31 - Sve-espeleologia.org.ve
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Bol. Soc. Venezolana Espeleol. 37, 2003<br />
rresponden a la porción central de la Sierra de Perijá. Cabe señalar<br />
que CALCHI (1993) señala la existencia de más de una docena de<br />
otras colonias para la Sierra de Perijá, sin embargo se desconoce<br />
su ubicación precisa, y si corresponden a colonias previamente<br />
reportadas. El Samán es la única colonia que ampliamente sobrepasa<br />
el millar de individuos, aunque muchas de las colonias encontradas<br />
en la Sierra de Perijá presentaron para el momento de la<br />
visita centenares de pájaros. Variaciones en el tamaño de las poblaciones<br />
asociadas a las cuevas de Los Laureles (CALCHI, 1993), o<br />
diferencias en las estimaciones para las cuevas de Inshká Troá y<br />
Orro reportadas en la literatura (CALCHI, 1993; SVE 1993, 1995),<br />
podrían atribuirse a fluctuaciones poblacionales dadas por migraciones<br />
temporales asociadas a la disponibilidad de alimento en el<br />
perímetro de las cuevas durante la estación reproductiva, como se<br />
ha descrito para las cuevas del Guácharo y Coy-Coy de Uria (BOS-<br />
QUE & RAMÍREZ ,1988 y TANNENBAUM & WREGE, 1978, respectivamente).<br />
La población de guácharos en la cueva de El Samán fue estimada<br />
en unos 5000 ejemplares para marzo de 1990, representando la<br />
cavidad con la colonia más numerosa del estado y del occidente<br />
del país. Los guácharos se encuentran a todo lo largo de la galería<br />
principal que comunica a las dos principales bocas, sin embargo<br />
existen sectores como la parte superior de la Galería Principal, el<br />
Salón Central, Las Marmitas y el Salón de los Guácharos que albergan<br />
al mayor número de individuos. Cabe señalar que, durante<br />
algunas exploraciones realizadas en el mes de diciembre a la Cueva<br />
El Samán se han encontrado pichones que ya han perdido el plumón,<br />
pero que aún no abandonan los nidos. Esto sugiere que el<br />
período anual de reproducción de los guácharos en esta cueva (y<br />
en Los Laureles) podría estar ligeramente desplazado en relación a<br />
lo reportado para la cueva del Guácharo en el oriente del país (BOS-<br />
QUE & RAMÍREZ, 1988). Es posible que, de existir un desplazamiento<br />
temporal del período reproductivo, éste pudiese estar asociado<br />
a variaciones en el patrón de las precipitaciones a lo largo del norte<br />
del país, y su efecto sobre la disponibilidad de alimento para las<br />
a<strong>ve</strong>s.<br />
DISCUSIÓN<br />
El número de colonias de guácharos en Venezuela, basado en<br />
información bibliográfica que refleje la ubicación geográfica de las<br />
mismas, asciende a 82 localidades. La actual revisión añade 35<br />
colonias a las 54 reportadas por BOSQUE (1986), de las cuales siete<br />
estaban extintas. En la mayoría de los casos, las nuevas adiciones<br />
confirman la amplia distribución de los guácharos en las regiones<br />
montañosas del país, principalmente las ubicadas al norte del río<br />
Orinoco (Fig. 1). Sin embargo, existen un conjunto de peculiaridades<br />
que revisten mucho interés. Una de ellas es que se incrementa<br />
ampliamente el rango altitudinal reportado por BOSQUE (1986) que<br />
alcanzaba los 2.150 m s.n.m. en la colonia de la quebrada La Sucia<br />
en las inmediaciones del pueblo de Jají (Mérida). La cueva del Loto<br />
(Ap. 1) constituye la colonia ubicada a mayor elevación en Vene-<br />
36<br />
zuela, a 3.080 m s.n.m. en el Páramo del Tamá colindante con Colombia<br />
(Fig. 2).<br />
La ausencia de colonias conocidas en las cercanía de siete de<br />
las localidades de colecta reportadas por BOSQUE (1986) permitió<br />
presumir la existencia de colonias no reportadas en la literatura.<br />
Aunque se ha determinado que los guácharos pueden volar hasta<br />
un centenar de kilómetros desde su colonia (<strong>ve</strong>r más abajo), algunas<br />
de estas localidades se encontraban a distancias considerables<br />
de poblaciones conocidas. Colonias como las registradas para<br />
el Roraima, o el Abrigo de Juan Damasio en el estado Aragua, o las<br />
del estado Táchira, por mencionar algunas, permiten explicar la<br />
existencia de colectas en sus inmediaciones, que en el pasado no<br />
tenían una aparente relación a colonias registradas (<strong>ve</strong>r BOSQUE<br />
1986). Caso contrario ocurre en el estado Amazonas, donde numerosos<br />
avistamientos o colectas siguen carentes de colonia conocida<br />
alguna (BOSQUE, 1986). Cabe acotar la existencia de nuevos<br />
datos, ofrecidos por el Dr. Ricardo Guerrero (IZT-UCV), acerca de<br />
la colección de un ejemplar en el tepuy Arakamuni y el avistamiento<br />
de dos pájaros en el Cerro Guanay (límite entre los estados Bolívar<br />
y Amazonas) ocurridos durante la última década. Ciertamente, la<br />
experiencia de la grieta de los guácharos en el tepuy Roraima, sin<br />
duda el más visitado de todos los tepuyes, refleja la dificultad de<br />
hallar colonias en la intrincada fisiografía del paisaje del sur del<br />
país.<br />
La intensa labor espeleológica en la Sierra de Perijá llevada a<br />
cabo por el Museo de Biología de la LUZ y la Sociedad Venezolana<br />
de Espeleología durante la década de los 90´s, tuvo entre otras<br />
consecuencias, la incorporación de nue<strong>ve</strong> colonias. Esto hace del<br />
estado Zulia, el segundo estado en importancia por el número de<br />
colonias que alberga, lista que encabeza el estado Monagas.<br />
Las nuevas adiciones al estado Monagas confirman la importancia<br />
del sector Mata de Mango y sus adyacencias como un<br />
refugio para el guácharo en el oriente de Venezuela. Tres factores<br />
aditivos constituyeron las bases para la inclusión del sector Mata<br />
de Mango en una ampliación de más de 60.000 ha del Parque Nacional<br />
El Guácharo ocurrida en 1989. Por una parte, el elevado<br />
número de colonias existentes en el área, reflejadas en las revisiones<br />
de BOSQUE (1978, 1986) y su importancia por el número de a<strong>ve</strong>s<br />
que albergan; otro elemento fundamental fue la presencia de grandes<br />
extensiones de bosques poco perturbados y fuente de alimento<br />
de las colonias, incluso las ubicadas fuera del sector; y por<br />
último, los estudios de telemetría realizados por ROCA (1994) que<br />
confirmaron la importancia del sector Mata de Mango para la supervi<strong>ve</strong>ncia<br />
de la colonia de la Cueva del Guácharo, estimada en su<br />
máximo anual en 10.000 individuos. Los estudios con telemetría<br />
determinaron, además, la capacidad de los guácharos de realizar<br />
viajes de hasta 120 km en una noche en su búsqueda de frutos<br />
durante la estación no reproductiva. Pero por el contrario, reflejaron<br />
también la importancia de los bosques circundantes a las colonias,<br />
durante los períodos reproductivos, cuando los adultos buscan<br />
su alimento, y el de los pichones, en un radio de unos 40 km en<br />
torno a la cueva (ROCA, 1994).<br />
Como se ha señalado, la distribución del guácharo en el país es<br />
muy amplia. Difícilmente pueda ase<strong>ve</strong>rarse que esta especie esté