Módulo 1 - Biblioteca UAH - Universidad Alberto Hurtado

Contó hasta diez y la gallinita puso un huevo con una linda cinta
azul. Pero Pipo quería más y dijo:
Mi querido huevito, algo pequeño te ves.
¡Por favor, crece un poco,
mientras yo cuento hasta tres!
El huevo comenzó a crecer y no paró
de crecer. Con el peso rompió la mesa
y con el porte rompió el techo.
Pipo, muy asustado ya que no
sabía cómo hacer parar al huevo,
fue a buscar al mago que le dijo:
- Ja, ja, estás recibiendo un
castigo por no haber
devuelto la gallina y por
haberla llevado a tu casa
sin permiso. Si me la
hubieras traído, te habría
regalado un gran huevo
de chocolate, y ahora tienes
uno, pero que ya no lo quieres.
El mago Pope acompañó al duende y dijo al huevo:
¡Mi querido huevo, eres muy alto,
y creo que te prefiero más bajo!
De inmediato el huevo volvió a su tamaño real, el mago se lo metió
en el bolsillo, recogió la gallina, se despidió de Pipo y se fue. El
duende se quedó muy triste y con la mesa y el techo para arreglar.
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