Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino
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PARTE 1: PRINCIJ'IOS DE LA IGLESIA EN JERVSALÉl\<br />
Entonces, los apóstoles no comprendieron con claridad qué suce<strong>de</strong>ría<br />
en los días por venir, aunque Jesús les había dado alguna información<br />
específica acerca <strong>de</strong> su responsabilidad. Cuando ellos le preguntaron «¿es<br />
ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?»,Jesús respondió diciendo:<br />
«No les toca a uste<strong>de</strong>s conocer la hora ni el momento <strong>de</strong>terminados<br />
por la autoridad misma <strong>de</strong>l Padre ... Pero cuando venga el Espíritu Santo<br />
sobre uste<strong>de</strong>s, recibirán po<strong>de</strong>r y serán mis testigos tanto en Jerusalén<br />
como en toda Ju<strong>de</strong>a y Samaria, y hasta los confines <strong>de</strong> la tierra» (Hechos<br />
1:6-8).<br />
Con esta explicación y guía, Jesús <strong>de</strong>jó claro que él no volvería a restaurar<br />
el reino <strong>de</strong> Israel hasta que estos hombres por lo menos comenzaran<br />
el proceso <strong>de</strong> proclamar su muerte y resurrección «hasta los confines<br />
<strong>de</strong> la tierra». Los apóstoles no comprendieron bien lo que él quiso <strong>de</strong>cir,<br />
<strong>de</strong> entrada, tampoco le prestaron mucha atención a esto. Pero en el plan<br />
soberano <strong>de</strong> Dios, el Espíritu Santo comenzó a <strong>de</strong>scubrir el futuro en<br />
amplios brochazos, permitiendo que Pedro interpretara las profecías <strong>de</strong><br />
[oel y David sin siquiera una comprensión específica <strong>de</strong> esta gran era <strong>de</strong><br />
la cual ahora formaban parte, la era <strong>de</strong> la iglesia. En ese momento Pedro<br />
ni siquiera entendió que los gentiles serían una parte <strong>de</strong>l reino. Esta perspectiva<br />
no salió hasta por lo menos cinco años más tar<strong>de</strong>, cuando se vio<br />
confrontado con la tarea <strong>de</strong> testificar a un gentil llamado Camelia. En<br />
ese momento él confesó: «Ahora comprendo que en realidad para Dios<br />
no hay favoritismos, sino que en toda nación él ve con agrado a los que<br />
le temen y actúan con justicia» (Hechos 10:34-35).<br />
El apóstol Pablo fue el primero en explicar con claridad lo que sucedió<br />
en Jerusalén cuando el Espíritu Santo vino el Día <strong>de</strong>l Pentecostés.<br />
Cuando le escribió a los efesios, i<strong>de</strong>ntificó este fenómeno como el «misterio<br />
<strong>de</strong> Cristo»:<br />
Al leer esto, podrán darse cuenta <strong>de</strong> que comprendo el misterio<br />
<strong>de</strong> Cristo. Ese misterio, que en otras generaciones no se les dio<br />
a conocer a los seres humanos, ahora se les ha revelado por el<br />
Espíritu a los santos apóstoles y profetas <strong>de</strong> Dios; es <strong>de</strong>cir, que los<br />
gentiles son, junto con Israel, beneficiarios <strong>de</strong> la misma herencia,<br />
miembros <strong>de</strong> un mismo cuerpo y participantes igualmente <strong>de</strong> la<br />
promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio (Efesios 3:4-6).<br />
CAPÍTULO 2<br />
Una obra <strong>de</strong> fe sin paralelo<br />
CUANDO LA IGLESIA nació en Jerusalén, la mayoría <strong>de</strong> estos judíos que<br />
procedían <strong>de</strong> lugares distantes y que respondieron al evangelio se restablecieron<br />
allí para esperar el regreso <strong>de</strong> Cristo y restaurar el reino terrenal<br />
a Israel. En vista <strong>de</strong> lo que sabían <strong>de</strong>l Antiguo Testamento y <strong>de</strong>l último<br />
mensaje que los apóstoles recibieron <strong>de</strong> los dos ángeles a medida que<br />
Jesús ascendió, no los po<strong>de</strong>mos culpar. Ellos simplemente respondieron<br />
<strong>de</strong> acuerdo a la información que tenían. Le habían dicho que este mismo<br />
Jesús regresaría <strong>de</strong> la misma forma en que lo vieron ascen<strong>de</strong>r. Mientras<br />
tanto, ellos <strong>de</strong>mostraron una preocupación <strong>de</strong>l uno por el otro que aún<br />
no tiene paralelos en la historia <strong>de</strong>l cristianismo.<br />
No había duda alguna <strong>de</strong> su experiencia durante esos años que Santiago,<br />
el medio hermano <strong>de</strong> Cristo y la persona que con el tiempo llegó a<br />
ser el anciano principal y pastor en la iglesia <strong>de</strong> Jerusalén, que más tar<strong>de</strong><br />
escribió una carta po<strong>de</strong>rosa explicando que «la fe sin obras está muerta»<br />
(Santiago 2:26). Él <strong>de</strong>claró «Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré<br />
la fe por mis obras» (Santiago 2:18).<br />
Este testimonio personal refleja el <strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong> creyentes en<br />
Jerusalén al principio <strong>de</strong> los días <strong>de</strong> la iglesia.'<br />
En este capítulo examinaremos seissituaciones en la iglesiaprimitiva<br />
en Jerusalén <strong>de</strong> las cuales resumiremos nuestros primeros nueve principios<br />
supraculturales.<br />
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