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Descargar - La Semana de Frente

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COMIDA<br />

por<br />

El incEndio<br />

FBi para todos<br />

El rumbo cambia por completo. <strong>La</strong> ciudad<br />

es otra. Los aires y las pláticas<br />

también se han transformado drásticamente.<br />

No sólo el DF tiene cantinas, lo<br />

cual habla muy bien <strong>de</strong> este país. Siempre<br />

hay dón<strong>de</strong> beberse una cerveza y empezar a<br />

platicar o al revés, empezar a platicar y darse<br />

cuenta <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> hacerse con cerveza en<br />

la garganta. Es el turno <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> una cantina<br />

en Guanajuato.<br />

Bitácora 14. Lunes. Cantina El Incendio.<br />

Calle Cantarranas frente al Teatro Principal.<br />

Centro <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Guanajuato.<br />

Como siempre, se trata <strong>de</strong> abrir bien los<br />

ojos. No hay un gran escándalo. Tampoco un<br />

anuncio luminoso que nos invite a <strong>de</strong>tenernos.<br />

Mucho menos hay mariachi o “conjuntos<br />

musicales”… no caben. Al caminar por<br />

las inmediaciones <strong>de</strong>l Teatro Principal en<br />

el centro <strong>de</strong> la ciudad, hay que estar atento<br />

para no pasar <strong>de</strong> largo por un par <strong>de</strong> puertas<br />

cantineras <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>sgastada. Es una<br />

cantina en toda forma aunque, quizá por los<br />

prejuicios <strong>de</strong> un turismo que le teme a la<br />

palabra “cantina” y sobrevalúa la palabra<br />

“bar”, presume un logotipo radical y elemental<br />

que resume en sus siglas la sentencia<br />

“Famoso Bar el Incendio”. Es, señoras y<br />

señores, el FBI.<br />

En realidad no hay botana, aunque una<br />

cocina al final <strong>de</strong> la barra hace sospechar que<br />

cuando Guanajuato no está invadido <strong>de</strong> turistas<br />

-como este verano en que a<strong>de</strong>más tiene en medio<br />

a su Festival Internacional <strong>de</strong> Cine- preparan<br />

viandas o satisfacen pedidos <strong>de</strong> un menú que<br />

en esta visita no se hizo presente. En realidad<br />

no hizo falta. Entre lo ingenuo <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s<br />

cubiertas con murales <strong>de</strong> gente famosa o irreconocible,<br />

y lo riguroso <strong>de</strong> su baño <strong>de</strong> hombres<br />

abierto al público (es <strong>de</strong>cir, sin puertas ni divisiones<br />

pudorosas); entre un salón reservado<br />

que seguramente se abre cuando el sitio se llena,<br />

y lo estratégico <strong>de</strong> su canal <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la barra<br />

FRENTE <strong>de</strong>l 16 al 22 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2012 | comida | 19<br />

por don<strong>de</strong> corre todo tipo <strong>de</strong> líquidos <strong>de</strong>rramados<br />

en ella, El Incendio entretiene el ojo y<br />

alimenta el ambiente.<br />

Se <strong>de</strong>be agra<strong>de</strong>cer por cierto, que el espacio<br />

sea tan particular como estrecho, en especial<br />

en una ciudad don<strong>de</strong> el mariachi se hace<br />

presente con una insistencia brutal, invasiva<br />

y masiva. En el espacio entre la barra y la<br />

puerta más alejada (tiene dos, cantineras y<br />

<strong>de</strong>sgastadas como las calles <strong>de</strong> la ciudad) hay<br />

apenas unos pasos, cuatro si somos generosos<br />

o <strong>de</strong> zancada corta. Ahí no cabe un<br />

mariachi y es mejor así porque la música <strong>de</strong><br />

El Incendio, a falta <strong>de</strong> la que saldría <strong>de</strong> su<br />

rockola (hoy <strong>de</strong>scompuesta) son las voces<br />

que platican, conversan y se retan a hidalgos<br />

<strong>de</strong> tequila.<br />

El remate es lo hipnótico <strong>de</strong> sus mesas,<br />

entre las pláticas con amigos y el choque <strong>de</strong><br />

vasos quebradizos. En medio <strong>de</strong>l acoso <strong>de</strong>l<br />

infaltable borracho local, galán <strong>de</strong> interminables<br />

tar<strong>de</strong>s en provincia. Atascadas entre la<br />

alegría <strong>de</strong> las turistas mejor informadas que<br />

encuentran cervezas frías <strong>de</strong> 15 pesos. Acomodando<br />

<strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> gente importante <strong>de</strong>l<br />

festival, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> directivos hasta periodistas que<br />

salvarán por fin al cine <strong>de</strong> su inexplicable vacío.<br />

Rechinantes ante el embate <strong>de</strong> los visitantes,<br />

emocionados ante lo que pue<strong>de</strong> ser el retrato<br />

o <strong>de</strong> María Félix o <strong>de</strong> Salma Hayek. Sirviendo<br />

<strong>de</strong> marco a extrañas naturalezas muertas compuestas<br />

por servilleteros, charolas cerveceras<br />

y saleros tambaleantes. Receptivas a la mirada<br />

cabizbaja <strong>de</strong> los solitarios, El incendio tiene<br />

varias <strong>de</strong> las mesas mejor trabajadas por el<br />

tiempo, por la erosión <strong>de</strong> botellas <strong>de</strong> cerveza<br />

helada en estos veranos implacables <strong>de</strong> México,<br />

disparejas y perfectas por ello mismo.<br />

<strong>La</strong>s mesas <strong>de</strong> El Incendio son un portento<br />

<strong>de</strong> palabras <strong>de</strong>jadas y <strong>de</strong> vasos paseados, un<br />

mosaico <strong>de</strong> sinsentidos emborrachados, una<br />

película contemplativa, ésta sí, con mucho<br />

contenido, muchísimo. F<br />

—Erick Estrada<br />

El Glotón

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