Gene Getz – Rico de Todas Maneras - Ondas del Reino

P\HTE 9: LAS CIXIM AS ullns
BASE BÍBLICA
Llevados porlaavaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con
palabras engañosas (2 Pedro 2:3).
La avaricia y la codicia a la que Pedro se refirió incluye tres motivos egoístas
e insidiosos: sexo, poder y dinero. Como siempre, estos falsos motivos
se basaban en la falta de honestidad, la que combinada a una forma de
cosas sutiles explotan a los cristianos al usar historias fabricadas.
Los falsos maestros con rapidez aprenden que ellos podrían explotar
a los creyentes inocentes y sinceros. Al mezclar la verdad con el error y
el bien con el mal, se convierten en «expertos en la avaricia» (2 Pedro
2:14). Pedro tuvo poca paciencia con estos individuos: «Pero aquéllos
blasfeman en asuntos que no entienden. Como animales irracionales, se
guían únicamente por el instinto, y nacieron para ser atrapados y degollados.
Lo mismo que esos animales, perecerán también en su corrupción
y recibirán el justo pago por sus injusticias. Su concepto de placer es
entregarse a las pasiones desenfrenadas en pleno día. Son manchas y
suciedad, que gozan de sus placeres mientras los acompañan a ustedes en
sus comidas» (2 Pedro 2:12-13).
La carta de Judas
Judas, que probablemente era el hermano de Santiago, otro medio hermano
de Cristo, también estaba muy preocupado acerca de los falsos
maestros. No tuvo pelos en la lengua para hacer advertencias en contra
de ellos.
BASE BÍBLICA
Estos individuos son un peligro oculto: sin ningún respeto convierten en
parrandas las fiestas de amorfraternal que ustedes celebran. Buscansólo su
propio provecho (Judas 12).
Yo he leído muchas cartas recaudando fondos como también he sabido
que los que escribieron la mayoría de estas cartas son expertos en la ava-
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C\I'ITLLO 25: L\ CARTA A LOS IIEBHEOS \' lAS CARTAS DE PEDRO, JL\'" Y J LDAS
ricia. Algunas realmente contienen historias fabricadas que se crean para
motivar emocionalmente a la gente, historias que son exageradas o no se
pueden verificar. Aunque algunas de estas contienen verdades a medias,
son falsas. Recuerdo evaluar una de esas cartas. Era algo así:
QueridaMaría:
Esta mañana en mis momentos de oración, Dios me recordó tu
nombre. María, Dios me dijo que tú tienes una necesidad inmediata.
María, también me dijo que si envías $25 a mi ministerio de oración,
él te satisfará esta necesidad inmediata. Pero María, Dios también
me aclaró que tú tienes una necesidad de largo alcance y si me envías
$100, él satisfará tu necesidad de largo alcance.
Estoy orando por ti, María, y hoy espero saber de ti.
Firmada personalmente
(Seguramente que con una máquina electrónica)
¡Qué trágico! Esta persona me informó que ella asistió a una gran
reunión en la que habló este hombre. Ella firmó una tarjeta y dio su dirección
pero nunca conoció ni habló con este bien conocido pastor evangelista.
El resto de la historia era de esperar. Computarizaron la carta de
manera que el primer nombre apareciera de vez en cuando para que pareciera
personal. Al conocer este hombre y otras tácticas deshonestas que
usaba para recaudar dinero, me fue fácil concluir que esta era una historia
fabricada. Por suerte, con el tiempo se descubrió que era un fraudulento
y usaba la verdad bíblica mezclada con el error para llenar sus bolsillos.
Aunque este ejemplo es extremo, dichas tácticas prevalecen hoy en día,
en grados variados. Como cristianos debemos estar en guardia.
¿Significa esto que es un error contar historias para motivar a la
gente a dar y compartir sus posesiones materiales? De ninguna manera.
Necesitamos saber cuáles son las necesidades, y no hay mejor manera de
comunicar una necesidad que contar una historia real de la vida. Pero la
historia debe ser verdad en todos los aspectos.
Las cartas para recaudar fondos no son malas. Hasta el apóstol Pablo
usó una carta para dar a conocer sus necesidades cuando le escribió a
Filemón. Sin embargo, «los expertos» dicen que las personas no responden
a los hechos simples. Así que esta gente ha aprendido cómo lograr
que otros abran sus billeteras. Si no existe una crisis verdadera, parte de
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