Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino

PARTE 4: PRINCIPIOS DEL PRIMER VIAJE MISIONERO
servando lo que dejé en la mesa, y cuando pensó que yo estaba distraído,
abrió su cartera y de su dinero discretamente agregó algo a la propina.
En otra ocasión vi que en el periódico estaban anunciando una conferencia
especial. No recuerdo el tema exacto, pero tenía que ver con ser
una persona de éxito. El hombre que hablaba no era un cristiano, pero
me impresionó algo que dijo: «Si usted va a tener éxito financiero, debe
convertirse en una persona generosa, deseosa de compartir lo que tiene
con otros».
Dios me habló al corazón a través de este hombre no creyente. Después
de todo, yo era el que debía enseñar y practicar ese principio, ser
generoso. Comencé a pensar en las oportunidades para ayudar a los demás:
el hombre que me arregla la calefacción, los que cambian el aceite
del auto, y la persona que me sirve en un restaurante o me trae la pizza
hasta la puerta de la calle. En lugar de resentir el hecho de tener que
pagarle algo a alguien, comencé a ver esto como una oportunidad para
ayudar a alguien más a·satisfacer sus necesidades. Desde luego, no estoy
hablando acerca de personas que saquean a otros, sino acerca de los que
están procurando vivir una vida legítima, como usted y como yo.
Comencé por considerar el dar la propina como una oportunidad
única de hacer bien a todas las personas, dar un testimonio a quienes me
. sirven. Después de todo, si antes de comer inclinamos la cabeza y damos
gracias a Dios por los alimentos, cosa que debemos hacer, resultará claro
por lo menos para el camarero promedio, que decimos ser religiosos.
Piense en el mensaje negativo que esto envía a las personas que nos
sirven cuando los cristianos o dejan una propina tacaña (muy lejos de
lo que se espera según nuestra cultura) o, peor aún, no dejan nada. Qué
tragedia es cuando los creyentes no dejan una propina adecuada pero
dejan un tratado sobre la mesa. A los no cristianos les estamos dando
exactamente lo que ellos buscan en un cristiano para desmeritar el evangelio:
hipocresía.
Conozco una iglesia de creyentes en la Biblia en la que después del
culto del domingo los miembros descendían a varios restaurantes del
área. Lo que comentaban los empleados de los restaurantes se centraba
en la «multitud cristiana» y las pequeñas propinas que dejaban en las
mesas. De hecho, la reputación de esta iglesia en particular llegó a ser
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CAPITVW 13: L\ CARTA A WS GÁlATAS
tan dañina en la comunidad que.elpastor tuvoque plantear esteasunto
desde el púlpito,
Este es un triste comentario acerca de cómo algunos cristianospiensan
y actúan. De alguna forma, hemos llegado a ser más materialistas que
nuestros análogos seculares. Yovi esta realidad en mi propia vida cuando
hace años Dios me convenció y seña16mi actítud camal y egoísta en esta
área de mi vida. Esto es una confesión que he hecho desde mi púlpito.
Ahora creo firmemente y declaro públicamente que si los cristianos en
nuestra cultura no se pueden dar el lujo de ser generosos al dar la propina,
tampoco pueden darse el lujo de salir a comer. Es mucho mejor comer en
la casa que ser un pobre testimonio alosinconversos que trabajan tan
arduamente como el resto de nosotros para sostenerse.
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