08.05.2013 Views

El planeta de los parásitos - Fieras, alimañas y sabandijas

El planeta de los parásitos - Fieras, alimañas y sabandijas

El planeta de los parásitos - Fieras, alimañas y sabandijas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

trihidroxil—tres—tolunitrilo—beta—anthraquinona, xixtlina o triple T—B—A,<br />

tan eficaz para las curas <strong>de</strong> rejuvenecimiento.<br />

Ham era joven y a veces se preguntaba por qué <strong>los</strong> :viejos ricos —y las<br />

viejas— pagaban sumas tan exorbitantes a cambio <strong>de</strong> pocos años más <strong>de</strong><br />

virilidad, pues <strong>los</strong> tratamientos no prolongaban en realidad la vida, sino que<br />

suscitaban una especie <strong>de</strong> juventud provisional y sintética.<br />

<strong>El</strong> cabello cano obscurecido, las arrugas llenas, las calvicies cubiertas <strong>de</strong><br />

pelusa y luego, pocos años <strong>de</strong>spués, la persona rejuvenecida quedaba tan<br />

muerta como lo habría estado <strong>de</strong> todos modos.<br />

Pero mientras la triple T—E—A tuviera un precio equivalente a su peso<br />

en radio, Ham estaba dispuesto a arriesgarse para conseguirla.<br />

Jamás había esperado realmente la erupción <strong>de</strong> barro. Claro que este<br />

peligro era omnipresente, pero al mirar distraído por la ventana <strong>de</strong> su cabaña<br />

hacia la retorcida y humeante planicie venusiana, y ver que estallaban a su<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>los</strong> repentinos charcos hirvientes, fue para él una sorpresa a pesar<br />

<strong>de</strong> todo.<br />

En un primer momento quedó paralizado, luego actuó rápida y<br />

frenéticamente. Se puso el traje protector <strong>de</strong> transpiel semejante al caucho; se<br />

calzó las gran<strong>de</strong>s raquetas para caminar sobre el barro; cargó a la espalda la<br />

preciosa bolsa <strong>de</strong> cápsulas <strong>de</strong> espora y algunos alimentos, y salió rápidamente<br />

al exterior.<br />

<strong>El</strong> suelo aún estaba medio sólido, pero ya la tierra negra hervía alre<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s metálicas <strong>de</strong> la cabaña. <strong>El</strong> edificio se la<strong>de</strong>aba un poco; pronto<br />

<strong>de</strong>saparecería lentamente, tragado por el barro, entre gorgoteos y chasquidos a<br />

medida que se inundaba poco a poco el emplazamiento.<br />

Ham salió <strong>de</strong> su estupor. No se podía permanecer inmóvil en medio <strong>de</strong><br />

una erupción <strong>de</strong> barro, ni siquiera con la ayuda <strong>de</strong> las raquetas. Cuando la<br />

materia viscosa le atrapaba a uno, la <strong>de</strong>sdichada víctima estaba perdida; no<br />

lograba levantar <strong>los</strong> pies a causa <strong>de</strong> la succión, y acababa por seguir la suerte<br />

<strong>de</strong> la cabaña.<br />

Por eso Ham comenzó a alejarse <strong>de</strong>l pantano hirviente, caminando con<br />

aquel peculiar paso <strong>de</strong>slizante que había aprendido con la práctica, sin<br />

levantar las raquetas sobre el barro, sino <strong>de</strong>slizándose y cuidando <strong>de</strong> que el<br />

barro no rebasara el curvado bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> ataque.<br />

Era un ejercicio agotador, pero absolutamente necesario. Se <strong>de</strong>slizó hacia<br />

el oeste, porque era la dirección <strong>de</strong> la cara obscura y, si había que buscar un<br />

lugar seguro, así se dirigía hacia temperaturas más soportables. La zona <strong>de</strong>l<br />

pantano era excepcionalmente extensa. Recorrió al menos un kilómetro y<br />

medio antes <strong>de</strong> alcanzar una ligera prominencia <strong>de</strong>l terreno, don<strong>de</strong> las<br />

raquetas para el barro hallaron terreno firme o casI firme. Estaba cubierto <strong>de</strong><br />

transpiración, y su traje <strong>de</strong> transpiel daba tanto calor como una sala <strong>de</strong><br />

cal<strong>de</strong>ras, pero en Venus uno se acostumbraba a eso. Habría dado la mitad <strong>de</strong><br />

su provisión <strong>de</strong> cápsulas <strong>de</strong> xixtchil a cambio <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> abrir la<br />

mascarilla <strong>de</strong>l traje y respirar aire, aunque fuese el húmedo y cargado <strong>de</strong> vapor<br />

<strong>de</strong> Venus. Pero esto era imposible, si se quería seguir viviendo.<br />

En cualquier lugar cercano al límite cálido <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> penumbra, una<br />

bocanada <strong>de</strong> aire sin filtrar significaba una muerte rápida y muy dolorosa;

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!