08.05.2013 Views

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

las encuestas indicaban, una y otra vez, que éste per<strong>de</strong>ría el Gobierno <strong>de</strong>l Territorio, y<br />

por otras cosas más que no pensaba <strong>de</strong>svelar, él nunca habría obtenido el beneplácito<br />

<strong>de</strong> todos para proponer a otro candidato que sustituyera al veterano político. Y ahora<br />

que lo había conseguido, no estaba dispuesto a que un niñato como Raimundo<br />

Carbajal, que por lo visto se había creído el rey <strong>de</strong>l mambo, le estropease la<br />

posibilidad <strong>de</strong> convertirse en el futuro presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Gobierno. Para que él alcanzase<br />

ese puesto, era imprescindible que Raimundo ganase las elecciones en el Territorio. Y<br />

no iba a consentir que al chulín ése se le subiera el cargo a la cabeza, y empezase a<br />

actuar por su cuenta. Si él le iba a servir en ban<strong>de</strong>ja el Gobierno <strong>de</strong>l Territorio a<br />

Raimundo, era, ni más ni menos, para utilizar al joven como un hombre <strong>de</strong> paja que<br />

trabajase a su favor. Sin embargo, la reacción violenta que había observado en él esa<br />

tar<strong>de</strong>, le hacía pensar que, tras su apariencia inofensiva y angelical, se escondía una<br />

personalidad fría, calculadora y ambiciosa, que no le había gustado un pelo. Mientras<br />

pedía que le trajeran otro café -“el sexto”, contó para sus a<strong>de</strong>ntros- Jaime Espinosa se<br />

sintió más tranquilo al pensar que él era el único <strong>de</strong>l Partido que, a través <strong>de</strong> su<br />

suegro, conocía los orígenes <strong>de</strong> Raimundo Carbajal. Sabía que era un bastardo y que<br />

había sido criado en un sótano por un curan<strong>de</strong>ro. Su suegro, que conoció al verda<strong>de</strong>ro<br />

padre <strong>de</strong> Raimundo, le había proporcionado abundante información sobre la<br />

proce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l joven. Y ahora él se alegraba <strong>de</strong> tener esos conocimientos, porque<br />

quizás tuviera que echar mano <strong>de</strong> ellos para frenar la ambición <strong>de</strong>l nuevo candidato.<br />

- Quien sabe- dijo en voz alta- la información es po<strong>de</strong>r. Y a mí no me importaría tener<br />

que utilizar ésta para sujetar al cachorro.<br />

Cuando Raimundo salió <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Partido, llamó a su secretaria por el<br />

teléfono móvil para informarle <strong>de</strong> que ya no volvería por el bufete. Entre unas cosas y<br />

otras se había hecho muy tar<strong>de</strong>, y la entrevista con Espinosa le había puesto <strong>de</strong> muy<br />

mal humor. Jaime llevaba razón cuando <strong>de</strong>cía que Diego Castillo tramaba algo, pero<br />

¿el qué?. No tenía ninguna lógica lo que le había dicho a los empresarios. Sólo<br />

faltaban unos días para la Convención, y éstos iban a <strong>de</strong>scubrir entonces que el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!