08.05.2013 Views

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

- ¡Uf, menos mal! –añadió éste mientras aparcaba frente al Palacio- vaya susto me ha<br />

dado.<br />

Al llegar a su <strong>de</strong>spacho, su secretaria le informó <strong>de</strong> todas las llamadas que<br />

tenía pendientes, y su jefe <strong>de</strong> prensa también le aguardaba con una lista <strong>de</strong> los<br />

medios <strong>de</strong> comunicación que estaban interesados en entrevistarle ese día. Sin ganas<br />

<strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r a nadie, pidió que le <strong>de</strong>jasen media hora <strong>de</strong> tranquilidad y, pasado ese<br />

tiempo, le pusieran al teléfono con su mujer. Tenía que hablar con ella. Pero también<br />

necesitaba un poco <strong>de</strong> calma para pensar <strong>de</strong> qué manera podía averiguar si el hechizo<br />

que había encargado, estaba haciendo efecto en Raimundo Carbajal. Tenían que<br />

verse al día siguiente en el partido con Jaime Espinosa, pero no podía aguantar hasta<br />

entonces con esa inquietud. Tras meditar unos momentos sobre ello, llegó a la<br />

conclusión <strong>de</strong> que sólo el propio Raimundo podría informarle <strong>de</strong> su estado <strong>de</strong> salud.<br />

“Pero no le voy a llamar para preguntarle si se siente embrujado, ¡no te jo<strong>de</strong>!” –dijo en<br />

voz alta con evi<strong>de</strong>nte malhumor-. Aún así, su estado <strong>de</strong> nerviosismo era tan patente,<br />

que agarró el teléfono interior y pidió a su secretaria que le pasase con Raimundo. Al<br />

cabo <strong>de</strong> unos instantes oyó la voz <strong>de</strong>l joven al otro lado <strong>de</strong>l aparato.<br />

-¿Qué tal, hombre? –preguntó intentando aparentar normalidad- Te llamo para ver<br />

cómo te encuentras y para recordarte la cita <strong>de</strong> mañana en el partido. Aunque<br />

supongo que no es necesario que te lo recuer<strong>de</strong>.<br />

-No, no es necesario –respondió Raimundo- no podría olvidarme <strong>de</strong> una reunión así el<br />

día antes <strong>de</strong> la Convención.<br />

-Claro, claro. Y qué, ¿cómo te encuentras? ¿Estás nervioso? –preguntó Diego, sin<br />

saber cómo continuar la conversación-<br />

- Bueno, un poco si que estoy –dijo el joven- mentiría si dijera otra cosa. Pero lo<br />

superaré. Al fin y al cabo, tendré que acostumbrarme a hablar en público...<br />

- Pero tu no tienes que hablar –le interrumpió Diego algo molesto- ya hablarás más<br />

a<strong>de</strong>lante. Supongo que Jaime te prepara una rueda <strong>de</strong> prensa en el partido ¿no te lo<br />

ha dicho?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!