Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino
Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino
Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
P\HTE 9: Lvs (l;mIAS CAHns<br />
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia <strong>de</strong><br />
Dios, les ruego que cada uno <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s, en adoración espiritual,<br />
ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios<br />
(Romanos 12:1).<br />
Ya he recibido todo lo que necesito y aun más; tengo hasta <strong>de</strong><br />
sobra ahora que he recibido <strong>de</strong> Epafrodíto lo que me enviaron.<br />
Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta con agrado<br />
(Filipenses 4:18).<br />
Nótese la comparación específica siguiente:<br />
Romanos 12:1 Filipenses 4:18<br />
ofrezca sus cuerpos [las ofrendas] que me enviaron<br />
Sacrificio vivo un sacrificio que Dios acepta<br />
agradable a Dios Dios acepta con agrado<br />
adoración espiritual " una ofrenda fragante<br />
Al escribir a los corintios, Pablo <strong>de</strong> nuevo <strong>de</strong>staca esta correlación.<br />
Al referirse a los cristianos en Macedonia (probablemente a los Filipenses<br />
o los Tesalonicenses), él escribió: «dieron espontáneamente tanto<br />
como podían, y aun más <strong>de</strong> lo que podían.... se entregaron a sí mismos,<br />
primeramente al Señor y <strong>de</strong>spués a nosotros, conforme a la voluntad <strong>de</strong><br />
Dios» (2 Corintios 8:3,5).<br />
Lógicamente, los cristianos que no dan sus primeros frutos a Dios<br />
no están viviendo en su perfecta voluntad. Debemos ser obedientes en<br />
muchas otras áreas <strong>de</strong> nuestra vida, pero si no somos generosos con nuestras<br />
posesiones materiales, estamos fuera <strong>de</strong> la armonía para la cual nos<br />
diseñó Dios. Una vezque seamos salvos por la gracia mediante la fe, como<br />
escribió Pablo: «Porque somos hechura <strong>de</strong> Dios, creados en Cristo Jesús<br />
para buenas obras, las cuales Dios dispuso <strong>de</strong> antemano a fin <strong>de</strong> que las<br />
pongamos en práctica» (Efesios 2:10).<br />
Por <strong>de</strong>sgracia, las estadísticas <strong>de</strong>muestran que la mayoría <strong>de</strong> los creyentes<br />
en nuestra cultura no están caminando en armonía con esas buenas<br />
obras que Dios creó para nosotros, específicamente la manera en<br />
que administramos las posesiones materiales. Por consiguiente, cuando<br />
nos presentemos ante el trono <strong>de</strong>l juicio <strong>de</strong> Cristo, en cuanto a esta<br />
importante dimensión <strong>de</strong> darnos a nosotros mismos como un sacrificio<br />
292<br />
CAPITULO 26: Dos VEHD\DES nlHLlCAS Fl'\DAMENnLES<br />
vivo, muchos <strong>de</strong> nosotros -al menos que hagamos cambios en nuestras<br />
vidas mientras que todavía tengamos esa maravillosa oportunidad- no<br />
experimentaremos el elogio <strong>de</strong> Dios: «iHiciste bien, siervo bueno y fiel!»<br />
(Mateo 25:21).<br />
Recor<strong>de</strong>mos el principio en la segunda carta <strong>de</strong> Pablo a los corintios:<br />
Dios acepta y honra las ofrendas <strong>de</strong> los creyentes una vez que ellos<br />
comienzan a dar regular y sistemáticamente, aunque tal vez todavía no<br />
sean capaces <strong>de</strong> dar tan proporcionalmente como darán una vez que sus<br />
vidas económicas estén en or<strong>de</strong>n (2 Corintios 8:10-12).<br />
Dios quiere que ahora todos comenc-;;rnos aorganizar nuestros asuntos<br />
financieros para que podamos poner a Dios en primer lugar en el<br />
uso <strong>de</strong> nuestras posesiones materiales. Él lo honrará basándose en su<br />
disposición en lugar <strong>de</strong> en la cantidad que usted tenga que dar en este<br />
momento <strong>de</strong> su vida. Y una vez que usted comience, se sorpren<strong>de</strong>rá al ver<br />
cuán rápido Dios le permite dar proporcional y generosamente. ¿Tomará<br />
usted hoy este primer paso?<br />
293