Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino

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PARTE 5: PRINCIPIOS DEL SEGUNDO VIAJE MISIONERO
Principio supracultural 48
RESPONSABll.IDAD DEL LIDERAZGO
Los que manejen y distribuyan eldinero que se hadado para la
obra de Dios deben ser irreprochables y deben rendir cuentas.
Este esun principio muy importante en el mundo actual en el que hay líderes
prominentes en la iglesiaque han sido culpables de apropiarse de losfondos.
Al aplicar este principio, haríamos bien en seguir el modelo de Pablo:
Primero, los líderes cristianos que reciben dinero directamente para
satisfacer sus propias necesidades deben establecer un plan en el cual no
tengan que manejar el dinero personalmente sin un informe cuidadoso y
un sistema de contabilidad. Nunca deben tomar decisiones por su cuenta
acerca de las cantidades que reciben.
Segundo, se debe seleccionar a más de una persona para manejar el
dinero de la obra de Dios. A estas personas las deben aprobar quienes
los conozcan y sepan que son hombres y mujeres de integridad. Dios estableció
este principio muy temprano en la historia de Israel, cuando se
nombraron líderes para ayudar a Moisés: «Elige tú mismo entre el pueblo
hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan
las ganancias mal habidas» (Éxodo 18:21; véase también Deuteronomio
1:13). Más tarde, los elegidos para ser diáconos en la iglesia (hombres
y mujeres con responsabilidades para servir) debían ser individuos que
no estuvieran tratando de obtener «ganancias mal habidas» (1 Timoteo
3:8). Debían ser «honorables» (l Timoteo 3:8).
En nuestra iglesiahemos establecido un sistema en el que hay múltiples
individuos de toda confianza que procesan e informan nuestras ofrendas.
Estos informes, con el dinero, se sellan en una bolsa con seguro y se envía a
nuestro contador, quien vuelve a contar la ofrenda y compara esos totales
con el informe inicial. Todos los informes se archivan en un informe permanente,
y la ganancia se deposita en nuestro banco local. Ninguno de los
pastores maneja lasofrendas directamente, yel personal empleado que hace
el proceso final está protegido de cualquier acusación de deshonestidad.
Cualquiera que sea el sistema que su iglesia determine, este principio
bíblico supracultural sedebe aplicar: losque manejan ydistribuyen el dinero
deben ser irreprochables y deben seguir siendo confiables.
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CAPÍTULO 16
Segunda a los Corintios 8
PABLO ESCRIBIÓ 2 CORINTIOS desde algún lugar en Macedonia (quizás
Fílipo), Acababa de recibir un informe de TIto, que había regresado de
Corinto, informándole que estos creyentes inmaduros y carnales habían
respondido positivamente a su primera carta. Pablo se sintió animado,
ya que le había hablado sin rodeos acerca de sus actitudes y acciones
pecaminosas y qué hacer acerca de estas.
Cuando Pablo escribió su segunda carta, elogió a los corintios por su
reacción de arrepentimiento (2 Corintios 7:5-16). Sin embargo, Tito informó
que había un área importante en la cual todavía ellos necesitaban
mejorar sus actitudes y tomar acciones más positivas: cómo usaban su
dinero. Algunos estaban confundidos, frustrados y negligentes en cuanto
a las exhortaciones de Pablo en la primera carta. De la misma carta
podemos reconstruir por qué esto sucedía así.
Incluso en su estado camal, los corintios fueron la primera iglesia
que respondieron a la petición de dinero que hizo Pablo para ayudar a
los cristianos necesitados en Jerusalén (2 Corintios 8:10). Ellos tenían
buenas intenciones. En efecto; su respuesta entusiasta motivó las iglesias
en Macedonia, aunque estos creyentes estaban necesitados, para tambíénpartícipar
en este proyecto (2 Corintios 8:1-2; 9:1-2). Pero incluso \
cuando Pablo escribió 1 Corintios, ellos no habían cumplido con todos
sus compromisos financieros. Pablo exhortó a cada uno de ellos para que
inmediatamente separaran una suma de dinero semanalmente, basados
en sus ingresos personales (1 Corintios 16:1-2).
Como era de esperar, esta exhortación creó algunas reaccíonesne-
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