Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada
Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada
Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Capítulo IX<br />
Raimundo Carbajal se <strong>de</strong>spertó varias veces esa madrugada, y cuando se<br />
levantó por la mañana lo hizo con la extraña sensación <strong>de</strong> que había pasado una<br />
noche muy agitada. Tenía el pijama empapado en sudor y se sentía agotado. Antes <strong>de</strong><br />
levantarse, se incorporó en la cama y trató <strong>de</strong> poner or<strong>de</strong>n en las imágenes confusas<br />
que acudían a su mente. Había tenido <strong>sueños</strong> raros, <strong>de</strong> los que no conseguía<br />
acordarse muy bien. Sólo podía percibir retazos inconexos, pero muy vívidos, <strong>de</strong> las<br />
figuras que habían poblado sus fantasías oníricas. Estaba seguro <strong>de</strong> que Teresa había<br />
protagonizado alguno <strong>de</strong> esos <strong>sueños</strong>, pero Raimundo no acertaba a compren<strong>de</strong>r por<br />
qué la visión <strong>de</strong> la muchacha se asemejaba tanto a una aparición. Sin querer dar más<br />
importancia a lo que había soñado, se dirigió al cuarto <strong>de</strong> baño y se metió en la ducha.<br />
Se había levantado más tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> la cuenta y se dispuso a afeitarse rápidamente,<br />
pensando en la montaña <strong>de</strong> papeles que se acumulaban en la mesa <strong>de</strong> su <strong>de</strong>spacho.<br />
Sin <strong>de</strong>sayunar, salió corriendo <strong>de</strong>l apartamento y se dirigió andando hacia el bufete.<br />
Este no quedaba muy lejos <strong>de</strong> su casa y le apetecía dar un paseo antes <strong>de</strong> ponerse a<br />
trabajar. Mientras caminaba por la calle, pensó que no tenía ningunas ganas <strong>de</strong> llegar<br />
a su <strong>de</strong>spacho. Afortunadamente, Mario, su pasante, se encargaba <strong>de</strong>l grueso <strong>de</strong>l<br />
trabajo, mientras él se <strong>de</strong>dicaba más a la captación <strong>de</strong> buenos clientes. Reconoció que<br />
si no fuera por Mario y por Estrella, su secretaria, el bufete no podría salir a<strong>de</strong>lante. Y<br />
aunque las cosas le iban bastante bien, Raimundo se preguntó, una vez más, por qué<br />
había estudiado Derecho, cuando el ejercicio <strong>de</strong> esta profesión no le gustaba nada.<br />
Una vez más se respondió que el bufete nunca había sido más que una simple<br />
tapa<strong>de</strong>ra y un trampolín para llegar a su verda<strong>de</strong>ro objetivo: la política. A los <strong>de</strong>más