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Todo por una mula - Isagen

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<strong>Todo</strong> <strong>por</strong><br />

<strong>una</strong> <strong>mula</strong><br />

Testimonios de esperanza<br />

Crónica de<br />

<strong>una</strong> vereda<br />

sitiada<br />

N<br />

o había clareado el día cuando<br />

la <strong>mula</strong> sujeta al mayal comenzaba<br />

a dar vueltas <strong>una</strong> y otra vez accionando<br />

a su paso los rodillos para<br />

moler, mientras que los prenseros,<br />

al tiempo que introducían la caña, le<br />

ponían cuidado para que no fuera a<br />

caerse. A medio día se detenía y otra<br />

<strong>mula</strong> retomaba el invariable camino<br />

circular cuyo recorrido terminaba<br />

con el crepúsculo.<br />

Las <strong>mula</strong>s descansaban pero la<br />

molienda continuaba hasta la medianoche<br />

cuando el último pedazo<br />

de panela quedaba empacado.<br />

75


<strong>Todo</strong> <strong>por</strong><br />

<strong>una</strong> <strong>mula</strong><br />

La jornada era extenuante, en 20 horas<br />

de molienda apenas lograban hacerse<br />

a <strong>una</strong> carga de panela y no tenían forma<br />

de aumentar la producción, pues sólo<br />

contaban con la fuerza y el ritmo de<br />

las <strong>mula</strong>s para beneficiar la caña.<br />

Los hombres procuraban alternar<br />

las 2 <strong>mula</strong>s que poseían para la molienda,<br />

pero <strong>una</strong> de ellas era propensa<br />

al vértigo y más tardaban los hombres<br />

en sujetarla al mayal que ella en<br />

marearse, así que la otra tenía que trabajar<br />

el doble, y aunque robusta, el rigor<br />

de la labor terminó <strong>por</strong> menguar<br />

sus fuerzas.<br />

“No fue bueno ponerla a trabajar<br />

tanto. Una vez el animalito estuvo<br />

dando vueltas desde las 3 de la mañana<br />

hasta la medianoche… estábamos<br />

viendo girar a la bestia y cuando menos<br />

pensamos se le brotaron los ojos<br />

y cayó encima del cilindro y lo dañó…<br />

nos tocó pedir fiado el mercado pues<br />

quedamos sin en qué moler y sin un<br />

centavo”, cuenta Guillermo de Jesús<br />

Arbeláez López, cañicultor y presidente<br />

de la Junta de Acción Com<strong>una</strong>l de la<br />

vereda La Iraca de San Rafael.<br />

Se quedaron sin <strong>mula</strong> y sin molino,<br />

y este incidente, sumado a la escasez<br />

de empleo y al éxodo constante<br />

de hombres que dejaban familia y vereda<br />

buscando o<strong>por</strong>tunidades de trabajo<br />

en tierras lejanas, llevó a la comunidad<br />

a reflexionar sobre su <strong>por</strong>venir:<br />

si la gente quería permanecer en La<br />

Iraca, conservar los cañaduzales, hacer<br />

menos ruda la molienda y seguir<br />

disfrutando la alegría de la molienda,<br />

era preciso cambiar la manera tradicional<br />

de transformar la caña.<br />

De las <strong>mula</strong>s al trapiche<br />

mecánico<br />

Caracterizada <strong>por</strong> su vocación para<br />

compartir el trabajo y <strong>por</strong> su tradición<br />

de laborar en convites en las<br />

parcelas familiares para preparar las<br />

moliendas, en 1997 la comunidad de<br />

La Iraca organizó 3 grupos comunitarios<br />

dedicados a realizar actividades<br />

agrícolas diferentes: unos se concentraron<br />

en la cría de gallinas y de pollos<br />

de engorde, otros en la siembra<br />

de bancos de forraje y otros más en<br />

actividades de reforestación.<br />

Así organizados trabajaron hasta el<br />

año 2002, cuando la obsolescencia del<br />

entable, el abandono de la vereda y el<br />

conflicto armado circundante, se hicieron<br />

cada vez más notorios y agudizaron<br />

las dificultades para hacer productiva<br />

cualquier actividad.<br />

Pese a la rusticidad del entable la<br />

producción de panela era la única actividad<br />

que les pro<strong>por</strong>cionaba ingresos<br />

económicos y la división en grupos no<br />

resultaba conveniente para hacer frente<br />

a la crisis, así que la comunidad decidió<br />

disolverlos y asociarse como<br />

Junta de Acción Com<strong>una</strong>l para construir<br />

entre todos, con apoyo del Programa<br />

de Inversión Social de ISAGEN,<br />

un nuevo entable para beneficio de la<br />

comunidad.<br />

76 Programa de Inversión Social ISAGEN


Se construyó <strong>una</strong> enramada de 326 m 2<br />

y un horno panelero de alta eficiencia calórica<br />

que si bien no eliminó el uso de leña<br />

como combustible sí lo disminuyó. Se<br />

dotó el entable con un trapiche mecánico<br />

-de motor- que reemplazó a las <strong>mula</strong>s<br />

y permitió que el tiempo empleado<br />

en la extracción de la miel pasara de 8 a<br />

2 horas.<br />

Para el año 2003, en vista de que los<br />

cañaduzales reclamaban mayor cuidado<br />

y resultaban insuficientes para su<br />

aprovechamiento en el nuevo entable,<br />

la comunidad sembró con 13 hectáreas<br />

de caña tecnificada y además se<br />

abonaron y fertilizaron los suelos.<br />

El proyecto que para dicho año se<br />

presentó al Programa de Inversión Social,<br />

incluyó además la adquisición de<br />

tres <strong>mula</strong>s para facilitar el trans<strong>por</strong>te<br />

de la caña desde el cultivo hasta el entable,<br />

y el de la panela desde el entable<br />

hasta la carretera que conduce al casco<br />

urbano de San Rafael.<br />

Tierra panelera<br />

A 35 kilómetros y a 2 horas del municipio<br />

de San Rafael en Antioquia, se<br />

tiende La Iraca, <strong>una</strong> vereda cuyo paisaje<br />

lo componen la frescura de las aguas<br />

y el dulzor de los cañaduzales.<br />

Los primeros habitantes de la vereda<br />

la llamaron Iraca <strong>por</strong>que la palma<br />

así conocida abundaba en aquellas<br />

tierras y sus ramas servían para la<br />

construcción de viviendas.<br />

Limita al norte con la vereda Las<br />

Flores, al sur con La Mesa, al oriente<br />

Testimonios de esperanza<br />

<strong>Todo</strong> <strong>por</strong><br />

<strong>una</strong> <strong>mula</strong><br />

con la vereda Las Divisas y al occidente<br />

con Aguabonita. Habitan la vereda<br />

17 familias dedicadas al campo, a labrar<br />

los sembradíos de fríjol, maíz, yuca,<br />

plátano y café, cuyas cosechas les<br />

sirven más para alimentación y autoconsumo<br />

que para el comercio. La pesca,<br />

la siembra de caña y más recientemente<br />

de cabuya, constituyen las actividades<br />

de las que derivan el sustento<br />

económico estas familias.<br />

La mitad de las casas que se levantan<br />

en La Iraca permanecen yermas,<br />

los cuatro desplazamientos que en<br />

distintos momentos ha sufrido la comunidad<br />

terminaron <strong>por</strong> menguar su<br />

77


<strong>Todo</strong> <strong>por</strong><br />

<strong>una</strong> <strong>mula</strong><br />

población y aunque hoy la vereda es<br />

habitable todavía hay familias que no<br />

regresan.<br />

Desde tiempos inmemorables las<br />

familias que conforman esta pequeña<br />

comunidad panelera se han dedicado<br />

a sembrar y a transformar la caña,<br />

cuentan con 2 entables paneleros uno<br />

tecnificado y otro rústico. Su vida gira<br />

alrededor de las bondades de aquella<br />

planta nudosa de dulce sabor, y cuando<br />

no están moliendo, están cortando,<br />

desyerbando, preparando el terreno<br />

para nuevas siembras o alegrándose<br />

en las moliendas.<br />

Por su talante festivo, los pobladores<br />

de La Iraca disfrutan reuniéndose<br />

en las noches y departiendo entre amigos.<br />

Es tradicional organizar sancochadas<br />

y paseos de olla cerca de los charcos<br />

para compartir en familia.<br />

Los convites de trabajo comunitario<br />

han sido la forma acostumbrada de laborar:<br />

un día un grupo de campesinos<br />

va y trabaja en <strong>una</strong> parcela familiar de<br />

caña y al otro día van a otra.<br />

Los servicios públicos son deficientes,<br />

siendo <strong>una</strong> necesidad apremiante<br />

en este sentido, que el suministro<br />

de energía se extienda a todas<br />

las viviendas.<br />

O todos en la cama o todos en<br />

el suelo<br />

En el año 2004 la comunidad se vinculó<br />

al Programa de Inversión Social<br />

para fortalecer la alimentación de los<br />

pobladores de la vereda con un proyecto<br />

para el mejoramiento y la siembra<br />

de cultivos de pancoger, y para la construcción<br />

de estanques piscícolas, pero<br />

ni siquiera pudo comenzarlo pues en<br />

ese momento fue desplazada.<br />

Guillermo de Jesús Arbeláez recuerda<br />

que “nos fuimos todos, nadie se<br />

quedó, <strong>por</strong>que hemos sido muy unidos<br />

y si 5 familias se iban, pues nos<br />

íbamos todos… nos quedamos durante<br />

7 meses en el pueblo de San Rafael<br />

con amigos y familiares, pero es muy<br />

duro sentirse arrimado, ateniéndose<br />

a lo que le den a uno; ya cuando pudimos<br />

regresar, a principios del 2005,<br />

volvimos todos”.<br />

Regresaron a lidiar con la maleza<br />

que se había tragado los cultivos y a recuperar<br />

la alegría de las moliendas en<br />

el entable.<br />

“Si no hubiera sido <strong>por</strong>que teníamos<br />

el entable comunitario, nadie habría<br />

vuelto a La Iraca. ¿A hacer qué? pero<br />

como sabíamos que allá estaba el<br />

entable, no éramos capaces de abandonarlo<br />

y entonces buscamos la forma<br />

de volver y recuperar las moliendas,<br />

eso es lo más bonito, muchos se han<br />

ido pero vuelven <strong>por</strong>que saben que tenemos<br />

el entable que es de todos”.<br />

Una vez establecidos en la vereda<br />

no retomaron el proyecto que habían<br />

for<strong>mula</strong>do a mediados del año 2004,<br />

<strong>por</strong>que al decir de Guillermo de Jesús,<br />

78 Programa de Inversión Social ISAGEN


“vimos que ya no justificaba seguir con<br />

eso <strong>por</strong>que los sembradíos de maíz y<br />

fríjol pasan, no son duraderos, en cambio<br />

la inversión del trapiche es de más<br />

larga vida”.<br />

Con este pensamiento y tras recibir<br />

la visita de la Cor<strong>por</strong>ación Programa<br />

Desarrollo para la Paz (PRODEPAZ),<br />

que puso en evidencia la necesidad de<br />

adoptar implementos para la molienda<br />

que permitieran <strong>una</strong> producción más<br />

limpia y panela de mayor calidad, la<br />

comunidad decidió unirse al Programa<br />

de Inversión Social de ISAGEN con un<br />

proyecto para fortalecer el entable.<br />

Se sustituyeron <strong>por</strong> acero inoxidable,<br />

calderos, falcas, canecas, y fondos<br />

del horno pues el acero galvanizado<br />

del que estaban hechos, al calentarse<br />

las mieles, despedía un óxido que alteraba<br />

la pureza de la panela.<br />

Se reconstruyó la cubierta del entable<br />

pues el comején prácticamente la<br />

había devorado, y alg<strong>una</strong>s columnas<br />

de guadua estaban ajándose.<br />

Además, la comunidad adquirió<br />

<strong>una</strong> máquina pica-cuido para aprovechar<br />

los forrajes, preparar concentrados<br />

para las <strong>mula</strong>s y complementar así<br />

la usual dieta de melote para ellas.<br />

Para salvar las distancias entre los<br />

cañaduzales más distantes y el entable<br />

-30 minutos a paso de jumento y hasta<br />

45 a paso de persona- a las 3 <strong>mula</strong>s<br />

con las que ya contaba la comunidad,<br />

se sumaron otras 4.<br />

Por ahorrarles magulladuras y aliviarles<br />

tanto trabajo, las 7 <strong>mula</strong>s -que<br />

Testimonios de esperanza<br />

<strong>Todo</strong> <strong>por</strong><br />

<strong>una</strong> <strong>mula</strong><br />

además de ir y venir del cultivo al entable<br />

y viceversa, caminan <strong>una</strong> hora para<br />

sacar la panela a la carretera hacia San<br />

Rafael- son las consentidas de los cañicultores,<br />

tanto que a cada <strong>una</strong> le pusieron<br />

nombre.<br />

“A <strong>una</strong> le decimos Mono, a otra Delia,<br />

a otra Miro, hay dos Negros y dos<br />

Moros (risas). Todas son muy entendidas<br />

y nos prestan mucha ayuda <strong>por</strong>que<br />

antes había que pedirlas prestadas<br />

y si estaban ocupadas no podíamos recoger<br />

toda la cañita. Uno cargando la<br />

caña al hombro no rendía y <strong>por</strong> la mañana<br />

casi ni se podía levantar <strong>por</strong>que<br />

los mismos 6 viajes que hacen en el día<br />

las bestias, 3 días seguidos, los hacíamos<br />

nosotros”, comenta Guillermo de<br />

Jesús.<br />

La alegría de la molienda<br />

Cada 8 días hay molienda en La Iraca,<br />

y participan en ella no sólo los habitantes<br />

de ésta sino de veredas aledañas<br />

que llegan a beneficiar su caña allí.<br />

Dice Guillermo de Jesús con un tono<br />

de dicha en su voz que, “para nosotros<br />

la molienda representa <strong>una</strong> inmensa<br />

alegría, <strong>por</strong>que si molemos caña<br />

tenemos empleo y bienestar para<br />

la familia, y cuando uno esta ahí en el<br />

entable uno no siente pasar el tiempo<br />

<strong>por</strong>que eso es <strong>una</strong> recocha tremenda,<br />

la pasamos charlando, contando chistes<br />

y cantando”.<br />

Este año la comunidad se vinculó<br />

<strong>una</strong> vez más al Programa de Inversión<br />

79


<strong>Todo</strong> <strong>por</strong><br />

<strong>una</strong> <strong>mula</strong><br />

Social con un proyecto que contempla<br />

la siembra de 7 hectáreas más de caña,<br />

la construcción de <strong>una</strong> pesebrera para<br />

resguardar las <strong>mula</strong>s y la reestructuración<br />

de la sala de moldeo del entable.<br />

Ya los campesinos de La Iraca no<br />

tienen que andar con la caña a cuestas,<br />

ni poner <strong>una</strong> <strong>mula</strong> a dar vueltas para<br />

moler la caña. Trabajando unidos han<br />

logrado hacer del entable comunitario<br />

<strong>una</strong> unidad realmente productiva: de<br />

<strong>una</strong> carga de panela semanal pasaron<br />

a producir 8 en el mismo tiempo.<br />

El propósito de la comunidad ahora<br />

es cumplir con los estándares de producción<br />

de panela que ordena el gobierno<br />

nacional para poder integrarse<br />

a cadenas de comercialización regionales<br />

y seguir procurándose muchos<br />

tiempos prósperos de molienda.<br />

80 Programa de Inversión Social ISAGEN

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