Editora Digital - Universo Romance, el Portal

More documents

Recommendations

Info

CASTALIA CABOTT El traductor Cruzados 3 Aunque Will tampoco podía verlo, podía apreciarse que no podía hablar muy bien. Se lo notaba agitado. Su aire entraba y salía con dificultad. —¿Qué? ¿Qué significa eso? ¿Quién habló? —preguntó Tarento— ¡Tráiganlo aquí! William notó que dos guardias se movían desde el fondo y luego la gente se abría para dejar una vía libre mientras se adelantaban arrastrando a un andrajoso joven hasta colocarlo frente a Tarento. Cada uno de ellos lo llevaba de un brazo y lo obligaban a moverse rápidamente a pesar de estar encadenado de manos y tobillos con gruesos grillete Golpeado y todo, detrás de las tremendas marcas de una gran paliza, William lo reconoció. Sus puños se apretaron y respiró aliviado. ¡Estás vivo! Su estado era realmente malo. Parecía no haber un solo lugar donde no hubiera recibido golpes. La sangre seca en su espalda y pecho, indicaba que también había sido azotado. De su cabeza había un reguero de sangre que caía sobre su mejilla. Los ojos embotados e hinchados casi no dejaban verlos. Las marcas donde lo sostenían las esposas también sangraban. Si no fuera porque los soldados de Bohemundo lo sostenían William estaba seguro que estaría en el suelo. El Príncipe miró al débil joven que apenas podía mantenerse en pie sin preocuparse por sus heridas o estado. —¡¿Qué dijo?! —preguntó desde dónde estaba mirando al joven que aún sostenían los soldados. —“Sólo… me… mereces un zapa… tazo en tu cabeza” —repitió el muchacho. Le era difícil hablar —Antes, que dijo antes — Tarento avanzó hacia el joven. Y esperó que hablara. —¡Responde al Príncipe!—le dijo uno de los soldados mientras lo golpeaba en la espalda desnuda y lo enviaba a tierra. Con las manos Editora Digital
CASTALIA CABOTT El traductor Cruzados 3 y pies atados no había posibilidad alguna de sostenerse. Ni fuerzas para hacerlo. William avanzó hacia el grupo, lleno de indignación. Sus pasos resonaron sobre el patio atrayendo la mirada de los hombres que estaban de pie al lado del joven. Había quedado casi en posición de cúbito dorsal e intentaba levantarse, sin lograrlo, cuando sintió el murmullo de todos. Sus ojos se elevaron para encontrar algo de polvo levantado por un calzado de malla. Siguió hacia arriba y lo vio. Si lo recordaba. Había revivido su estampa en el pequeño infierno en el que había estado los últimos días. Si no hubiera interferido en esa batalla quizás ahora no se encontraría ahí. Estaba delante del guerrero que había estado a punto de morir. Aún no sabía qué lo llevó a salvar su vida. Tal vez el hecho de que estar rodeado por tantos moros o quizás el compartir los mismos enemigos. Recordó su imponencia moviendo sus espadas y peleando contra tantos hombres a la vez. En ese momento admiró su valentía. El viento le había dejado ver algunos largos mechones dorados que salían debajo de su yelmo cerrado. El mismo cabello dorado que ahora ondeaba suavemente como si fuera una capa de oro puro movido por la eterna brisa del desierto. Lo vio acercarse como si el tiempo se detuviera, lentamente. Había leído de hombres como él en los libros. Vikingos, venidos de lejanas tierras, altos, fuertes y con ese extraordinario color de cabello casi plateado que ahora mismo parecía refulgir bajo el sol del mediodía. El hombre avanzaba decididamente hacia él. Su corazón atronó sin control. William lo levantó como si se tratara de un niño. Lo tomó de debajo de las axilas y lo puso de pie. El joven levantó sus ojos y se encontró con la mirada de William. Cuando lo había visto luchando valientemente contra tantos guerreros no había podido mirarlo tan de Editora Digital
Page 1 and 2: CASTALIA CABOTT El traductor Cruzad
Page 11: CASTALIA CABOTT El traductor Cruzad

Editora Digital - Universo Romance, el Portal

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?