08.05.2013 Views

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

transitando por caminos que no son los suyos. Y así, la vida se les va escapando y<br />

agotan su tiempo sin saber qué han venido a hacer aquí. Nosotros lo sabíamos, y<br />

aunque nos amábamos con pasión, supimos que no era nuestro <strong>de</strong>stino estar juntos.<br />

Y lo aceptamos, porque en la vida hay cosas más importantes que el amor..<br />

-¿Cómo que hay cosas más importantes que el amor? -saltó Teresa- Tu siempre me<br />

has dicho que el amor es lo que mueve el mundo, que es lo más importante que hay.<br />

-El amor mueve el mundo –concluyó la mujer- pero lo más importante es cumplir con<br />

tu <strong>de</strong>stino.<br />

-¡Pues no lo entiendo... ! –insistió Teresa-<br />

-Ya lo enten<strong>de</strong>rás, mi niña, ya lo enten<strong>de</strong>rás.<br />

Recapitulando sobre aquella conversación, Teresa no se dio cuenta <strong>de</strong> que había<br />

llegado a la dirección indicada. A la casa don<strong>de</strong> vivía Tomás Carbajal, al que su<br />

abuela se había referido como “El Brujo” Entró al portal, y cuando se disponía a bajar<br />

las escaleras que conducían al sótano no pudo hacerlo porque se dio <strong>de</strong> bruces con<br />

unos hombres que llevaban a hombros un ataúd. Dio media vuelta y salió a la calle<br />

para <strong>de</strong>jar paso al féretro. Mientras los hombres introducían el ataúd en un coche<br />

fúnebre, Teresa se fijó en la presencia <strong>de</strong> un joven muy guapo y <strong>de</strong> otro señor mayor.<br />

Se dirigió a este último y le preguntó:<br />

-Perdone que le moleste, pero estoy buscando a Tomás Carbajal.<br />

-Pues llega tar<strong>de</strong>, está a punto <strong>de</strong> iniciar su último viaje- le respondió el viejo<br />

indicándole el ataúd.<br />

Teresa no supo qué <strong>de</strong>cir. El <strong>de</strong>sconcierto se reflejó en su cara. No contaba con eso.<br />

No contaba con haber llegado a aquella ciudad <strong>de</strong>sconocida, cumpliendo el juramento<br />

que le había hecho a su abuela, para entregar la carta a un muerto. Se quedó parada,<br />

y sin saber qué <strong>de</strong>cir. El hombre que la había informado se dio cuenta <strong>de</strong> la confusión<br />

<strong>de</strong> la joven, y le preguntó a su vez:<br />

-¿Lo conocía?<br />

-No –respondió Teresa- yo no, pero mi abuela sí. Traía una carta para él.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!