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medrosas, pesadas, remontando todas las tierras del<br />
mundo con sus cargas enormes y acuosas,<br />
revoloteaba una pájara blanca, atalayando con vuelo<br />
temeroso e inquieto, el perderse de las últimas<br />
huellas de luz, como si quisiese detener el raudo<br />
avance de la oscuridad.<br />
La luz amparó su paso, hasta refugiar sus alas<br />
cargadas, entre sombras de cúpulas que erguían sus<br />
cuerpos de piedra en perenne oración.<br />
Husmeaba con afán ofuscado en mansedumbre y<br />
desespero, en busca del arcano acerbo y pajizo, en el<br />
que secreteaba el blanco tesoro de su trino, sus dos<br />
capullos engendrados, silentes, que desflorarían en<br />
seres de altura. La oscuridad enlutó aquellos ámbitos<br />
caliginosos, y lacerado por aquel silencio y por la<br />
densa negrura, agitaba sus ardientes ojos, cual<br />
ascuas, como si fuesen ellos capaces de vencer la<br />
noche, y comenzó a rondar, extraviado en el céfiro<br />
umbrío, sin rumbo y sin luz.<br />
De pronto, sintió el golpe de su ala blanca en la<br />
rugosidad del nidal andrajoso. Había palpado el<br />
redondo y toscoso albergue. Giró su cuerpo<br />
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medroso, batió con sus alas inquietas, y percibió<br />
como un dolor lejano, el chasquido tenue… cual dos<br />
gotas muertas. Loa huevos fríos y hueros se<br />
desparramaron por la greña.<br />
En la oquedad, un cieno legamoso murmuró con<br />
desprecio, y tornó a enmudecer. La pájara convulsa<br />
sintió latir con ardor su sien y su corazón. Al atisbar<br />
el fango, dos perlíferos gérmenes espejeaban en la<br />
anegada maraña. Descendió entre la difusa umbría,<br />
mas, encontró el cenagal solo, que se acallaba con la<br />
quietud de todo lo existente entre aquellas inmensas<br />
cúpulas, guardas de silencio.<br />
Removió con furor las sendas enfangadas, y tras<br />
agitar el regajo cenagoso rebuscando con ardor<br />
aquel tesoro reincreable, como si desenterrase del<br />
ciénego retazos de tiempo, abandonó las cúpulas con<br />
sus uñas cargadas, yertas y frías. Parecía que llevaba