buenos
Aires; ¡y yo, sin saberlo! Era la escuela del gran
mago Fu-Manchú.
Era lo más parecido a una universidad de la
magia, con sus materias y sus exámenes, muy
parecido a lo que sería hoy en día la Academia
Hogwarts de las películas de Harry Potter. La
escuela se encontraba en Riobamba y
Bartolomé Mitre, y mis padres me llevaban los
martes y sábados a tomar clases.
A partir de ese momento me empecé a
relacionar con ese mundo fascinante en el cual
pude aprender de los grandes maestros de la
magia todos esos secretos que tanto me
intrigaban. Asistía a sus reuniones y me
empezaba a fabricar mis propios trucos de
magia para luego animar los cumpleaños de
mis primos y familiares.
Recuerdo que a finales del mismo año, mis
padres me mandaron a la colonia de vacaciones
Marianista en Casagrande, Córdoba. Yo ya
llevaba unos cuantos meses en la escuela de
magia y ya controlaba un poco el tema. En la
colonia estábamos a cargo de nuestro maestro
Julio Pichi, el cual una noche nos congregó a
todos los chicos para mostrarnos “La Magia
del Lobizón”. ¡Oh sorpresa la mía cuando veo
que Julio nos estaba sorprendiendo con un
show de magia profesional, haciendo los
mismos trucos que yo había aprendido en la
escuela! Me sentí realizado ya que, ante el
asombro que tenían mis compañeros, yo sabía
cómo Julio lo estaba haciendo.
Hablé con él y le comenté que yo estaba
estudiando magia. A partir de ese momento,
Julio me tomó un cariño especial y en los
recreos me pedía que le explicara mis últimos
aprendizajes mágicos.
La noticia de mi afición por la magia corrió
como reguero de pólvora por el colegio y ya
todo el mundo sabía a qué dedicaba mi tiempo
libre. Ya no era el tonto que no jugaba al fútbol,
sino que empezaban a verme como algo más
raro todavía.
Así, al año siguiente, en sexto grado,
tuvimos de maestro a Juan Carlos Merullo; el
que les mandaba a hacer cuentas a los chicos y
me llevaba a mí al pasillo, fuera del aula, para
que le hiciera y le enseñara juegos de magia
para hacerle a sus hijos, con lo que, por parte de
mis compañeros, me gané el titulo de
“chupamedias”.
El tiempo pasó y yo tenía clara la idea de
que deseaba seguir el secundario en el colegio
junto a la mayoría de mis amigos. Ya para esa
época tenía cierta experiencia en el mundo de
la magia ya que, cuando me lo pedían, animaba
fiestas familiares y dedicaba mucho tiempo a
ensayar mi pequeño repertorio.
Sería en el año 1983, estando en tercer año
del bachillerato, cuando comienzo a animar
fiestas infantiles ya de forma profesional. Me
contrata la empresa de animación de fiestas
infantiles más importante de Buenos Aires y
empecé a tener trabajo todos los días: de lunes a
jueves, una actuación por la tarde y los viernes,
sábados y domingos, ¡hasta dos y tres shows
por día! Durante esa época trabajé también en
la confitería “Los Dos Chinos”, en la calle
Brasil de la zona de Constitución, junto al
cómico Pepe Iglesias “El Zorro”.
A fin de mes ganaba yo más dinero que mi
papá ¡con sólo 15 años! Pero se empezó a
complicar el estudiar y hacer mis deberes; la
secundaria me exigía mucho y mi trabajo como
mago me obligaba a llegar a casa, comer e irme
a hacer la actuación. Si había tiempo a la vuelta
hacía los deberes y si no lo había, me tenía que
levantar al otro día muy temprano para
terminarlos. Mi mamá, que era maestra, me
ayudaba en todo lo referente a los estudios y me
acompañaba a las actuaciones; pero eso sí, me
La maga,
Teresa -mi esposa-
y yo
36| Anuario 2011 Anuario 2011 |37

Teresa me
corta a la mitad
decía que si no rendía en los estudios, se
acabaría la magia.
Recuerdo que estando en cuarto año, actúo
gratuitamente varias veces a petición del
profesor de Literatura, Emilio Ribote, para
gente carenciada, en unas villas de emergencia
de las afueras de Buenos Aires. Ese mismo año,
Ribote me “bocha” en Literatura por 0,19
centésimos. No lo podía creer: me parecía una
traición. ¡La única materia que me llevé en mi
vida! En su momento me pareció una
injusticia, pero la lección me sirvió.
Y llegamos a quinto año; era el año 1985 y
mi actividad artística era cada vez más intensa.
Entre otras actuaciones, viajo a Sao Paulo y
Río de Janeiro, Brasil, y participo en un importante
Congreso de Magia en el cual gano el Tercer
Premio en mi categoría de Magia General.
Ya finalizando ese quinto año recuerdo a
Drago, nuestro profesor de matemática, una
institución en el Marianista. Un tipo excepcional
que me apreciaba mucho por mi condición
de artista. Yo, para la matemática, era muy
malo, y él lo sabía: siempre pasaba raspando
con la nota. Él no quería que sufriéramos en la
Universidad, sobretodo si ibas a optar por una
carrera en la cual la matemática tuviera
importancia.
Llegando ya al final de curso me pregunta:
“Valvaroza, ¿usted qué va a seguir en la
Universidad? Yo le dije: “Yo me voy a dedicar
a la Magia”. En ese momento me regaló la nota,
me aprobó. Un genio.
Llegaba un momento crítico en mi vida ya
que se juntaban varios hechos importantes. Por
un lado “la colimba” a la vuelta de la esquina,
el ingreso a la Universidad y mi amor por el
espectáculo.
La colimba se solucionó gracias a un maravilloso
señor, del cual nunca me olvidaré, padre
de uno de los chicos del colegio, que hizo
verdadera magia y nos “salvó” a mí y a otros
varios compañeros de hacer el servicio militar.
La Universidad fue casi por complacer a
mi mamá que tanto me había ayudado en mi
carrera artística. Al año siguiente, o sea en
1986, ingresé en la U.C.A. a la carrera de
Psicología; pero debido a que cada vez me
involucraba más y más en el mundo del
espectáculo, enseguida abandoné la carrera.
En diciembre de ese año mi mamá empieza
a enfermar de una cruel dolencia.
En febrero de 1987, ya con veinte años de
edad, me presento a competir en el Congreso
de Magia Latinoamericano y gano el premio al
“Mejor Acto de Magia Argumentada”, un gran
logro que se ve empañado por el peor
momento de mi vida: dos días después de
haber ganado ese premio, mi mamá fallece a la
temprana edad de 49 años.
Como mago sigo trabajando en Buenos
Aires durante dos años, en los que destaco
apariciones en programas de televisión como
“El Gran Club” con Víctor Laplace y Nicolás
Repetto, “Cordialmente” con Juan Carlos
Mareco y otros.
En marzo de 1989 tomo la decisión más
importante de mi vida: viajar a España para
instalarme en Madrid y así abrir mis
horizontes artísticos en Europa.
Después de un duro comienzo, hasta que me
ubico en el nuevo mercado comercial,
empiezo a actuar para el público español en los
más destacados music-halls y para las más
importantes empresas, teatros y canales de
televisión.
En el verano de 1990 me contrata el
Ayuntamiento de Madrid (municipalidad)
para trabajar en el I Festival de Magia de
Madrid con la participación de los magos más
importantes de España y del extranjero. En ese
momento yo no sabía que el destino me tenía
preparada una sorpresa ya que en el
espectáculo en el que actúo había un Ballet y
allí es donde conozco a la que es hoy mi
compañera de trabajo y mi esposa. Ella es
Teresa, la mujer de mi vida, la persona que me
ayuda a cumplir todos mis sueños y me hace
feliz, una gran artista, primera bailarina, actriz
y una gran maga.
No más conocernos, empezamos a salir y
decidimos crear un dúo mágico llamado
Dream Makers (Fabricantes de Sueños), en el
que mezclamos el baile, la magia y el teatro,
creando así un espectáculo visual y original.
Ese mismo año somos contratados durante
cinco meses en una gira por la comunidad
Valenciana compartiendo escenarios con
artistas de la talla de Pimpinela o Dyango.
En 1991 debutamos con nuestro propio
espectáculo en una fiesta privada: “la comunión
del tataratataranieto de Cristóbal Colón”,
compartiendo escenario con ¡Los Parchis!
Así siguen los éxitos y los trabajos en
teatros, cruceros y hoteles por toda Europa.
Entre tanto éxito profesional, Teresa y yo
contraemos matrimonio en Madrid el 23
diciembre de 1992.
En el año 2000 somos premiados por los
magos españoles como “Mejores Magos del
Año en España”. Un premio que nos llena de
orgullo.
En 2003 se cumple el sueño con el que
habíamos soñado siempre: Teresa y yo somos
contratados para actuar por una semana en el
Castillo Mágico de Hollywood, –Los Ángeles,
EEUU– la sala de espectáculos en donde se
presentan los magos más importantes del
mundo. Esta experiencia hasta el día de hoy la
repetimos cada dos años.
En el año 2005 ocurre un hecho muy
importante en mi vida. La ciudad que me vio
nacer y crecer, también me ve en la madurez de
mi carrera. La Entidad Mágica Argentina, el
organismo de mayor jerarquía que congrega a
la mayoría de los magos de la Argentina, nos
contrata como estrellas invitadas en el
Complejo La Plaza, de la calle Corrientes, con
motivo del VII Congreso Argentino de
Ilusionismo para actuar y dar nuestra conferencia
de Magia Teatral a todos los magos argentinos.
Sí, porque aparte de nuestro show,
también damos conferencias y clases a magos
profesionales en las cuales les ayudamos a
preparar sus nuevos números. Actuar en
Buenos Aires y con Teresa fue una verdadera
emoción.
En el año 2006 tuvimos el honor de ser
contratados para actuar en el hotel “New
Orleans” de Las Vegas como uno de los actos
de magia más destacados dentro del panorama
mágico mundial. Ese mismo año nos
presentamos en las Olimpíadas Mundiales de
Magia, en Estocolmo, Suecia, quedando
En el Castillo Mágico de
Hollywood
clasificados entre los “mejores actos de magia
del mundo”.
En los últimos años se suceden actuaciones
en Italia, Suecia, Portugal, España, Estados
Unidos y Francia.
En 2007 llega la recompensa a tantos años
de trabajo. Mi mujer y yo somos contratados
para actuar representando a España en el
programa de la televisión francesa “Los
Campeones de la Magia Europea” desde el
prestigioso Lido de París, un verdadero sueño
hecho realidad.
En la actualidad estoy en Madrid
contándoles a ustedes parte de la historia de mi
vida y cómo influyó mi querido Colegio
Marianista en toda esta aventura.
A todos los lectores y amigos Marianistas les
quiero decir que cuando uno trabaja, lucha por
sus ideales y confía en Dios, casi siempre los
sueños se pueden hacer realidad.
Brindando por una mágica amistad, les
deseo que también ustedes puedan cumplir sus
sueños.
Adolfo Andrés Valvaroza
info@dreammakersmagia.com
En el Lido de Paris
Con los compañeros
de la secundaria,
ya hombres
38| Anuario 2011 Anuario 2011 |39

Recuerdos de cinco años
de egresada
Natalia Álvarez
Zabaleta
¡Aquellos días en
San Clemente,
en el 2005!
Cuando me llamaron para escribir unas
líneas en esta revista, no dudé ni un
segundo. Ahora… ¡cómo plasmar
tantos recuerdos en una sola carilla!
Estos años pasaron volando, me parece
mentira que ya se conmemoren los cinco años
de egresados del Colegio.
Y en estos cinco años que pasaron, muy
diferentes por cierto a aquella etapa, muchos
seguimos estudiando, otros trabajando y otros
estudiando y trabajando. Y cada vez con más
responsabilidades y menos tiempo libre, claro.
Sin embargo, los recuerdos, experiencias y
valores que hoy llevo conmigo son muchos.
Pero creo, por sobre todas las cosas, que lo más
valioso que conservo son los amigos para toda
la vida. Que aunque ya no nos veamos tan
seguido, cuando nos vemos es muy lindo
recordar las épocas felices de nuestra
Secundaria.
Porque fue allí que conocimos a los amigos
que hoy conservamos y que cada vez que nos
encontramos es inevitable no traer algún
recuerdo de ese momento de nuestras vidas.
Cierto sábado pasado nos juntamos con mi
grupo de amigas, ¡hacía mucho que no
5 años/5°a
coincidíamos todas! Recordamos anécdotas
de aquel remoto viaje a Bariloche, los últimos
días de quinto año, cuando ya íbamos sin
ganas a clase y no hacíamos otra cosa que
hablar de la Fiesta de Egresados.
En fin, estos años en el colegio pasaron
llenos de alegrías, satisfacciones y muy lindas
experiencias. Aprendí muchas cosas que van
más allá de lo académico: actitudes, creencias,
valores y el compartir el día a día con amigos.
Este año nos toca reencontrarnos con
nuestros compañeros de Primaria y Secundaria,
un momento muy lindo para poder revivir
momentos e historias de todo este hermoso
grupo que egresó en aquel 2006. Y estoy
segura de que con el tiempo, vamos a seguir
viéndonos y seguirán aflorando los recuerdos.
Para concluir, quiero decirles que estoy
muy satisfecha y agradecida de haber
egresado de este Colegio y de seguir formando
parte de esta gran Familia Marianista. Y a mis
queridas amigas, gracias por poder compartir
con ustedes mi vida.
Natalia Álvarez Zabaleta
az_natalia@yahoo.es
ÁLVAREZ SUÁREZ, Melisa
LVAREZ ZABALETA, Natalia
BARO CORRAL, Juan Francisco
BENEDETTO, Gonzalo Nicolás
BLANCHARD, Luis Emilio
BONNIN, Santiago Federico
BOSETTI, Jimena
CAPURRO, Nicolás Ezequiel
CARDINALI, María Micaela
CORTES, Juan Martín
CRESPO, María Eugenia
D'ADDONA, Florencia Cecilia
DIANTI, Fernando Agustín
DI CESARE, Ignacio
Enero de 2006, Proyecto Servir,
el comienzo de la construcción
de un centro de estudio para
chicos en Tandil
FACCHINI, María Florencia
FEDERICO, Daiana Florencia
FERNÁNDEZ, María Clara
FERNÁNDEZ, María Sol
RAZZANO, María Florencia
GERMINO, María Victoria
GUARNIDO, María Agustina
MAROTTA, Santiago Ignacio
MARTÍN, María Rosario
MARTÍNEZ SOBRINO, Rosario
MAUGERI, Leonel Agustín
MAZZOLENI, Francisco
MEDORO, Hernán Horacio
MERCANTI, Juan
MERLOS, María Victoria
MUSOLINO, Hernán
NAVARRO GAMBOA, Juan Andrés
PAGLIA, Stefanía
PÉREZ BAY, Joaquín Guillermo
RECABARREN, María Victoria
RIMONDI, Juan Francisco
SÁNCHEZ, Natalia Silvia
SAVALL, Guido Tomas
SOCORRO, Federico
SOTO ARRIAGA, Santiago María
TALAVERA, Leandro Martín
TEJEDOR, Rocío María
TERRIO, María Leticia
De retiro en Pinitos,
en el año 2005
DE URRENGOECHEA,
Federico Ariel
VAL, Juan Sebastian
VARO, Denise
40| Anuario 2011 Anuario 2011 |41

Nuestra herencia
Pablo N. Estévez
Grupo Andino
Marianista 2011
De izquierda a derecha:
Franchi (guía),
Juan Ignacio Brizuela,
Fernando Macri,
Federico Liporacce,
Santiago Pena,
Pablo Estévez,
Martín Arabia.
“¡Gente, silencio por favor!” Hoy,
cinco años después de haber dejado las
aulas del Marianista como alumno, mi
trabajo empieza bien temprano con esa
frase; y aunque el mensaje es claro, no
consigo el objetivo con tanta facilidad.
Mi voz simplemente resuena en vano en las
mismas aulas que yo solía frecuentar, en los
mismos laboratorios, y aunque quisiera
enojarme y “rajar” a unos cuantos, se me hace
bastante difícil.
Yo, como muchos de los que leen esto,
estuve en esos bancos, en esas aulas durante
varios años y seguramente a muchos profesores
no le habrán faltado ganas de agarrar el
control remoto y poner al aula entera en “mute”
para desvanecer la orquesta de voces y risas de
todas las mañanas. Sólo estando del otro lado
pude darme cuenta de lo agotador que es
comenzar una clase después de cada recreo; sin
embargo, es en esos momentos que no puedo
evitar remontar-me al pasado y revivir ese
preciso instante en el cual me encontraba en el
aula después del recreo tratando de estirarlo la
mayor cantidad de tiempo posible, charlando
5 años/5°B
con amigos, provocando risas entre ellos,
dirigiendo la orquesta propia.
Cada recuerdo que llega a mi mente en esos
instantes genera una sonrisa –que a veces
intento disimular aunque no creo lograrlo–,
que inevitablemente me lleva a perder momentáneamente
el estatus de profesor ante mis
alumnos, para los cuales paso a ser un pibe
más.
No fue sino hasta este momento que pude
darme cuenta de que en todos mis días sobran
sonrisas de este tipo, de las nostálgicas, lo cual
me hizo ver lo más importante que me dejó
este colegio, que son las amistades. Amigos
que son eternos, con los que yo sé que voy a
seguir compartiendo muchísimas cosas
aunque nos pongamos viejos (¿dos o tres años
más quizás?) cuando ya no nos dé el cuero para
jugar en el torneo de ex alumnos con la verde y
blanca. Amigos que son incondicionales, que
aunque las circunstancias de la vida nos
separen por un tiempo, sé que siempre van a
estar presentes de alguna manera, y que el
sentimiento mutuo va a ser el mismo que el
primer día. Amigos potenciados, que las
“gracias” y defectos que solían hacerme reír
–¡con ellos, no de ellos!– durante la época
colegial, van evolucionando y muchas veces
Pablo, con el profesor Conejero,
en su actual trabajo en el laboratorio del Colegio"
empeorando, generando carcajadas cada vez
más fuertes. Amigos desubicados, que me
llaman para salir un día de semana a la noche
simplemente con la excusa de compartir el
sabor del encuentro –y si hay cerveza, mejor– y
quizás terminar la noche haciendo honor a la
época del secundario en la cual no podíamos ir
a bailar por ser menores, con algún mundialito
de fútbol en la “Play”. Amigos que no aprenden
nunca, que cometen los mismos errores año
tras año desde que los conozco, y para los
cuales nunca me va a faltar un consejo o una
reprimenda, porque los quiero y ellos me dan la
confianza necesaria para buscar juntos una
solución a sus problemas. Amigos de los cuales
me siento orgulloso por formar parte de mi vida
y yo de la de ellos.
Como ex alumno y docente del colegio me
siento privilegiado de haber podido conocer
tanta gente maravillosa en estos diecisiete años
que llevo vinculado al colegio. A una parte la
sigo viendo, a la gran mayoría la llevo en mi
memoria. Realmente hasta ahora no conocí a
nadie que tuviera un vínculo tan fuerte con su
colegio y su gente como lo tiene la mayoría de
los que transitan por las aulas del Marianista; y
eso es mérito de todos nosotros, los que
componemos esta gran familia.
ALSUA, María Victoria
ALTERIO MONZÓN, Gabriela J.
BANDIERA, Melisa Noelia
BARRAL, María Sofía
BERAUD, Gabriel Alejandro
BILBAO, Rodrigo Miguel
CAAMAÑO, María Victoria
CARDOSO, María Sol
CLIMENTI, Stefanía
CRUPI, Juan
DANYLYSZYN, Taras
DE MARTINO, María Milagros
ESTÉVEZ, Pablo Nicolás
FERNÁNDEZ, María Soledad
FIGUEROA, María Victoria
FRONTAN, Ayelen
GIGLI, Pablo Ignacio
GONZÁLEZ PAGLIERE, Milagros
GUASCO BARTHE, Santiago F.
LAZZARINI, María Victoria
Yo sólo sé que gracias a la gente que conocí,
esa gente que conforma nuestra herencia
marianista, en esta casa, mi segunda casa, en
mi vida risas y sonrisas nunca van a faltar.
Ojalá que todos ustedes puedan, a pesar del
cansancio, la rutina y los problemas, recordar
esas viejas épocas de alumno y sonreír. Y si es
con esos viejos amigos…mucho mejor.
Pablo Nicolás Estévez
grachuestevez@hotmail.com
Línea de arriba: Santiago Soto, Leandro Vázquez,
Santiago Guasco, Matías Capurro, Santiago Jauzaráz
Línea de abajo: Andrés Matallana, Pablo Estévez,
Federico Jauzaráz, Juan Mercanti, Juan Crupi
LOWCEWICZ, Bárbara Nora
LUNA DAVILA, Oscar Ramón
LURATI IRURZUN, Agustín
MATALLANA, Andrés Luis
NÚÑEZ, Martín Eduardo
PÉREZ, Hernán
PÉREZ, Romina Mariela
PÉREZ DE LA HOZ, Azul María
PÉREZ DE LA HOZ, María Verónica
TALIBERTO, Agustina Laura
TRUBIAN, María
Constanza
VIVARES GÓMEZ,
Dana Stephanie
42| Anuario 2011 Anuario 2011 |43

Volver a pasar por
el corazón...
Luciano D´odorico
44| Anuario 2011
Hace un par de años leí El libro de los
abrazos, de Eduardo Galeano y fue
ahí cuando conocí la etimología de
la palabra “recordar”, término que
viene del latín “recordis” y que
significa “volver a pasar por el
corazón”.
Y fue eso justamente lo que me sucedió
cuando me pidieron que escribiera unas líneas
para este Anuario: un montón de recuerdos
regresaron del pasado y volvieron a pasar por
el corazón tal cual sucedieron en su momento.
Los maestros y profesores que tuve a lo largo
de mis doce años en el colegio, los compañeros
con quienes compartimos tantas actividades y
los amigos, la banda de amigos. El grupo con el
que jugábamos al fútbol los sábados, nos
reíamos en los recreos y salíamos los fines de
semana. En resumidas cuentas, lo más lindo
que uno se lleva del colegio y que perdura
eternamente si es real dicha amistad.
También me parece importante destacar y
agradecerle al lugar en donde se gestaron
tantas cosas lindas: el Colegio. Un “Gracias”
5 años/5°C
sincero y nostálgico por los recreos,
convivencias, campamentos, retiros y un
montón de experiencias inolvidables que me
es imposible enumerar por una cuestión de
espacio.
Momentos entrañables que, con el correr
de los años, valoro más por lo significativo que
fueron así como a los docentes que me
acompañaron y formaron parte de mi historia
dentro y fuera de la escuela. Aquellos docentes
que aún hoy sigo viendo y compartiendo
nuestras vidas.
Para terminar, me gustaría darles un
afectuoso agradecimiento a todos aquellos que
formaron y siguen formando parte de mi vida y
en especial a mis amigos, los que, a pesar de
los años, siguen siendo los mismos de
siempre...
Luciano D´odorico
rengo_88@hotmail.com
ALBARRACÍN, Tomás
AMADO, Leandro
BEANI, Yanina Gabriela
BONISCONTRO, María Belén
CALONGE, Martina
CASTRO, Vanesa Natalia
CORDONI, Fernando Ezequiel
CORONEL, Silvina Patricia
D'ODORICO, Luciano
D'URSO, Juan José
FERNÁNDEZ, Santiago Daniel
FERNÁNDEZ, ZAPIOLA, Nicolás E.
FIESTAS, Rocío Daniela
Oración de la Fe
Creo, aunque todo te oculte a mi fe. Creo, aunque todos me griten que no. Porque he basado mi fe en
un Dios inmutable, en un Dios que no cambia, en un Dios que es amor.
Creo, aunque todo parezca morir. Creo, aunque ya no quisiera vivir. Porque he fundado mi vida en
palabras sinceras, en palabras de amigo, en palabras de Dios.
Creo, aunque todo subleve mi ser. Creo, aunque sienta muy solo el dolor. Porque un cristiano que
tiene al Señor por Amigo, no vacila en la duda, se mantiene en la fe.
Creo, aunque veo a los hombres matar. Creo, aunque veo a los niños llorar. Porque aprendí con
certeza que Él sale al encuentro en las horas más duras, con su amor y su
luz.
Creo, pero aumenta mi fe.
GARCÍA MENÉNDEZ, Juan Ignacio
GRANDA, Santiago Tomás
INFANTE, Ramiro Lionel
JAUNZARAZ, Federico Martín
LACENCION, Sebastián Nicolás
LAMPERTI, Rocío
LAURIA, Romina Gisselle
LLOVET, Olivia
LOIACONO, Matías Marcelo
LÓPEZ VIDAL, Bruno Martín
MADRID RAMOS, Tomás Francisco
MARTÍNEZ, Hernán Julio
DE MATTEIS, Ana Clara
NICOLETTI ALTIMARI, María J.
PERTICARI, Paula Sofía
PETRASSO, Mariana Belén
PORRAS, Paula Florencia
RAFFO, Vanesa Carolina
RIGOU, Belén
RUSSO, María Celeste
SACCHI, Alejandro Nicolás
SECO, Mariano Gastón
SLUTZKY, Sebastian Ignacio
SOBRERO, Juan Ignacio
SOLUCIO, Gastón Nicolás
TORRESEL, Santiago Andrés
VARELA,
Santiago Manuel
VÁZQUEZ,
Leandro Francisco
R Ignacio Larrañaga

La escuela de Fátima
de Villa Soldati
Gustavo Magdalena
La Escuela de Fátima es un complejo
educativo fundado por los Misioneros
del Sagrado Corazón (MSC), ubicado en
el barrio porteño de Villa Soldati. Cuenta
con nivel inicial, escuela primaria (jornadas
simple y completa), secundario básico y
técnico, escuela de adultos primaria, escuela de
adultos secundaria y, desde este año, con instituto
Instituto terciario. En total, concurren a
sus aulas 2.400 alumnos.
Desde hace muchos años, la Familia
Marianista está presente en Fátima, a través de
servicios, programas de becas, colaboraciones
docentes, etc. A partir de 2010, esa presencia se
ha formalizado con un acuerdo de colaboración
institucional entre los MSC y el Instituto
Cultural Marianista. Y desde el 1º de enero de
2013 la gestión pedagógica, pastoral y administrativa
de Fátima estará a cargo del Instituto
Cultural Marianista (ICM).
Las motivaciones que tenemos como
marianistas para encarar este desafío son
varias:
* Sabemos que en la ciudad de Buenos
Aires existen crecientes necesidades educativas
en la zona sur, donde reside la mayoría de
los sectores más vulnerables. Animados por
este espíritu y conscientes de las posibilidades
reales de concretarlo, manifestamos nuestro
interés y decisión de brindar nuestra pequeña
experiencia educativa en Fátima, para servir a
los pobres ofreciendo lo que mejor sabemos
hacer: educar. Queremos, a través de la educación,
resaltar su dignidad personal, promuevapromover
su desarrollo individual y comunitario
para que se integren plenamente a la
sociedad como ciudadanos responsables.
* Por otro lado, asumimos y valoramos la
herencia educativa que se ha forjado a lo largo
de casi ochenta años de presencia marianista
en Argentina. Esa herencia es un tesoro que
tenemos que compartir, especialmente con los
más pobres.
Creemos que un servicio educativo dirigido
a los más pobres favorecerá la revitalización
de la tradición educativa marianista en
Argentina, porque al futuro se lo afronta
haciendo, ampliando nuestra presencia con
una actitud proactiva y no meramente
conservadora.
La colaboración en Fátima entre los MSC
y el ICM se concretó en estos dos primeros
años en los siguientes campos:
a- Pastoral, con la presencia de un
equipo de catequistas –formado por Facundo
Agüero, Eduardo Camerano y Mariana
Matovich (todos ex alumnos marianistas)
junto con Federico Nantes, sm-– que atiende
las necesidades prioritarias de las diferentes
escuelas. Junto con ellos contamos con un
servicio de voluntarios para colaborar en
retiros, convivencias y espacios para padres.
b- Actividades deportivas durante los
fines de semana, animado por un equipo de
profesores del ICM (coordinados por Juan
Pablo de Martino y Juan Manuel Araujo) y
voluntarios que organizan distintos deportes y
recreación extraescolar para alumnos de la
Escuela los sábados y domingos, por la
mañana y por la tarde.
c- El servicio de capacitación de los
Docentes y Directivos de la Escuelas Primaria
y Secundaria de Fátima, ofreciendo la
participación en los cursos que organicen para
sus propios profesores, o bien organizando
cursos concretos especiales para los docentes
de Fátima.
d- La gestión del flamante Instituto
Terciario, inaugurado el 14 de marzo de este
año. Hemos comenzado las actividades
académicas correspondientes al primer año de
Profesorado de Nivel Inicial y Tecnicatura en
Higiene y Seguridad en el Trabajo. Concurren
cerca de 70 alumnos, de todas las edades,
número que demuestra el deseo de estudiar de
tantas personas que se encuentran alejadas de
los lugares de educación superior habituales.
Además de las clases, en colaboración con la
Fundación Misión Marianista se implementó
una biblioteca rodante de literatura y horas de
tutorías para acompañar el proceso de
aprendizaje de los alumnos. Ya hemos
solicitado a las autoridades del Gobierno de la
Ciudad la autorización para comenzar una
tercera carrera en 2012: Enfermería. El
Terciario es conducido por Marta Mollier,
responsable pedagògica pedagógica del
Equipo de Animación del ICM, y Josè Luis
Gervasini. Muchos ex alumnos maria-nistas
dan clases en ambas carreras.
Además de la colaboración en estas cuatro
áreas, también tenemos presencia marianista
en varias secciones: Marcelo Ruiz es uno de los
directores de estudios de la Secundaria
Nocturna, donde también dan clase Mariana
Matovich y Ricardo Terrio, entre otros. La
Escuela Primaria Nocturna está animada por
Emiliano Colombo y Gustavo Castelpoggi.
Dos religiosas marianistas, Gloria Paz fmi.m.i.
y Lourdes Ortiz fmi.m.i. dan clases en la
Primaria.
Como ven hemos desarrollado un esfuerzo
de colaboración serio, bien estructurado y
abarcativo. Dentro de poco más un año, la
presencia marianista en Fátima tomará otra
dimensión al asumir la animación total del
Instituto. Es un hermoso desafío para todos los
marianistas, aunque algunos se preguntarán:
“Con tantos problemas, ¿para qué meterse en
'otro lío'?” Justamente creemos que el futuro y
“sus problemas” puede ser una buena ocasión
para revitalizar nuestra tradición educativa y
expandirla hacia quienes más la necesitan. La
educación es un camino urgente para la
promoción de las personas y para la
integración de la sociedad, hoy más que nunca
la opción preferencial por los pobres, la justicia
social y el progreso del país necesitan de una
buena educación. ¿Podemos los marianistas
“mirar para otro lado” y refugiarnos en que
“somos pocos”, “cómo lo haremos”, “no creo
que podamos”…? ¿Esconderemos nuestro
talento y nos quedaremos a esperar al Señor
(recordemos cuál fue su respuesta en la
parábola) o nos animaremos a hacerlo
multiplicar?
Fátima es un reto, un desafío, un “desacomodamiento”
para la Familia Marianista de
Argentina. Los invitamos a todos aquellos que
quieran dar una mano a brindarla: para ser
voluntarios, oficiar como tutores de alumnos,
ayudar en deportes, colaborar en el programa
de becas de la Fundación Misión Marianista,
obtener recursos económicos que ayuden a
sostener la obra. Hay muchas acciones
concretas que se pueden llevar adelante en las
distintas facetas de este acuerdo. Es una
oportunidad para extender nuestra propuesta
pedagógica y aplicar lo que proclamamos:
acción comunitaria, compromiso social,
opción por los pobres, evangelización….
Todo aquel que quiera conocer más detalles o
se sienta atraído por esta obra, puede
comunicarse conmigo a
icm.director@speedy.com.ar
Gustavo Magdalena
Director Ejecutivo
Instituto Cultural Marianista
46| Anuario 2011 Anuario 2011 |47

Ochenta años, tres generaciones, cinco ex alumnos...
Un mismo “Faro que siempre dirige
con su vivo resplandor”
Tomas Merlos (90)
En 1929, a mis ocho años, la Argentina
nos daba su bienvenida. Veníamos
desde España. Sin recursos, y con la
Gran Depresión, el futuro deparaba
mucho esfuerzo para salir adelante,
pero… sabíamos que así sería, y agradecíamos
la oportunidad.
Por las tardes, para colaborar con la
economía familiar, hacía un reparto de huevos
(¡los cajones eran más pesados que mi
persona!) y, por las mañanas, asistía al Colegio
que mis padres, siempre preocupados por mi
formación, habían elegido y estaba cerca de
donde vivíamos, en la calle Rawson; era el
Benito Nazar, de la Obra de la Conservación de
la Fe.
Ya casi con 12 años, al comenzar el año
escolar en marzo de 1933, el Colegio tenía un
nuevo director, un hombre de contextura
pequeña y ojos vivaces, don Pedro Martínez
Saralegui; y con él, varios nuevos maestros.
Yo, que no sabía muy bien quiénes eran, no
podía creer que durante las clases ¡volvía a
tener contacto con las costumbres de donde
había nacido! ¡Mis maestros eran españoles y
hablaban con el mismo acento de mis padres!
Comenzaba el primer curso de los
Marianistas en Argentina; y desde allí mi
relación con ellos, que conservo hasta hoy.
Fueron ellos quienes me llevaron al
Congreso Eucarístico Internacional de 1934,
en los jardines de Palermo, con la presencia
del Cardenal Eugenio Pacelli. Fue emocionante
asistir entre una multitud de 200.000
personas.
Poco después, llegaba a la Argentina quien
fuera mi mentor, Don Fermín Fernández,
como Director del Benito Nazar.
Recuerdo que un día, debido a alguna
travesura, mi maestro me envió a ver al señor
director. Antes de dejar su oficina, le pregunté
tímidamente: “Señor, ¿usted es español?” Y
me respondió que sí. “¡Yo también!”, le dije. A
partir de allí, nació una relación que sólo
terminó con su fallecimiento, en 1985.
Él, conociendo lo ajustado de la situación
económica de mi familia, se encargaba de
guardarme alguna ropa y zapatos que la
Asociación de Damas Católicas, de la Obra de
la Conservación de la Fe traía al Colegio, así
como libros que mis padres no podían
comprar.
Como agradecimiento, lo invitamos a
comer a casa. Cuatro veces tuvimos que
insistirle, pues él consideraba que no correspondía.
En la cuarta, mi madre logró convencerlo,
y le preparó unos gurullos, como los que
solía hacer en España.
Por las tardes, el señor Fernández se hacía
un rato para enseñarme a jugar al ajedrez.
Siempre me ganaba... ¡y qué bronca me daba!
Pero él decía: “Así aprenderás”. Y así fue.
Poco tiempo después, las clases quedaban
atrás, dejándome un título de Perito Mercantil
que siempre agradeceré a los hermanos
Marianistas.
A partir de allí –y sepan disculpar las malas
jugadas que me hace la memoria con relación a
las fechas–, fui por siete u ocho años el segundo
presidente de la Asociación de Ex Alumnos
del Colegio Marianista.
Organizamos dos Carreras de Regularidad
que culminaban en Lobos con un gran
asado. Fue toda una sana fiesta.
Muchos nombres vienen a mi mente: el
padre Gordejuela, el padre Marañón, don
Lorenzo Aspe, don Francisco Ruiz de Angulo,
Vidal Ochoa, Otilio Ortega, Julio García,
Calixto Menoyo, Dionisio Juez, Francisco
Salazar, entre otros.
Asistí a la fundación de los Colegios de 9 de
Julio y Junín. Y no pocas fueron mis visitas en
el primero de ellos a don Fermín Fernández,
quien era el Director, allá por 1963. Las
comidas con él en el Colegio y los paseos por la
laguna eran infaltables. Y cuando él estaba en
Buenos Aires, sus visitas a mi casa.
Por ese año, mi hijo mayor, Juan Alberto,
comenzaba su secundaria en el Colegio.
Juan Alberto (61)
Algunos chispazos de memoria. En
segundo año, tuve en Instrucción
Cívica al “Profesor” que jamás
olvidaré: don Calixto Menoyo, un
vasco nacido en Vitoria, con un espíritu
formidable. Todavía seguía en el país el debate
de “escuela laica o libre” y él nos explicaba por
qué debíamos defender la “libre” con todas
nuestras fuerzas. Inteligente y muy culto, luego
nos enseñó literatura y geografía. Uno de mis
compañeros, en un examen de diciembre, se
refirió a los norteamericanos –de EE.UU–,
como “americanos”. Don Calixto lo detuvo de
inmediato; “Americanos somos todos”, fue su
réplica. Y, señalándole la puerta del aula, le
dijo: “¡A marzo!”
Muchos son los recuerdos de aquéllos con
los que compartí tantos momentos: Carlitos
Teixidor, Roberto Petracca, Enrique Martín –a
quien volví a ver muchos años después en el
Colegio–, los cariñosamente llamados
“gallegos”, el padre Marañón –hacíamos cola
para confesarnos con él quien, ya con su
sordera, nos daba siempre la misma penitencia–
y aquel patio de la Virgen, donde tantas
veces canté el Himno Marianista. El mismo
que, poco después, cantaríamos a coro con don
Otilio Ortega, mi padre, mi hermano y mi
sobrina, al finalizar la misa por las Bodas de
Oro de mis padres, donde, obviamente, los
marianistas no podían faltar.
Tomás Merlos (90)
Alberto terminaba, pero once años atrás
venía Tomás Ricardo, el menor de mis
hijos. Y así comenzó en el Colegio en
1973.
Tomás Merlos padre y “Pancho” Ruiz de Angulo, dos grandes amigos
Victoria exhibe su diploma de egresada junto a sus abuelos y tíos.
Tomas Ricardo (50)
Crecí escuchando hablar del Marianista.
Aunque muy chico, recuerdo los
almuerzos de días domingo en mi casa
con el señor Fermín Fernández. En uno
de aquellos almuerzos, me enseñó que
la India tenía ¡1000 millones de habitantes!
Iba de acompañante en las carreras de
regularidad, junto con mi hermano, en el auto
de mi tío, ya que mi padre no podía “correr” por
ser organizador. Y, además, tenía las historias
de mi hermano, con sus compañeros de
Colegio que venían a casa. ¡Y las kermeses!
Con esos antecedentes, ¿alguien podía
tener alguna duda de cuál iba a ser mi Colegio?
Eliseo González, Roque Llamas, Villapún,
Rojo como director (los “gallegos”), el
48| Anuario 2011 Anuario 2011 |49

Dos generaciones de
Merlos el día de la
Confirmación de
Fernando: Victoria,
Tomás Ricardo y su
esposa, Fernando,
Juan Alberto y
su esposa
“Goma” Vidal, la Dorita, Mesacazza,
Giangrasso, son sólo algunos nombres de
aquellos “profes”. Y el “porque io no sé si
ustedes saben que el agua... moja”, en alusión a
las características del mercurio, cuando nos los
explicaba uno de los queridos “gallegos”.
En 1975, junto con Adiós Sui Generis, nos
cambiaban la materia Educación Democrática
por E.R.S.A. (Estudio de la Realidad Social
Argentina)
Los campamentos, el túnel, alguna que otra
rateada a “La Fama” (ahora “Calcio”).
¡Los bailes de división! Algunos se hacían
en el Colegio; pero claro, la pista de baile se
parecía más al campo de juego de la cancha de
River durante los partidos nocturnos, con todos
los reflectores prendidos Y los “gallegos”
mirando desde las ventanas de sus habitaciones
en el último piso, cual guardia pretoriana.
¿Alcohol? ¿Qué es eso?
Cursando el 4to año, se inauguró el nuevo
edificio. Yo me sentaba en el último banco. Y
durante una clase de inglés de Mr. Villapún,
con quien nos unía una relación….indescriptible...,
mirando yo por la ventana a la
avenida Rivadavia, me dice: “Muy lindo el
espectáculo, señor Merlos, ¿no?” Mi
respuesta: “Más interesante que el de acá
adentro”. “¡A diciembreeeeeeee!”
Y en 1977, el esperado viaje a Bariloche.
Claro, con un profesor del Colegio. ¡Igualito
que ahora!
En aquel momento, el Marianista era sólo
el Colegio al que por herencia familiar debía ir.
Hoy, a la distancia, veo que la formación que
recibí me marcó para el resto de mi vida. Con
mis compañeros –los cuales aún nos juntamos
una vez por año gracias a la organización del
“flaco” Giménez–, seguimos disfrutando de
aquellas anécdotas. El padrino de mi hijo es
Marcelo Sánchez Megaro, que egresó junto
conmigo.
Y la increíble sensación de compartir
valores que se disfruta cuando, hablando con
alguien, surge el “¿vos también fuiste al
Marianista?”.
En 2002 recibimos la medalla de los 25
años. Fue emocionante volver a encontrarnos
con algunos con los que no nos veíamos desde
aquella época y hablar como si el tiempo no
hubiese pasado. Con canas y muchas historias,
pero con la misma confianza.
Tal vez ese encuentro fue el que motivó
que me sumara a la Asociación de Ex Alumnos
–como cuarenta años atrás lo había hecho mi
padre– desde hace ya nueve años. Es un revivir
aquella emoción cada vez que asisto a las
reuniones de las promociones que egresaron
después de nosotros.
En 1995, mi hija María Victoria iniciaba su
primer grado en el Marianista, con Otilio
Ortega y su silabario.
María Victoria (22)
¿
Por dónde empezar...? Mi paso por el
Colegio... ¿Qué me dejó el Marianista?
Yo diría que esto, “yo”, la que soy
ahora, es decir…todo. Desde mi familia
–que es casi en un cien por ciento
Marianista–, mis amigos de hoy en día que
conocí allá cuando empecé en primer grado,
mis valores, mi educación y miles de cosas
más.
Hablando con mis viejos hace poco, me
contaban que a la hora de elegir a qué Colegio
mandarme allá por el año 95, no barajaron otra
posibilidad que no fuera el Marianista. Y yo
pensaba: qué extraño debe ser tener en tus
manos el futuro de tus hijos, su educación,
¿no? Porque un Colegio hace eso: profesores,
maestros... te educan, no sólo en teoría sino en
práctica, a nivel académico y también en
valores. ¡Y qué bien hicieron en ponerme
donde me pusieron! Claro, eso lo digo ahora...
porque el primer día que me llevaron a clase lo
único que quería hacer era irme. Lloraba sin
parar toda la mañana. Y Ortega –¡profesorazo,
si los hay, de esos que no se olvidan!– le decía
a mis papás: “Esta chica tiene sueño. Y claro,
yo quería volver al jardín... Pero me
acostumbré. Como todos. Y cuando pasaron
los años y se fue acercando el final del
Colegio, lo único que quería era quedarme,
que no se terminara nunca. Porque ese lugar,
que al principio me parecía tan grande, había
pasado a ser mi mundo, mi casa, y no quería
irme de ahí.
Por supuesto que no me quedaba otra
opción y tuve que aprender a pasar los días sin
cruzar por el túnel, sin ver una y otra vez a los
mismos profesores, sin divertirme en los
recreos con mis amigas... Pero me acostumbré,
una vez más. Todavía hoy, de vez en cuando
surgen esas charlas rememorando cosas
divertidas de la primaria, historias, aventuras...
Podemos pasar horas reconstruyendo anécdotas,
recordando juegos, personas. Desde los
recreos con la rayuela y el “cielo, tierra, mar”,
el pique y el elástico; los maestros, Ortega y el
silabario, los campamentos, las convivencias,
las kermeses; Córdoba y las mejores semanas
de mi paso por el Colegio (en 4º y 7º grado y
una vez más en 3er año), con sus juegos y
recorridas. ¡Qué recuerdos! El corazón a
corazón, el gana terreno, las corridas, las
dinámicas... y la mejor onda, siempre. La
secundaria, los mejores años, los mejores
campamentos, con sus anécdotas. Marcos Paz
inundado, el Rancho de Popi y el turismo
aventura. El mejor: Córdoba y la despedida en
San Clemente.
Y así pasaron doce años; y llegó el final, las
últimas convivencias, la entrega de diplomas y
en un abrir y cerrar de ojos..., se terminó.
Parece ayer el acto de primer grado en el
famoso “patio de la Virgen”, y ya pasaron en
realidad dieciséis años. Es que son tantos los
recuerdos que hasta uno siente que nunca se va
a desarraigar de eso, que su infancia siempre va
a significar Marianista, patio rojo, campo de
deportes, túnel y demás. Y todos los miles de
recuerdos que viví y todo lo que construí
durante más de la mitad de mi vida dentro de
esas cuatro paredes están ahora en mi memoria
y en mi corazón y va a ser parte de mí para
siempre, igual que para mi papá y para mi
hermano. El Marianista siempre será “Mi
lugar”.
Tomás Ricardo (50)
Vicky ahora estudia psicología: ¿habrá
tenido algo que ver el querido Chiape
(Fernando Chiappeta), como siempre
le digo?
En 1999 fue el turno de mi hijo Fernando,
que también inició su primer grado con Otilio.
Esta vez, el inicio fue más fácil, pues conocía el
Colegio desde que había nacido ¡y también el
silabario!
Su historia, como ex alumno, comenzó hace
apenas diez meses cuando también dejó de
transitar el túnel, como todos los días.
Fernando (18)
Diciembre del año pasado. Los
recuerdos están sólidos, como el
grupo de amigos que el Colegio me
dejó, entre tantas otras cosas. Y “La
Pandilla”, el equipo de fútbol que
armamos con mis compañeros para jugar los
domingos en el campeonato de Ex Alumnos.
Tomás Ricardo (50)
E
n 2006, Vicky egresó del Colegio. Con
lágrimas en los ojos, abuelos, padres y
tíos asistimos a la ceremonia de entrega
de diplomas, en el mismo patio que nos
había visto crecer.
Y el año pasado, juntamente con los 75
años del Colegio, fue la ceremonia de su
hermano, Fernando, el último ex alumno de la
tercera generación. Allí estuvimos todos
nuevamente; aunque esta vez, sus abuelas
asistieron desde el Cielo.
Y mi recuerdo para un gran amigo, alguien que
no aflojó hasta su último aliento: don “Pancho”
Ruiz de Angulo.
Tres edades, finalizando, promediando y
comenzando el camino de la vida. Pero aún
desde cada una de sus ópticas... “tu imagen
estará siempre, siempre viva en mi corazón”.
¿Será que, como mi padre, asistiré algún
día a la ceremonia de entrega de diplomas de
mis nietos...?
(Continuará)
Fernando, frente al Colegio, en la siempre tan esperada partida hacia Bariloche
50| Anuario 2011 Anuario 2011 |51

Ser
Marianista en el Mundo
José Luis “Perico”
Pérez
Alumnos de la
Universidad de
Dayton en el
Colegio Marianista
de Buenos Aires,
Julio 2011
Mi ingreso al Colegio Marianista fue
más tardío que “lo que marca la
tradición”; es decir, hice la primaria
en otro lado, en Luján Porteño,
barrio de Floresta-Parque Avellaneda.
Quizás corro con cierta desventaja de no
ser “marianista de pura cepa”, de ser
“mestizo”; pero en primer lugar, este
“mestizaje” me dio un gran poder de adaptación
en la vida, ya que pasé de un colegio a otro
de un año al siguiente, dando un gran salto de
barrio, de gente, incluso, de grupo social. Sin
embrago, tal vez, a diferencia de quienes
vinieron de la primaria –y obviamente a los
cinco años no eligieron su colegio–, en mi caso
desde 6º y 7º grado sentí atracción por lo
Marianista de parte de gente de la familia y
conocidos que iban al Colegio. Dentro de mi
lógica inmadurez de los doce años, elegí con
libertad y responsabilidad ser parte del
Marianista, y eso me marcó hasta el día de hoy.
Al terminar el colegio, seguí la carrera de
profesorado de inglés, aunque tuve, en 4º y 5º
año, Francés con Madame, la materia que más
me gustó y con una de las mejores docentes de
mi época. Y pasaron los años, me recibí en el
Instituto Nacional del Profesorado “Joaquín V.
González”, del cual también me enorgullezco
infinitamente.
Luego de trabajar unos años en otros
lugares, volví a mi casa, al Colegio, a trabajar
de “profe” de inglés. Fue nuevamente, como a
los 12 años, una decisión meditada, rumiada y
con un previo discernimiento. Entre 1994 y
1999 trabajé de teacher de 1º a 5º año en todos
los niveles y en las tres divisiones.
Durante esos años, Luis Casalá SM, mi
confesor, me habla sobre la Universidad de
Dayton, hecho que yo hasta ese momento poco
conocía. Es así que durante unas vacaciones de
verano –enero y febrero–, a través de los
contactos de Luis, llego a la ciudad de Dayton,
Ohio, en medio de una tormenta de nieve, y me
va a buscar el Padre Pat Tonry SM al
aeropuerto, amigo de Luis, única conexión
hasta ese momento entre Dayton y Buenos
Aires. Al día siguiente, conozco la Universidad,
y hasta el día de hoy no dejo de
sorprenderme de lo inmensa que es, de todo lo
que ofrece, de todas sus instalaciones,
impecables, con la última tecnología, un
campus increíble como el de toda “universidad
yanqui” que se precie de serlo. Y lo más
importante, con el sello marianista. Y con ello,
mi asombro y en parte mi pena, de no haber
sabido antes que esta Universidad –junto con
otras dos en Estados Unidos: una en San
Antonio, Texas, llamada “St. Mary's”, y otra
en Hawaii, llamada “Chaminade”– eran
Marianistas y parte, por lo tanto, de esta gran
Familia que somos.
Durante esa visita, conocí a los “Voluntarios
Marianistas”. Nuevamente, más
sorpresas: un grupo de jóvenes que vivían en la
misma casa y misionaban durante un año
brindando a los demás su profesión, cualquiera
sea ésta. Y eso es lo que me sentí profundamente
llamado a hacer: volví a Buenos Aires,
trabajé seis meses hasta julio, y en agosto
estaba ya nuevamente en Dayton viviendo en
esa casa de voluntarios marianistas. Allí estuve
con otras dos personas: una de Estados Unidos,
que era mediadora y trabajaba en un centro de
mediación para chicos que se habían escapado
de sus casas; y otra, de la República Checa, que
estudiaba medicina y trabajaba en un hospicio,
donde se le daba atención médica básica y
calidad de vida a quienes ya no tienen
posibilidades de sobrevivir a una enfermedad
terminal.
En mi caso, a lo largo de ese año, enseñé
inglés a un total de veinte alumnos en clases
individuales, personas de todas las nacionalidades
–de China, Afganistán, Togo, Cuba,
Colombia, México– que vivían en Estados
Unidos en calidad de refugiados o incluso
indocumentados, que no sabían hablar inglés y
no tenían dinero para ir a una escuela de
idiomas. En este centro se les daba clases
gratuitas, como así también a norteamericanos
que no habían terminado la escuela primaria.
Tuve entonces también unos quince alumnos
semi o totalmente analfabetos –aunque cueste
creerlo en el llamado “primer mundo”–, a
quienes les enseñé las primeras letras o ayudé a
mejorar su lecto-escritura, especialmente con
algunos casos de dislexia y otras dificultades
de aprendizaje y lectura.
Luego de ese año maravilloso, Javier Ansó
SM, a quien conocí en la Universidad de
Dayton tomando unos cursos de verano sobre
pastoral de jóvenes, me convoca como
“Coordinador internacional” de todos los
voluntarios marianistas del mundo. Es así que
desde el año 2002 hasta el pasado 2010, fui el
coordinador del programa VIM “Voluntariado
Internacional Marianista”, a través del cual,
desde el Consejo Mundial de la Familia
Marianista, animamos, acompañamos, y
orientamos a veintitrés voluntarios de todas
partes del mundo a hacer un año de servicio –en
algunos casos unos meses, al igual que yo en
mi momento–, brindando su profesión u oficio
a los demás. Hemos tenido voluntarios
marianistas en Kenia, Togo, India, Perú,
Argentina, Chile, México, y Bangladesh.
Algunos quizás recuerdan a los famosos
“Mikes”, dos jóvenes de Estados Unidos que
vinieron cinco o seis meses a Buenos Aires,
que trabajaron en Fátima y en el Hospital de
Niños, que pasaron las vacaciones de invierno
de la “gripe A” en General Roca trabajando con
cien niños por día en la Fundación Ninquihué,
y que también colaboraron con la Fundación
Misión Marianista en distintos proyectos,
incluso en el puesto sanitario de la
Peregrinación a Luján.
A partir de esta misión de animación del
VIM, este mismo hermano, Javier Ansó, me
llama en 2003 para que en Roma, en la Curia
Generalizia dei Marianisti, Vía Latina 22,
trabajara como intérprete simultáneo en un
Encuentro Marianista Internacional de
Justicia, Paz e Integridad de la Creación y que
hiciera, a la vez, una presentación del VIM. En
2004, volví a Roma como traductor para otro
encuentro de sacerdotes marianistas jóvenes,
Tabor. En 2005 estuve un mes en Burdeos, en el
encuentro “Horizontes”, con Andrés Tocalini
como participante, durante el cual recorrí y
conocí todos los lugares fundacionales de la
Familia Marianista, ¡la historia de la Madre
Adela, del Padre Chaminade y de María Teresa
de Lamourouse, en sus lugares de origen!
En 2006, en Roma, fui el primer laico de la
historia de la Compañía de María que estuvo
presente en un Capítulo General de la SM.
En el Colegio
Marianista Nuestra
Señora de
Nazareth, Kenia
52| Anuario 2011 Anuario 2011 |53

Frente a la Tumba de
Chaminade en
Burdeos
54| Anuario 2011
En 2007 volví a Roma como traductor en el
encuentro de “Nuevos Líderes”. En 2008
estuve en París, en el Encuentro Marianista
Europeo y recorrí todos los Colegios
Marianistas de Francia promocionando el
VIM.
En 2009 estuve en Nairobi, Kenia, en el
Encuentro Internacional de las Comunidades
Laicas Marianistas. En 2010 volví a Burdeos al
programa “Horizontes”, con Federico Nantes
SM como participante de Argentina, y volví a
recorrer nuestros lugares fundacionales.
Al iniciar este año 2011 estuve en Roma en dos
reuniones internacionales de la Compañía de
María. Durante 2012, ya tengo el mes de julio
reservado para volver como traductor en el
Capítulo General de los Marianistas, en Roma.
Desde el año pasado, la Universidad de
Dayton decide abrir un nuevo destino para sus
“programas de verano” de dos semanas, en
Buenos Aires, y me nombran coordinador local
de estos viajes. Es así que un grupo de siete
alumnas con tres profesores vinieron a Buenos
Aires a realizar una experiencia de aprendizaje
y estudio de la realidad argentina. Este año
hemos tenido once alumnos y tres profesores
que durante nuestras vacaciones de invierno
visitaron nuestro Colegio, Fátima y otros
muchos lugares de interés, como parte de su
experiencia. Ya para 2012 hemos empezado a
trabajar en el diseño del nuevo programa, y
realmente tanto los alumnos de Universidad
de Dayton del primer año como los de este año
se van sumamente satisfechos por el viaje a
Buenos Aires, por la experiencia vivida y,
sobre todo, por los contactos establecidos con
nuestros alumnos del Colegio Marianista de
Buenos Aires.
Sepan todos que la Universidad de Dayton
ofrece todo tipo de carreras, cursos, incluso de
inglés de tres o de siete semanas, másters de
toda orientación, que cualquiera de nosotros
que realmente le interese puede realizar. Dos
ex alumnos de nuestro Colegio, Alejandro y
Cynthia, a partir de mi primera experiencia en,
hasta ese momento la casi desconocida
Dayton, fueron aceptados por allá y becados
casi en un 100% para realizar sus másters en
administración y en educación respectivamente.
Todas estas experiencias me han dado una
vivencia y un conocimiento muy profundo del
Carisma Marianista, que claramente no es una
ilusión, sino una realidad, una misión
concreta, un llamado a un estilo de vida profundo
de Fe y de Misión en Familia. Y por
supuesto, es mucho, muchísimo más, que ser
ex alumno de un Colegio y recordar
experiencias de aulas, profesores, anécdotas,
amonestaciones, laboratorios, campamentos,
retiros, etc.
Tanto las misiones en Santiago del Estero,
que viví como ex alumno en el pueblo de
Pirpintos como los once años de servicio en el
Hospital Piñero –hoy simpáticamente llamado
“hospi”–, más los viajes al exterior en obras
Marianistas, en Europa, África, Estados
Unidos y América del Sur (Chile y México),
me han enriquecido muchísimo como laico
marianista, una opción de vida, un estilo de
vida que elegí, repito, con libertad y
responsabilidad, a los 12 años, y que hasta el
día de hoy, y cada vez con más convicción y
profundidad, intento vivir con quienes me toca
compartir mi presente.
Este año, quienes somos marianistas
sabemos que no es un año cualquiera, tuve el
honor de dar la primera clase en nuestro
flamante Terciario de Fátima, el día de su
inauguración, donde por supuesto seguiré
enseñando, si Dios quiere, por muchos años.
Puedo agregar, en este 2011, mi colaboración
en los retiros “chaminadeanos” –que
llamamos “RePis”–, mi animación local del
voluntariado argentino marianista (VAM), mi
coordinación local de los viajes de UD a
Buenos Aires, más una de las mejores
experiencias como ha sido una suplencia en mi
casa: el Colegio, en 5º Gestión, durante mayo y
junio, con jóvenes maravillosos quienes,
aunque a casi nadie le guste el inglés en el
llamado “nivel bajo”, me han recibido como a
un “profe” al que tuvieron toda la vida.
Por tanto afecto, por tanta experiencia de
vida, simplemente al Marianista, a su gente, a
su Carisma, de este Colegio y de todo el mundo
que logré conocer, ¡muchas gracias!
¡Verdaderamente, son la familia que Dios me
regaló después de la de sangre y que yo elegí
con el corazón!
José Luis “Perico” Pérez
Promoción 1986
joseluis.perez@marianistas.org
DOCENTES JUBILADOS
2010-2011
De una manera muy sencilla,
queremos agradecerles
todo lo que brindaron a la
Familia Marianista desde su
noble misión de educar.
Recuerden que no por
haberse alejado
físicamente de esta
casa dejan de pertenecer
a la familia.
¡Que Dios los bendiga!
Ema Canetti
(Secretaria del
Nivel Medio),
Atilio Fenelli
(Profesor de Geografía),
Manolo Araujo
(Maestro),
Graciela Cazés
(Profesora de Francés y Tutora),
Susana Sainz
(Profesora de Inglés)
ORACIÓN DE
SAN FRANCISCO DE ASÍS
Señor, haz de mí un instrumento de paz:
que donde hay odio, yo ponga amor;
que donde hay ofensa, yo ponga perdón;
que donde hay discordia, yo ponga unión;
que donde hay error, yo ponga verdad;
que donde hay duda, yo ponga fe;
“Perico”: Con Joseph
que donde hay desesperación, yo ponga esperanza;
que donde hay tinieblas, yo ponga luz;
que donde hay tristeza, yo ponga alegría.
Señor, haz que yo no busque
ser consolado, sino consolar;
no ser comprendido, sino comprender;
no ser amado, sino amar.
Porque se recibe dando;
olvidándonos de nosotros, nos encontramos;
perdonando a todos, hallamos el perdón;
muriendo, resucitamos a una nueva vida.
Amén.
Anuario 2011
|55

Recuerdos del Día del
Exalumno2010

58| Anuario 2011
FUNDACIÓN MISIÓN MARIANISTA
Queridos exalumnos: no queríamos dejar
de estar presentes en este encuentro,
que año a año los reúne.
La Fundación Misión Marianista fue
creada hace 19 años por los Religiosos
Marianistas de Argentina, con la misión de
trabajar por la educación, la inclusión social y
la promoción humana, en el marco de la opción
preferencial por los pobres,
preponderantemente con niñas, niños,
adolescentes y jóvenes.
En estos últimos años, la actividad de la
F.M.M. ha ido creciendo en proyectos propios
y en convenio con otras organizaciones.
También ha ido creciendo el número de
personas que se suman día a día como
voluntarios de la Fundación.
Para sumarte a los proyectos de la
Fundación Misión Marianista te invitamos a
comunicarte con nosotros a través de:
María Silvia Pironio
Secretaria Ejecutiva
Fundación Misión Marianista
Rivadavia 5652 (C1424CEY)
Buenos Aires, Argentina
+54 (11) 4988-0776
http://fundacionmisionmarianista.blogspot.com/
fmmarianista@speedy.com.ar
www.fundacionmarianista.org.ar
Oración por el fútbol
Señor, en el estadio todos juegan, aunque sólo uno gana.
Los deportistas te damos gracias por nuestros triunfos, signo de una larga vida vivida con lucha, esfuerzo y trabajo.
Con esta plegaria a los pies de tu Madre María Santísima, nos unimos, como un
grandioso coro, para expresarte un himno de alabanza y acción de gracias.
Queremos dar gracias a Dios por el don del deporte, con el que como hombres ejercitamos nuestro cuerpo, nuestra
inteligencia y nuestra voluntad, reconociendo que estas capacidades son dones del Creador.
Queremos vivir una vida deportiva como afirmación de los valores más importantes de los hombres como la lealtad,
la perseverancia, la amistad, la comunión y la solidaridad.
Queremos que el fútbol se difunda en todos los rincones del mundo, superando la diversidad de culturas y naciones.
Queremos convertir el fútbol en ocasión de encuentro y de diálogo, superando cualquier barrera de lengua, raza y
cultura.
Queremos que el fútbol pueda dar una valiosa aportación al entendimiento pacífico entre los pueblos y contribuir de
esta forma a que se consolide en el mundo la cultura de la vida, del servicio y del amor.
Que busquemos, Señor, día a día, la ocasión de encontrar un nuevo impulso creativo y estimulante, para que el
fútbol responda, sin desnaturalizarse, a las exigencias de nuestro tiempo: un deporte que tutele a los débiles y no
excluya a nadie, libere a los jóvenes del riesgo de la apatía y de la indiferencia, y suscite en ellos un santo espíritu de
competición; un deporte que contribuya a hacer que se ame la vida y que eduque para el sacrificio, el respeto y la
responsabilidad, llevando a una plena revalorización de toda persona humana.
Señor Jesucristo, ayúdanos a ser tus amigos y testigos de tu amor.
Ayúdanos a poner en la ascesis* personal el mismo empeño que ponemos en el estadio; ayúdanos a realizar una
armoniosa y coherente unidad de cuerpo y espíritu, para alcanzar tu inestimable premio: una corona que no se
marchita y que dura para siempre. Amén
Antonio Díaz Tortajada
(sacerdote y periodista)
* Conjunto de reglas y prácticas para alcanzar el perfeccionamiento espiritual.
2011

A 2010 Torneo
Categoría
Primer Puesto
Merenguetengue
DUBINI, Sebastián Ariel | BARCA, Marcelo Adrián
PÉREZ ADAMO, Mariano Roberto | ZALDUENDO, Martín
RAIMONDI, Emiliano Nelson | AMOR, Jorge Luis
ARBUCO, Mariano Christian | LOMBARDO, Diego Martín
RIVERA, Fernando Adrián | THOMPSON, Guido Andrés
RAIMONDI, Fernando Diego
Adianchi
Segundo
Puesto
CECCHI GALLO, Juan Pablo | VILA, Santiago | VERZERO, Juan M.
ÁVILA, Gonzalo Javier | CECCHI GALLO, Sebastián Alfredo
DALBOSCO LACAVA, Mariano Ariel | MÉNDEZ, Mariano M.
OTAÑO, Jorge H. | RÍOS, Leandro Martín | VERZERO, Mariano
ÁVILA, Paulo G. | VITETTA, Hernán Juan J. | NICODEMI, Jorge M.
60| Anuario 2011
Alta Magia
Tercer
Puesto
CUBELA, Sebastián Andrés | MAUGERI, Ivo Sebastián
BREX, Facundo | LENTINI, Martín | MAGDALENA, Javier
CERDA LIPANOVICH, Sebastián Alejandro | SAAVEDRA, Patricio C.
CASTELLI, Lucas | CRESPO, Martín | GUAGLIANONE, Martín D.
GUARNERIO, Luciano Federico

Torneo2010
Categoría
Primer Puesto
Merenguetengue
DUBINI, Sebastián Ariel | BARCA, Marcelo Adrián
PÉREZ ADAMO, Mariano Roberto | ZALDUENDO, Martín
RAIMONDI, Emiliano Nelson | AMOR, Jorge Luis
ARBUCO, Mariano Christian | LOMBARDO, Diego Martín
RIVERA, Fernando Adrián | THOMPSON, Guido Andrés
RAIMONDI, Fernando Diego
Adianchi
Segundo
Puesto
A
CECCHI GALLO, Juan Pablo | VILA, Santiago | VERZERO, Juan M.
ÁVILA, Gonzalo Javier | CECCHI GALLO, Sebastián Alfredo
DALBOSCO LACAVA, Mariano Ariel | MÉNDEZ, Mariano M.
OTAÑO, Jorge H. | RÍOS, Leandro Martín | VERZERO, Mariano
ÁVILA, Paulo G. | VITETTA, Hernán Juan J. | NICODEMI, Jorge M.
Tercer
Puesto
CUBELA, Sebastián Andrés | MAUGERI, Ivo Sebastián
BREX, Facundo | LENTINI, Martín | MAGDALENA, Javier
CERDA LIPANOVICH, Sebastián Alejandro | SAAVEDRA, Patricio C.
CASTELLI, Lucas | CRESPO, Martín | GUAGLIANONE, Martín D.
GUARNERIO, Luciano Federico
Categoría
Primer Puesto
Botofogo
Segundo
Puesto
Alta Magia
Brown
Panathinaikos
B
LANZA, Juan Manuel | DE BONIS, Horacio Nicolás
TERRIO, Nicolás Alejandro | PELUSO, Matías
BARICCO PRATS, Ignacio | MOLTENI, Guido | DÍAZ, Juan Víctor
GEROSEVICH, Gabriel | NOGUEIRA, Juan Martín
URETA, Mariano Julio | LÓPEZ, Fernando Martín
GONZÁLEZ, Pablo | MONEY, Leandro
TORRESEL, Santiago Andrés | VARELA, Juan Manuel
MAROTTA, Santiago Ignacio | MAZZOLENI, Francisco
VARELA, Rodrigo Martín | D'URSO, Juan José
FERNÁNDEZ ZAPIOLA, Nicolás Ezequiel | MARTÍNEZ, Hernán Julio
VARELA, Santiago Manuel | TOGNACCA, Juan
STIGLIANO, Esteban | CORTES, Juan Martín
Tercer
Puesto
CASTIGLIONI, Alejandro Javier | DE MATTEIS, Lucas Tomás
ESTÉVEZ, Juan Pablo | FIORAVANTI, Nicolás Francisco
TALAVERA, Leandro Martín | VALLET, Francisco Adolfo
FERNÁNDEZ BRIHUEGA, Diego Sebastián | MARISCHI, Martín
BORDOGNA, José | BARCA, Martín P. | DE MATTEIS, Ignacio R.
FERNÁNDEZ BRIHUEGA, Matías Javier | DE MATTEIS, Nicolás A.
60| Anuario 2011 Anuario 2011 |61

Categoría
Primer Puesto
La Rockola
Premio
Conducta
Deportiva
C
MAFFI, Emiliano Eduardo | CHAJUD, Esteban Mariano
TORRE, Matías | ABALOS, Juan Cruz | IBARRA, Ramiro Martín
FAIDELLA ZAMBONINI, Federico Guillermo | RUIZ, Federico José
ROMANÓ, Sebastián | PASCUALINI, Nicolás | VALLE, Pablo
RUIZ, Francisco
62| Anuario 2011
PLACENTA SOCORRO, Juan Manuel
BLANCHARD, Luis Emilio
NAVARRO GAMBOA, Juan A.
SOCORRO, Federico
BERAUD, Gabriel Alejandro
BILBAO, Rodrigo Miguel
GARCÍA MENÉNDEZ, Juan I.
LÓPEZ VIDAL, Bruno Martín
PAPAGALLO, Matías
BERAUD, Andrés
LÓPEZ VIDAL, Rodrigo Hernán
Malasangre
Segundo
Puesto
SENESE, Carlos Ignacio | LAZZARO, Walmir Julián
ANDISCO, Pablo | FERNÁNDEZ LÓPEZ, Matías Ignacio
STIGLIANO, Lucas Raúl | SORA GULLIN, Gabriel Osvaldo
DUBERTI, Guillermo Javier | STIGLIANO, Eliezer Raúl
LAZZARO, Bruno Esteban | BONISCONTRO, Pablo
FRANK, Sebastián Carlos | FERNÁNDEZ LÓPEZ, Ezequiel Oscar
GALIMBERTI, Ezequiel | VEGA, Nicolás Eduardo
Goleadores
CATEGORÍA A
MAUGERI, Ivo Sebastián – Alta Magia
CATEGORÍA B
GONZÁLEZ, Pablo – Botafogo
CATEGORÍA C
SANDOVAL, Mariano – Yerba Mala
Valla menos vencida
CATEGORÍA A
PÉREZ ADAMO, Mariano – Merenguetengue
CATEGORÍA B
ARROYO, Rodrigo Gastón – La Vizcosa F.C.
CATEGORÍA C
MAFFI, Emiliano Eduardo – LA ROCKOLA

Categoría
Primer Puesto
Botofogo
Brown
B
LANZA, Juan Manuel | DE BONIS, Horacio Nicolás
TERRIO, Nicolás Alejandro | PELUSO, Matías
BARICCO PRATS, Ignacio | MOLTENI, Guido | DÍAZ, Juan Víctor
GEROSEVICH, Gabriel | NOGUEIRA, Juan Martín
URETA, Mariano Julio | LÓPEZ, Fernando Martín
GONZÁLEZ, Pablo | MONEY, Leandro
Segundo Tercer
Puesto
Puesto Panathinaikos
TORRESEL, Santiago Andrés | VARELA, Juan Manuel
MAROTTA, Santiago Ignacio | MAZZOLENI, Francisco
VARELA, Rodrigo Martín | D'URSO, Juan José
FERNÁNDEZ ZAPIOLA, Nicolás Ezequiel | MARTÍNEZ, Hernán Julio
VARELA, Santiago Manuel | TOGNACCA, Juan
STIGLIANO, Esteban | CORTES, Juan Martín
CASTIGLIONI, Alejandro Javier | DE MATTEIS, Lucas Tomás
ESTÉVEZ, Juan Pablo | FIORAVANTI, Nicolás Francisco
TALAVERA, Leandro Martín | VALLET, Francisco Adolfo
FERNÁNDEZ BRIHUEGA, Diego Sebastián | MARISCHI, Martín
BORDOGNA, José | BARCA, Martín P. | DE MATTEIS, Ignacio R.
FERNÁNDEZ BRIHUEGA, Matías Javier | DE MATTEIS, Nicolás A.
Anuario 2011
|61

Nuestro Campo de Deportes
“Francisco Ruiz de Angulo SM.”
El pasado domingo 3 de abril, la comunidad educativa del Colegio Marianista de Buenos
Aires, los religiosos marianistas y la Familia Marianista rindieron homenaje a la vida y a la
memoria de Francisco Ruiz de Angulo SM. Una vida y una memoria que, además de ser parte
de nuestra historia, son presente en su legado permanente, en sus enseñanzas, en sus palabras,
en su compañía, en su presencia… y el en Campo de Deportes ha tomado su nombre.
Acontinuación, compartimos el mensaje
que la familia de Pancho nos ha
hecho llegar desde España en ocasión
de este acto y las palabras que Jorge
Toscano -presidente de la Asociación
de Exalumnos- dirigiera a la concurrencia
durante esa mañana.
Hoy, tres de abril, los hermanos y sobrinos
de nuestro querido Francisco nos unimos de
corazón a la ceremonia de poner al campo de
deportes el nombre de Francisco Ruiz de
Angulo SM.
Quico, como le llamábamos en casa, fue un
niño movido. ¡Qué vista tenía para localizar los
nidos y qué agilidad para encaramarse a los
árboles!
Otro detalle –hablo en primera persona,
como Juan Cruz, el hermano mayor–: Con
Quico, antes de dejar España para marchar a
América, hicimos una excursión en bicicleta
para visitar algunos bellos rincones de Alava.
Anduvimos mucho y debo confesar que yo
terminé la excursión cansado. Él, en cambio,
estaba lo más fresco. Con estas pinceladas
queda claro su amor a la naturaleza –a la que
nos enseñó a amar y a respetar– y al deporte.
Por eso nos alegra que su nombre vaya unido al
campo de deportes.
Este verano, previendo que sería su última
visita a España, nos dijo textualmente: “Quiero
morir en Argentina”, prueba irrefutable de su
amor por esa tierra americana donde transcurrió
la mayor parte de su vida.
Agradecemos con toda nuestra alma al
Colegio de los Marianistas de Buenos Aires,
representado por su Rector don Marcos
Romero, a la Comunidad Marianista, a la
asociación de antiguos alumnos –con los que
trabajó toda su vida–, a la asociación de padres
y alumnos, a los profesores, a todos los que han
contribuido a que el nombre de nuestro querido
Francisco se perpetúe en ese campo de deportes.
Pura
Como Familia Marianista, nos convocamos
esta mañana de domingo, en el
marco de este sencillo acto y en el
escenario de nuestro campo de deportes,
porque queremos homenajear la labor que
llevó adelante nuestro querido
Francisco Ruiz de Angulo, Pancho.
No es casual que este homenaje
coincida con el inicio del campeonato
de fútbol de ex alumnos que
todos los años llevamos adelante
desde la Asociación. Campeonato
que domingo a domingo contaba
con la visita de Pancho, quien personalmente
se encargaba de controlar
cada detalle. Pero hoy arrancamos
sin su presencia.
Hablar de su persona sería
contar un sin fin de anécdotas, sería
recordar sus palabras, su sonrisa, su
andar, sus consejos, su empuje y su
espíritu de convocatoria. También
su excelente memoria, que recordaba
a todos y a cada uno de los ex
alumnos que se le cruzaban, a pesar
del mucho tiempo de no verlos.
Entrar a estos campos era ver a
Pancho. Y hoy, reunidos para recordar
a una persona sumamente querida,
notamos que su ausencia
provoca un real vacío en todos
nosotros.
Quizás, en este último tiempo,
por esas cosas de Dios, Pancho presentía
que nos dejaría y se abrió a
todos nosotros para mostrarnos más
de su persona. En el último anuario
de ex alumnos, pudimos incluir una
extensa y detallada nota, producto
de una charla durante su última
internación.
Y cómo no recordar también las
sentidas palabras que nos dirigió
con motivo de la celebración de sus
setenta años de profesión religiosa.
Esas palabras que fueron tan emocionantes,
recordando su niñez, a su querida familia, repasando
toda su vida, ya sonaban a despedida.
Pero con seguridad y sin temor a equivocarme,
a Pancho no le gustaría que estemos
recordando y llorando su ausencia, como tampoco
que nos quedemos en un pasado
nostálgico.
Que hoy estemos acá para poner su nombre
a este campo de deportes no sólo es un
homenaje y un recuerdo a su entrega, sino
Anuario 2011 |63

64| Anuario 2011
también un desafío. Si estuviera acá,
seguramente nos diría: “A mirar
hacia adelante, que hay muchas cosas
por hacer y hay mucho por trabajar”.
Por ello, querido Pancho,
hoy nosotros como ex alumnos, a
quienes tanto apreciabas y amabas, y
a quienes en estos últimos años tanto
esfuerzo dedicaste preocupado por
mantener estos lazos de unión entre
todos, te decimos que, con tu intercesión ante
Dios nuestro Señor, estamos dispuesto a
seguir tu camino, que es el de Jesús y María; y
que reunidos bajo su amparo, guía y
protección, y con la responsabilidad y entrega
generosa que vos nos supiste transmitir y
mostrar, pedimos ser fieles a tu legado de
servicio y entrega a todos los ex alumnos de
nuestro querido Colegio Marianista.
Jorge Toscano
“Juntate con tu promoción a comer un asadito en el anexo II
(Siberia), sábado o domingo.
Solo tienen que avisar en el colegio.”

Torneo2011
Categoría
Adianchi
CECCHI GALLO, Juan Pablo | VILA, Santiago
VERZERO, Juan Manuel | ÁVILA, Gonzalo Javier
CECCHI GALLO, Sebastián Alfredo
DALBOSCO LACAVA, Mariano Ariel | MÉNDEZ, Mariano M.
OTAÑO, Jorge Horacio | RÍOS, Leandro Martín
VERZERO, Mariano | ÁVILA, Paulo G. | GUERRERO, Juan Cruz
NICODEMI, Jorge Martín
Alta Magia
CUBELA, Sebastián Andrés | MAUGERI, Ivo Sebastián
BREX, Facundo | LENTINI, Martín | MAGDALENA, Javier
CERDA LIPANOVICH, Sebastián Alejandro
SAAVEDRA, Patricio Carlos | CASTELLI, Lucas | CRESPO, Martín
GUAGLIANONE, Martín Daniel | GUARNERIO, Luciano Federico
FANTAGUZZI, Yago
A
“Hasta el 02/10/2011”
Argentinos Juniors
MARCOLINI, Leandro Claudio | AGOSTINO, Martín Nicolás
BRIZUELA, Juan Ignacio | FINN, Marcos Alfredo
MUNGO, Santiago Miguel | MARCOLINI, Ignacio Carlos
MAZZÓN, Martín Alejandro | ROMEU, Juan Martín
CANESSA, Jorge Adrián | PAVESE, Julián Ignacio
NEU, Mariano
Anuario 2011 |65

Torneo2011
Categoría
Adianchi
CECCHI GALLO, Juan Pablo | VILA, Santiago
VERZERO, Juan Manuel | ÁVILA, Gonzalo Javier
CECCHI GALLO, Sebastián Alfredo
DALBOSCO LACAVA, Mariano Ariel | MÉNDEZ, Mariano M.
OTAÑO, Jorge Horacio | RÍOS, Leandro Martín
VERZERO, Mariano | ÁVILA, Paulo G. | GUERRERO, Juan Cruz
NICODEMI, Jorge Martín
Alta Magia
CUBELA, Sebastián Andrés | MAUGERI, Ivo Sebastián
BREX, Facundo | LENTINI, Martín | MAGDALENA, Javier
CERDA LIPANOVICH, Sebastián Alejandro
SAAVEDRA, Patricio Carlos | CASTELLI, Lucas | CRESPO, Martín
GUAGLIANONE, Martín Daniel | GUARNERIO, Luciano Federico
FANTAGUZZI, Yago
A
“Hasta el 02/10/2011”
Argentinos Juniors
MARCOLINI, Leandro Claudio | AGOSTINO, Martín Nicolás
BRIZUELA, Juan Ignacio | FINN, Marcos Alfredo
MUNGO, Santiago Miguel | MARCOLINI, Ignacio Carlos
MAZZÓN, Martín Alejandro | ROMEU, Juan Martín
CANESSA, Jorge Adrián | PAVESE, Julián Ignacio
NEU, Mariano
Anuario 2011 |65

Botafogo
LANZA, Juan Manuel | DE BONIS, Horacio Nicolás | TERRIO, Nicolás Alejandro
PELUSO, Matías | BARICCO PRATS, Ignacio | MOLTENI, Guido
DÍAZ, Juan Víctor | GEROSEVICH, Gabriel | NOGUEIRA, Juan Martín
URETA, Mariano Julio | LÓPEZ, Fernando Martín
GONZÁLEZ, Pablo | MONEY, Leandro
El Porvenir
D'ODORICO, Agustín | LENTINI, Ignacio | MAGLIONE, Nicolás | REY, Pablo
PELUSO, Andrés | JARDO, Ignacio Sebastián | CECCHETTI, Guido
BOLLERO, Carlos | REY, Fernando | LAMPERTI, Gonzalo | PALEO, Juan M.
Brown
Huevo Frito
La Achalay La Gran Fiestardi
DIANTI, Fernando Agustín | DI CESARE, Ignacio | CORTES, Juan Diego
ALBARRACÍN, Tomás | CORDONI, Fernando Ezequiel | JUAN, Nicolás S.
LOIACONO, Matías Marcelo | BRALLA, Guido | GARCÍA RUGGIERO, Pablo
GÓMEZ SOSA, Pablo
TORRESEL, Santiago Andrés | VARELA, Juan Manuel | MAROTTA, Santiago I.
MAZZOLENI, Francisco | VARELA, Rodrigo Martín | D'URSO, Juan José
FERNÁNDEZ ZAPIOLA, Nicolás Ezequiel | MARTÍNEZ, Hernán Julio
VARELA, Santiago Manuel | CORTES, Juan Martín | STIGLIANO, Esteban
PÉREZ, Hernán
RÍO, Ezequiel Fernando | BUIREO, Gabriel Ignacio | MONGELLI, Ezequiel
RINCÓN, Ezequiel Bernardo | CHIAPPETTA, Fernando José
PERISSE, Víctor Alberto | FERRER, Juan Manuel | FERREIRO, Javier A.
ESTRADA, Federico | TOLOSA, Mariano | MARISCHI, Martín
ROGEL, Gastón Alejandro | LÓPEZ, Matías
MOLTENI, Bruno | ESTEVA, Pablo Alejandro | PIÑOL, Joan Manuel
DE ROSA, Matías | GARCÍA, Lucas Federico | BALBIS, Juan Martín
LÓPEZ CIORDIA, Javier Gonzalo | MACRI, Fernando Gabriel
SANDOVAL, Patricio | PÉREZ, Santiago Enrique | BENEDETTO, Matías F.
VERNAZZA, Franco | GRANDA, Juan P. | FANJUL REGUEIRA, Leandro A.
Lista Negra Mafia Verde
VISTALLI CABALLERO, Pedro Martín | PÁEZ, Adrián Miguel
ANGIO, Luis Alberto | ÁLVAREZ, Pablo | GONZÁLEZ AMAYA, Facundo
IESARI, Pablo Fernando | RODRÍGUEZ CENTENARO, Hernán Héctor
FERRARO, Hernán José | TRAMA, Juan Francisco | ÁLVAREZ, Javier
BEVAQUA, Sergio Hernán | NADALE, Facundo
Merenguetengue S. P. Salaberry
DUBINI, Sebastián Ariel | COCCA, Juan Damián | PÉREZ ADAMO, Mariano R.
ZALDUENDO, Martín | RAIMONDI, Emiliano Nelson | AMOR, Jorge Luis
ARBUCO, Mariano Christian | LOMBARDO, Diego Martín
RIVERA, Fernando Adrián | THOMPSON, Guido Andrés
RAIMONDI, Fernando Diego
Santa Milonguita
TORREIRO, Pablo Diego | TORREIRO, Hernán Daniel | PENA, Juan Ignacio
QUERALTO, Javier | NOGUERA, Santiago Hernán | GADEA, Gonzalo I.
DEL PRADO, Juan Ignacio | PENA, Santiago Javier | PENSOTTI, Pablo E.
BENEITEZ MASSARO, Fernando | PENA, Esteban Mariano
FERNÁNDEZ, Ezequiel
BOADA AGUIRRE, Adolfo | PELLEGRINO, Darío Guillermo
DI GIACOMO, Martín Guillermo | MARTORELL, Gabriel
DAVOLOS, Alejandro Agustín | ESTEBAN, Sebastián Ariel
GRECO, Hernán Guillermo | SÁNCHEZ, Nicolás Ignacio
PÉREZ TERUEL, Federico Antonio | BOADA AGUIRRE, Agustín
ALBANI, José Ignacio | GREGORIO, José Ignacio
CANTO, Gonzalo
ACQUAVELLA, Federico
GIOVINI, Francisco Daniel
MORESCO, Máximo
LÓPEZ, Ignacio Ezequiel
SÁNCHEZ, Santiago
STENTA, Ignacio Javier
ABEAL, Francisco
HECKER, Juan Fernando
CANTO, Fernando
RÍO, Santiago
VIETRO, Cristian Javier
FREYTAG, Federico
66| Anuario 2011 Anuario 2011
|67

Categoría
Baigon Unido
B
DE LA FUENTE, Ramiro | GONZÁLEZ ARNAEZ, Diego Alberto
CATOGGIO, Mariano Javier | MARTÍN, Mariano E. | CASTRO, Diego Julián
SAIZ, Gastón | CATOGGIO, Diego Ignacio | FAJARDO, Pablo Eduardo
FILIPPINI, Eduardo Hernán | MINUZZI, Maximiliano Nicolás
LUDUEÑA, Javier Ignacio | VALENTINI, Pablo Juan
Casamata L'ecop
LUPPI, Horacio José | CASTRO, Diego Mario
GARCÍA CONEJERO, Fernando Pablo | FRANCO, Leonardo Hernán
GÓMEZ MARTÍNEZ, Federico Ariel | CASTELLI, Anselmo Gabriel P.
VASSALLO, Mariano | CASTELLI, Adolfo Carlos | NASER, César Mario
ROMEU, Sebastián | CASTELLI, Matías Agustín | GÓMEZ, Mauricio E.
La Banda
ARANDA, Federico Manuel | CADENAZZI, Guillermo Luis
D'ODORICO, Luciano | ALTAMIRANDA, Esteban | GUASCO, Alfredo Javier
ZITO, Guido Ignacio | ZALDUENDO, Santiago | ROMERO, Juan Francisco
DEL CUETO, Augusto | MAROTTA, Francisco | PERASSO, Tomás Agustín
CARMONA, Patricio Daniel
CIPARELLI, Franco
COGAN MORI, Daniel Jorge
FORTUNY, Germán Alejandro
GIGLI, Claudio Augusto
LÓPEZ, Lisandro Daniel
VÁZQUEZ, Matías Horacio
PULICE, Martín
SAN CRISTÓBAL, Gastón Guido
SAN CRISTÓBAL, Julián Diego
SOTO ARRIAGA, Lucas María
BENÍTEZ MASSARO, Mariano
ÁLVAREZ OTONDO, Federico
ARMENDÁRIZ, Javier
GIGLI, Pablo Ignacio
“Hasta el 02/10/2011”
La Favela
CAPURRO, Nicolás Ezequiel
MERCANTI, Juan
SOTO ARRIAGA, Santiago María
CRUPI, Juan
ESTÉVEZ, Pablo Nicolás
GUASCO BARTHE, Santiago Federico
MATALLANA, Andrés Luis
JAUNZARAZ, Federico Martín
JAUNZARAZ, Santiago Manuel
VÁZQUEZ, Leandro Francisco
PÉREZ BAY, Joaquín Guillermo
La Legión La Marzo
ACQUAVELLA, Alejandro | SARCONE, Juan Ignacio | STENTA, Mariano C.
SÁNCHEZ, Sebastián Ezequiel | DÍAZ BRENNAN, Pablo
DEVOTO, Pablo Hernán | CHAVES ARABEL, Jesús María
FERRERO, Mariano Ignacio | CABELLO, Julián Ignacio | BORSATO, Juan I.
CURANI, Mario Daniel | NOVELLO, Nicolás Alejandro
COSTANTINO, Agustín | DOWNEY, Tomás | POSE, Manuel Pablo
CASIRAGHI, Emiliano | ÁLVAREZ, Leonardo | TRUBIAN, Federico
POSE, Nicolás Juan | LOPARDO, Alejandro Darío
LIMA COIMBRA, Christian Patricio | MUNGO, Mariano Martín
VARELA, Christian Gonzalo
La ' 93 La Rockola
CARBALLO, Marco Javier | RIAL PONTES, Hernán Luis | YGARTUA, Javier
DI GIACOMO, Sebastián Víctor | MARTÍNEZ, Esteban Horacio
GUILLEN, Nicolás Emanuel | PALLOTTI, Hernán Federico
GALICIA, Leandro Alberto | GIOLITO, Pablo Lucas | SCOVOTTI, Matías
BOSCO, Juan José | TORNAY, Martín Pablo | DUPEYRON, Alejandro Claudio
MAFFI, Emiliano Eduardo | CHAJUD, Esteban Mariano | TORRE, Matías
ABALOS, Juan Cruz | IBARRA, Ramiro Martín
FAIDELLA ZAMBONINI, Federico Guillermo | RUIZ, Federico José
VARETTI, Matías | ROMANÓ, Sebastián | PASCUALINI, Nicolás
VALLE, Pablo | RUIZ, Francisco | DIZ, Gonzalo Martín | RACCIATTI, Guido
68| Anuario 2011 Anuario 2011 |69

La Vagancia
MERCANTI, Santiago | ROMEU, Ignacio Alejandro | VIÑALES, Gonzalo D.
VITETTA, Leandro Javier | CALLACE, Emiliano | SÁNCHEZ, Gonzalo M.
ROBLES ORTIZ, Juan Sebastián | PALLARES, Santiago
LARREA, Ignacio | ÁLVAREZ OTONDO, Francisco
DE NUCCI SMAIL, Pablo Jorge
Malasangre
SENESE, Carlos Ignacio | LAZZARO, Walmir Julián | ANDISCO, Pablo
FERNÁNDEZ LÓPEZ, Matías Ignacio | STIGLIANO, Lucas Raúl
SORA GULLIN, Gabriel Osvaldo | VEGA, Nicolás Eduardo
STIGLIANO, Eliezer Raúl | LAZZARO, Bruno Esteban
BONISCONTRO, Pablo | FERNÁNDEZ LÓPEZ, Ezequiel Oscar
Senegol
La Viscosa F. C.
FIORI, Federico | PEREIRA, Benjamín Ignacio | ARROYO, Rodrigo Gastón
MARTOS, Hernán Fernando | MERLO, Martín Hernán
SONEIRA, Ignacio | VIGNONI, Ignacio | GARATE, Santiago
GALLI, Agustín Daniel | VILA, Pablo Gastón | PEREIRA, Pedro
GALLI, Nicolás Esteban
Panathinaikos
CASTIGLIONI, Alejandro Javier | DE MATTEIS, Lucas Tomás
ESTÉVEZ, Juan Pablo | FIORAVANTI, Nicolás Francisco
MASCARDI, Normando Eduardo | VALLET, Francisco Adolfo
FERNÁNDEZ BRIHUEGA, Diego Sebastián | DE MATTEIS, Nicolás Agustín
BORDOGNA, José | MATEOSSIAN, Esteban Pablo | DE MATTEIS, Ignacio R.
FERNÁNDEZ BRIHUEGA, Matías Javier
NÚÑEZ, Javier Esteban
NÚÑEZ, Daniel Víctor
CARUSO, Lucas Ignacio
FERNÁNDEZ, Juan Manuel
NÚÑEZ, Sebastián Gabriel
ESTÉVEZ, Martín Alejandro
CARUSO, Gastón Javier
NÚÑEZ, Martín Eduardo
FERRARO, Fernando Martín
ESTÉVEZ, Juan Ignacio
NÚÑEZ, Pablo
SPAGNUOLO, Damián Néstor
PASSERO, Santiago Andrés
ZAMBELLI, Lucas
Categoría
El Docke
CASTAÑO, Leandro | FICAGNA MORENA, Mathias José
NIEVA MORENO, Marcelo Guillermo | ROSSO ALBA, Francisco
RUIZ, Juan Ignacio | TEJERO VACAS, Alejandro Daniel
TERZIAN, Agustín | MENÉNDEZ BERNALES, Gerardo
MENÉNDEZ BERNALES, Martín | SCHOON, Pablo
PRECERUTTI, Santiago Juan | MEDINA, Facundo
El Sabalero
C
MARTÍNEZ LAPADULA, Santiago Joaquín | MONTI, Agustín Nicolás
PÉREZ, Benjamín | BELLINZONA, Máximo | ROSSI, Gonzalo Ariel
MALDONADO, Julián | MILANO, Franco Matías
PALAMARCHUCK, Gonzalo | MAZZOLENI, Juan Ignacio
DE CASTELLI, Andrés | PAGLIA, Lucas | NATALI, Ariel Pablo
La Banda de Rolo
PIÑOL, Fernando Nicolás | WILLIAMS, Boris | BREX, Agustín
ÁLVAREZ DEL RIVERO, Martín Andrés | BEGUET, Juan Pablo
BLASCO, Sebastián | FORNOS, Juan Manuel | PAVESE, Damián Andrés
RIZZONE, Pedro Agustín | SARAVI, Julio | SPAGNUOLO, Gabriel Ignacio
ALONSO, Manuel | ARIAS, Santiago | CARBONE MARCUCCI, Damián
ALARCON PAGANO, Marco Nicolás
70| Anuario 2011 Anuario 2011
|71

La Pandilla La Toca
CARAM, Patricio | MERLOS, Fernando Tomás | SCHOON, Federico Martín
WILLIAMS, Tomás | VIROLAUD, Ariel | MELILLO, Lucas Martín
LUCARDI SÁNCHEZ, Rodrigo Ignacio | GIMÉNEZ, Martín
SECO, Gonzalo Martín | CARAM, Ignacio | GIMÉNEZ, Gustavo Daniel
Placenta Tupac Amaru
SOCORRO, Juan Manuel | BLANCHARD, Luis Emilio
NAVARRO GAMBOA, Juan Andrés | COMI, Juan Martín
SOCORRO, Federico | BERAUD, Gabriel Alejandro
BILBAO, Rodrigo Miguel | GARCÍA MENÉNDEZ, Juan Ignacio
LÓPEZ VIDAL, Bruno Martín | PAPAGALLO, Matías
LÓPEZ VIDAL, Rodrigo Hernán
Yerba Mala
72| Anuario 2011
ALBERTI, Franco Fernando | FALCONE, Hernán | ROJO, Nicolás Matías
CONSTANTINO, Francisco Gustavo | CONSTANTINO, Ignacio
MUÑOZ, Julián Martín | PARRA, Fernando Mariano
ALBERTI, Enzo Fernando | SIEBENS, Santiago Miguel
CAPPARELLI, Santiago Esteban | ALBERTI, Gino | SOLER, Federico
PADRONES ROSSI, Bruno Augusto | PADRONES, Fernando José
RAMOS, Mariano | RAMOS, Juan Matías | MARCO, José Luis
LAZZARO, Fernando | COMERCI PINELLA, Matías Juan
DONATO, Ramiro Carlos | GAZZANO, Juan Francisco
RODRÍGUEZ, Facundo Martín | PETTOROSSI, Nicolás Jorge
PIAZZOLLA, Ezequiel José | LEZAETA, Juan Manuel | BALBI, Pablo
GALLEGO, Sebastián
PERRY, Guido Nicolás
ROSSI, Bruno
SANDOVAL, Mariano
GARCÍA RAMILO, Fernando Daniel
MARZULLO, Lautaro Eugenio
LUZURIAGA, Santiago
CARRICONDO, Juan Ignacio
DE NUCCI SMAIL, Martín Esteban
ESCOBAR, Dante Matías
NUÑEZ, José Luis

Categoría
Baigon Unido
B
DE LA FUENTE, Ramiro | GONZÁLEZ ARNAEZ, Diego Alberto
CATOGGIO, Mariano Javier | MARTÍN, Mariano E. | CASTRO, Diego Julián
SAIZ, Gastón | CATOGGIO, Diego Ignacio | FAJARDO, Pablo Eduardo
FILIPPINI, Eduardo Hernán | MINUZZI, Maximiliano Nicolás
LUDUEÑA, Javier Ignacio | VALENTINI, Pablo Juan
Casamata L'ecop
LUPPI, Horacio José | CASTRO, Diego Mario
GARCÍA CONEJERO, Fernando Pablo | FRANCO, Leonardo Hernán
GÓMEZ MARTÍNEZ, Federico Ariel | CASTELLI, Anselmo Gabriel P.
VASSALLO, Mariano | CASTELLI, Adolfo Carlos | NASER, César Mario
ROMEU, Sebastián | CASTELLI, Matías Agustín | GÓMEZ, Mauricio E.
La Banda
68| Anuario 2011
ARANDA, Federico Manuel | CADENAZZI, Guillermo Luis
D'ODORICO, Luciano | ALTAMIRANDA, Esteban | GUASCO, Alfredo Javier
ZITO, Guido Ignacio | ZALDUENDO, Santiago | ROMERO, Juan Francisco
DEL CUETO, Augusto | MAROTTA, Francisco | PERASSO, Tomás Agustín
CARMONA, Patricio Daniel
CIPARELLI, Franco
COGAN MORI, Daniel Jorge
FORTUNY, Germán Alejandro
GIGLI, Claudio Augusto
LÓPEZ, Lisandro Daniel
VÁZQUEZ, Matías Horacio
PULICE, Martín
SAN CRISTÓBAL, Gastón Guido
SAN CRISTÓBAL, Julián Diego
SOTO ARRIAGA, Lucas María
BENÍTEZ MASSARO, Mariano
ÁLVAREZ OTONDO, Federico
ARMENDÁRIZ, Javier
GIGLI, Pablo Ignacio
“Hasta el 02/10/2011”

Categoría
El Docke
CASTAÑO, Leandro | FICAGNA MORENA, Mathias José
NIEVA MORENO, Marcelo Guillermo | ROSSO ALBA, Francisco
RUIZ, Juan Ignacio | TEJERO VACAS, Alejandro Daniel
TERZIAN, Agustín | MENÉNDEZ BERNALES, Gerardo
MENÉNDEZ BERNALES, Martín | SCHOON, Pablo
PRECERUTTI, Santiago Juan | MEDINA, Facundo
El Sabalero
C
MARTÍNEZ LAPADULA, Santiago Joaquín | MONTI, Agustín Nicolás
PÉREZ, Benjamín | BELLINZONA, Máximo | ROSSI, Gonzalo Ariel
MALDONADO, Julián | MILANO, Franco Matías
PALAMARCHUCK, Gonzalo | MAZZOLENI, Juan Ignacio
DE CASTELLI, Andrés | PAGLIA, Lucas | NATALI, Ariel Pablo
La Banda de Rolo
PIÑOL, Fernando Nicolás | WILLIAMS, Boris | BREX, Agustín
ÁLVAREZ DEL RIVERO, Martín Andrés | BEGUET, Juan Pablo
BLASCO, Sebastián | FORNOS, Juan Manuel | PAVESE, Damián Andrés
RIZZONE, Pedro Agustín | SARAVI, Julio | SPAGNUOLO, Gabriel Ignacio
ALONSO, Manuel | ARIAS, Santiago | CARBONE MARCUCCI, Damián
ALARCON PAGANO, Marco Nicolás
Anuario 2011
|71