Negociación en un entorno difícil: conseguir que cada ... - EAN

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08.05.2013 Views

L as épocas de auge cubren muchos de los pecados de la negociación. Siempre que nadie deba preocuparse de la implementación de los acuerdos que se cierran, todos ellos parecen correctos sobre el papel. Durante el auge de las “punto-com”, Enron y AOL se congratulaban del número de acuerdos que cerraban, del volumen de dichos acuerdos y de la rapidez con la que los habían gestionado. Siempre que no tuvieran que preo cuparse de que las centrales eléctricas llegaran a estar en Internet alguna vez, de que sus clientes “puntocom” pagaran todos los anuncios que habían comprado o del número de créditos que se convertirían en impagados, ninguno de esos negociadores tenía ningún motivo para preocuparse de nada más. De hecho, si a usted no le preocupa lo que ocurre cuando la tinta se seca, puede que este artículo no le resulte muy interesante. Si el acuerdo que ha cerrado y su valor se han materializado por completo en el momento en el que estrecha la mano a la otra parte, firma en la línea de puntos o hace clic en el botón de “enviar”, entonces no debe preocuparse por la implementación. No obstante, si hace usted como la mayoría de las empresas que compran o venden bienes o servicios, arriendan o licencian activos o entran en diferentes tipos de colaboraciones o alianzas para buscar nuevas oportunidades, entonces es posible que deba usted hacer algo útil o que necesite que la otra parte haga algo constructivo para que el acuerdo haya merecido el esfuerzo. Cuando conseguir un “sí” no es suficiente, es necesario adoptar un enfoque de negociación diferente. NegociAcióN eN uN eNtorNo difícil: coNSeguir que cAdA Acuerdo cueNte En tiempos difíciles, todo acuerdo cuenta. Sin embargo, los acuerdos que fracasan durante la implementación por la forma en la que fueron negociados cuentan, pero en nuestra contra. Reconocer el problema de la mentalidad orientada a cerrar acuerdos En nuestra práctica y en nuestra investigación hemos descubierto que muchos negociadores acaban cerrando acuerdos que no generan el valor prometido. Aproximadamente la mitad de las fusiones, joint-ventures y alianzas estratégicas no consigue generar valor; dos de cada tres acuerdos de subcontratación acaban teniendo que ser renegociados y el 85% de las empresas a las que encuestamos cree que el valor previsto de sus contratos de suministro no se ha materializado. Sin embargo, no empezamos con la premisa de que todos esos negociado- Muchos negociadores acaban cerrando acuerdos que no generan el valor prometido res son estúpidos o inexpertos. Son muchos los negociadores inteligentes y experimentados. ¿Por qué tantos de ellos se equivocan? La respuesta está en que utilizan muchas creencias generalmente aceptadas que no les hacen ningún bien. Los mensajes repetidos con frecuencia, como cabría esperar, tienen cierto mérito y se basan en briznas de verdad. Sin embargo, provienen de una mentalidad orientada a “cerrar a cualquier precio” y se apoyan en noviembre 2009 31

NegociAcióN eN uN eNtorNo difícil: coNSeguir que cAdA Acuerdo cueNte un conjunto de supuestos sobre la mejor manera de alcanzar acuerdos. Estos supuestos, a su vez, generan conductas que han llevado a muchos negociadores a llegar al “sí” sólo para descubrir que no podían cumplir el valor que habían estado negociando. No es re- comendable cerrar acuerdos que no tengan un propósito; durante una recesión económica, eso puede resultar especialmente costoso, ya que se están desviando energía y recursos hacia algo que, inevitablemente, decepcionará. No estamos hablando de “tácticas sucias” o de la negociación tradicional en la que se gana o se pierde, sino de algunas ideas que muchos negociadores creen que son de sentido común básico para cerrar acuerdos (véase el cuadro 1). El problema de buena parte de las creencias generalmente aceptadas es que se centran en lo que puede darnos cierta ventaja temporal en la negociación. Desde nuestro punto de vista, sin embargo, que usted crea o Cuadro 1 La mitad de las fusiones, ‘joint-ventures’ y alianzas estratégicas no consigue generar valor Algunas ideas equivocadas sobre las negociaciones existen algunas ideas que se repiten frecuentemente, pero que no nos servirán de mucho a la hora de negociar un acuerdo. entre ellas se incluyen las siguientes: • evite revelar información cuando no tenga que hacerlo. • limite el número de participantes. • Si no tiene algo agradable que decir, no diga nada. • desconciértelos. • trate el proceso de negociación como si fuera distinto e independiente de la implementación. • cierre constantemente. • establezca sanciones duras para garantizar el cumplimiento. no que debería intentar ganar a expensas de la otra parte es, prácticamente, irrelevante. Cuando la implementación es importante, es necesario mirar más allá de la firma del acuerdo. Y, cuando miramos más allá de ese punto, la mayoría de esas creencias generalmente aceptadas no parecen tan acertadas. Mírelo de este modo. Si le dijéramos que podríamos ofrecerle algunas tácticas que le darían una ventaja temporal en la negociación, pero que dicha ventaja no duraría hasta la firma, es muy posible que usted preguntara: “¿Y qué sentido tiene eso? Si mi ventaja es temporal y las cosas cambian cuando firmemos, ¿qué habré ganado (y qué podría perder) usando estas tácticas?”. Ahora lleve su pensamiento más allá de la firma, hasta la implementación. Si el verdadero valor del acuerdo llega cuando lo implementamos, ¿qué sentido tiene el uso de técnicas que nos darán cierta ventaja durante la negociación, sólo para invertir dicha ventaja y destruir el valor potencial en el momento en el que se aplique? Nuestro modo de prepararnos –nuestra conducta en la mesa de negociaciones, el papel que deberían desempeñar nuestros grupos de interés y nuestra necesidad de “cuidarnos” de la otra parte, aunque ésta no se esté cuidando de sí misma– cambia por completo y radicalmente cuando el propósito de la negociación no es alcanzar un acuerdo, sino aprovechar el momento de la firma o el apretón de manos como un trampolín para hacer algo con la otra parte. El cuadro 2 compara el posible enfoque de un negociador orientado al cierre de acuerdos con el de un negociador más orientado a la implementación. Reconocer el propósito del acuerdo Cuando la situación económica es difícil, los negociadores suelen verse sometidos a una presión enorme para estar a la altura de las circunstancias. Sin embargo, precisamente en momentos como éstos, centrarse en la calidad de los acuerdos puede tener la mayor importancia. En tiempos difíciles, las empresas no pueden permitirse acuerdos que vinculen el capital, los empleados y la atención de la dirección y no generen ningún valor. En momentos duros, los equipos de dirección deben poder prestar atención a la búsqueda de nuevas oportunidades, a la gestión de sus costes y a la retención de los profesionales adecuados, y no a apagar fuegos con los clientes, los proveedores o los socios de la empresa porque un acuerdo da problemas. Negociar dando importancia a la implementación es muy diferente de simplemente “cerrar tratos” para al- 32 harvard deusto business review

NegociAcióN eN uN eNtorNo <strong>difícil</strong>: coNSeguir <strong>que</strong> cAdA Acuerdo cueNte<br />

<strong>un</strong> conj<strong>un</strong>to de supuestos sobre la mejor manera de<br />

alcanzar acuerdos. Estos supuestos, a su vez, g<strong>en</strong>eran<br />

conductas <strong>que</strong> han llevado a muchos negociadores a<br />

llegar al “sí” sólo para descubrir <strong>que</strong> no podían cumplir<br />

el valor <strong>que</strong> habían estado negociando. No es re-<br />

com<strong>en</strong>dable cerrar acuerdos <strong>que</strong> no t<strong>en</strong>gan <strong>un</strong> propósito;<br />

durante <strong>un</strong>a recesión económica, eso puede resultar<br />

especialm<strong>en</strong>te costoso, ya <strong>que</strong> se están desviando<br />

<strong>en</strong>ergía y recursos hacia algo <strong>que</strong>, inevitablem<strong>en</strong>te,<br />

decepcionará.<br />

No estamos hablando de “tácticas sucias” o de la negociación<br />

tradicional <strong>en</strong> la <strong>que</strong> se gana o se pierde, sino<br />

de alg<strong>un</strong>as ideas <strong>que</strong> muchos negociadores cre<strong>en</strong> <strong>que</strong><br />

son de s<strong>en</strong>tido común básico para cerrar acuerdos (véase<br />

el cuadro 1).<br />

El problema de bu<strong>en</strong>a parte de las cre<strong>en</strong>cias g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />

aceptadas es <strong>que</strong> se c<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> lo <strong>que</strong> puede darnos<br />

cierta v<strong>en</strong>taja temporal <strong>en</strong> la negociación. Desde<br />

nuestro p<strong>un</strong>to de vista, sin embargo, <strong>que</strong> usted crea o<br />

Cuadro 1<br />

La mitad de las fusiones,<br />

‘joint-v<strong>en</strong>tures’ y alianzas<br />

estratégicas no consigue<br />

g<strong>en</strong>erar valor<br />

Alg<strong>un</strong>as ideas equivo<strong>cada</strong>s<br />

sobre las negociaciones<br />

exist<strong>en</strong> alg<strong>un</strong>as ideas <strong>que</strong> se repit<strong>en</strong> frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te,<br />

pero <strong>que</strong> no nos servirán de mucho a la hora de<br />

negociar <strong>un</strong> acuerdo. <strong>en</strong>tre ellas se incluy<strong>en</strong> las<br />

sigui<strong>en</strong>tes:<br />

• evite revelar información cuando no t<strong>en</strong>ga <strong>que</strong><br />

hacerlo.<br />

• limite el número de participantes.<br />

• Si no ti<strong>en</strong>e algo agradable <strong>que</strong> decir, no diga nada.<br />

• desconciértelos.<br />

• trate el proceso de negociación como si fuera<br />

distinto e indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la implem<strong>en</strong>tación.<br />

• cierre constantem<strong>en</strong>te.<br />

• establezca sanciones duras para garantizar el<br />

cumplimi<strong>en</strong>to.<br />

no <strong>que</strong> debería int<strong>en</strong>tar ganar a exp<strong>en</strong>sas de la otra parte<br />

es, prácticam<strong>en</strong>te, irrelevante. Cuando la implem<strong>en</strong>tación<br />

es importante, es necesario mirar más allá de la<br />

firma del acuerdo. Y, cuando miramos más allá de ese<br />

p<strong>un</strong>to, la mayoría de esas cre<strong>en</strong>cias g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te aceptadas<br />

no parec<strong>en</strong> tan acertadas.<br />

Mírelo de este modo. Si le dijéramos <strong>que</strong> podríamos<br />

ofrecerle alg<strong>un</strong>as tácticas <strong>que</strong> le darían <strong>un</strong>a v<strong>en</strong>taja<br />

temporal <strong>en</strong> la negociación, pero <strong>que</strong> dicha v<strong>en</strong>taja no<br />

duraría hasta la firma, es muy posible <strong>que</strong> usted preg<strong>un</strong>tara:<br />

“¿Y qué s<strong>en</strong>tido ti<strong>en</strong>e eso? Si mi v<strong>en</strong>taja es<br />

temporal y las cosas cambian cuando firmemos, ¿qué<br />

habré ganado (y qué podría perder) usando estas tácticas?”.<br />

Ahora lleve su p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to más allá de la firma,<br />

hasta la implem<strong>en</strong>tación. Si el verdadero valor del<br />

acuerdo llega cuando lo implem<strong>en</strong>tamos, ¿qué s<strong>en</strong>tido<br />

ti<strong>en</strong>e el uso de técnicas <strong>que</strong> nos darán cierta v<strong>en</strong>taja<br />

durante la negociación, sólo para invertir dicha v<strong>en</strong>taja<br />

y destruir el valor pot<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el<br />

<strong>que</strong> se apli<strong>que</strong>?<br />

Nuestro modo de prepararnos –nuestra conducta <strong>en</strong><br />

la mesa de negociaciones, el papel <strong>que</strong> deberían desempeñar<br />

nuestros grupos de interés y nuestra necesidad<br />

de “cuidarnos” de la otra parte, a<strong>un</strong><strong>que</strong> ésta no se esté<br />

cuidando de sí misma– cambia por completo y radicalm<strong>en</strong>te<br />

cuando el propósito de la negociación no es alcanzar<br />

<strong>un</strong> acuerdo, sino aprovechar el mom<strong>en</strong>to de la<br />

firma o el apretón de manos como <strong>un</strong> trampolín para<br />

hacer algo con la otra parte.<br />

El cuadro 2 compara el posible <strong>en</strong>fo<strong>que</strong> de <strong>un</strong> negociador<br />

ori<strong>en</strong>tado al cierre de acuerdos con el de <strong>un</strong> negociador<br />

más ori<strong>en</strong>tado a la implem<strong>en</strong>tación.<br />

Reconocer el propósito del acuerdo<br />

Cuando la situación económica es <strong>difícil</strong>, los negociadores<br />

suel<strong>en</strong> verse sometidos a <strong>un</strong>a presión <strong>en</strong>orme para<br />

estar a la altura de las circ<strong>un</strong>stancias. Sin embargo,<br />

precisam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> mom<strong>en</strong>tos como éstos, c<strong>en</strong>trarse <strong>en</strong> la<br />

calidad de los acuerdos puede t<strong>en</strong>er la mayor importancia.<br />

En tiempos <strong>difícil</strong>es, las empresas no pued<strong>en</strong> permitirse<br />

acuerdos <strong>que</strong> vincul<strong>en</strong> el capital, los empleados<br />

y la at<strong>en</strong>ción de la dirección y no g<strong>en</strong>er<strong>en</strong> ningún valor.<br />

En mom<strong>en</strong>tos duros, los equipos de dirección deb<strong>en</strong><br />

poder prestar at<strong>en</strong>ción a la bús<strong>que</strong>da de nuevas oport<strong>un</strong>idades,<br />

a la gestión de sus costes y a la ret<strong>en</strong>ción de los<br />

profesionales adecuados, y no a apagar fuegos con los<br />

cli<strong>en</strong>tes, los proveedores o los socios de la empresa por<strong>que</strong><br />

<strong>un</strong> acuerdo da problemas.<br />

Negociar dando importancia a la implem<strong>en</strong>tación es<br />

muy difer<strong>en</strong>te de simplem<strong>en</strong>te “cerrar tratos” para al-<br />

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