Descargar el documento completo en formato PDF - Pparg
Descargar el documento completo en formato PDF - Pparg
Descargar el documento completo en formato PDF - Pparg
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
d<strong>el</strong> flaco, che?” y antes que le contestara ya estaba instalado <strong>en</strong> la otra cu-<br />
cheta. Y como si no le hablo, habla <strong>el</strong>la sola, le conté las cosas que había<br />
descubierto <strong>en</strong> una segunda lectura de tu carta, y lo que te había contesta-<br />
do. Infirió su infaltable: “...y sí, es bárbaro <strong>el</strong> flaco...”, después recriminó:<br />
“...ojo n<strong>en</strong>a con lo que le contestás, eh?” Me causa mucha gracia. A veces<br />
cuando queremos resaltar que estamos de vu<strong>el</strong>ta de algo solemos decir “¡es-<br />
cuchame, n<strong>en</strong>a!...” y siempre me río a las carcajadas, pues me su<strong>en</strong>a a co-<br />
m a d re compincheando. Después d<strong>el</strong> taller mateamos horas con Graci<strong>el</strong>a,<br />
charlas que siempre me dejan cont<strong>en</strong>ta. Y para completarla.... chan, chan,<br />
chan, chan... tu sopeti anda hecha un haz d<strong>el</strong> ajedrez, ayer le hice dos ma-<br />
tes a Graci<strong>el</strong>a y hoy la hice puré a otra compinche que las dos, son de las<br />
m e j o rcitas. Te aseguro que cuando lo hago, yo misma me asombro, y me<br />
dan ataques de risa porque me parece imposible. Además, juego a pura in-<br />
tuición. Hoy me decía Marta que estaba detrás: “esa movida...: estratégi-<br />
ca”; (mirá vos p<strong>en</strong>saba yo, sin <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der por qué) esa otra... claro... te apio-<br />
laste (y no, la hice porque sí)... Esto me divierte más aún. Reitero, me parece<br />
apasionante este asunto de mover piecitas, a-pa-sio-nan-te. Concluido todo<br />
esto, se vino <strong>el</strong> recu<strong>en</strong>to, que me <strong>en</strong>contró paseando con la Pasto que cuan-<br />
do jugaba, <strong>en</strong> una extraña demostración de cariño (está hecha una loca) me<br />
abrazó al son de ¡cuánto te extrañaba! Entonces ni bi<strong>en</strong> terminé me fui a<br />
buscarla y caminamos un rato, porque a mí me pasaba lo mismo. Casi te es-<br />
toy haci<strong>en</strong>do vivir un día <strong>en</strong> medio de este pequeño mundo. Como sé que te<br />
gusta verme y vernos <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to, no me retraigo y lo hago. Para que<br />
t<strong>en</strong>gas imág<strong>en</strong>es fresquitas de esta sopeti que te quiere, te extraña y también<br />
te imagina. Pero, si vamos al otro lado de las cosas, me quedé pagando con<br />
la esperada visita de la mami. ¿Qué le habrá pasado? En realidad, antes que<br />
me empezara nomás a agarrar <strong>el</strong> embole me dije: pasemos a otra cosa, o,<br />
avancemos... (si te resulta más conocido), y chau picho. A esperar para la<br />
46 Nosotras, presas políticas