Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada
Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada
Laberinto de sueños - Libros de Rosa Villada
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
-María no va a ser madre soltera porque se va a casar. Por las buenas o por las<br />
malas. Así que ya os podéis ir haciendo a la i<strong>de</strong>a porque lo que no va a hacer, <strong>de</strong><br />
ninguna <strong>de</strong> las maneras, es abortar. Como tú compren<strong>de</strong>rás, no voy a ir yo<br />
presumiendo <strong>de</strong> católico, apostólico y romano, para que mi hija aborte. ¡De eso nada!<br />
-Pues ya pue<strong>de</strong>s llamarla y <strong>de</strong>círselo, a ver qué te contesta. Y conmigo no cuentes<br />
para convencerla. Yo estoy <strong>de</strong> acuerdo con lo <strong>de</strong>l aborto, si ella no quiere tener al<br />
niño, y Marta también la apoya.<br />
-¡Vaya por Dios, la conspiración femenina! Marta tiene 15 años, así que me importa un<br />
bledo lo que opine su hermana. ¡Hay que ver qué feministas me habéis salido! Mira, –<br />
dijo con sorna- ésa es una faceta que no conocía <strong>de</strong> vosotras. Aunque <strong>de</strong>bía haberlo<br />
pensado. Seguramente seguirán el ejemplo <strong>de</strong> su madre: conservadoras <strong>de</strong> cabeza y<br />
liberales <strong>de</strong> cintura para abajo.<br />
-Eres <strong>de</strong>spreciable –le gritó Paloma antes <strong>de</strong> salir <strong>de</strong>l salón, dando un portazo, para<br />
subir hacia su dormitorio-<br />
A Diego Castillo le estallaba la cabeza. Con el salón en penumbra continuaba<br />
sentado en el sillón, recapitulando sobre los sucesos <strong>de</strong>l día. Tenía que pensar una<br />
solución para evitar que María abortase. Durante la conversación telefónica que había<br />
mantenido con ella, unas horas atrás, su hija insistía en que el aborto era la mejor<br />
solución para todos. Mientras se masajeaba las sienes, sintió cómo resonaba en su<br />
cabeza la carcajada que había soltado María cuando él intentaba convencerla sobre<br />
las ventajas <strong>de</strong> un matrimonio en su actual estado.<br />
-¿Pero con quien quieres que me case, papá? -le preguntó sin po<strong>de</strong>r aguantarse la<br />
risa-<br />
-¿Cómo que con quién? ¡Con el padre <strong>de</strong> la criatura!<br />
-Pero si ya te he dicho mil veces, que no sé quien es...<br />
-No puedo –gritó- no puedo oír lo que me estás diciendo. ¿Cómo que no sabes quien<br />
es? ¡Con alguien te habrás acostado, digo yo! ¿O es que eres una puta que te metes