Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino
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PAHTE 2: PHI,\CIPIOS DE L\S E'ISEÑA'IZAS DE JESLS<br />
evitar que nos oigan cuando oramos, sino que también <strong>de</strong>bemos evitar<br />
que nos vean. Esto contradice el énfasis extenso en el resto <strong>de</strong>l Nuevo<br />
Testamento sobre la oración en público y en grupo.<br />
Tercero, <strong>de</strong>bemos mirar lo que realmente Jesús practicó y promovió.<br />
Si hablamos en términos generales, él no con<strong>de</strong>nó a la gente que dio públicamente.<br />
En efecto, cuando la viuda pobre puso su ofrenda en el tesoro<br />
<strong>de</strong>l templo, él usó su ofrenda pública para ilustrar la ofrenda sacrificada<br />
a los que están observando (Lucas 21:1-4). Jesús también oró en público<br />
(por ejemplo, Lucas 23:34;Juan 11:41-42; 17:1-26) yen público enseñó<br />
a los discípulos a orar (Mateo 6:9-13).<br />
Cuarto, <strong>de</strong>bemos ver lo que realmente sucedió en la iglesia primitiva.<br />
Dar en público, al igual que la oración y la alabanza pública, era una<br />
parte vital <strong>de</strong> la manera en que los cristianos en Jerusalén <strong>de</strong>mostraron<br />
su amor los unos por los otros y por Dios. En estas áreas el Espíritu Santo<br />
usó tanto su testimonio personal como el testimonio en grupo para llevar<br />
a los <strong>de</strong>más al reino <strong>de</strong> Dios (Hechos 2:42-47).<br />
Por último, y quizás lo más importante, <strong>de</strong>bemos compren<strong>de</strong>r el escenario<br />
histórico y cultural. Muchos <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res religiosos y las personas<br />
ricas en el judaísmo en los tiempos <strong>de</strong> Cristo exhibían sus buenas obras<br />
ante los <strong>de</strong>más. Cuando le daban a los necesitados, lo anunciaban al<br />
son <strong>de</strong> trompetas (Mateo 6:2). Su motivación era que los hombres los<br />
honraran.<br />
Al enseñar que dar <strong>de</strong>be ser un asunto privado, Jesús estaba poniendo<br />
el <strong>de</strong>do en su orgullosa motivación. Si no los iban a ver, no habrían<br />
sentido obligación para dar, ni para orar. Su motivación para ayudar a los<br />
pobres era egoísta. No surgía <strong>de</strong> su amor a Dios ni <strong>de</strong> la preocupación por<br />
aquellos necesitados. El motivo, entonces, era un tema más profundo.<br />
Dar ofrendas a Dios o a otros para glorificarse a sí mismo es una seria<br />
violación <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> Dios.<br />
La iglesia enJerusalén<br />
Ananías y Safira fueron culpables <strong>de</strong> violar esta enseñanza. Su motivación<br />
para dar era la autoglorificación, tanto que mintieron directamente<br />
al Espíritu Santo. Por consiguiente, sufrieron un juicio extremo (Hechos<br />
5:1-11). Pero la vasta mayoría <strong>de</strong> los cristianos en Jerusalén tenía la<br />
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CAPfTULO 4: EL SEH.\I()i\ DEL MOYfE (MATEO 6)<br />
perspectiva correcta sobre lo que Jesús estaba enseñando cuando dijo:<br />
«que no se entere tu mano izquierda <strong>de</strong> lo que hace la <strong>de</strong>recha». Su<br />
ofrenda personal era pública, pero sus corazones y motivos eran puros.<br />
Ellos querían ministrarse unos a otros y, en el proceso, glorificar a Dios,<br />
no a ellos mismos.<br />
Principio Supracultural13<br />
GLORIFICAR A DIOS<br />
Evalúe sus motivos para ver si está ofrendando para<br />
glorificar a Dios o para glorificarse a símismo.<br />
Pablo confirmó este principio cuando exhortó a los corintios a mantener<br />
motivos puros en todo lo que hacían: "ya sean que coman o beban o hagan<br />
cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria <strong>de</strong> Dios» (1 Corintios<br />
10:31). «Hagan cualquier otra cosa» incluye nuestras ofrendas.<br />
Para revisar nuestros motivos como cristianos, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>tenernos<br />
y hacemos varias preguntas: ¿Qué pasaría si nadie supiera lo que estamos<br />
dando? ¿Daríamos tanto? Por otra parte, ¿qué pasaría si otros supieran lo<br />
que estábamos dando? ¿Sería embarazoso y vergonzoso?<br />
Si miramos al contexto <strong>de</strong> lo que enseñó Jesús, particularmente a<br />
la luz <strong>de</strong> todas las Escrituras, veríamos que una doctrina <strong>de</strong> la ofrenda<br />
pública llevada a un extremo (lo que a menudo promueven los grupos<br />
religiosos que enseñan una salvación orientada por las obras) pue<strong>de</strong><br />
guiar a la autoglorificación y autojusticia. De otra forma, una doctrina<br />
<strong>de</strong> ofrenda privada pue<strong>de</strong> guiar a otra manera <strong>de</strong> pecado, egoísmo y<br />
<strong>de</strong>cepción. Nos sentimos particularmente tentados a involucramos en<br />
esta clase <strong>de</strong> pecado cuando no tenemos que rendir cuentas <strong>de</strong> nuestra<br />
buena mayordomía <strong>de</strong> lo que Dios nos ha dado. En breve, tal vez<br />
estemos usando esta falsa doctrina <strong>de</strong> la privacidad para cubrir nuestra<br />
<strong>de</strong>sobediencia.<br />
Esposible combinar y balancear estos extremos. Nuestro motivo para<br />
la ofrenda pública siempre <strong>de</strong>be ser la gloria <strong>de</strong> Dios. Una vez que entendamos<br />
su perspectiva sobre este tema y ofren<strong>de</strong>mos como Dios quiso<br />
que lo hiciéramos, no estaremos preocupados porque nuestra ofrenda se<br />
mantenga confi<strong>de</strong>ncial. Nos sentiremos bien (no orgullosos) por estar<br />
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