Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino
Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino
Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Parte 7: Principios <strong>de</strong> las epístolas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la prisión<br />
20. Las epístolas gemelas: Efesios y Colosenses 223<br />
21. Filipenses: Una epístola íntima 229<br />
22. Una carta personal a Filemón 239<br />
Parte 8: Principios <strong>de</strong> las cartas pastorales<br />
23. La primera carta a Timoteo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..249<br />
24. Última correspon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Pablo 261<br />
Parte 9: Las últimas cartas<br />
25. La carta a los hebreos y las cartas <strong>de</strong> Pedro, Juan y Judas 269<br />
26. Dos verda<strong>de</strong>s bíblicas fundamentales 287<br />
Conclusión: Los principios compilados<br />
27. 102 Principios supraculturalespara hacerse rico<br />
<strong>de</strong> todas maneras 297<br />
Apéndice:<br />
Directrices para <strong>de</strong>sarrollar los principios supraculturales 309<br />
Notas 313<br />
Gráficas:<br />
1. Una teología bíblica sobre las posesionesmateriales 18<br />
2. Un paradigma <strong>de</strong> la investigación 22<br />
3. Lasparábolas <strong>de</strong> Jesús 86<br />
Mapas<br />
1. Viaje misionero <strong>de</strong> Felipe 94<br />
2. Viaja <strong>de</strong> Pedro a Jope y a Cesarea 106<br />
3. Establecimiento <strong>de</strong> la iglesiaen Antioquía 118<br />
4. Primer viaje misionero <strong>de</strong> Pablo (Hechos 13:1-14:28) 123<br />
5. Segundo viaje misionero <strong>de</strong> Pablo (Hechos 15:36-18:22) 143<br />
6. Tercer viaje misionero <strong>de</strong> Pablo (Hechos 18:23-21:16) 193<br />
7. Viaje <strong>de</strong> Pablo a Roma (Hechos 27:1-28:15) 221<br />
PRÓU)GO<br />
TODOS NOSOTROS TENEMOS la ten<strong>de</strong>ncia a sentir la influencia <strong>de</strong> la cultura<br />
en la cual vivimos. Y para aquellos que viven en nuestro próspero<br />
país, eso significa el impacto penetrante <strong>de</strong>l consumismo.<br />
Constantemente nos bombar<strong>de</strong>an con el mensaje <strong>de</strong> que «la vida<br />
plena, hermosa y libre <strong>de</strong> arrugas» pue<strong>de</strong> ser nuestra si solo <strong>de</strong>seamos<br />
comprarla. Los anuncios caros y manipuladores nos motivan a adoptar<br />
un estilo <strong>de</strong> vida consciente <strong>de</strong> una imagen que afirma satisfacer las necesida<strong>de</strong>s<br />
más profundas <strong>de</strong>l corazón humano.<br />
Ninguno <strong>de</strong> nosotros es inmune a este mensaje. Como dijo alguien<br />
una vez: «La gente compra las cosas que no necesita con dinero que no<br />
tienen para impresionar a la gente con las que ni siquiera simpatiza».<br />
Las consecuencias prácticas <strong>de</strong> esta cultura <strong>de</strong> gastar pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>vastadoras.<br />
Las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong>l consumidor personal han aumentado dramáticamente,<br />
mientras que los hábitos <strong>de</strong> ahorrar han <strong>de</strong>saparecido. Una<br />
marea <strong>de</strong> juegos patrocinados por el gobierno ha barrido nuestra nación.<br />
Ahora hay un estimado <strong>de</strong> 5.5 millones <strong>de</strong> jugadores patológicamente<br />
adictos, 1.1 millón <strong>de</strong> los cuales son adolescentes. Estos y otros factores<br />
han contribuido a que millones <strong>de</strong> personas cada año se <strong>de</strong>claren en<br />
bancarrota. Aproximadamente el cincuenta y seis por ciento <strong>de</strong> todos los<br />
divorcios son el resultado <strong>de</strong> la tensión financiera en el hogar.<br />
Por <strong>de</strong>sgracia, casi no hay diferencia entre los hábitos <strong>de</strong> gastos <strong>de</strong><br />
aquellos que conocen a Cristo y los que no lo conocen. Ofrendar entre<br />
los cristianos, como la medida <strong>de</strong> un porcentaje <strong>de</strong> las ganancias, ha<br />
<strong>de</strong>caído casi todos los años durante las tres últimas décadas. Ahora no<br />
estamos invirtiendo nuestras ganancias en lo que es eternamente importanteo<br />
Por ejemplo, $1,174 al año es el promedio que el americano juega<br />
mientras que $20 es el promedio que un miembro <strong>de</strong> la iglesia ofrenda a<br />
las misiones extranjeras.<br />
11