31 - Sve-espeleologia.org.ve
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Bol. Soc. Venezolana Espeleol. 37, 2003<br />
Fig. 2. Distribución altitudinal de las colonias conocidas de guácharos en Venezuela. En la figura se muestran de manera distintivas las colonias<br />
reportadas por BOSQUE (1986) y las nuevas adiciones.<br />
ciertamente se ignora el papel que puedan jugar estas colonias en<br />
la dinámica genética y ecológica de esta a<strong>ve</strong>. Los estudios de<br />
LENTINO (1991) establecen que la variabilidad genética de los<br />
guácharos en el país es reducida, determinada al comparar ejemplares<br />
de la Cueva del Loto (Ap. 1), Coy-coy de Uria (Fa. 20),<br />
Cueva del Agua (An. 1), Cueva Grande (Mo. 19) y la Cueva del<br />
Guácharo (Mo. 1). Similares resultados obtiene Gutiérrez (1994) al<br />
comparar el ADN mitocondrial de ejemplares pro<strong>ve</strong>nientes de las<br />
cuevas Los Añadidos (Ya. 4), la Cueva del Guácharo (Mo. 1) y dos<br />
cuevas de la zona de Mata de Mango. Esto sugiere la existencia de<br />
un cuello de botella o momento histórico (o múltiples) en donde la<br />
especie estuvo conformada por pocos individuos, y a partir de allí<br />
amplió su distribución y el tamaño de sus poblaciones. Sin embargo,<br />
el mantenimiento de una gran similitud genética también evidencia<br />
un flujo génico elevado, y éste se basa en la existencia de<br />
corredores que favorezcan el intercambio de genes. Este aspecto<br />
lleva, finalmente, a destacar la importancia de conservar aquellas<br />
colonias que puedan servir de conectores o “islas” entre las regio-<br />
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nes densamente habitadas por guácharos como el sur del país, la<br />
Sierra de Perijá y el macizo de Mata de Mango.<br />
A pesar que el guácharo está sujeto a la cacería en algunas<br />
regiones del país (CALCHI, 1993; GALÁN, 1981), la principal amenaza<br />
resulta la alteración de su entorno natural, específicamente, la desaparición<br />
de los bosques de los que obtiene su alimento. BOSQUE<br />
(1986) atribuye a “la modificación del ambiente por el hombre o la<br />
destrucción de las selvas naturales”, las extinciones locales de<br />
guácharos en la región central del país. De allí que la preservación<br />
de esta a<strong>ve</strong> no sólo puede centrarse en la conservación de las<br />
colonias sino también de su entorno natural, como acertadamente<br />
ocurrió en el mencionado caso de la ampliación del P. N. El Guácharo<br />
con el objeto de preservar la fuente de alimento de estas a<strong>ve</strong>s en la<br />
región. Pero es importante llamar la atención de la potencial importancia<br />
que puedan tener pequeñas colonias como las de Juan<br />
Damasio, los Carraos o aquéllas ubicadas en el piedemonte andino,<br />
que su interés no está asociado al número de a<strong>ve</strong>s que albergan,